Palabras diarias de Dios | Fragmento 102 | «La esencia de la carne habitada por Dios»

El primer Dios encarnado no completó la obra de la encarnación, sino sólo el primer paso de la obra que Dios debía realizar en la carne. Así pues, con el fin de terminar la obra de la encarnación, Dios ha regresado en la carne una vez más y vive toda la normalidad y la realidad de la carne……

Palabras diarias de Dios | Fragmento 102 | «La esencia de la carne habitada por Dios»
El primer Dios encarnado no completó la obra de la encarnación, sino sólo el primer paso de la obra que Dios debía realizar en la carne. Así pues, con el fin de terminar la obra de la encarnación, Dios ha regresado en la carne una vez más y vive toda la normalidad y la realidad de la carne; es decir, manifiesta el Verbo de Dios en una carne totalmente normal y ordinaria, concluyendo de esta forma la obra que Él dejó sin realizar en la carne. La segunda carne encarnada es esencialmente parecida a la primera, pero es incluso más real aún, incluso más normal que la primera. Como consecuencia, el sufrimiento que la segunda carne encarnada soporta es mayor que el de la primera, pero este sufrimiento es una consecuencia de Su ministerio en la carne, el cual es diferente del sufrimiento que el hombre corrupto tendría que padecer. También brota de la normalidad y de la realidad de Su carne. Como Él realiza Su ministerio en una carne totalmente normal y real, esta debe soportar muchas dificultades. Cuanto más normal y real sea esta carne, más sufrirá Él en la realización de Su ministerio. Dios obra en una carne muy común, una que no es en absoluto sobrenatural. Como Su carne es normal y también debe cargar con la obra de salvar al hombre, Él sufre en mayor medida de lo que lo haría una carne sobrenatural; todo este sufrimiento brota de la realidad y de la normalidad de Su carne. De los sufrimientos que han padecido las dos carnes encarnadas durante la realización de Sus ministerios, se puede ver la esencia de la carne encarnada. Cuanto más normal sea la carne, mayor la dificultad que debe soportar al emprender la obra; cuanto más real es la carne que emprende la obra, más duras son las nociones que se crean las personas y mayores los peligros que probablemente puedan sobrevenirle. Además, cuanto más real sea la carne y cuanto más posea esta las necesidades y el sentido completo de un ser humano normal, más capaz será Él de asumir la obra de Dios en la carne. Fue la carne de Jesús la que fue clavada en la cruz, Su carne que Él entregó como ofrenda por el pecado; fue por medio de una carne con humanidad normal que Él derrotó a Satanás y salvó totalmente al hombre desde la cruz. Y es como carne completa, que el segundo Dios encarnado lleva a cabo la obra de conquista y derrota a Satanás. Sólo una carne completamente normal y real puede realizar la obra de conquista en su totalidad y dar un testimonio convincente. Es decir, la obra de conquistar al hombre se hace efectiva por medio de la realidad y la normalidad de Dios en la carne, no a través de milagros y revelaciones sobrenaturales. El ministerio de este Dios encarnado consiste en hablar, y, de este modo, conquistar y perfeccionar al hombre; en otras palabras, la obra del Espíritu materializada en la carne y el deber de la carne, es hablar y de este modo conquistar, revelar, perfeccionar y eliminar por completo al hombre. Por tanto, la obra de Dios en la carne se cumplirá en su totalidad en esta obra de conquista. La obra redentora inicial fue sólo el comienzo de la obra de la encarnación; la carne que realiza la obra de conquista completará toda la obra de la encarnación. En cuanto al género, uno es varón y la otra es hembra; de esta manera se ha completado el significado de la encarnación de Dios. Disipa las erradas nociones del hombre sobre Él: Dios puede convertirse tanto en varón como en hembra y, en esencia, el Dios encarnado no tiene género. Dios hizo tanto al hombre como a la mujer y no diferencia entre los géneros. En esta etapa de la obra Dios no lleva a cabo señales y maravillas, de forma que la obra logrará sus resultados por medio de las palabras. Además, en esta ocasión, la obra de Dios encarnado no es sanar a los enfermos ni echar fuera a los demonios, sino conquistar al hombre hablando; lo que quiere decir que la habilidad natural de esta carne encarnada de Dios es hablar palabras y conquistar al hombre, no sanar a los enfermos ni echar fuera a los demonios. Su obra en una humanidad normal no es realizar milagros, ni sanar a los enfermos ni echar fuera a los demonios, sino hablar; y por eso la segunda carne encarnada le parece a las personas más normal que la primera. Las personas ven que la encarnación de Dios no es mentira; pero este Dios encarnado es diferente a Jesús encarnado y aunque ambos son Dios encarnado, no son completamente iguales. Jesús poseía una humanidad normal y ordinaria, pero Él estuvo acompañado por muchas señales y maravillas. En este Dios encarnado, los ojos humanos no verán señales o maravillas, ni sanación de enfermos o expulsión de demonios, ni que ande sobre el mar o ayune durante cuarenta días… Él no realiza la misma obra que Jesús llevó a cabo, no porque Su carne sea esencialmente diferente a la de Jesús, sino porque no es Su ministerio sanar a los enfermos y echar fuera a los demonios. Él no echa abajo Su propia obra ni la interrumpe. Como conquista al hombre a través de Sus palabras reales, no hay necesidad de someterlo con milagros y, por tanto, esta etapa es completar la obra de la encarnación.El Dios encarnado que ves hoy es completamente una carne y no hay nada sobrenatural en Él. Se enferma como los demás, necesita comida y ropa como los demás, ya que es completamente una carne. Si en esta ocasión Dios encarnado llevara a cabo señales y maravillas sobrenaturales, si sanara a los enfermos, echara fuera a los demonios o pudiera matar con una palabra, ¿cómo se realizaría la obra de conquista? ¿Cómo se difundiría la obra entre las naciones gentiles? Sanar a los enfermos y echar fuera a los demonios fue la obra de la Era de la Gracia, el primer paso en la obra redentora, y ahora Dios ha salvado al hombre de la cruz, ya Él no realiza esa obra. Si en los últimos días apareciera un “Dios” igual a Jesús, uno que sanara a los enfermos, echara fuera a los demonios y fuera crucificado por el hombre, aunque ese “Dios” sea idéntico a la descripción de Dios en la Biblia y fácil de aceptar para el hombre, no sería, en su esencia, la carne que vestiría el Espíritu de Dios, sino un espíritu maligno. Y es que el principio de la obra de Dios es no repetir nunca lo que Él ya ha completado. Así pues, la obra de la segunda encarnación es diferente que la de la primera. En los últimos días, Dios materializa la obra de conquista en una carne ordinaria, normal; Él no sana a los enfermos ni será crucificado por el hombre, sino que simplemente habla palabras en la carne, conquista al hombre en la carne. Sólo una carne como esta es la carne de Dios encarnado; sólo una carne como esta puede completar la obra de Dios en la carne.

