¿Cuál es la voluntad de Dios tras la parábola del Maestro y siervo?

La Palabra de Dios dice: “En sus experiencias vitales piensan a menudo: He abandonado a mi familia y mi carrera por Dios, ¿y qué me ha dado Él? Debo sumarlo todo y confirmarlo: ¿He recibido bendiciones recientemente? He dado mucho durante este tiempo, he corrido y corrido, y he sufrido mucho; ¿me ha dado Dios alguna promesa a cambio? ¿Ha recordado mis buenas obras? ¿Cuál será mi final? ¿Puedo recibir Sus bendiciones?…

Por Wang Yan, China

Desde que fuimos bautizados y regresamos al Señor, a menudo hemos oído a nuestros pastores y ancianos decir: “El apóstol Pablo dijo: ‘He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe. En el futuro me está reservada la corona de justicia que el Señor, el Juez justo, me entregará en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida’ (2 Timoteo 4:7-8). Mientras abandonemos todo, trabajemos, suframos y nos dediquemos al Señor y perseveremos hasta el fin, entonces, cuando Él regrese, seremos coronados con gloria, seremos arrebatados y entraremos en el reino de los cielos”.

En los últimos años, hemos perseguido lo que nuestros pastores y ancianos nos dijeron, y creímos que, al trabajar duro, sufrir y dedicarnos al Señor, ganaremos coronas de gloria y bendiciones del Señor. A medida que acumulamos méritos cada vez mayores a través del trabajo, pensamos que estamos calificados para entrar en el reino de los cielos, por lo que cada uno de nosotros nos dedicamos vigorosamente al Señor, hasta el punto de que sentimos que cualquier grado de sufrimiento vale la pena. Pero ¿alguna vez hemos reflexionado sobre si pensar en las cosas de esta manera está de acuerdo con la voluntad del Señor y si tiene una base en la Palabra del Señor? ¿El Señor Jesús alaba la búsqueda de esta manera?

En la Biblia, el Señor nos da la parábola del amo y el siervo: “¿Quién de vosotros tiene un siervo arando o pastoreando ovejas, y cuando regresa del campo, le dice: «Ven enseguida y siéntate a comer»? ¿No le dirá más bien: «Prepárame algo para cenar, y vístete adecuadamente, y sírveme hasta que haya comido y bebido; y después comerás y beberás tú»? ¿Acaso le da las gracias al siervo porque hizo lo que se le ordenó? Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que se os ha ordenado, decid: «Siervos inútiles somos; hemos hecho solo lo que debíamos haber hecho»” (Lucas 17:7-10). El Señor Jesús nos enseña esta parábola para decir que el siervo sirve al amo, y todo lo que haga por el amo es lo que se supone que debe hacer y es su deber. El siervo no está calificado para pedir nada a cambio del amo, y no debe capitalizar al cumplir con su deber buscando más recompensas de su amo. El Señor Jesús utilizó esta metáfora para permitirnos conocer la identidad y el estatus del Creador, así como la posición que debemos tomar y el sentido de la razón que debemos tener como seres creados ante el Creador. Somos seres creados, el aliento de vida nos fue dado por Dios, y todas las cosas que disfrutamos cada día vienen de Dios. Por lo tanto, es una ley incontrovertible del cielo por la que creamos en Dios, adoramos a Dios, y trabajamos y nos dedicamos a Dios. No debemos hacer ninguna exigencia de Dios, ni debemos pedir ser recompensados. En cambio, debemos reconocer nuestra identidad y estatus como los siervos en la parábola y hacer nuestro deber. Sin embargo, siempre pensamos eso, debido a que nos sacrificamos y nos dedicamos al Señor, el Señor debe recompensarnos y llevarnos al reino de los cielos. ¿No es esto pedirle al Señor una corona y hacer tratos con Dios? ¿Qué problema demuestran esas expresiones?

