Una clase diferente de salvación

palabras de Dios Todopoderoso: “Yo iluminaré y esclareceré, sin la menor duda, a todos los que tienen hambre y sed de justicia y buscan con sinceridad.

Por Huang Lin, China

Yo solía ser una creyente corriente de la Iglesia Pentecostal, y desde que empecé a tener fe en el Señor no me perdí un solo servicio. Se debía sobre todo a que sabía que estábamos en los últimos días y las profecías de la Biblia sobre el regreso del Señor básicamente se habían cumplido; el Señor pronto regresaría, así que asistía a los servicios con aún mayor entusiasmo, esperando con ansia Su regreso para no perderme la oportunidad de conocer al Señor.

Un día me visitó mi hermana menor y me dijo alegremente: “Eh, hoy he venido a contarte la mejor noticia de todas: ¡el Señor Jesús ha regresado! Y es más, ha regresado en la carne; está expresando la verdad y realizando Su obra de los últimos días para juzgar y purificar al hombre, cumpliendo así la profecía de la Biblia: ‘Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios’ (1 Pedro 4:17). ¡No pierdas más tiempo! ¡Sigue la nueva obra de Dios!”. Cuando me enteré de la noticia de que el Señor había regresado, me quedé asombrada y llena de dudas. Dije: “En el Apocalipsis dice: ‘He aquí, viene con las nubes y todo ojo le verá’ (Apocalipsis 1:7). Y los pastores y ancianos a menudo nos cuentan que cuando el Señor regrese, vendrá a nosotros sobre una nube blanca. Dices que el Señor ha regresado y ha venido en la carne. ¿Cómo es posible?”. Mi hermana dijo con solemnidad: “Tú dices que el Señor Jesús volverá con las nubes, ¿pero estás segura de eso? También se profetiza en la Biblia: ‘He aquí, vengo como ladrón’ (Apocalipsis 16:15), y ‘Pero a medianoche se oyó un clamor: «¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo.»’ (Mateo 25:6). ¿Te atreves a decir que el Señor no podría venir en secreto? Hay un misterio en el regreso del Señor, así que debemos buscarlo con la mente abierta. Si nos aferramos a nuestras propias nociones e imaginaciones, ¿cómo podríamos entonces dar la bienvenida al regreso del Señor?”. Pero no importaba cuánto me comunicara ella, yo seguía sin estar convencida de aquello, en cambio creía que el Señor regresaría sobre una nube blanca y que era imposible que viniera en la carne. Mi hermana le predicó luego el evangelio al resto de la familia, y después de compartir su comunicación varias veces, mi esposo, mi hijo menor y su esposa (que habían sido incrédulos) aceptaron la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días. Sin embargo, yo seguí aferrada a mis propias nociones, negándome a aceptarla.

Después de eso, continué asistiendo a los servicios de mi antigua iglesia, mientras que mi esposo, mi hijo menor y su esposa asistían a las reuniones de la Iglesia de Dios Todopoderoso. Cada vez que volvía a casa de un servicio, me sentía apática y me parecía que lo hacían todo de memoria; mi corazón estaba vacío y no obtenía nada. Ellos, por otro lado, siempre estaban muy contentos cuando volvían de una reunión, y a menudo comunicaban y buscaban juntos respecto a cosas como el carácter corrupto que revelaban cuando se topaban con algún problema, la mejor manera de buscar la voluntad de Dios o cómo debían conocerse y reflexionar sobre sí mismos. También debatían sobre cómo practicar la verdad y vivir según las palabras de Dios, cómo desechar su carácter corrupto y ser purificados y también otros temas. Escucharlos hablar de aquellas cosas me dejaba perpleja, y pensé: “Hace muy poco que tienen fe; ¿cómo saben que necesitan buscar la voluntad de Dios cuando se topan con problemas, cómo son capaces de encontrar un camino de práctica? ¿Y cómo es que todo lo que dicen está tan bien razonado? He creído en el Señor Jesús durante todos estos años; he orado, asistido al servicio y leído la Biblia de manera constante, así que ¿por qué nunca soy capaz de entender la voluntad del Señor cuando me sucede algo? Y no solo yo, todos mis hermanos y hermanas en la iglesia son iguales. Estamos atados por toda clase de pecados y no podemos liberarnos; nuestro espíritu está marchito, oscuro y carente de esperanza, y sentimos que nos estamos alejando cada vez más del Señor. ¿Qué rayos está pasando?”. Los temas que estaban discutiendo eran muy frescos y novedosos; hablaban sobre el carácter corrupto que estaban revelando, sobre cómo reflexionar y conocerse a sí mismos, sobre cómo ser purificados, y así sucesivamente. Yo llevaba creyendo en el Señor muchos años, pero nunca había oído a los pastores o a los ancianos de mi iglesia predicar acerca de esas cosas, ¡y me resultaba difícil de entender cómo habían llegado a comprender tanto! Estaba perdida.

El tiempo pasó rápido y llegó el momento de la cosecha. Mis dos hijos recogieron su maíz y lo trajeron a casa. En años anteriores, siempre ayudaba primero a mi hijo mayor a pelar el maíz y luego al menor, pero ese año mi hijo menor y su familia lo hicieron por su cuenta. Pensé para mí: “Esta vez no he ayudado a la familia de mi hijo menor en el trabajo, seguro que su esposa está enfadada conmigo. Dirá que estoy mostrando favoritismo”. Pero para mi sorpresa, no solo no estaba enfadada, sino que me dijo alegremente: “Mamá, tú y papá no sois dos jovencitos. No os preocupéis más por ayudarnos con nuestro trabajo. ¡Cuidad vuestra salud!”. Me sorprendió mucho oírla decir aquello. Era la primera vez que decía algo tan considerado sobre nosotros. Ella nunca había dicho nada semejante. Y luego volvió a suceder, les dije a mis hijos y a sus esposas: “Tus hijos van a empezar la escuela secundaria, así que voy a comprarles una bicicleta a cada uno”. Así que le compré una bicicleta al hijo de mi hijo mayor, pero luego surgió algo y tuve que gastar todo el dinero que me quedaba; ya no podía permitirme comprarle una bicicleta al chico de mi hijo menor. Al final, se la compró la madre de mi nuera. Me sentí mal y pensé: “Mi nuera tiene que estar enfadada conmigo y va a decir que no cumplo con lo que digo”. Pero para mi sorpresa, no solo no estaba molesta, sino que me consoló diciendo: “Mamá, no hay necesidad de que te disculpes por no haberle comprado una bicicleta a mi hijo. De ahora en adelante, tú y papá podéis guardar vuestro dinero y gastarlo en vuestras cosas. ¡No te preocupes por nosotros!”. Me sorprendieron mucho estos dos sucesos. Desde que mi nuera había empezado a creer en Dios Todopoderoso, ya no se peleaba conmigo por nada, sino que mostraba cuidado y consideración con nosotros; realmente había cambiado. Y mi esposo siempre perdía los estribos conmigo en un santiamén: la más mínima cosa le ponía los nervios de punta. Pero ahora siempre tenía una sonrisa cuando me hablaba, e incluso a veces, cuando yo estaba enfadada con él, lo soportaba pacientemente y me decía con calma: “Creemos en el mismo Dios. Nuestra relación carnal es la de marido y mujer, pero espiritualmente hablando somos hermano y hermana. Debemos amarnos el uno al otro, ser comprensivos, perdonarnos y vivir por la palabra de Dios. ¿No piensas lo mismo? Solía tener mal genio y me enfadaba muy fácilmente, y esto era consecuencia de mi carácter satánico y corrupto. Era demasiado arrogante y engreído y carecía de la humanidad adecuada. Ahora, he leído muchas de las palabras de Dios Todopoderoso, y he llegado a entender que la obra de Dios en los últimos días es salvar a la humanidad expresando Sus palabras. En la búsqueda de la salvación de Dios, la gente necesita poner en práctica Sus palabras en la vida real, y gestionar cada asunto de acuerdo con los principios de la verdad. Tengo que abandonar mi carne, practicar de acuerdo con las palabras de Dios, y vivir una humanidad adecuada”. Al mirar a mi marido, mi hijo y su esposa, me quedé pensando de corazón: “Solo aceptaron la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días hace dos años, ¿cómo han podido cambiar tanto? Me resulta inevitable no convencerme con esto. He creído en el Señor muchos años y he leído la Biblia y orado todos los días, así que ¿por qué no he cambiado en todo este tiempo? Cuando algo me sucede, ¿por qué siempre me sumo en el pecado de tal modo que no puedo liberarme? Solo Dios tiene el poder de cambiar a la gente. ¿Podría ser que el Dios Todopoderoso en el que ellos creen sea el Señor Jesús retornado Si esto es verdad y sigo negándome a aceptarlo, ¿acaso no me abandonará el Señor? ¿No sería una tonta si teniendo ante mí una salvación tan grande, no la obtengo?”. Al considerar aquello, no pude evitar sentir un poco de ansiedad. Quería buscarla y estudiarla, pero me daba vergüenza hablar de ello con mi familia.