Palabras diarias de Dios | La esencia de Cristo es la obediencia a la voluntad del Padre celestial (Fragmento 1)

Dios Todopoderoso dice: “El Dios encarnado se llama Cristo y Cristo es la carne que se viste con el Espíritu de Dios. Esta carne es diferente de cualquier hombre que es de la carne. La diferencia es porque Cristo no es de carne y sangre, sino que es la personificación del Espíritu.

Palabras diarias de Dios | La esencia de Cristo es la obediencia a la voluntad del Padre celestial (Fragmento 1)

Dios Todopoderoso dice: “El Dios encarnado se llama Cristo y Cristo es la carne que se viste con el Espíritu de Dios. Esta carne es diferente de cualquier hombre que es de la carne. La diferencia es porque Cristo no es de carne y sangre, sino que es la personificación del Espíritu. Tiene tanto una humanidad normal como una divinidad completa. Su divinidad no la posee ningún hombre. Su humanidad normal sustenta todas Sus actividades normales en la carne mientras que Su divinidad lleva a cabo la obra de Dios mismo. Sea Su humanidad o Su divinidad, ambas se someten a la voluntad del Padre celestial. La esencia de Cristo es el Espíritu, es decir, la divinidad. Por lo tanto, Su esencia es la de Dios mismo; esta esencia no interrumpirá Su propia obra y Él no podría hacer nada que destruyera Su propia obra ni tampoco pronunciaría ninguna palabra que fuera en contra de Su propia voluntad. Por lo tanto, el Dios encarnado nunca haría alguna obra que interrumpiera Su propia gestión. Esto es lo que todos los hombres deben entender. La esencia de la obra del Espíritu Santo es salvar al hombre y es por el bien de la propia gestión de Dios. De manera similar, la obra de Cristo es salvar a los hombres, y lo es por causa de la voluntad de Dios. Dado que Dios se hace carne, Él realiza Su esencia dentro de Su carne de tal manera que Su carne es suficiente para emprender Su obra. Por lo tanto, toda la obra del Espíritu de Dios la reemplaza la obra de Cristo durante el tiempo de la encarnación y en el corazón de toda la obra a través del tiempo de la encarnación está la obra de Cristo. No se puede mezclar con la obra de ninguna otra era. Y ya que Dios se hace carne, obra en la identidad de Su carne; ya que viene en la carne, entonces termina en la carne la obra que debía hacer. Ya sea el Espíritu de Dios o el de Cristo, ambos son Dios mismo y hace la obra que debe hacer y desempeña el ministerio que debe desempeñar. […] La obra y la expresión de Cristo determinan Su esencia. Es capaz de completar con un corazón sincero lo que se le ha confiado. Es capaz de adorar a Dios en el cielo con un corazón sincero, y con un corazón sincero buscar la voluntad de Dios el Padre. Todo esto lo determina Su esencia. Y también Su revelación natural la determina Su esencia; la razón por la que Su revelación natural se llama así es porque Su expresión no es una imitación o el resultado de la educación por el hombre o el resultado de muchos años de refinamiento por el hombre. Él no la aprendió o se adornó con ella; más bien, es inherente a Él. El hombre puede negar Su obra, Su expresión, Su humanidad y toda la vida de Su humanidad normal, pero nadie puede negar que Él adora a Dios en el cielo con un corazón sincero; nadie puede negar que ha venido a cumplir la voluntad del Padre celestial, y nadie puede negar la sinceridad con la que busca a Dios Padre. Aunque Su imagen no sea agradable a los sentidos, y Su discurso no posea un aire extraordinario, y Su obra no sea tan impactante o trascendental como el hombre se la imagina, Él es en realidad Cristo, Aquel que cumple la voluntad del Padre celestial con un corazón sincero, que se somete por completo al Padre celestial, y que es obediente hasta la muerte. Esto se debe a que Su esencia es la esencia de Cristo. Esta verdad es difícil que el hombre la crea, pero en realidad existe. Cuando el ministerio de Cristo se haya cumplido por completo, el hombre podrá ver por Su obra que Su carácter y Su ser representan el carácter y el ser de Dios en el cielo. En ese momento, la suma de toda Su obra podrá afirmar que Él es en realidad la carne que la Palabra se hizo, y no semejante a la de un hombre de carne y sangre”.