La Palabra de Dios dice: “En sus experiencias vitales piensan a menudo: He abandonado a mi familia y mi carrera por Dios, ¿y qué me ha dado Él? Debo sumarlo todo y confirmarlo: ¿He recibido bendiciones recientemente? He dado mucho durante este tiempo, he corrido y corrido, y he sufrido mucho; ¿me ha dado Dios alguna promesa a cambio? ¿Ha recordado mis buenas obras? ¿Cuál será mi final? ¿Puedo recibir Sus bendiciones?… Toda persona hace, constantemente y con frecuencia, esas cuentas en su corazón, y le ponen exigencias a Dios que incluyen sus motivaciones, sus ambiciones y sus tratos. Es decir, el hombre le está poniendo incesantemente a prueba en su corazón, ideando planes sobre Él, defendiendo ante Él su propio fin, tratando de arrancarle una declaración, viendo si Él puede o no darle lo que quiere. Al mismo tiempo que busca a Dios, el hombre no lo trata como tal. Siempre ha intentado hacer tratos con Él, exigiéndole cosas sin cesar, y hasta presionándolo a cada paso, tratando de obtener mucho dando poco. A la vez que intenta pactar con Dios, también discute con Él, e incluso los hay que, cuando les sobrevienen las pruebas o se encuentran en ciertas circunstancias, con frecuencia se vuelven débiles, pasivos y holgazanes en su trabajo, y se quejan mucho de Él. Desde que empezó a creer en Él por primera vez, el hombre lo ha considerado una cornucopia, una navaja suiza, y se ha considerado Su mayor acreedor, como si tratar de conseguir bendiciones y promesas de Dios fuera su derecho y obligación inherentes, y la responsabilidad de Dios protegerlo, cuidar de él y proveer para él. Tal es el entendimiento básico de la ‘creencia en Dios’ de todos aquellos que creen en Él, y su comprensión más profunda del concepto de creer en Él” (“La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo II”). “Dios es por siempre supremo y para siempre honorable, mientras que el hombre es siempre bajo, siempre despreciable. Esto es porque Dios siempre está haciendo sacrificios y se entrega a la humanidad; sin embargo, el hombre siempre toma y se esfuerza sólo para sí mismo. Dios siempre se está esforzando por la supervivencia de la humanidad; no obstante, el hombre nunca contribuye en nada en aras de la luz o la justicia. Aun si el hombre se esfuerza por un tiempo, es tan débil que no puede resistir ni un solo golpe, pues el esfuerzo del hombre siempre es para su propio beneficio y no para el de otros. El hombre siempre es egoísta, mientras que Dios es por siempre desprendido” (“Es muy importante comprender el carácter de Dios”).

Creemos en Dios y seguimos a Dios, pero nunca consideramos cómo creer de acuerdo con la voluntad de Dios, ni nunca reflexionamos sobre si nuestros puntos de vista sobre la creencia en Dios son correctos. En cambio, nos apresuramos continuamente y nos dedicamos a Dios en un intento de recibir recompensas y un buen destino a cambio. Cuando vemos que creemos en Dios para obtener bendiciones y que hacemos tratos con Dios, ¡nos damos cuenta de lo egoístas y despreciables que somos! Considera que Dios es el Señor de la creación, el gobernante supremo, mientras que nosotros sólo somos polvo en la tierra. Dios nos concedió el aliento de la vida, y es Dios quien ha abastecido y nutrido nuestra supervivencia hasta nuestros días. Todo lo que hacemos por Dios es lo que se supone que debemos hacer, y cómo Dios nos trate es apropiado. Incluso si nos dedicamos y trabajamos por Dios y Dios no nos recompensa, ni proporciona un buen destino, entonces, como seres creados, debemos acatar nuestra propia posición y obedecer las orquestaciones de Dios, y no hacer ninguna demanda o tratar de obtener algo de Dios, ni debemos presentar ninguna queja contra Dios. Esta es la conciencia y la razón que debemos tener como seres creados, y es el lugar adecuado al que debemos mantener. Así como cuando un padre está enfermo y los niños lo cuidan, o cuando los padres son viejos y los niños los cuidan en sus últimos días, estas cosas son apropiadas y esperadas, y no deben hacerse sólo para obtener la propiedad de los padres. Sin embargo, a pesar de esto, después de que abandonamos todo y laboramos, trabajamos, nos dedicamos, pagamos un precio y soportamos dificultades por el Señor, sentimos que hemos trabajado duro y hemos realizado un servicio valioso, y que nos hemos ganado nuestra calificación para pedir recompensas a Dios, incluso procurar ser coronados con gloria y gobernar junto al Señor. ¿No son estos deseos extravagantes y exigencias irrazonables simplemente una manifestación de nuestra arrogancia, engreimiento, egoísmo, mezquindad y falta de conciencia y razón? Es porque no nos consideramos seres creados, no nos vemos a nosotros mismos como polvo ni nos mantenemos en nuestro lugar apropiado, y mucho menos tratamos a Dios como el Señor de la creación, que nos atrevemos a discutir con Dios, alardear de nuestras calificaciones, y pedir coronas de Dios.