Un día, cuando mi marido estaba fuera, cogí en secreto el libro que siempre estaba leyendo. En cuanto miré la portada, me saltaron a la vista las seis grandes palabras “La Palabra manifestada en carne” escritas en dorado brillante, y pensé: “¿Qué misterios contiene este libro exactamente? Es capaz de cambiar mucho a las personas, tengo que leerlo con atención”. Con cuidado, abrí el libro y vi estas palabras escritas en él: “Esta encarnación es la segunda de Dios tras la terminación de la obra de Jesús. Por supuesto, no ocurre de forma independiente, sino que es la tercera etapa después de la Era de la Ley y la de la Gracia. Cada nueva etapa de la obra de Dios siempre trae un nuevo comienzo y una nueva era. Así también hay cambios correspondientes en el carácter de Dios, en Su forma de obrar, en el lugar de Su obra y en Su nombre. No es de extrañar, por tanto, que al hombre le resulte difícil aceptar la obra de Dios en la nueva era. Pero independientemente de cómo se le oponga el hombre, Dios siempre está realizando Su obra, y guiando a toda la humanidad hacia adelante. Cuando Jesús vino al mundo del hombre, trajo la Era de la Gracia y terminó la de la Ley. Durante los últimos días, Dios se hizo carne una vez más y, esta vez acabó la Era de la Gracia y trajo la del Reino. Todos aquellos que acepten la segunda encarnación de Dios serán conducidos a la Era del Reino, y podrán aceptar personalmente Su dirección” (‘Prefacio’ en “La Palabra manifestada en carne”). Tras leer aquello, reflexioné: si la segunda encarnación de Dios puso fin a la obra de la Era de la Gracia, ¿será que Dios ya no está obrando en las iglesias desde la Era de la Gracia? ¿Hemos entrado ahora en la Era del Reino? Dice aquí: “Todos aquellos que acepten la segunda encarnación de Dios serán conducidos a la Era del Reino, y podrán aceptar personalmente Su dirección”. Es verdad que desde que mi esposo, mi hijo y su esposa aceptaron la obra de Dios Todopoderoso, han cambiado mucho. ¿Podría ser posible que el Dios Todopoderoso en el que ellos creen sea realmente el Señor Jesús retornado que estén siguiendo las huellas de Dios y aceptando Su guía personal? De lo contrario, ¿cómo podrían entender tantas verdades y haber cambiado tanto? Esto debe ser el resultado de la obra del Espíritu Santo; no es algo que puedan lograr por sí mismos, sin la obra del Espíritu Santo. Justo cuando me sobrevenía ese pensamiento, de repente me di cuenta de que mi marido estaba volviendo a casa. A toda prisa, devolví el libro a su lugar y pensé: no debe enterarse de que lo he estado leyendo, o se reirá de mí.

Al día siguiente, cuando mi marido salió para asistir a una reunión, volví a coger el libro y empecé a leer. Leí este pasaje: “Aunque Jesús hizo mucha obra entre los hombres, sólo completó la redención de toda la humanidad, se convirtió en la ofrenda por el pecado del hombre, pero no lo libró de su carácter corrupto. Salvar al hombre totalmente de la influencia de Satanás no sólo requirió a Jesús cargar con los pecados del hombre como la ofrenda por el pecado, sino también que Dios realizara una obra mayor para librar completamente al hombre de su carácter, que ha sido corrompido por Satanás. Y así, después de que los pecados del hombre fueron perdonados, Dios volvió a la carne para guiar al hombre a la nueva era, y comenzó la obra de castigo y juicio, que llevó al hombre a una esfera más elevada. Todos los que se someten bajo Su dominio disfrutarán una verdad más elevada y recibirán mayores bendiciones. Vivirán realmente en la luz, y obtendrán la verdad, el camino y la vida” (‘Prefacio’ en “La Palabra manifestada en carne”). Reflexioné a conciencia sobre este pasaje. El Señor Jesús redimió a toda la humanidad al ser crucificado, pero no eliminó el carácter corrupto del hombre. Una naturaleza pecaminosa permanece dentro de él; eso es absolutamente cierto. En cuanto a aquellos de nosotros que creemos en el Señor, a menudo fracasamos en cumplir Sus enseñanzas; mentimos y engañamos, pecamos a diario y luego confesamos, estamos constantemente sumidos en el pecado y somos incapaces de liberarnos de sus ataduras. Es un hecho innegable. En ese momento me vinieron a la mente estas palabras de Dios en la Biblia: “Seréis, pues, santos porque yo soy santo” (Levítico 11:45). Dios nos pide que alcancemos la santidad y, sin embargo, a menudo pecamos y desagradamos al Señor: ¿qué tiene eso de santo? Dios es santo, y su reino no puede ser empañado. Entonces, ¿cómo podríamos nosotros, que pecamos tan a menudo, entrar en el reino de los cielos? Este pensamiento me dejó un poco frustrada y releí este pasaje: “Salvar al hombre totalmente de la influencia de Satanás no sólo requirió a Jesús cargar con los pecados del hombre como la ofrenda por el pecado, sino también que Dios realizara una obra mayor para librar completamente al hombre de su carácter, que ha sido corrompido por Satanás”. ¿Podría ser que la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días sea aún mayor que la obra realizada por el Señor Jesús encarnado? ¿Solo aceptando y experimentando el juicio de Dios Todopoderoso podemos librarnos del pecado y ser purificados y transformados? ¿Es posible que los cambios que se han producido en mi esposo y mi nuera provengan de sus experiencias de la obra de castigo y juicio de Dios Todopoderoso? Mi esposo, mi hijo y su esposa creían en Dios desde hacía poco y, sin embargo, habían llegado a comprender algunas verdades, podían además articular la comprensión de su propio carácter corrupto, buscar la voluntad de Dios cuando les sucedía algo y encontrar un camino de práctica. Mientras que yo, por otro lado, había creído en el Señor muchos años y, sin embargo, si alguien me hubiera preguntado qué era exactamente la fe en Dios o cuál era en concreto Su voluntad, siendo honesta, me habría quedado muda; aún menos capaz hubiera sido de hablar de cualquier cambio en mi carácter. Al pensar en mí misma en comparación con ellos, ¡me sentí realmente avergonzada! Me pareció que tenía que estudiar seriamente la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días.

Desde entonces, cada día leía en secreto el libro La Palabra manifestada en carne a espaldas de mi esposo, y cuanto más lo hacía, más resplandeciente me sentía en mi corazón y más me gustaba leerlo. A veces ni siquiera quería asistir al servicio en mi iglesia, sino que me quedaba en casa leyendo el libro. Una vez leí estas palabras de Dios Todopoderoso: “Yo iluminaré y esclareceré, sin la menor duda, a todos los que tienen hambre y sed de justicia y buscan con sinceridad. Yo os mostraré todos los misterios del mundo espiritual y os mostraré el camino a seguir, haré que os despojéis de vuestro viejo carácter corrupto tan pronto como sea posible para que consigáis la madurez vital, seáis útiles para Mí y que la obra del evangelio pronto transcurra sin obstáculos. Sólo entonces será satisfecha Mi voluntad; sólo entonces se cumplirá tan pronto como sea posible el plan de gestión de seis mil años de Dios. ¡Dios ganará el reino y este descenderá a la tierra, y juntos entraremos en la gloria!” (‘Capítulo 8’ de Declaraciones de Cristo en el principio en “La Palabra manifestada en carne”). Entonces no pude evitar pensar en estas palabras del Señor Jesús: “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, pues ellos serán saciados” (Mateo 5:6). Cuanto más leía, más sentía que las palabras de Dios Todopoderoso y las del Señor Jesús compartían un mismo origen. Las palabras de ambos poseen autoridad y poder, y por eso me pareció muy probable que Dios Todopoderoso fuera en realidad el Señor Jesús retornado. Al pensar esto, me quedé atónita. Sabía que si era verdad, tenía que apresurarme a aceptar la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días, pues si seguía negándome a hacerlo, la obra de Dios me dejaría atrás con. ¿Pero cómo iba a decírselo a mi familia? Tiempo atrás, habían compartido bastante del evangelio conmigo, pero siempre me había negado a aceptarlo. Si les decía ahora que estaba dispuesta a aceptar la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días, ¿qué pensarían de mí? Cuando más dudaba en tomar la decisión, Dios me abrió un camino.