De «La Palabra manifestada en carne«

Palabras diarias de Dios | Fragmento 77 | «Cristo hace la obra de juicio con la verdad»

La obra de los últimos días es la de separar a todos de acuerdo a su especie, para concluir el plan de gestión de Dios, porque el tiempo está cerca y el día de Dios ha llegado. Dios lleva a todos los que han entrado a Su reino, es decir, a todos los que le han sido leales hasta el final, a la era de Dios mismo.

Palabras diarias de Dios | Fragmento 77 | «Cristo hace la obra de juicio con la verdad»

La obra de los últimos días es la de separar a todos de acuerdo a su especie, para concluir el plan de gestión de Dios, porque el tiempo está cerca y el día de Dios ha llegado. Dios lleva a todos los que han entrado a Su reino, es decir, a todos los que le han sido leales hasta el final, a la era de Dios mismo. Sin embargo, antes de la llegada de la era de Dios mismo, la obra que Dios hará no es observar los hechos de los hombres ni inquirir acerca de sus vidas, sino juzgar su rebelión, porque Dios purificará a todos los que vengan ante Su trono. Todos los que han seguido las pisadas de Dios hasta este día son los que han venido delante del trono de Dios, por lo tanto, todos los que aceptan la última obra de Dios son a los que Dios va a purificar. En otras palabras, todos los que aceptan la última obra de Dios son los que Dios juzgará. Como ya se dijo antes, el juicio comenzará por la casa de Dios. Este “juicio” se refiere al juicio que Dios hace hoy en aquellos que vienen ante Su trono en los últimos días. Tal vez haya aquellos que creen en imaginaciones sobrenaturales, como aquella de que cuando hayan llegado los últimos días, Dios va a poner una gran mesa en los cielos en la que pondrá un mantel blanco, entonces Dios se sentará sobre un gran trono y todos los hombres se arrodillarán en el suelo. Dios entonces revelará todos los pecados que pesan sobre cada uno para determinar si ascenderá al cielo o será enviado al lago que arde con fuego y azufre. No importa cuáles sean las imaginaciones del hombre, la esencia de la obra de Dios no se puede alterar. Las imaginaciones del hombre no son nada sino los conceptos de los pensamientos del hombre que vienen de su cerebro, resumidos y asociados por lo que el hombre ha visto y escuchado. Por lo tanto, Yo digo, no importa qué tan brillantes puedan ser las imágenes concebidas, no son más que un dibujo y no son un sustituto para el plan de la obra de Dios. Después de todo, el hombre ha sido corrompido por Satanás, así que, ¿cómo puede entonces entender los pensamientos de Dios? El hombre concibe que la obra de juicio que Dios hace es especialmente fantástica. El hombre cree que ya que es Dios mismo el que hace la obra del juicio, entonces debe ser de la escala más tremenda e incomprensible para los mortales; debe retumbar por los cielos y sacudir la tierra, de otro modo, ¿cómo puede ser la obra de juicio que Dios hace? El hombre cree que como esta es la obra del juicio, entonces Dios debe ser particularmente imponente y majestuoso mientras obra, y los que son juzgados deben estar aullando con lágrimas y sobre sus rodillas implorando misericordia. La escena debe ser una gran vista y muy llamativa… Todos imaginan que la obra de juicio que Dios hace es extraordinariamente maravillosa. ¿Sabes, sin embargo, que mucho antes que Dios comenzara la obra de juicio entre los hombres, todavía estabas acurrucado en el nido acogedor? ¿Sabes que en el momento en que creas que la obra de juicio de Dios esté empezando oficialmente ya será el momento de que Dios haga un cielo y una tierra nuevos? En ese momento, tal vez sólo hayas entendido el significado de la vida, pero la obra inmisericorde del castigo de Dios te llevará, todavía dormitando, al infierno. Sólo entonces de repente te darás cuenta de que la obra de juicio de Dios ya habrá concluido.

Extracto de “La Palabra manifestada en carne

Cristo hace la obra de juicio con la verdad

¡Buena noticia! El Señor Jesús ha vuelto, ha expresado la verdad y ha hecho la obra de juzgar y purificar a la gente. Esto ha cumplido la profecía bíblica:Porque es tiempo de que el juicio comience de la casa de Dios” (1 Pedro 4:17). Solo al aceptar la obra de Dios de los últimos días podemos obtener la purificación y ser salvos por Dios. Si quiere conocer más, haga clic en medios de contacto abajo para hablar y comunicarse con nosotros en línea.

Palabras diarias de Dios | Contemplando la aparición de Dios en Su juicio y Su castigo

Dios Todopoderoso dice: “Nadie excepto Él puede saber todos nuestros pensamientos, o tener tal conocimiento de nuestra naturaleza y esencia, o juzgar la rebeldía y corrupción de la humanidad, o hablarnos y obrar entre nosotros como lo puede este en nombre del Dios del cielo.

Podemos entender que aunque el Señor Jesús nos ha redimido, pero esto no significa que nos hemos deshecho del pecado y hemos sido limpiados, mucho menos que hemos estado cualificados para ser arrebatados al reino de los cielos. Si queremos ser purificados y completamente salvados por Dios para entrar en el reino de los cielos, es necesario que Dios haga un etapa más de la obra de purificar y cambiar al hombre para eliminar por completo nuestra naturaleza pecaminosa. Hoy, Dios Todopoderoso ha venido para hacer la obra de juzgar, castigar y purificar al hombre. Por lo tanto, solo aceptando Su juicio y aceptando la verdad expresada por Él como vida, viviendo con Su Palabra, alcanzaremos la purificación y seremos dignos de entrar en el reino de Dios .