En la Biblia se registra que Salomé, la madre de Juan y Jacob, creía que ella y sus dos hijos seguían al Señor Jesús, abandonando todo por el Señor y habían sufrido, por lo que ella le exigió al Señor Jesús: “Ordena que en tu reino estos dos hijos míos se sienten uno a tu derecha y el otro a tu izquierda” (Mateo 20:21). Pero el Señor Jesús no le concedió el deseo de Salomé y le dijo: “No sabéis lo que pedís. […] Mi copa ciertamente beberéis, pero sentarse a mi derecha y a mi izquierda no es mío el concederlo, sino que es para quienes ha sido preparado por mi Padre” (Mateo 20:22-23). El Señor Jesús le dijo de forma clara a Salomé que solamente es apropiado, que las personas trabajen, sufren, abandonen las cosas y se dediquen a Dios, que estos son los deberes y responsabilidades que la humanidad debe cumplir. Pero si las personas finalmente ganan las recompensas y bendiciones de Dios depende de Dios, es decisión de Dios, y como personas no debemos abandonar de nuestro lugar adecuado para hacer exigencias de Dios o intentar usar nuestros sacrificios y depender como capital para exigir condiciones de Dios, porque hacerlo es una expresión de arrogancia, de ser engreído e irracionalidad. La mujer cananea que está registrada en la Biblia era lo opuesto a Salomé. Cuando le pidió al Señor que sanara a su hija, el Señor Jesús no le respondió, pero le dijo: “No está bien tomar el pan de los hijos, y echárselo a los perrillos” (Mateo 15:26). Los conceptos erróneos no surgieron en la mujer cananea porque el Señor Jesús la había llamado perro, sino que determinó en su corazón que no importaba cómo la tratara el Señor Jesús, el Señor Jesús era Dios y Cristo. Ella fue capaz de mantenerse en su lugar apropiado y, con reverencia en su corazón por el Señor Jesús, dijo: “Sí, Señor; pero también los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos” (Mateo 15:27). El Señor Jesús vio la fe de la mujer cananea y más aún vio que ella era una persona especialmente bien razonada y dijo: “Oh mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas” (Mateo 15:28). También estaba Pedro, discípulo del Señor Jesús que, cuando el Señor Jesús lo llamó, lo abandonó todo para seguir al Señor. Durante el tiempo que siguió al Señor, se centró en contemplar la voluntad y los requisitos del Señor dentro de Sus palabras, y practicó de acuerdo con las enseñanzas del Señor. Después de que el Señor Jesús resucitó y ascendió al cielo, Pedro aceptó la comisión del Señor de predicar y obrar en todas partes, y pastoreó la iglesia y apoyó a sus hermanos y hermanas. Durante este período, Pedro fue arrestado y perseguido por los poderes gobernantes. Sufrió mucho bajo la cruel tortura y persecución de los líderes judíos, pero nunca hizo ninguna exigencia irrazonable del Señor y no le pidió al Señor que le diera coronas de gloria o grandes bendiciones. Era su deber como ser creado procurar amar al Señor, satisfacer al Señor y dar todo por el Señor. Al final, Pedro estaba dispuesto a ser crucificado boca abajo por el Señor, dio testimonio de obediencia a la muerte y del máximo amor por Dios, y fue perfeccionado por Dios. A partir de esto, podemos ver que Dios alaba y perfecciona a aquellas personas con corazones temerosos de Dios, que pueden tomar su lugar apropiado como un ser creado para seguir y adorar a Dios, y que aman y satisfacen a Dios. También podemos ver que Dios odia a aquellos que le hacen demandas irrazonables de su carácter arrogante, y a aquellos que buscan recompensas y bendiciones de Dios después de abandonar algunas cosas y exponerse un poco.

Por lo tanto, no importa cuánto tiempo creamos en Dios y sigamos a Dios, independientemente de la edad, independientemente de cuánto trabajemos y nos dediquemos al Señor, independientemente de cuánto suframos o sacrifiquemos, debemos ser claros en el hecho de que Dios es eternamente nuestro Señor, somos Sus siervos eternos, somos seres creados, y debemos mantenernos en nuestro lugar apropiado y no hacer exigencias irrazonables de Dios. Si podemos emular a Pedro y procurar amar y satisfacer a Dios toda nuestra vida, tomar nuestro lugar como seres creados y dedicarnos de todo corazón a Dios, y no buscar ganancia sin condiciones ni recompensas de Dios, entonces recibiremos las bendiciones y alabanza de Dios, y nos convertiremos en personas que deleitarán a Dios.

Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.

Fuente: Iglesia de Dios Todopoderoso

¿Cuáles son las promesas de Dios para aquellos que han sido salvados y perfeccionados?

Basados en sus diferentes funciones y testimonios, los vencedores dentro del reino servirán como sacerdotes o seguidores, y todos los que sean victoriosos en medio de la tribulación se convertirán en el cuerpo de sacerdotes dentro del reino.

¿Cuáles son las promesas de Dios para aquellos que han sido salvados y perfeccionados?