Un día, mi nuera y otra hermana vinieron a compartir el evangelio conmigo. Entonces supe que era una oportunidad que Dios me había dado, así que les dije con honestidad: “En realidad, he estado leyendo en secreto muchas de las palabras de Dios Todopoderoso y siento que provienen de Dios. Simplemente no hay forma de que un ser humano pueda pronunciar palabras que porten tanta autoridad y poder”. Mi nuera se sorprendió al oírme decir aquello, y miró a la otra hermana y se echó a reír con alegría. Continué: “Pero hay algo que aún no entiendo. El Señor Jesús profetizó: ‘Y entonces verán al Hijo del Hombre que viene en una nube con poder y gran gloria’ (Lucas 21:27). Todos los creyentes anhelamos el regreso del Señor Jesús, para que descienda entre nosotros en una nube blanca. Pero vosotros decís que el Señor ya ha regresado, que Dios Todopoderoso es el Señor Jesús retornado. Entonces, ¿por qué no hemos visto al Señor venir en una nube blanca? Por favor, comunicadme sobre esto”.

La hermana respondió con seriedad: “¡Demos gracias a Dios! Como todos sabemos, hay muchos versículos en la Biblia que profetizan el regreso del Señor. Pero si nos fijamos bien, vemos que el regreso del Señor está profetizado de dos maneras diferentes: Una dice que el Señor vendrá abiertamente sobre una nube y todos lo verán, como en Lucas 21:27, que dice: ‘Y entonces verán al Hijo del Hombre que viene en una nube con poder y gran gloria’. La otra dice que el Señor vendrá en secreto, como un ladrón, y nadie lo sabrá, como en Mateo 24:36:Pero de aquel día y hora nadie sabe, ni siquiera los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino solo el Padre’. Vemos así que la venida del Señor ocurrirá en dos etapas: primero, Él vendrá en secreto, y después de realizar una etapa de Su obra, entonces dará a conocer Su venida. Te refieres a la profecía de que el Señor vendrá a la vista de todos, mientras que nosotros estamos actualmente en la etapa en la que se cumple la profecía de Su venida secreta. Esta es la etapa en la cual Dios se hace carne para realizar Su obra y salvar a la humanidad. Una vez que Dios haya terminado de obrar en la carne, vendrá abiertamente para que todos lo vean…”.

Escuchar esta comunicación me iluminó el corazón, y pensé: “Resulta que está profetizado en la Biblia que el Señor vendrá de dos maneras diferentes. Primero vendrá en secreto y después lo hará abiertamente; esto es un auténtico misterio. He estado leyendo la Biblia todos estos años, ¿cómo es que nunca me enteré de esto? Pero ahora que lo pienso, ¡estoy segura de que es así!”

Mi nuera me dijo: “Mamá, el periodo en el que Dios Todopoderoso realiza su obra en la carne para juzgar y purificar al hombre mediante palabras es la etapa en que Dios viene en secreto, y es cuando Dios expone a las personas y nos separa según nuestra clase. Leamos las palabras de Dios Todopoderoso para entender mejor este aspecto de la verdad”. Luego leyó: “Muchas personas pueden no preocuparse por lo que digo, pero aun así quiero decirle a cada uno de estos llamados santos que siguen a Jesús que, cuando lo veáis descendiendo del cielo sobre una nube blanca con vuestros propios ojos, esta será la aparición pública del Sol de justicia. Quizás será un momento de gran entusiasmo para ti, pero deberías saber que el momento en el que veas a Jesús descender del cielo será también el momento en el que irás al infierno a ser castigado. Ese momento anunciará el final del plan de gestión de Dios, y será cuando Él recompense a los buenos y castigue a los malos. Porque Su juicio habrá terminado antes de que el hombre vea señales, cuando sólo exista la expresión de la verdad. Aquellos que acepten la verdad y no busquen señales, y por tanto hayan sido purificados, habrán regresado ante el trono de Dios y entrado en el abrazo del Creador. Sólo aquellos que persisten en la creencia de que ‘El Jesús que no cabalgue sobre una nube blanca es un falso Cristo’ se verán sometidos al castigo eterno, porque sólo creen en el Jesús que exhibe señales, pero no reconocen al Jesús que proclama un juicio severo y manifiesta el camino verdadero de la vida. Y por tanto, sólo puede ser que Jesús trate con ellos cuando Él vuelva abiertamente sobre una nube blanca. Son demasiado tozudos, confían demasiado en sí mismos, son demasiado arrogantes. ¿Cómo puede recompensar Jesús a semejantes degenerados? El regreso de Jesús es una gran salvación para aquellos que son capaces de aceptar la verdad, pero para los que son incapaces de hacerlo es una señal de condenación” (‘Cuando veas el cuerpo espiritual de Jesús será cuando Dios haya hecho de nuevo el cielo y la tierra’ en “La Palabra manifestada en carne”).

La hermana continuó su comunicación. “A partir de las palabras de Dios, nos damos cuenta de que mientras Dios Todopoderoso realiza Su obra en secreto, Él solo hace la obra de juzgar y castigar a la gente mediante palabras. Es decir, Él expresa todas las verdades para proveernos de lo que necesitamos en la vida. Todos los que aceptan la obra de Dios de los últimos días, que se someten al castigo y juicio de las palabras de Dios, que llegan a entender la verdad y conocerlo, y cuyo carácter de vida cambia, son los vencedores que creará Dios antes de los desastres. Una vez que hayan sido creados estos vencedores, la gran obra de Dios se completará con éxito, y la obra que Él realiza en secreto también llegará a su fin. Será después cuando Dios venga con las nubes y se aparezca abiertamente a todas las naciones y pueblos. Algunas personas se aferran ciegamente a sus propias nociones, solo esperan que el Señor Jesús venga con las nubes, pero rehúsan aceptar cualquiera de las verdades expresadas por Dios mientras Él realiza Su obra en secreto. Estas son personas que se rebelan contra Él y lo desafían, y si no pueden volverse hacia Dios y aceptar Su salvación de los últimos días, acabarán llorando y rechinando los dientes en medio de los grandes desastres. Está profetizado en Apocalipsis 1:7, ‘He aquí, viene con las nubes y todo ojo le verá, aun los que le traspasaron; y todas las tribus de la tierra harán lamentación por Él; sí. Amén’. Piensa en ello: cuando el Señor venga con las nubes, todo el mundo lo verá, y ¿qué otra opción les quedará que no sea acoger Su venida con gran alegría? Entonces, ¿por qué se lamentarán todos los pueblos? Porque cuando Dios venga abiertamente verán que el Dios Todopoderoso a quien han desafiado es en verdad el Señor Jesús que ha regresado, así que ¿cómo no podrían entonces darse golpes en el pecho, llorar y rechinar los dientes?”.