Vea Palabras diarias de Dios | Contemplando la aparición de Dios en Su juicio y Su castigo

Dios Todopoderoso dice: “Nadie excepto Él puede saber todos nuestros pensamientos, o tener tal conocimiento de nuestra naturaleza y esencia, o juzgar la rebeldía y corrupción de la humanidad, o hablarnos y obrar entre nosotros como lo puede este en nombre del Dios del cielo. Nadie excepto Él posee la autoridad, la sabiduría y la dignidad de Dios; el carácter de Dios, y lo que Él tiene y es, emana en su totalidad de Él. Nadie excepto Él nos puede mostrar el camino y traernos la luz. Nadie excepto Él puede revelar los misterios que Dios no ha revelado desde la creación hasta el día de hoy. Nadie excepto Él nos puede salvar de la esclavitud de Satanás y de nuestro carácter corrupto. Él representa a Dios y expresa la voz del corazón de Dios, las exhortaciones de Dios y las palabras de juicio de Dios hacia toda la humanidad. Él ha comenzado una nueva época, una nueva era, y ha traído un nuevo cielo y una nueva tierra, una nueva obra, y nos ha traído esperanza, y ha puesto fin a la vida que llevábamos en la imprecisión, y nos permitió contemplar plenamente el camino de salvación. Él ha conquistado todo nuestro ser y ha ganado nuestros corazones. De ese momento en adelante nuestras mentes se hacen conscientes y nuestros espíritus parecen ser revividos: esta persona ordinaria e insignificante, que vive entre nosotros y que nosotros hemos rechazado desde hace ya mucho tiempo, ¿no es el Señor Jesús, quien siempre está en nuestros pensamientos, y a quien anhelamos noche y día? ¡Es Él! ¡Realmente es Él! ¡Él es nuestro Dios! ¡Él es la verdad, el camino y la vida! Él nos ha permitido que vivamos otra vez, que veamos la luz, y ha detenido nuestros corazones errantes. Hemos regresado a la casa de Dios, hemos regresado ante Su trono, estamos cara a cara con Él, hemos presenciado Su rostro, y hemos visto el camino que está por delante”.

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Palabras diarias de Dios | Deberías saber cómo la humanidad completa ha evolucionado hasta el día de hoy (Parte 1)

La totalidad de la obra realizada durante 6.000 años ha cambiado gradualmente a lo largo de los tiempos. Los cambios en esta obra se han producido de acuerdo a las circunstancias ocurridas en todo el mundo.

Palabras diarias de Dios | Deberías saber cómo la humanidad completa ha evolucionado hasta el día de hoy (Parte 1)