Palabras relevantes de Dios:

Ahora estoy caminando afuera, en medio de Mi pueblo; Yo vivo entre Mi pueblo. Hoy en día, quienes alberguen un amor genuino hacia Mí, gente así está bendecida; bienaventurados quienes se someten a Mí, con seguridad permanecerán en Mi reino; bienaventurados quienes me conocen, con seguridad ejercerán poder en Mi reino; bienaventurados quienes me buscan, con seguridad escaparán de las ataduras de Satanás y disfrutarán de la bendición en Mí; bienaventurados quienes son capaces de renunciar a sí mismos, con seguridad entrarán en Mi posesión y heredarán la abundancia de Mi reino. Conmemoraré a los que corren por Mi causa, abrazaré con alegría a los que se consuman por Mi causa, daré disfrute a los que me presenten ofrendas. Bendeciré a los que encuentren disfrute en Mis palabras; con seguridad serán los pilares que sostendrán la viga maestra de Mi reino, con seguridad gozarán de abundancia incomparable en Mi casa, y nadie se podrá comparar con ellos. ¿Alguna vez habéis aceptado las bendiciones que os han sido dadas? ¿Alguna vez habéis buscado las promesas que os han sido hechas? Con toda seguridad, bajo la guía de Mi luz, atravesaréis por los dominios de las fuerzas de la oscuridad. Con seguridad, en medio de la oscuridad, no perderéis la luz que os guía. Con seguridad seréis el maestro de toda la creación. Con seguridad seréis un vencedor ante Satanás. Con seguridad, a la caída del reino del gran dragón rojo, os erguiréis en medio de la infinidad de multitudes para ser testigo de Mi victoria. Con seguridad estaréis resueltos y firmes en la tierra de Sinim. A través de los sufrimientos que soportéis, heredaréis la bendición que proviene de Mí, y con seguridad irradiaréis todos los rincones del universo con Mi gloria.

de ‘La decimonovena declaración’ de Las declaraciones de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne

Como son capaces de testificar de Dios y de dedicar todos sus esfuerzos a Su obra, las que lo aman sinceramente pueden caminar por cualquier lugar bajo los cielos sin que nadie se atreva a oponerse a ellas, y pueden blandir el poder en la tierra y gobernar a todo el pueblo de Dios. Estas personas se han juntado desde todo el mundo, hablan idiomas diferentes y tienen un color de piel diferente, pero su existencia tiene el mismo sentido, todas tienen un corazón que ama a Dios, todas llevan el mismo testimonio, y tienen la misma determinación y el mismo deseo. Las que aman a Dios pueden caminar libremente por todo el mundo, las que testifican de Él pueden viajar por todo el universo. Dios ama a estas personas, las bendice y ellas siempre vivirán en Su luz.

de ‘Los que aman a Dios vivirán siempre en Su luz’ en “La Palabra manifestada en carne”

Basados en sus diferentes funciones y testimonios, los vencedores dentro del reino servirán como sacerdotes o seguidores, y todos los que sean victoriosos en medio de la tribulación se convertirán en el cuerpo de sacerdotes dentro del reino. El cuerpo de sacerdotes se formará cuando la obra del evangelio a través del universo llegue a su fin. Cuando ese tiempo llegue, eso que el hombre debe hacer será el desempeño de su deber dentro del reino de Dios y su vida junto con Dios dentro del reino. En el cuerpo de sacerdotes habrá sumos sacerdotes y sacerdotes y los demás serán los hijos y el pueblo de Dios. Todo esto lo determinarán sus testimonios para Dios durante la tribulación; no son títulos que se den a capricho. Una vez que se haya establecido el estatus del hombre, la obra de Dios cesará porque cada uno será clasificado de acuerdo a su especie y regresará a su posición original, y esto es la marca de la consecución de la obra de Dios, este es el resultado final de la obra de Dios y la práctica del hombre, y es la cristalización de las visiones de la obra de Dios y la cooperación del hombre. Al final, el hombre encontrará reposo en el reino de Dios y Dios también regresará a Su morada para reposar. Este es el resultado final de 6.000 años de cooperación entre Dios y el hombre.

de ‘La obra de Dios y la práctica del hombre’ en “La Palabra manifestada en carne”

Aquellos que serán perfeccionados por Dios son los que recibirán las bendiciones de Dios y Su herencia. Es decir, ellos asimilan lo que Dios es y posee para que se convierta en lo que ellos llevan dentro. Tienen todas las palabras de Dios forjadas dentro de ellos; cualquiera que sea la esencia Dios, vosotros tenéis la capacidad de asimilarlo todo tal y como es, y así vivir la verdad. Este es el tipo de hombre perfeccionado por Dios y obtenido por Dios. Sólo este tipo de hombre es elegible para heredar las siguientes bendiciones otorgadas por Dios:

1. Recibir todo el amor de Dios.

2. Actuar de acuerdo con la voluntad de Dios en todas las cosas.

3. Recibir la guía de Dios, vivir bajo la luz de Dios y ser esclarecido por Dios.

4. Vivir la imagen amada por Dios en la tierra, amando a Dios verdaderamente como hizo Pedro, crucificado por Dios y digno de morir en recompensa del amor de Dios, teniendo la misma gloria que Pedro.

5. Ser amado, respetado y admirado por todos en la tierra.

6. Vencer todas las cadenas de la muerte y el infierno, sin dar oportunidad alguna a las obras de Satanás, siendo poseído por Dios, viviendo dentro de un espíritu fresco y alegre sin ningún sentimiento de cansancio.