Seguí asintiendo con la cabeza mientras escuchaba la comunicación de la hermana, y le dije: “Ah, antes no entendía este versículo. Le pregunté al pastor de mi iglesia, pero no me lo explicó con claridad. Resulta que este versículo se refiere a todos aquellos que rehúsan aceptar la salvación de Dios Todopoderoso en los últimos días, a todos aquellos que lo desafían”. En ese momento, no pude evitar pensar en cómo una y otra vez mi familia había compartido el evangelio conmigo y, sin embargo, me había opuesto y negado a aceptarlo; me sentía muy angustiada. Con remordimiento, le dije a la hermana: “Si no hubiera leído las palabras de Dios Todopoderoso, si Sus palabras no hubieran abierto la puerta de mi corazón y no me hubieran permitido tener un corazón de búsqueda, me temo que ya no estaría escuchando vuestras comunicaciones, pero aun así seguiría obsesionada esperando que el Señor Jesús viniera sobre una nube blanca y se apareciera abiertamente a la gente. ¡Soy tan tonta e ignorante! Recién ahora entiendo que la etapa de la obra secreta de Dios es en verdad una maravillosa oportunidad para aceptar el juicio y castigo de las palabras de Dios, y para que nos despojemos de nuestro carácter corrupto con el fin de alcanzar la salvación completa. Cuando Dios venga sobre una nube y se aparezca abiertamente al hombre, Su obra de salvación ya habrá terminado, y comenzará a recompensar a los buenos y a castigar a los malvados. Y cuando eso suceda, incluso si me siento totalmente destruida por el arrepentimiento, será demasiado tarde. Doy gracias a Dios por no abandonarme y concederme esta oportunidad de salvación. ¡Deseo aceptar la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días!”.

Más tarde, tomé la iniciativa y pedí unirme a la Iglesia de Dios Todopoderoso. Como mi esposo, mi hijo y mi nuera, leo las palabras de Dios y la comunicación sobre la verdad todos los días, y estoy experimentando el juicio, el castigo, la purificación y la salvación de las palabras de Dios. En la gran familia de la Iglesia de Dios Todopoderoso, vivo una verdadera vida de iglesia, y mi espíritu está lleno de paz y alegría. Siento realmente cuán grande es el amor de Dios hacia mí; lo que sucedía es que estaba aletargada e hice esperar a Dios demasiado tiempo. Le doy gracias a Dios por Sus meticulosos arreglos para que todo tipo de personas, eventos y cosas me condujeran y guiaran paso a paso de regreso a la familia de Dios. ¡Le doy gracias a Dios por proporcionarme una clase diferente de salvación!

Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.

Himno cristiano | Dios lamenta el futuro de la humanidad

En este vasto mundo que ha cambiado

tantas veces incluso desde antes de la historia,

no hay nadie para al hombre dirigir y guiar,

nadie más que Él, que gobierna sobre todos.

Ningún señor poderoso trabaja y se prepara

por el bien de esta humanidad.

Nadie puede conducirla a un futuro brillante,

ni liberarla de la injusticia de este mundo.

Himno cristiano | Dios lamenta el futuro de la humanidad

I

En este vasto mundo que ha cambiado

tantas veces incluso desde antes de la historia,

no hay nadie para al hombre dirigir y guiar,

nadie más que Él, que gobierna sobre todos.

Ningún señor poderoso trabaja y se prepara

por el bien de esta humanidad.

Nadie puede conducirla a un futuro brillante,

ni liberarla de la injusticia de este mundo.

Dios lamenta el futuro de la humanidad.

¡Cómo se aflige por su caída!

Siente tristeza por la marcha de la humanidad

hacia la decadencia en un camino sin retorno.

El hombre se ha rebelado y ha roto el corazón de Dios;

recorrió el camino de Satanás.

Y a nadie se le ha ocurrido pensar

hacia dónde irá finalmente la humanidad.

II

¿Quién se detendrá a percibir la ira de Dios?

¿Quién buscará agradarle y acercarse a Él?

¿Quién verá Su tristeza o intentará comprender el dolor que Él siente?

Incluso escuchando Su llamada,

se dirigen hacia el camino que los aleja

de la misericordia de Dios, la verdad y Su gracia;

voluntariamente, se venden a Satanás.

Dios lamenta el futuro de la humanidad.

¡Cómo se aflige por su caída!

Siente tristeza por la marcha de la humanidad

hacia la decadencia en un camino sin retorno.

El hombre se ha rebelado y ha roto el corazón de Dios;

recorrió el camino de Satanás.

Y a nadie se le ha ocurrido pensar

hacia dónde irá finalmente la humanidad.

III

¿Cómo es que Dios actuará contra los que lo desafían y lo rechazan?

Sepan que las advertencias de Dios son siempre seguidas

por un desastre sombrío difícil de tolerar.

No sólo castiga la carne, también el alma del hombre.

Quién sabe la ira que Dios tiene guardada para ellos cuando Su voz es ignorada.

Ira que el hombre nunca sintió ni escuchó.

Esta calamidad es única;

la única creación y salvación planeada por Dios.

Esta es la primera y la última.

Nadie puede sentir con su corazón el amor angustiado de Dios,

Su ferviente deseo de salvar a la humanidad.

Dios lamenta el futuro de la humanidad.

¡Cómo se aflige por su caída!

Siente tristeza por la marcha de la humanidad

hacia la decadencia en un camino sin retorno.

El hombre se ha rebelado y ha roto el corazón de Dios;

recorrió el camino de Satanás.

Y a nadie se le ha ocurrido pensar

hacia dónde irá finalmente la humanidad,

hacia dónde irá finalmente la humanidad.

De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”

Fuente: Iglesia de Dios Todopoderoso

Recomendación: Música de adoración a Dios

 

La obra de Dios – ¿Por qué Dios quiere salvar a la humanidad?

En el principio, Adán y Eva vivían en el jardín del Edén con alegría y sin preocupaciones. Pero, debido a la tentación y corrupción de Satanás, violaron los requisitos de Dios, por lo que perdieron Su presencia y Su provisión, y fueron expulsados del jardín del Edén. Desde entonces, la humanidad ha estado viviendo bajo la influencia de Satanás, volviéndose cada vez más malvada y depravada. Por lo tanto, Dios empezó Su obra de salvación de la humanidad.

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La obra de Dios – ¿Por qué Dios quiere salvar a la humanidad?

En el principio, Adán y Eva vivían en el jardín del Edén con alegría y sin preocupaciones. Pero, debido a la tentación y corrupción de Satanás, violaron los requisitos de Dios, por lo que perdieron Su presencia y Su provisión, y fueron expulsados del jardín del Edén. Desde entonces, la humanidad ha estado viviendo bajo la influencia de Satanás, volviéndose cada vez más malvada y depravada. Por lo tanto, Dios empezó Su obra de salvación de la humanidad.

Dios dice: “En el principio Dios estaba reposando. No había seres humanos ni nada más sobre la tierra en aquel entonces y Dios no había hecho ninguna obra. Dios sólo comenzó Su obra de gestión una vez que la humanidad existió y una vez que la humanidad se había corrompido. De este momento en adelante ya no reposó, sino que comenzó a ocuparse entre la humanidad. Debido a la corrupción de la humanidad Dios fue sacado de Su reposo y también fue por la rebelión del arcángel que Dios fue sacado de Su reposo. Si Dios no derrota a Satanás y salva a la humanidad, que se ha corrompido, Dios nunca más podrá entrar en el reposo. Así como al hombre le falta el reposo, a Dios también. Cuando Dios una vez más entre en el reposo, el hombre también entrará en el reposo. Una vida en el reposo es una vida sin guerra, sin inmundicia, sin una persistente injusticia. Es decir, sin el acoso de Satanás (aquí ‘Satanás’ se refiere a las fuerzas hostiles), ni la corrupción de Satanás, así como la invasión de cualquier fuerza que se oponga a Dios. Todos siguen a los de su propia especie y adoran al Señor de la creación. El cielo y la tierra están completamente tranquilos. Esta es la vida apacible de la humanidad. Cuando Dios entre en el reposo, ya no seguirá más la injusticia sobre la tierra y ya no habrá más invasión de ninguna fuerza hostil. La humanidad también entrará en un nuevo reino; no será más una humanidad corrompida por Satanás, sino una humanidad que ha sido salvada después de haber sido corrompida por Satanás. El día de reposo de la humanidad también es el día de reposo de Dios. Dios perdió Su reposo debido a la incapacidad de la humanidad de entrar en el reposo; no fue que al principio Dios fuese incapaz de reposar”.