La totalidad de la obra realizada durante 6.000 años ha cambiado gradualmente a lo largo de los tiempos. Los cambios en esta obra se han producido de acuerdo a las circunstancias ocurridas en todo el mundo. La obra de gestión de Dios se ha ido transformando gradualmente en función de las tendencias del desarrollo de la humanidad en su conjunto; esto no estaba previsto al comienzo de la creación. Antes de que el mundo fuese creado, o inmediatamente después de haber sido creado, Jehová todavía no había planeado la primera etapa de la obra, la de la ley; la segunda etapa de la obra, la de la gracia; o la tercera etapa de la obra, la de la conquista, en la cual Él trabajaría primero entre un grupo de personas, algunos de los descendientes de Moab, y a partir de aquí Él conquistaría el universo entero. Él no pronunció estas palabras después de la creación del mundo; no habló estas palabras después de Moab, y mucho menos antes de Lot. Toda Su obra se llevó a cabo de manera espontánea. Esta fue exactamente la forma en la que toda Su obra de gestión se desarrolló durante seis mil años; de ninguna manera Él tuvo tal plan escrito, como un Cuadro de Resumen para el Desarrollo de la Humanidad, antes de crear el mundo. En la obra de Dios, Él expresa directamente lo que Él es; Él no se rompe los sesos para formular un plan. Por supuesto, muchos profetas han expresado muchas profecías, pero aun así no puede decirse que la obra de Dios siempre ha sido una de un preciso plan de proyecto; las profecías se hicieron de acuerdo con la obra actual de Dios. Toda Su obra es la obra más actual. Él lleva a cabo Su obra con base en la evolución de los tiempos, y Él lleva a cabo Su obra más actual de acuerdo a los cambios de las cosas. Para Él, la realización de trabajos es similar a la administración de medicamentos para una enfermedad; Él observa mientras hace Su trabajo; Él trabaja de acuerdo a Sus observaciones. En todas las etapas de Su obra, es capaz de expresar Su amplia sabiduría y Su amplia capacidad; Él revela Su amplia sabiduría y amplia autoridad de acuerdo con la obra de esa era en particular y permite que alguna de esas personas que Él ha traído de vuelta durante esas eras, vean todo Su carácter. Él suple las necesidades de las personas y lleva a cabo el trabajo que debe hacer de acuerdo con la obra que ha de llevarse a cabo en cada era; Él suple las necesidades de las personas de acuerdo con el grado en que Satanás los ha corrompido. Así se hizo cuando Jehová inicialmente creó a Adán y Eva con el fin de permitirles manifestar a Dios sobre la tierra y para tener testigos de Dios entre todo lo creado, pero Eva pecó después de haber sido tentada por la serpiente; Adán hizo lo mismo, y ambos en el jardín comieron el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Y, por tanto, Jehová tuvo un trabajo adicional que realizar entre ellos. Vio su desnudez y les cubrió sus cuerpos con ropa hecha de pieles de animales. Después de esto, Él dijo a Adán: “Porque has escuchado la voz de tu mujer y has comido del árbol, del que te di órdenes, y te dije: No comerás de él; maldita es la tierra por tu falta… hasta que regreses a la tierra, de donde fuiste tomado, porque eres polvo y al polvo volverás”. A la mujer Él dijo: “Multiplicaré grandemente el dolor y tu concepción; con dolor traerás niños al mundo; y tu deseo será para tu marido y él tendrá autoridad sobre ti”. A partir de entonces Él los expulsó del jardín del Edén y les hizo vivir fuera del jardín, tal y como el hombre moderno lo hace actualmente sobre la tierra. Cuando Dios creó al hombre en el principio, Él no tenía intenciones de permitir que el hombre fuese tentado por la serpiente después de haber sido creado y luego maldecir al hombre y a la serpiente. Él de hecho nunca tuvo este plan; fue sencillamente la forma como se desarrollaron las cosas que le dio una nueva obra en Su creación. Después que Jehová llevó a cabo esta obra entre Adán y Eva en la tierra, la humanidad continuó desarrollándose durante varios miles de años, hasta que “Jehová vio que la maldad del hombre era grande sobre la tierra, y que todas las ideas que sus corazones albergaban eran una continua maldad. Y Jehová Dios se arrepintió de haber creado al hombre sobre la tierra, y sintió dolor en Su corazón… Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová”. En ese entonces, Jehová tuvo un adicional y nuevo trabajo, ya que la humanidad que Él había creado se había vuelto demasiado pecadora después de haber sido tentada por la serpiente. Dadas estas circunstancias, Jehová eligió a la familia de Noé de entre toda esta gente y los libró, y llevó a cabo Su obra de destrucción del mundo con un diluvio. La humanidad ha seguido desarrollándose de esta manera hasta el día de hoy, cada vez más corrupta, y cuando el desarrollo de la humanidad alcance su punto más alto, también será el fin de la humanidad. Desde el principio hasta el fin del mundo, la verdad dentro de Su obra siempre ha sido así. Es lo mismo en cuanto a cómo el hombre será clasificado según su especie; lejos de que todas y cada una de las personas estén predestinadas a la categoría a la que pertenecen desde el principio, la gente será categorizada gradualmente sólo después de haberse sometido a un proceso de desarrollo. Al final, cualquier persona que no pueda ser salvada por entero, será devuelta a sus ancestros. Ninguna de las obras de Dios entre la humanidad habían sido ya preparadas cuando se creó el mundo; más bien, fue el desarrollo de las cosas que han permitido que Dios realice Su obra paso a paso de manera más realista y práctica entre la humanidad. Esto es igual a cómo el Jehová Dios no creó a la serpiente para tentar a la mujer. No era Su plan específico, ni tampoco era algo que Él había predestinado intencionalmente; se podría decir que esto fue inesperado. Fue así como debido a esto, Jehová expulsó a Adán y a Eva del jardín del Edén y juró que nunca más crearía a otro hombre. Pero la sabiduría de Dios es descubierta solamente por personas sobre estas bases, al igual que el punto que he mencionado previamente: “Mi sabiduría se ejerce sobre la base de las tramas de Satanás”. No importa cuán corrupta haya crecido la humanidad o cómo la serpiente los tentó, Jehová todavía posee Su sabiduría; por tanto, Él se ha involucrado en una nueva obra desde que Él creó el mundo, y ninguno de los pasos de esta obra han sido repetidos jamás. Satanás continuamente ha llevado a cabo sus tramas; la humanidad ha sido corrompida de manera continua por Satanás, y el Jehová Dios también ha llevado a cabo de forma continua Su obra sabia. Nunca ha fallado, y nunca ha dejado Su trabajo desde la creación del mundo hasta el presente. Después que la humanidad fue corrompida por Satanás, Él continuamente obró entre las personas para derrotar a Su enemigo que corrompe a la humanidad. Esta batalla continuará desde el principio hasta que el mundo llegue a su fin. Al hacer todo este trabajo, Él no sólo ha permitido a la humanidad, que ha sido corrompida por Satanás, recibir Su gran salvación, sino que también les ha permitido ver Su sabiduría, omnipotencia y autoridad, y al final Él permitirá a la humanidad ver Su carácter justo —castigar a los malvados y recompensar a los buenos—. Él ha luchado contra Satanás hasta el día de hoy y nunca ha sido derrotado, porque Él es un Dios sabio, y Su sabiduría se ejerce sobre la base de las tramas de Satanás. Así, Él no sólo hace que todo en el cielo se someta a Su autoridad; sino que también hace que todo sobre la tierra se ubique bajo Sus pies, y no en último lugar, Él hace que esos malhechores que invaden y acosan a la humanidad caigan dentro de Su castigo. Todos los resultados de la obra son producidos por Su sabiduría. Nunca había puesto de manifiesto Su sabiduría antes de la existencia de la humanidad, porque Él no tenía enemigos en el cielo, sobre la tierra, o en el universo entero, y no había fuerzas oscuras que invadieran nada en la naturaleza. Después de que el arcángel lo traicionó, Él creó a la humanidad sobre la tierra, y fue a causa de la humanidad que Él inició formalmente Su milenaria guerra con Satanás, el arcángel, una guerra que se intensifica cada vez más con cada etapa sucesiva. Su omnipotencia y sabiduría están presentes en cada una de estas etapas. Sólo en este momento todos en el cielo y en la tierra pueden ver la sabiduría de Dios, Su omnipotencia, y en particular la realidad de Dios. Aún sigue llevando a cabo Su obra de esta misma manera realista en el presente; adicionalmente, a medida que Él desempeña Su trabajo paralelamente revela Su sabiduría y omnipotencia; Él os permite a vosotros ver la verdad en el interior de cada etapa de Su obra, para ver exactamente cómo explicar la omnipotencia de Dios, y muy particularmente explicar con exactitud la realidad de Dios.