7. Poseer un indescriptible sentido de júbilo y emoción en todos los momentos a lo largo de la vida como si se vislumbrara el día de la venida de la gloria de Dios.

8. Recibir gloria con Dios y tener un semblante parecido a los amados santos de Dios.

9. Convertirse en lo que Dios ama en la tierra, esto es, el amado hijo de Dios.

10. Cambiar la forma y ascender con Dios al tercer cielo trascendiendo la carne.10. Cambiar la forma y ascender con Dios al tercer cielo trascendiendo la carne.

de ‘Promesas a aquellos que han sido perfeccionados’ en “La Palabra manifestada en carne”

Viviendo una vida humana normal en la tierra, el hombre será similar a un ángel; aunque siga estando todavía en la carne, será muy parecido a un ángel. Esta es la promesa final; es la última que se le concede al hombre.

de ‘Restaurar la vida normal del hombre y llevarlo a un destino maravilloso’ en “La Palabra manifestada en carne”

Una vez acabada la obra de la conquista, el hombre será llevado a un mundo hermoso. Esta vida será, por supuesto, todavía en la tierra, pero será totalmente distinta a la vida del hombre hoy. Es la vida que la humanidad tendrá después de que toda la humanidad haya sido conquistada, será un nuevo comienzo para el hombre en la tierra; tener este tipo de vida será la prueba para la humanidad de que ha entrado en una esfera nueva y hermosa. Será el principio de la vida del hombre y de Dios en la tierra. La premisa de una vida tan bella debe ser que, después de que el hombre haya sido purificado y conquistado, se somete delante del Creador. Así, la obra de conquista es la última etapa de la obra de Dios antes de que la humanidad entre en el maravilloso destino. Semejante vida es la vida futura del hombre en la tierra; es la vida más hermosa sobre la tierra, el tipo de vida que el hombre anhela, la que nunca antes alcanzó en la historia del mundo. Es el resultado final de los 6.000 años de obra de gestión, es aquello que más anhela la humanidad, y también es Su promesa al hombre.

de ‘Restaurar la vida normal del hombre y llevarlo a un destino maravilloso’ en “La Palabra manifestada en carne”

Una vida en el reposo es una vida sin guerra, sin inmundicia, sin una persistente injusticia. Es decir, sin el acoso de Satanás (aquí “Satanás” se refiere a las fuerzas hostiles), ni la corrupción de Satanás, así como la invasión de cualquier fuerza que se oponga a Dios. Todos siguen a los de su propia especie y adoran al Señor de la creación. El cielo y la tierra están completamente tranquilos. Esta es la vida apacible de la humanidad. (…) Cuando Dios y el hombre entren juntos en el reposo, querrá decir que la humanidad ha sido salvada y que Satanás ha sido destruido, que la obra de Dios entre los hombres se ha terminado por completo. Dios ya no continuará obrando entre los hombres y el hombre ya no vivirá bajo el dominio de Satanás. Por lo tanto, Dios ya no va a estar ocupado y el hombre ya no correrá de aquí para allá; Dios y el hombre entrarán al mismo tiempo en el reposo. Dios regresará a Su posición original y cada persona regresará al lugar que le corresponde. Estos son los destinos en los que Dios y el hombre, respectivamente, residirán después del fin de toda la gestión de Dios. Dios tiene el destino de Dios y el hombre tiene el destino del hombre. Mientras reposa, Dios seguirá guiando a toda la humanidad en sus vidas sobre la tierra. Mientras esté a la luz de Dios, el hombre adorará al único Dios verdadero que está en el cielo. Dios ya no vivirá entre la humanidad y tampoco el hombre podrá vivir con Dios en el destino de Dios. Dios y el hombre no pueden vivir dentro del mismo reino; en vez de esto, ambos tienen sus respectivas maneras de vivir. Dios es el que guía a toda la humanidad, mientras que toda la humanidad es la cristalización de la obra de gestión de Dios. La humanidad es la que es guiada; en cuanto a la esencia, la humanidad no es similar a Dios. Reposar quiere decir regresar a su lugar original. Por lo tanto, cuando Dios entra en el reposo, esto quiere decir que Dios regresa a Su lugar original. Dios ya no va a vivir sobre la tierra ni compartirá el gozo y el sufrimiento de la humanidad mientras esté entre la humanidad. Cuando la humanidad entre en el reposo, esto querrá decir que el hombre se ha convertido en una verdadera creación; la humanidad adorará a Dios desde la tierra y tendrá vidas humanas normales. La gente ya no será desobediente a Dios o resistirá a Dios; regresará a la vida original de Adán y Eva. Estas son las respectivas vidas y destinos de Dios y la humanidad después de que entren en el reposo. (…) El lugar del reposo del hombre es sobre la tierra y el lugar del reposo de Dios es en el cielo. Mientras el hombre reposa adorará a Dios y también vivirá sobre la tierra, y mientras Dios reposa, Él guiará al resto de la humanidad; los guiará desde el cielo, no desde la tierra. Dios todavía será el Espíritu mientras que el hombre todavía será carne. Dios y el hombre, ambos, cada uno tiene su diferente manera de reposar. Mientras Dios reposa, Él vendrá y aparecerá entre los hombres; mientras el hombre reposa, Dios lo guiará a visitar el cielo y a gozar también la vida en el cielo. Después de que Dios y el hombre entren en el reposo, Satanás ya no existirá y, como Satanás, esa gente malvada tampoco existirá. Antes de que Dios y el hombre entren en el reposo, esos malvados individuos que una vez persiguieron a Dios sobre la tierra y los enemigos que fueron desobedientes a Él sobre la tierra ya habrán sido destruidos; los grandes desastres de los últimos días los habrán destruido. Después de que esos malvados individuos hayan sido destruidos por completo, la tierra nunca más volverá a conocer la persecución de Satanás. La humanidad obtendrá la salvación completa y sólo entonces será que la obra de Dios termine por completo. Estos son los prerrequisitos para que Dios y el hombre entren en el reposo.