“Estos son los hechos: cuando aún no existía la tierra, el arcángel era el más grande de los ángeles del cielo. Tenía jurisdicción sobre todos los ángeles en el cielo; esta era la autoridad que Dios le concedió. A excepción de Dios, él era el más grande de los ángeles del cielo. Cuando Dios creó a la humanidad, el arcángel llevó a cabo una mayor traición hacia Dios en la tierra. Digo que traicionó a Dios, porque quiso gobernar sobre la humanidad y sobrepasar la autoridad de Dios. Fue el arcángel el que tentó a Eva a pecar; lo hizo porque deseaba establecer su reino en la tierra y hacer que la humanidad traicionara a Dios, y lo obedeciera a este en su lugar. El arcángel vio que había muchas cosas que lo obedecían; los ángeles lo obedecían, al igual que las personas sobre la tierra. Los pájaros y animales, árboles, bosques, montañas, ríos y todas las cosas sobre la tierra estaban bajo el cuidado del hombre, es decir, Adán y Eva, mientras que Adán y Eva lo obedecían a él. Así, el arcángel deseaba superar la autoridad de Dios y traicionar a Dios. Posteriormente, llevó a muchos ángeles a traicionar a Dios, y estos luego se convirtieron en varios espíritus impuros. ¿Acaso el desarrollo de la humanidad hasta el día de hoy no ha sido causado por la corrupción del arcángel? La humanidad es hoy día como es, sólo debido a que el arcángel traicionó a Dios y corrompió a la humanidad. […] La humanidad y todas las cosas sobre la tierra están ahora bajo el campo de acción de Satanás y bajo el campo de acción de los malvados. Dios quiere revelar Sus actos a todas las cosas para que la gente lo conozca, y con ello vencer a Satanás y derrotar totalmente a Sus enemigos. La totalidad de esta obra se logra por medio de la revelación de Sus actos. Todas Sus criaturas están bajo el campo de acción de Satanás, y por ende Él desea revelar Su omnipotencia a ellos, derrotando con ello a Satanás. Si no existiera Satanás, Él no necesitaría revelar Sus actos. Si no fuera por el acoso de Satanás, Él habría creado a la humanidad, y la guiaría a vivir en el jardín del Edén. ¿Por qué Él nunca reveló todos Sus actos a los ángeles o al arcángel antes de la traición de Satanás? Si los ángeles y el arcángel lo hubiesen conocido, y también lo hubiesen obedecido desde el principio, entonces Él no habría llevado a cabo esos actos de trabajo sin sentido. Debido a la existencia de Satanás y los demonios, la gente se resiste a Él y está llena hasta el tope de un carácter rebelde, y por eso Dios quiere revelar Sus actos. Debido a que Él desea hacer la guerra con Satanás, Él tiene que usar Su propia autoridad para derrotar a Satanás y utilizar todos Sus actos para derrotar a Satanás; de esta manera, Su obra de salvación que Él desempeña entre la humanidad, permitirá que la gente vea Su sabiduría y omnipotencia”.
De “La Palabra manifestada en carne”

Fuente: Iglesia de Dios Todopoderoso

 

¡No temas al encontrarte con desastres! Ya que Dios es nuestro refugio

Dios Todopoderoso dice: “En cuanto a Dios, te está protegiendo constantemente, evitándote una desdicha tras otra y un desastre tras otro. Por esto afirmo que todo lo que el hombre tiene —paz, gozo, bendiciones y seguridad personal— está, en realidad, bajo el control de Dios y Él guía y decide el destino de cada individuo”.
De “La Palabra manifestada en carne”

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“Diré yo á Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en él confiaré” (Salmos 91:2).
“Aunque caigan mil a tu lado y diez mil a tu diestra, a ti no se acercará” (Salmos 91:7).
“Porque en mí ha puesto su amor, yo entonces lo libraré; lo exaltaré, porque ha conocido mi nombre. Me invocará, y le responderé; yo estaré con él en la angustia; lo rescataré y lo honraré; lo saciaré de larga vida, y le haré ver mi salvación” (Salmos 91:14-16).
Dios Todopoderoso dice: “En cuanto a Dios, te está protegiendo constantemente, evitándote una desdicha tras otra y un desastre tras otro. Por esto afirmo que todo lo que el hombre tiene —paz, gozo, bendiciones y seguridad personal— está, en realidad, bajo el control de Dios y Él guía y decide el destino de cada individuo”.
De “La Palabra manifestada en carne”
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Documental en español latino | La gestión de Dios progresa siempre hacia adelante | Iglesia de Dios Todopoderoso

Cuando los ancestros de la humanidad, Adán y Eva, fueron corrompidos por Satanás, Dios comenzó con Su gestión de salvación de la humanidad.

 Documental en español latino | La gestión de Dios progresa siempre hacia adelante | Iglesia de Dios Todopoderoso

Cuando los ancestros de la humanidad, Adán y Eva, fueron corrompidos por Satanás, Dios comenzó con Su gestión de salvación de la humanidad. Desde ese momento, Él ha obrado sin cesar: Dios decretó las leyes para guiar a la humanidad y vino personalmente entre los hombres para ser crucificado y redimir a la humanidad y, durante los últimos días, Dios continúa con Su obra, cumpliendo las profecías de la Biblia: «[…] Voy a preparar un lugar para vosotros» (Juan 14:2). «He aquí, yo vengo pronto, y mi recompensa está conmigo para recompensar a cada uno según sea su obra» (Apocalipsis 22:12).

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¡Se ruega verlo!  “Aquel que tiene la soberanía sobre todas las cosas” El poder de Dios

Dios Todopoderoso me ha dado una segunda oportunidad en la vida

Dios Todopoderoso dijo: “Dios usa Su vida para proveer a todas las cosas, tanto vivientes como sin vida, llevando todo a buen orden en virtud de Su poder y autoridad. Esta es una verdad que nadie puede concebir o comprender fácilmente y estas verdades incomprensibles son la manifestación y el testimonio de la fuerza vital de Dios”

Dos hermanos y hermanas comunes, Pekín

15 de agosto de 2012

El 21 de julio de 2012 fue un día inolvidable para mí, así como el más importante de mi vida.

Ese día, una fuerte lluvia caía en el distrito de Fangshan, en Pekín, la más fuerte que habíamos visto allí en sesenta y un años. Un poco después de las 4 pm, salí a la calle para echar un vistazo y vi que había agua por todas partes. Nuestro auto familiar ya estaba flotando y la única razón por la que aún no había sido arrastrado por la corriente era porque tenía algo delante que le impedía moverse. La escena me hizo sentir bastante ansiosa, así que rápidamente llamé a mi esposo, quien también es creyente, pero no pude comunicarme sin importar cuántas veces lo intentara. Luego, en vez de buscar la voluntad de Dios, en cambio me apresuré a ir a casa para buscarle.

Después, paraguas en mano, mi esposo y yo fuimos a examinar el auto. Cuando nos paramos al lado del vehículo, mi esposo estaba a punto de entrar en él para sacarlo de allí justo cuando empezó a moverse por sí mismo, incluso antes de siquiera tener tiempo de tocarlo. Corrió tras él unos metros, pero la corriente arrastró al auto y mi esposo fue arrastrado también. En mi urgencia, quise correr y agarrarlo, pero antes de que pudiera moverme también yo fui arrastrada por la corriente. En un abrir y cerrar de ojos, fuimos arrastrados por aquel rugiente torrente por más de sesenta metros. Justo en ese momento, un taxi minivan repentinamente flotó contracorriente de costado frente a nosotros. Mi esposo quiso levantarse apoyándose en el taxi, pero antes de que pudiera hacerlo la corriente alejó a la minivan y fuimos arrastrados junto a ella unos metros más. En un lugar donde la corriente cruzó, mi esposo finalmente pudo impulsarse para levantarse. Me dijo: “¡Rápido! ¡Entra en ese quiosco allá en lo alto!”. De la mano, ambos trepamos con dificultad hacia el interior de la pequeña edificación. Justo entonces la riada creció aún más. Nos aferramos a los pilares con fuerza, aterrorizados de ser arrastrados otra vez. Sólo en ese instante, en medio de esta crisis de vida o muerte, recordé confiar en Dios. En mi corazón, continuamente oré a Él y le supliqué: “¡Dios! Si vivo o muero hoy está en Tus manos; ¡incluso mi muerte será Tu justicia!”. Continué orando a Dios una y otra vez sin atreverme a dejar de hacerlo ni siquiera un momento. De repente un milagro ocurrió: muchas ramas bloquearon la corriente impidiendo que fluyera hacia nosotros, y dejamos de sentir dolor mientras el agua continuaba golpeando nuestros cuerpos. Mientras el nivel del agua seguía subiendo, los dos oramos continuamente y cantamos himnos en alabanza a Dios. Más tarde, a medida que la corriente se hacía cada vez más fuerte, ya mis fuerzas se habían agotado completamente y ​​comenzó a parecerme que no sería capaz de aferrarme a la columna por mucho más tiempo. Con urgencia, grité a mi esposo: «Ya no puedo aguantar mucho más. ¡Estoy perdida!”. De repente, la riada me llevó. Mi esposo se apresuró en agarrarme y, en ese instante, la vida y la muerte pendían de un hilo. Justo en ese momento un auto pasó flotando frente a nosotros y, por casualidad, quedó atrapado entre las columnas. La corriente de agua corría a ambos lados del auto, ¡y estábamos sanos y salvos! ¡Dios es tan maravilloso! ¡Dios es tan todopoderoso! Si Dios no me hubiera salvado ese día, yo habría sido arrastrada por el diluvio y habría muerto quién sabe dónde. Dios Todopoderoso me había dado una segunda oportunidad de vida. Como Dios Todopoderoso dijo: “Dios usa Su vida para proveer a todas las cosas, tanto vivientes como sin vida, llevando todo a buen orden en virtud de Su poder y autoridad. Esta es una verdad que nadie puede concebir o comprender fácilmente y estas verdades incomprensibles son la manifestación y el testimonio de la fuerza vital de Dios” (‘Dios es la fuente de la vida del hombre’ en “La Palabra manifestada en carne”).