¿Acaso la gente no cree que estaba predestinado antes de la creación que Judas vendería a Jesús? De hecho, el Espíritu Santo había planeado esto de acuerdo a la actualidad de aquel momento. Por casualidad, había alguien con el nombre de Judas que siempre malversaba los fondos. Él fue elegido para desempeñar este rol y de esta manera prestar su servicio. Este es un verdadero ejemplo de aprovechar los recursos locales. Jesús no era consciente de esto al principio; Él sólo lo supo una vez que Judas fue revelado más adelante. Si alguien más hubiera estado capacitado para desempeñar este rol, entonces otra persona lo hubiera hecho en lugar de Judas. Lo que fue predestinado en realidad fue hecho contemporáneamente por el Espíritu Santo. La obra del Espíritu Santo se realiza siempre de forma espontánea; cada vez que Él planea Su obra, el Espíritu Santo la realiza. ¿Por qué siempre digo que la obra del Espíritu Santo es realista? ¿Que siempre es nueva y nunca vieja y siempre es la más fresca? La obra de Dios no estaba ya prevista cuando el mundo fue creado; ¡esto no fue en absoluto lo que pasó! Cada paso de trabajo alcanza su efecto adecuado para su momento respectivo, y estos no interfieren los unos con los otros. Hay muchas ocasiones en las que los planes en tu mente sencillamente no pueden competir con la obra más reciente del Espíritu Santo. Su trabajo no es tan simple como la gente lo piensa, ni es tan compleja como la imaginación de la gente; consiste en proveer a las personas en cualquier momento y en cualquier lugar de acuerdo a sus necesidades actuales. Nadie está más claro que Él en cuanto a la esencia de la gente, y es precisamente por esta razón que nada es capaz de adaptarse a las necesidades reales de las personas de la misma manera como lo hace Su obra. Por lo tanto, desde un punto de vista humano, Su obra fue planeada con varios milenios de antelación. Mientras Él trabaja entre vosotros en estos momentos, de acuerdo con vuestra condición, Él está también haciendo un trabajo y hablando en cualquier momento y en cualquier lugar. Cuando la gente está en una cierta condición, Él pronuncia esas palabras que son precisamente lo que ellos necesitan internamente. Es como el primer paso de Su obra de los tiempos de castigo. Después de los tiempos de castigo, las personas exhibieron ciertos comportamientos, actuaron con rebeldía en ciertas formas, ciertas condiciones positivas surgieron, ciertas condiciones negativas también surgieron, y los límites superiores de esta negatividad llegaron a un cierto nivel. Dios llevó a cabo Su obra con base en todas estas cosas, y por lo tanto se apoderó de ellas para lograr un efecto mucho mayor para Su obra. Él simplemente está llevando a cabo Su trabajo de aprovisionamiento entre las personas de acuerdo con sus condiciones actuales. Él lleva a cabo cada paso de Su obra de acuerdo a las condiciones reales de la gente. Toda la creación está en Sus manos; ¿podría Él no conocerlos? A la luz de las condiciones de la gente, Dios lleva a cabo la siguiente etapa de Su obra que debe ser realizada, en cualquier momento y lugar. De ninguna manera este trabajo fue planificado con miles de años de antelación; ¡esta es una noción humana! Él trabaja a medida que observa los efectos de Su obra, y Su obra continuamente se profundiza y desarrolla; al ir observando los resultados de Su trabajo, Él entonces lleva a cabo la siguiente etapa de Su obra. Él usa muchas cosas para hacer la transición gradual, y para hacer visible Su nueva obra a las personas a medida que transcurre el tiempo. Este tipo de trabajo puede proveer según las necesidades de la gente, porque Dios conoce demasiado bien a la gente. Esta es la forma en que desempeña Su trabajo desde el cielo. También así Dios encarnado lleva a cabo Su obra de la misma manera, planificando de acuerdo a la actualidad y trabajando entre la humanidad. Ninguna parte de Su obra fue planeada antes de la creación del mundo, ni fue meticulosamente planeada de antemano. Dos mil años después de la creación del mundo, Jehová vio que la humanidad había llegado a ser tan corrupta que Él usó la boca del profeta Isaías para profetizar que después de que la Era de la Ley terminara, Él llevaría a cabo Su obra de redimir a la humanidad en la Era de la Gracia. Este era el plan de Jehová, por supuesto, pero este plan también se hizo de acuerdo a las circunstancias que Él observó en esos tiempos; Él definitivamente no pensó en ello inmediatamente después de la creación de Adán. Isaías simplemente profetizó, pero Jehová no hizo inmediatamente los preparativos para esto durante la Era de la Ley; más bien, Él le dio forma a esta obra al inicio de la Era de la Gracia, cuando el mensajero apareció a José en el sueño y lo iluminó, diciéndole que Dios se haría carne, y así comenzó Su obra de la encarnación. Dios no se preparó para Su obra de la encarnación después de la creación del mundo, como la gente se imagina; esto sólo fue decidido en función del grado de desarrollo de la humanidad y del estado de Su guerra con Satanás.