de ‘Dios y el hombre entrarán juntos en el reposo’ en “La Palabra manifestada en carne”

En el reino, la vida del pueblo de Dios, con Dios, es incomparablemente feliz. Las aguas bailan por las vidas benditas de los pueblos, las montañas disfrutan Mi abundancia con los pueblos. Todos los hombres se esfuerzan, trabajan duro, muestran su lealtad a Mi reino. En el reino, ya no hay rebelión, no más resistencia; los cielos y la tierra dependen el uno del otro, el hombre y Yo somos cercanos y sentimos profundamente, a través de las felicidades de la vida, que nos confundimos en uno. (…) ¡Pueblos todos! ¡Cantad ahora las canciones en vuestros corazones y bailad para Mí! ¡Levantad ahora vuestros corazones sinceros y ofrecedlos a Mí! ¡Retumben ahora vuestros tambores y tocad para Mí! ¡Hago brillar la alegría sobre todo el universo! ¡Muestro a los pueblos Mi rostro glorioso! ¡Tronaré! ¡Trascenderé el universo! ¡Ya reino entre los pueblos! ¡Soy exaltado por los pueblos! Me desplazo en el cielo azul y los pueblos se mueven conmigo. ¡Camino entre los pueblos y Mi pueblo me rodea! ¡Los corazones de los pueblos están alegres, sus canciones sacuden el universo y agrietan los cielos! El universo ya no está envuelto en niebla; no hay más lodo, no hay más recolección de aguas residuales. ¡Pueblo santo del universo! Bajo Mi inspección se revela vuestro verdadero rostro. No sois hombres cubiertos de inmundicia, sino santos puros como el jade, todos Mis amados, todos Mis deleites. ¡Todas las cosas vuelven a la vida! Todos los santos han regresado a los cielos, sirviéndome, entrando en Mi cálido abrazo, ya no lloran ni siguen ansiosos, ofreciéndose a Mí, regresando a Mi hogar y, en su tierra, Me amarán sin cesar. ¡Inmutables! ¿Dónde está la tristeza? ¿Dónde están las lágrimas? ¿Dónde está la carne? La tierra ya no existe; los cielos son eternos. Aparezco a todos los pueblos y todos los pueblos me alaban. Esta vida, esta belleza, desde tiempos inmemoriales y para siempre, no cambiará. Ésta es la vida en el reino.

de ‘¡Pueblos todos! ¡Alegraos!’ en “La Palabra manifestada en carne”

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Palabras diarias de Dios | Fragmento 240 | «Las palabras de Dios al universo entero: Capítulo 11»

Hoy, como os he guiado hasta este punto, he establecido disposiciones adecuadas, y tengo Mis propios objetivos. Si tuviera que hablaros de ellos hoy, ¿seríais verdaderamente capaces de conocerlos? Estoy bien familiarizado con los pensamientos de la mente del hombre y de los deseos de su corazón……

Palabras diarias de Dios | Fragmento 240 | «Las palabras de Dios al universo entero: Capítulo 11»