Y así fue como estuvimos en la lluvia durante cinco horas seguidas. De hecho, para entonces algunos rescatadores ya nos habían visto, pero les preocupaba ser arrastrados por la fuerte corriente así que en vez de eso nos miraron desde lo lejos sin venir a salvarnos. Al parecer, cuando se enfrentan a un desastre, todos son egoístas e indefensos; las personas definitivamente no pueden salvarse unas a otras. Sólo Dios Todopoderoso es nuestra fuente de vida; es más, Él es el único que puede salvarnos a la larga. Abandonar a Dios Todopoderoso es morir. Ahora he probado personalmente el amor de Dios, deseo hacer un juramento ante Él: Desde este día en adelante, quiero seguir con determinación a Dios Todopoderoso; deseo usar mis experiencias personales para difundir el evangelio, trayendo cada vez más personas ante Dios, ¡para así poder pagar la deuda de bondad que le debo a Él por Su salvación!

Fuente: Iglesia de Dios Todopoderoso

En los últimos días, Dios se dedica principalmente a expresar verdades y a realizar la obra de juicio, empezando por Su casa. La única manera de asistir de verdad al banquete con el Señor pasa por someterse al proceso de juicio, castigo, pruebas y refinamiento de Dios de los últimos días, así como a Su purificación y perfeccionamiento, de modo que finalmente recibamos la verdad y la convirtamos en nuestra vida.

Entre mayor sea el refinamiento que Dios lleve a cabo, más pueden los corazones de las personas amar a Dios. El tormento en sus corazones es benéfico para sus vidas, son más capaces de estar en paz delante de Dios, su relación con Dios es más cercana y están más capacitados para ver el amor supremo de Dios y Su suprema salvación.

        Versículos bíblicos como referencia:

Escribe: ‘Bienaventurados los que están invitados a la cena de las bodas del Cordero’” (Apocalipsis 19:9).

Y el Espíritu y la esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que desea, que tome gratuitamente del agua de la vida” (Apocalipsis 22:17).

Y meteré la tercera parte en el fuego, los refinaré como se refina la plata, y los probaré como se prueba el oro” (Zacarías 13:9).

Estos son los que vienen de la gran tribulación, y han lavado sus vestiduras y las han emblanquecido en la sangre del Cordero” (Apocalipsis 7:14).

Bienaventurados los que lavan sus vestiduras para tener derecho al árbol de la vida y para entrar por las puertas a la ciudad” (Apocalipsis 22:14).

Estos son los que no se han contaminado con mujeres, pues son castos. Estos son los que siguen al Cordero adondequiera que va. Estos han sido rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero” (Apocalipsis 14:4).

        Palabras clásicas de Dios:

En esta era, Dios hará que sea un hecho entre vosotros que cada hombre viva la palabra de Dios, sea capaz de poner en práctica la verdad, y ame a Dios fervientemente; que todos los hombres usen la palabra de Dios como su fundamento y realidad, y que tengan corazones llenos de veneración hacia Dios; y que, a través de la práctica de la palabra de Dios, el hombre pueda entonces gobernar conjuntamente con Dios. Esta es la obra que Dios va a lograr. ¿Puedes continuar sin leer la palabra de Dios? En estos momentos hay muchos que sienten que no pueden vivir ni un solo día o dos sin leer la palabra de Dios. Ellos deben leer Su palabra todos los días, y si el tiempo no lo permite, les basta con escuchar Su palabra. Este es el sentimiento que el Espíritu Santo da al hombre y la manera en la que comienza a mover al hombre. Es decir, Él gobierna al hombre a través de palabras para que el hombre pueda entrar en la realidad de la palabra de Dios. Si sientes oscuridad y sed después de apenas un solo día sin comer y beber la palabra de Dios, y te resulta inaceptable, esto es muestra de que has sido movido por el Espíritu Santo, y de que Él no se ha apartado de ti. Por ende, te conviertes en uno que está dentro de esta corriente. Sin embargo, si no tienes percepción alguna o no sientes sed después de uno o dos días sin comer y beber la palabra de Dios, y no te sientes movido, esto es muestra de que el Espíritu Santo se ha alejado de ti. Entonces esto significa que tu estado interior no está bien; no has entrado en la Era de la Palabra, y eres uno de los que se ha quedado atrás. Dios usa la palabra para gobernar al hombre; te sientes bien si comes y bebes la palabra de Dios, y si no lo haces, no tendrás un camino a seguir. La palabra de Dios se convierte en el alimento del hombre y en la fuerza que lo impulsa. La Biblia dice que “el hombre no vivirá solo de pan, sino de cada palabra que salga de la boca de Dios”. Esta es la obra que Dios llevará a cabo en este día. Él realizará esta verdad en vosotros. ¿Cómo es que el hombre en el pasado podía pasar muchos días sin leer la palabra de Dios y seguir comiendo y trabajando? ¿Y por qué este no es el caso en el presente? En esta era, Dios usa primordialmente la palabra para gobernar a todos. A través de la palabra de Dios, el hombre es juzgado y perfeccionado, y finalmente es llevado al reino. Sólo la palabra de Dios puede proveer la vida del hombre, y sólo la palabra de Dios puede dar la luz al hombre e indicarle el camino de la práctica, especialmente durante la Era del Reino. Mientras comas y bebas a diario Su palabra, y no abandones la realidad de la palabra de Dios, Dios podrá hacerte perfecto.

de “La Era del Reino es la Era de la Palabra”