Cuando Dios se hace carne, Su Espíritu desciende sobre un hombre; en otras palabras, el Espíritu de Dios se viste de carne. Él realiza Su obra sobre la tierra, y en lugar de traer con Él varios pasos restringidos, este trabajo es completamente ilimitado. La obra que el Espíritu Santo hace en la carne continúa siendo determinada por los efectos de Su obra, y Él usa estas cosas para determinar la longitud de tiempo en el que Él hará el trabajo mientras permanece en la carne. El Espíritu Santo revela directamente cada paso de Su obra; Él examina Su obra a medida que Él avanza; no es nada tan sobrenatural como para estirar los límites de la imaginación humana. Esto es como la obra de Jehová en la creación de los cielos y la tierra y todas las cosas; Él planificaba y trabajaba simultáneamente. Él separó la luz de la oscuridad, y la mañana y la tarde fueron creadas, esto se llevó un día. En el segundo día creó el cielo, que también se llevó un día, y después creó la tierra, los mares y las cosas que los poblaban, tomándose también un día más. Esto continuó hasta el sexto día, cuando Dios creó al hombre y le permitió manejar todas las cosas sobre la tierra, hasta el séptimo día, cuando hubo terminado de crear todas las cosas, y descansó. Dios bendijo el séptimo día y lo designó como día santo. Él decidió hacer este día santo después de haber creado todas las cosas, no antes de la creación de las mismas. Este trabajo también se llevó a cabo de forma espontánea; antes de la creación de todas las cosas, Él no decidió crear el mundo en seis días y descansar el séptimo; los hechos no son así en absoluto. Él no dijo esto, ni tampoco lo planeó así. De ninguna manera dijo Él que la creación de todas las cosas se completaría en el sexto día y que Él descansaría en el séptimo; más bien, Él fue creando las cosas de acuerdo a lo que le parecía bueno a Él. Una vez que hubo terminado de crear todo, ya había llegado el sexto día. Si hubiese sido el quinto día en el que Él hubiese terminado la creación de todo, entonces Él habría designado el sexto día como un día santo; sin embargo, Él terminó de crear todo en el sexto día, y por lo tanto el séptimo día se convirtió en un día santo, que ha sido promulgado hasta el presente día. Por lo tanto, Su obra actual se lleva a cabo de esta misma manera. Él habla y suministra a vosotros según vuestras necesidades, de acuerdo con vuestras condiciones. Es decir, el Espíritu habla y obra de acuerdo a las condiciones de las personas; el Espíritu vigila todo y trabaja en cualquier momento y lugar. Lo que Yo hago, digo, coloco sobre vosotros y os confiero a vosotros es, sin excepción, lo que vosotros necesitáis. Es por eso que Yo digo que nada de Mi obra es independiente de la actualidad; todo es práctico, porque todos saben que “el Espíritu de Dios vela por todos”. Si todo esto hubiese sido decidido de antemano, ¿no hubiera sido todo bien definido? Creéis que Dios ideó seis milenios completos sólo para predestinar que la humanidad se volviera rebelde, resistente, torcida y engañosa, que tuviera el carácter satánico corrupto, la carne, la pasión de los ojos y su propia indulgencia. Esto no estaba predestinado, sino que fue debido a la corrupción de Satanás. Algunos dirán, “¿No estaba Satanás también bajo la mano de Dios? Dios predestinó que Satanás corrompería al hombre de esta manera, y después de eso Él llevaría a cabo Su obra entre los hombres”. ¿Habría Dios realmente predestinado que Satanás corrompiera a la humanidad? Él está demasiado deseoso de que la humanidad viva una vida humana normal; ¿acosaría Él la vida de la humanidad? Si así fuese, ¿no sería derrotar a Satanás y salvar a la humanidad un esfuerzo inútil? ¿Cómo podría ser predestinada la rebeldía de la humanidad? En realidad, ello ha sido causado por el acoso de Satanás; ¿cómo podría eso ser predestinado por Dios? El Satanás bajo la mano de Dios que vosotros entendéis y el Satanás bajo la mano de Dios del cual Yo hablo son muy diferentes. De acuerdo con vuestra afirmación de que “Dios es todopoderoso, y Satanás está dentro de Sus manos”, Satanás no lo hubiese traicionado. ¿No habéis dicho que Dios es todopoderoso? Vuestro conocimiento es demasiado abstracto y está fuera de la actualidad; ¡es inválido y no funciona! Dios es todopoderoso; esto no es falso en absoluto. El arcángel traicionó a Dios porque Dios le dio inicialmente una porción de autoridad. Por supuesto, esto fue un hecho inesperado, como Eva al sucumbir ante la tentación de la serpiente. Sin embargo, no importa cómo Satanás lleve a cabo su traición, a diferencia de Dios, Satanás no es todopoderoso. Como vosotros habéis dicho, Satanás es poderoso; no importa lo que haga, la autoridad de Dios siempre lo derrota. Este es el verdadero significado de la frase: “Dios es omnipotente, y Satanás está dentro de Sus manos”. Por lo tanto, Su guerra con Satanás debe llevarse a cabo un paso a la vez; más aún, Él planifica Su trabajo en respuesta a las artimañas de Satanás. Es decir, de acuerdo con las eras, Él salva a las personas y revela Su sabiduría y omnipotencia. Del mismo modo, el trabajo en los últimos días no estuvo predestinado antes de la Era de la Gracia; no estuvo predestinado de una manera ordenada como la siguiente: primero, hacer que el carácter externo del hombre cambiara; segundo, hacer que el hombre reciba Su castigo y pruebas; tercero, hacer que el hombre experimente la muerte; cuarto, hacer que el hombre experimente los tiempos de amar a Dios y que exprese la resolución de un ser creado; quinto, hacer que el hombre vea la voluntad de Dios y que conozca a Dios por completo, entonces hacer al hombre completo. Él no planificó todas estas cosas durante la Era de la Gracia; más bien, Él comenzó a planificarlas en la era actual. Satanás está trabajando, al igual que Dios. Satanás expresa su carácter corrupto, mientras que Dios habla directamente y revela algunas cosas fundamentales. Este es el trabajo que se realiza en la actualidad, y este mismo tipo de principio de trabajo se usó hace mucho tiempo, después que el mundo fue creado.