Hoy, como os he guiado hasta este punto, he establecido disposiciones adecuadas, y tengo Mis propios objetivos. Si tuviera que hablaros de ellos hoy, ¿seríais verdaderamente capaces de conocerlos? Estoy bien familiarizado con los pensamientos de la mente del hombre y de los deseos de su corazón: ¿quién no ha buscado nunca una salida por sí mismo? ¿Quién no ha pensado nunca en sus propias perspectivas? No obstante, aunque el hombre posee un intelecto rico y prismático, ¿quién era capaz de predecir que, después de las eras, el mundo presente acabaría siendo lo que es? ¿Es esto realmente el fruto de tus propios esfuerzos subjetivos? ¿Es este el pago por tu laboriosidad incansable? ¿Es este el hermoso retablo imaginado por tu mente? Si Yo no guiara a toda la humanidad, ¿quién sería capaz de apartarse de Mis disposiciones y encontrar otra salida? ¿Son los pensamientos y los deseos del hombre los que lo han traído hasta hoy? Muchas personas están toda su vida sin que se cumplan sus deseos. ¿Ocurre esto realmente por un error en su pensamiento? Las vidas de muchas personas están llenas de felicidad y satisfacción inesperadas. ¿Ocurre esto realmente porque esperan demasiado poco? ¿A quién en toda la humanidad no cuidan los ojos del Todopoderoso? ¿Quién no vive en medio de la predestinación del Todopoderoso? ¿El nacimiento y la muerte de quién vienen de sus propias elecciones? ¿Controla el hombre su propio destino? Muchas personas piden la muerte a gritos, pero esta está lejos de ellas; muchas personas quieren ser fuertes en la vida y temen a la muerte, pero sin saberlo, el día de su desaparición se acerca, sumergiéndolas en el abismo de la muerte; muchas personas miran al cielo y suspiran profundamente; muchas personas lloran mucho, con lamentos y sollozos; muchas personas caen en medio de las pruebas; y otras muchas se convierten en prisioneras de la tentación. Aunque no aparezca en persona para permitir al hombre verme claramente, muchas personas temen ver Mi rostro, profundamente asustados de que los derribe, de que los desvanezca. ¿Me conoce el hombre realmente, o no? Nadie puede decirlo con seguridad. ¿No es así? Me teméis a Mí y a Mi castigo, pero también os levantáis y abiertamente os oponéis a Mí y me juzgáis. ¿Acaso no es así? Que el hombre nunca me haya conocido es debido a que nunca ha visto Mi rostro ni oído Mi voz. Así pues, aunque esté en su corazón, ¿hay alguien en cuyo corazón Yo no sea confuso y borroso? ¿Hay alguno en cuyo corazón Yo sea perfectamente claro? No deseo que los que son Mi pueblo me vean también de forma vaga y opaca, y por tanto me embarco en esta gran obra.

Yo vengo en medio del hombre calladamente, y parto con sigilo. ¿Me ha visto alguien alguna vez? ¿Puede verme el sol gracias a sus llamas ardientes? ¿Puede verme la luna gracias a su lustrosa claridad? ¿Pueden verme las constelaciones gracias a su lugar en el cielo? Cuando Yo vengo, el hombre no sabe, y todas las cosas se mantienen desconocidas, y cuando parto, el hombre sigue sin saber. ¿Quién puede dar testimonio de Mí? ¿Podría ser la alabanza de las personas de la tierra? ¿Podrían ser los lirios que florecen en la naturaleza? ¿Son las aves que vuelan en el cielo? ¿Son los leones que rugen en las montañas? ¡Nadie puede dar testimonio pleno de Mí! ¡Nadie puede hacer la obra que Yo haré! Incluso si hiciera esta obra, ¿qué efecto tendría? Cada día observo cada acción de muchas personas, y cada día vigilo los corazones y las mentes de muchas personas; nadie ha escapado nunca a Mi juicio, y nadie se ha desligado nunca de la realidad de Mi juicio. Yo estoy sobre los cielos y miro desde la distancia: he derribado a innumerables personas, pero también incontables viven en medio de Mi misericordia y Mi gracia. ¿No vivís vosotros también bajo tales circunstancias?

Hola, bienvenido a mi blog! El libro de Apocalipsis profetiza, “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias” (Apocalipsis 2:7). Ahora el Señor ha regresado a hablar a las iglesias, ¿ha oído Su voz? ¿Sabe cómo hacer para recibir al Señor?
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Reflexion sobre la fe | ¿Cómo ser una persona elogiada por Dios en las pruebas?

Dios dice: “Cuando las personas atraviesan pruebas, es normal que sean débiles, internamente negativas o que carezcan de claridad sobre la voluntad de Dios o sobre la senda en la que practicar. Pero en cualquier caso, como Job, debes tener fe en la obra de Dios……

Reflexion sobre la fe | ¿Cómo ser una persona elogiada por Dios en las pruebas?

En una reunión, unos hermanos y hermanas dijeron que en la vida real, cuando Dios les daba gracias y bendiciones, estarían muy contentos y no podían cesar de agradecerle y alabarlo; pero al encontrarse con sufrimientos y refinamientos, se volverían negativos y débiles e incluso se quejarían de Dios. Entonces, ¿cómo podemos dar testimonio de Dios, obedecerlo y ser aprobados por Él en las pruebas?