        La devoción sincera a las palabras de Dios significa, principalmente, buscar la verdad, la intención de Dios en Sus palabras, centrarse en comprender la voluntad de Dios, entender y obtener más verdad de las palabras de Dios. Al leer Sus palabras, Pedro no estaba centrado en entender las doctrinas y, menos aún, en conseguir conocimiento teológico, sino en comprender la verdad y la voluntad de Dios, y lograr un entendimiento de Su carácter y Su encanto. Intentó, asimismo, comprender los diversos estados corruptos del hombre a partir de las palabras de Dios, la corrupta naturaleza del hombre y sus verdaderas deficiencias, y alcanzar todos los aspectos de las exigencias que Dios le hace al hombre, para que lo satisfaga. ¡Tuvo tantas prácticas correctas en las palabras de Dios! Es lo que más se ajusta a la voluntad de Dios, y es la mejor colaboración del hombre en su experiencia de la obra de Dios. Cuando experimentó los centenares de pruebas de Dios, se autoexaminó de un modo estricto y tomando como referencia cada palabra del juicio de Dios sobre el hombre, de Su revelación del hombre y de Sus exigencias al hombre, e intentó llegar al significado de las palabras de Dios. Intentó en serio ponderar y memorizar cada palabra que Jesús le dirigió, y consiguió muy buenos resultados. Mediante este camino de práctica fue capaz de alcanzar un entendimiento de sí mismo a partir de las palabras de Dios, y no sólo llegó a entender los diversos estados corruptos del hombre, sino que también la esencia, la naturaleza y la variedad de tipos de deficiencias del hombre; este es un verdadero entendimiento de uno mismo. A partir de las palabras de Dios, no sólo consiguió comprenderse verdaderamente a sí mismo, sino que, con las cosas expresadas en la palabra de Dios —Su carácter justo, lo que Él tiene y es, Su voluntad para Su obra, Sus exigencias a la humanidad—; a partir de estas palabras logró, asimismo, conocer a Dios por completo, Su carácter y Su esencia; llegó a conocer y a entender lo que Él tiene y es, Su encanto y Sus exigencias para el hombre. Aunque en ese tiempo Dios no habló tanto como lo hace hoy, en Pedro se produjo fruto en estos aspectos. Fue algo raro y precioso. Pedro experimentó centenares de pruebas, pero no sufrió en vano. No sólo llegó a entenderse a sí mismo, a partir de las palabras y la obra de Dios, sino que también llegó a conocer a Dios. Se centró, también y de forma particular, en los requisitos de Dios para la humanidad contenidos en Sus palabras y en los aspectos en los que el hombre debería satisfacer a Dios para conformarse a Su voluntad. Hizo gran esfuerzo en este aspecto y alcanzó la claridad completa; esto fue beneficioso para su propia entrada. Independientemente de aquello de lo que Dios habló, siempre que esas palabras pudieran convertirse en su vida y pertenecieran a la verdad, él era capaz de grabarlas en su corazón para meditar en ellas con frecuencia y comprenderlas. Después de escuchar las palabras de Jesús, fue capaz de tomárselas en serio, y esto demuestra que estaba especialmente centrado en las palabras de Dios y, al final, alcanzó verdaderamente unos resultados. Es decir, que fue capaz de poner libremente las palabras de Dios en práctica, de practicar la verdad con fidelidad y de estar en sintonía con la voluntad de Dios, de actuar por completo conforme a la intención de Dios y de renunciar a sus propias opiniones e imaginaciones personales. De esta forma entró en la realidad de las palabras de Dios.

de “Cómo tomar la senda de Pedro”

        Frente al estado del hombre y su actitud hacia Dios, Dios ha hecho una nueva obra permitiéndole al hombre poseer tanto el conocimiento de Él como la obediencia hacia Él, y tanto el amor como el testimonio. Por lo tanto, el hombre debe experimentar el refinamiento que Dios le hace así como Su juicio, tratando con él y podándolo, porque sin esto el hombre nunca conocería a Dios y nunca podría amar verdaderamente a Dios y dar testimonio de Él. El refinamiento que Dios le hace al hombre no es sólo en aras de un efecto unilateral sino en aras de un efecto multifacético. Sólo de esta manera Dios hace la obra de refinamiento en los que están dispuestos a buscar la verdad, con el fin de que Dios perfeccione la determinación del hombre y su amor. A los que están dispuestos a buscar la verdad, que anhelan a Dios, nada les es más significativo o de mayor ayuda que un refinamiento como este. El carácter de Dios, el hombre no lo conoce ni la entiende fácilmente, porque Dios, al final de cuentas, es Dios. En última instancia, es imposible que Dios tenga el mismo carácter que el hombre y por eso al hombre no le es fácil conocer Su carácter. El hombre no posee por naturaleza la verdad y los que Satanás ha corrompido no la pueden entender con facilidad; el hombre está privado de la verdad y desprovisto de la determinación de poner en práctica la verdad y si no sufre y si no es refinado ni juzgado, entonces su determinación nunca será perfeccionada. Para todas las personas, el refinamiento es penosísimo y muy difícil de aceptar, sin embargo, es durante el refinamiento que Dios deja en claro el carácter justo que tiene hacia el hombre y hace público lo que le exige al hombre y provee más iluminación, y una poda y un trato más reales; por medio de la comparación entre los hechos y la verdad, le da al hombre un mayor conocimiento de sí mismo y de la verdad y le da al hombre una mayor comprensión de la voluntad de Dios, permitiéndole así al hombre tener un amor por Dios más sincero y más puro. Esas son las metas que Dios tiene cuando lleva a cabo el refinamiento. Toda la obra que Dios hace en el hombre tiene sus propias metas y significado; Dios no obra sin sentido ni tampoco hace una obra que no sea benéfica para el hombre. El refinamiento no quiere decir quitar a las personas de delante de Dios ni tampoco quiere decir destruirlas en el infierno. Quiere decir cambiar el carácter del hombre durante el refinamiento, cambiar sus motivos y sus antiguos puntos de vista, cambiar su amor por Dios y cambiar toda su vida. El refinamiento es una prueba real del hombre y una forma de entrenamiento real y sólo durante el refinamiento puede su amor cumplir su función inherente.

de “Sólo experimentando el refinamiento el hombre puede amar verdaderamente a Dios”

        Tal vez vosotros recordáis estas palabras: “Porque esta pequeña aflicción, que es momentánea, obra en nosotros un peso de gloria que sobrepasa todo y que es eterno”. En el pasado, vosotros habéis oído esta sentencia, sin embargo, nadie comprendió su verdadero significado. Hoy en día, vosotros conocéis bien el verdadero significado que ella posee. Estas palabras reflejan lo que Dios logrará en los últimos días. Y serán cumplidas sobre aquellos cruelmente afligidos por el gran dragón rojo en la tierra donde se encuentra. El gran dragón rojo persigue a Dios y es el enemigo de Dios, por lo que, en esta tierra, los que creen en Dios son sometidos a humillación y persecución. Es por ello que estas palabras se volverán ciertas en vuestro grupo de personas. A medida que la obra se lleva a cabo en una tierra que se opone a Dios, toda Su obra se encuentra con un obstáculo desmesurado, y muchas de Sus palabras no pueden cumplirse en el momento oportuno; por lo que la gente es refinada a causa de las palabras de Dios. Esto también es un elemento de sufrimiento. Es muy arduo para Dios llevar a cabo Su obra en la tierra del gran dragón rojo, pero es a través de esta dificultad que Dios realiza una etapa de Su obra para manifestar Su sabiduría y acciones maravillosas. Dios aprovecha esta oportunidad para hacer que este grupo de personas sean completadas. Debido al sufrimiento de la gente, su calibre, y todo el carácter satánico de la gente en esta tierra impura, Dios lleva a cabo Su obra de purificación y conquista, de manera que, al hacerlo así, Él pueda obtener la gloria y ganar a los que dan el testimonio de Sus obras. Esta es la relevancia completa de todos los sacrificios que Dios ha hecho para este grupo de personas.

de “¿Es la obra de Dios tan sencilla como el hombre imagina?”

        Dios usa Su juicio para hacer perfecto al hombre, ha estado amando al hombre y salvando al hombre, pero, ¿cuánto está comprendido en Su amor? Hay juicio, majestad, ira y maldición. Aunque Dios maldijo al hombre en el pasado, no echó por completo al hombre en el abismo, sino que usó ese medio para refinar la fe del hombre; no hizo morir al hombre, sino que actuó con la intención de hacer perfecto al hombre. La esencia de la carne es aquello que es de Satanás, Dios lo dijo exactamente bien, pero los hechos que Dios lleva a cabo no se completan de acuerdo a Sus palabras. Te maldice para que lo ames y para que conozcas la esencia de la carne; te castiga con el propósito de que despiertes, para permitirte que conozcas las deficiencias que hay dentro de ti y para que conozcas la total indignidad del hombre. Por consiguiente, las maldiciones de Dios, Su juicio y Su majestad e ira, todo es con el fin de hacer perfecto al hombre. Todo lo que Dios hace en la actualidad, y el justo carácter que deja claro dentro de vosotros, todo es con el fin de hacer perfecto al hombre y ese es el amor de Dios.

de “Sólo al experimentar pruebas dolorosas puedes conocer el encanto de Dios”