Dios dice: “Cuando las personas atraviesan pruebas, es normal que sean débiles, internamente negativas o que carezcan de claridad sobre la voluntad de Dios o sobre la senda en la que practicar. Pero en cualquier caso, como Job, debes tener fe en la obra de Dios, y no negarlo. Aunque Job era débil y maldijo el día de su propio nacimiento, no negó que Jehová le concedió todas las cosas en la vida humana, y que también es Él quien las quita. Independientemente de cómo fue probado, él mantuvo esta creencia. Cualquiera que sea el tipo de refinamiento al que te sometas en tus experiencias de las palabras de Dios, Él exige la fe de las personas. De esta forma, lo que perfecciona es la fe de las personas y sus determinaciones. No puedes tocarlo ni verlo; es en esas circunstancias que se requiere tu fe”.

“Cuando te enfrentes a sufrimientos debes ser capaz de no considerar la carne ni quejarte contra Dios. Cuando Él se esconde de ti, debes ser capaz de tener la fe para seguirlo, para mantener tu amor anterior sin permitir que flaquee o desaparezca. Independientemente de lo que Dios haga, debes respetar Su designio, y estar más dispuesto a maldecir tu propia carne que a quejarte contra Él. Cuando te enfrentas a pruebas debes satisfacer a Dios, a pesar de cualquier reticencia a deshacerte de algo que amas o del llanto amargo. Sólo esto puede llamarse amor y fe verdaderos. Independientemente de cuál sea tu estatura real, debes poseer primero la voluntad de sufrir dificultades, una fe verdadera y tener la voluntad de abandonar la carne. Deberías estar dispuesto a soportar personalmente las dificultades y sufrir pérdidas en tus intereses personales con el fin de satisfacer la voluntad de Dios. Debes tener también un corazón arrepentido por no haber sido capaz de satisfacer a Dios en el pasado, y de arrepentirte ahora. Ni una sola de estas cosas puede faltar y Dios te perfeccionará a través de ellas. Si careces de estas condiciones, no puedes ser perfeccionado”.

Extracto de “La Palabra manifestada en carne

De las palabras de Dios vemos que Él perfecciona al hombre por medio de sufrimientos, y con que nos mantengamos firmes en testimonios de Dios, seremos capaces de recibir Su aprobación, bendiciones y promesas.

Aprender más: Las pruebas de Dios

Película cristiana 2019 | ¡Soy buena persona! (Español Latino)

Película cristiana 2019 | ¡Soy buena persona! (Español Latino)

Desde pequeña, a la cristiana Yang Huixin le encanta ser buena persona. No le gusta ofender. Se cree buena persona porque es amable y agradable con los demás. Sin embargo, al aceptar el evangelio de Dios de los últimos días y experimentar el juicio y el castigo de las palabras de Dios, es cuando despierta y se da cuenta de que no es una buena persona de verdad. Más bien vive según las filosofías satánicas y es una “buena chica” muy egoísta y astuta. Decide de corazón buscar la verdad y convertirse en una buena persona, honesta y recta… ¿Por qué experiencias pasa Yang Huixin para llegar a experimentar semejante transformación?

Jesús entra en Jerusalén

Referencias Bíblicas: Mateo 21:1-11

1 Y COMO se acercaron á Jerusalem, y vinieron á Bethfagé, al monte de las Olivas, entonces Jesús envió dos discípulos,

2 Diciéndoles: Id á la aldea que está delante de vosotros, y luego hallaréis una asna atada, y un pollino con ella: desatad la, y traédme los.

Referencias Bíblicas: Mateo 21:1-11

1 Y COMO se acercaron á Jerusalem, y vinieron á Bethfagé, al monte de las Olivas, entonces Jesús envió dos discípulos,

2 Diciéndoles: Id á la aldea que está delante de vosotros, y luego hallaréis una asna atada, y un pollino con ella: desatad la, y traédme los.

3 Y si alguno os dijere algo, decid: El Señor los ha menester. Y luego los dejará.

4 Y todo esto fué hecho, para que se cumpliese lo que fué dicho por el profeta, que dijo:

5 Decid á la hija de Sión: He aquí, tu Rey viene á ti, Manso, y sentado sobre una asna, Y sobre un pollino, hijo de animal de yugo.

6 Y los discípulos fueron, é hicieron como Jesús les mandó;

7 Y trajeron el asna y el pollino, y pusieron sobre ellos sus mantos; y se sentó sobre ellos.

8 Y la compañía, que era muy numerosa, tendía sus mantos en el camino: y otros cortaban ramos de los árboles, y los tendían por el camino.

9 Y las gentes que iban delante, y las que iban detrás, aclamaban diciendo: ­Hosanna al Hijo de David! ­Bendito el que viene en el nombre del Señor! ­Hosanna en las alturas!

10 Y entrando él en Jerusalem, toda la ciudad se alborotó, diciendo. ¿Quién es éste?

11 Y las gentes decían: Este es Jesús, el profeta, de Nazaret de Galilea.

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