        Entre mayor sea el refinamiento que Dios lleve a cabo, más pueden los corazones de las personas amar a Dios. El tormento en sus corazones es benéfico para sus vidas, son más capaces de estar en paz delante de Dios, su relación con Dios es más cercana y están más capacitados para ver el amor supremo de Dios y Su suprema salvación. Pedro experimentó el refinamiento cientos de veces y Job pasó por varias pruebas. Si vosotros queréis que Dios os perfeccione, también debéis pasar por el refinamiento cientos de veces; sólo si tenéis que pasar por este proceso, y tenéis que depender de este paso, podréis ser capaces de satisfacer la voluntad de Dios y de que Dios os perfeccione. El refinamiento es el mejor medio por el cual Dios hace perfectas a las personas; sólo el refinamiento y las pruebas amargas pueden suscitar el verdadero amor por Dios en los corazones de las personas. Sin las dificultades, las personas carecen del verdadero amor por Dios; si no son probadas en su interior ni son realmente sometidas al refinamiento, entonces sus corazones siempre estarán flotando en el mundo exterior. Después de haber sido refinado hasta cierto punto, verás tu propia debilidad y dificultades, verás cuánto te hace falta, no podrás vencer los muchos problemas con los que te encuentres y verás qué tan grande es tu desobediencia. Sólo durante las pruebas podrás realmente conocer tu verdadera condición y las pruebas te capacitarán mejor para ser perfeccionado.

de “Sólo experimentando el refinamiento el hombre puede amar verdaderamente a Dios”

        La creencia en Dios exige obediencia a Él y que se experimente Su obra. Él ha realizado mucha obra; se podría decir que, para las personas, todo es perfeccionamiento, refinamiento y, más aún, castigo. No ha habido un sólo paso de la obra de Dios que haya estado en sintonía con las nociones humanas; lo que las personas han disfrutado son duras palabras de Dios. Cuando Él venga, las personas deberían disfrutar de Su majestad y de Su ira, pero, por muy duras que sean Sus palabras, Él viene a salvar y a perfeccionar a la humanidad. Como criaturas, las personas deberían cumplir las obligaciones que son su deber, y mantenerse como testigos de Dios en medio del refinamiento. En cada prueba deberían conservar el testimonio oportuno, y dar un testimonio resonante por Dios. Esto es un vencedor. Independientemente de cómo te refine Dios, te mantienes lleno de confianza y nunca pierdes la confianza en Él. Haz lo que el hombre debería hacer. Esto es lo que Dios exige del hombre, y su corazón debería ser capaz de regresar por completo a Él y acudir a Él en cada momento. Esto es un vencedor.

de “Debes mantener tu lealtad a Dios”

        Si uno puede entrar de verdad en la realidad de las palabras de Dios a partir de los asuntos y de las palabras que Él requiere, será una persona perfeccionada por Dios. Se puede decir que la obra y las palabras de Dios son completamente eficaces para esta persona, que las palabras se convierten en su vida, que obtiene la verdad y que puede vivir según las palabras de Dios. Después de esto, la naturaleza de su carne, es decir, el fundamento de su existencia original, se sacudirá y se derrumbará. Después de que uno tenga las palabras de Dios como su vida, se convierte en una nueva persona. Las palabras de Dios se vuelven su vida; la visión de la obra de Dios, Sus requisitos al hombre, Su revelación del hombre y los estándares para la vida verdadera que Dios le exige al hombre alcanzar se convierten en su vida; él vive conforme a estas palabras y a estas verdades, y esta persona es perfeccionada por las palabras de Dios. Experimenta un nuevo nacimiento y se convierte en un hombre nuevo a través de Sus palabras.

de “Cómo tomar la senda de Pedro”

Testimonios de la vida real sobre cómo aceptar la obra de juicio de Dios en los últimos días, ser arrebatados ante el trono de Dios y asistir al banquete con el Señor

        Versículos bíblicos como referencia:

Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas y como el sonido de fuertes truenos, que decía ¡Aleluya! Porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina. Regocijémonos y alegrémonos, y démosle a El la gloria, porque las bodas del Cordero han llegado y su esposa se ha preparado. Y a ella le fue concedido vestirse de lino fino, resplandeciente y limpio, porque las acciones justas de los santos son el lino fino” (Apocalipsis 19:6-8).

      Palabras clásicas de Dios:

Hoy el hombre ve que únicamente con la gracia, el amor y la misericordia de Dios no es capaz de conocerse a sí mismo verdaderamente y mucho menos puede conocer la esencia del hombre. Sólo por medio del refinamiento y del juicio de Dios, sólo durante ese refinamiento puede el hombre conocer sus deficiencias y saber que no tiene nada y, de esta manera, el amor del hombre por Dios se construye sobre el fundamento del refinamiento y el juicio de Dios. Si sólo gozas la gracia de Dios, con una vida familiar tranquila o con bendiciones materiales, entonces no has ganado a Dios y tu creencia en Dios ha fracasado. Dios ya ha llevado a cabo una etapa de la obra de la gracia en la carne y le ha otorgado al hombre bendiciones materiales, pero el hombre no puede ser perfeccionado sólo con la gracia, el amor y la misericordia. En las experiencias del hombre, este encuentra algo del amor de Dios y ve el amor y la misericordia de Dios, pero después de experimentar por un periodo de tiempo, ve que la gracia de Dios y Su amor y misericordia no pueden hacer perfecto al hombre y no pueden revelar lo que está corrupto dentro del hombre ni tampoco pueden librar al hombre de su carácter corrupto o hacer perfecto su amor y su fe. La obra de la gracia de Dios fue la obra de un periodo y el hombre no puede depender del disfrute de la gracia de Dios para conocer a Dios.

de “Sólo al experimentar pruebas dolorosas puedes conocer el encanto de Dios”

        Dios realiza la obra de juicio y castigo para que el hombre pueda conocerle, y por amor a Su testimonio. Sin Su juicio sobre el carácter corrupto del ser humano, el hombre no conocería Su carácter justo que no permite ofensa alguna, y no podría apartarse de su viejo conocimiento de Dios para adoptar el nuevo. Por amor a Su testimonio y a Su gestión, Él hace pública Su totalidad, capacitando así al hombre para lograr el conocimiento de Dios, cambiar su carácter y dar un resonante testimonio de Él por medio de Su aparición pública. El cambio se logra en el carácter del hombre a través de distintos tipos de la obra de Dios; sin estos cambios en el carácter del hombre, este sería incapaz de dar testimonio de Dios y no podría ser conforme a Su corazón. Los cambios en el carácter del hombre significan que se ha liberado de la atadura de Satanás, de la influencia de la oscuridad, y que se ha convertido de verdad en un modelo y una muestra de la obra de Dios, que de verdad ha llegado a ser un testigo suyo y alguien que es conforme a Su corazón.

de “Sólo aquellos que conocen a Dios pueden dar testimonio de Él”

        El hombre vive en medio de la carne, lo que quiere decir que vive en un infierno humano, y sin el juicio y el castigo de Dios, el hombre es tan inmundo como Satanás. ¿Cómo puede el hombre ser santo? Pedro creía que el castigo y el juicio de Dios eran la mejor protección del hombre y la mayor gracia. Sólo a través del castigo y el juicio de Dios el hombre podía ser despertado, y odiar la carne y odiar a Satanás. La disciplina estricta de Dios libera al hombre de la influencia de Satanás; lo libera de su propio y pequeño mundo, y le permite vivir a la luz de la presencia de Dios. ¡No hay mejor salvación que el castigo y el juicio! Pedro oró, “¡Oh Dios! Siempre que me castigues y me juzgues, sabré que no me has abandonado. Aunque no me des gozo y paz, y me hagas vivir en sufrimiento, y me inflijas castigos sin número, mientras que no me dejes mi corazón estará tranquilo. Hoy, Tu castigo y juicio se han vuelto mi mejor protección y mi mayor bendición. […] En su vida, si el hombre quiere ser limpiado y lograr cambios en su carácter, si quiere vivir una vida que tenga sentido y cumplir su deber como criatura, entonces debe aceptar el castigo y el juicio de Dios, y no debe dejar que se aparten de él la disciplina de Dios ni los golpes de Dios, para que se pueda liberar de la manipulación y la influencia de Satanás, y pueda vivir en la luz de Dios. Sabe que el castigo y el juicio de Dios son la luz, y la luz de la salvación del hombre, y que no hay mejor bendición, gracia o protección para el hombre.

de “Las experiencias de Pedro: su conocimiento del castigo y del juicio”