De «La Palabra manifestada en carne«

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La Palabra de Dios | Muchos son llamados, pocos escogidos

He buscado a muchos en la tierra para que sean Mis seguidores. Entre ellos están aquellos quienes sirven como sacerdotes, aquellos quienes guían, aquellos quienes educan a los hijos, aquellos quienes forman el pueblo y aquellos quienes hacen el servicio.

La Palabra de Dios | Muchos son llamados, pocos escogidos

He buscado a muchos en la tierra para que sean Mis seguidores. Entre ellos están aquellos quienes sirven como sacerdotes, aquellos quienes guían, aquellos quienes educan a los hijos, aquellos quienes forman el pueblo y aquellos quienes hacen el servicio. Los dividí en estas diferentes categorías basado en la lealtad que me muestran. Cuando todos los hombres hayan sido clasificados de acuerdo a su tipo, es decir, cuando la naturaleza de cada tipo de hombre se haya revelado, entonces enumeraré a cada hombre entre los de su tipo legítimo y pondré a cada tipo en su lugar adecuado para que Yo pueda lograr Mi objetivo de salvación de la humanidad. A su vez, llamo a los grupos de aquellos a los que deseo salvar para que regresen a Mi casa, entonces permito a todas estas personas que acepten Mi obra en los últimos días. Al mismo tiempo, clasifico al hombre según su tipo, luego recompenso o castigo a cada uno en base a sus obras. Tales son los pasos que comprenden Mi obra.

Yo vivo ahora en la tierra y vivo entre los hombres. Todos los hombres están experimentando Mi obra y viendo Mi palabra, y con esto confiero todas las verdades a cada uno de Mis seguidores para que puedan recibir vida de Mí y así tener el camino a seguir. Porque Yo soy Dios, Dador de vida. Durante Mis muchos años de obrar el hombre ha recibido mucho y ha renunciado a mucho, sin embargo, todavía afirmo que el hombre no cree verdaderamente en Mí. Porque el hombre solamente reconoce en la superficie que Yo soy Dios y no está de acuerdo con la verdad que hablo, mucho menos practica la verdad que Yo exijo de él. Es decir, el hombre reconoce sólo la existencia de Dios, pero no la de la verdad; el hombre sólo reconoce la existencia de Dios, pero no la de la vida; el hombre sólo reconoce el nombre de Dios, pero no Su esencia. Debido a su celo, el hombre me es detestable. Porque el hombre sólo usa palabras agradables al oído para engañarme y ninguno me adora con un corazón sincero. Tus palabras llevan la tentación de la serpiente. Y tus palabras son arrogantes al extremo, simplemente como si el arcángel las hubiera expresado. Además, tus acciones están gastadas; tus deseos desmedidos y tus intenciones codiciosas son ofensivas de escuchar. Todos vosotros os habéis convertido en polilla en Mi casa y en objetos de Mi aversión y rechazo. Porque ninguno de vosotros sois amantes de la verdad, sólo sois hombres que estáis a favor de las bendiciones, que queréis ascender al cielo, a quienes os agrada ver la magnificencia de Cristo ejerciendo Su poder en la tierra. ¿Alguna vez has pensado cómo un hombre tan profundamente corrompido como tú, quien para nada sabe lo que Dios es, puede ser digno de seguir a Dios? ¿Cómo puedes ascender al cielo? ¿Cómo puedes ser digno de ver la belleza sin precedentes de la magnificencia? Vuestras bocas están llenas con palabras de engaño e inmundicia, de traición y altanería. Nunca me habéis hablado palabras de sinceridad ni santidad, ni tampoco las palabras de que experimentas Mi palabra y me obedeces. ¿Qué fe es esta? Vuestros corazones están llenos de deseos y riqueza; vuestras mentes están llenas con las cosas materiales. Cada día calculáis cómo obtener de Mí, evaluando cuánta riqueza y cuántas cosas materiales habéis obtenido de Mí. Cada día esperáis que más bendiciones caigan sobre vosotros para que podáis gozar más cosas y más placenteras. Lo que hay en tus pensamientos en cada momento no soy Yo o la verdad que proviene de Mí, sino tu esposo (esposa), hijos, hijas o lo que comes o vistes, y cómo puedes gozar aún un placer mejor, un placer mayor. Incluso si llenas tu estómago hasta el tope, ¿no sigues siendo poco más que un cadáver? Aunque adornes tu forma gloriosamente, ¿no sigues siendo un cadáver andante que no tiene vida? Te afanas por el bien de tu estómago hasta que tienes canas, sin embargo, nadie está dispuesto a sacrificar un solo cabello por Mi obra. Viajas, trabajas duro y te rompes la cabeza para tu carne y para tus hijos, sin embargo, nadie se preocupa o piensa de lo que está en Mi corazón y Mi mente. ¿Qué deseas obtener de Mí?

Nunca estoy apresurado en Mi obra. No importa cómo me siga el hombre, hago Mi obra de acuerdo con cada paso, como en Mi plan. Por lo tanto, aunque te rebeles tanto contra Mí, no detengo Mi obra y sigo hablando la palabra que deseo. Llamo a Mi casa a todos los que he predestinado para que escuchen Mi palabra, entonces pongo ante Mi trono a todos quienes obedecen y anhelan Mi palabra. Aquellos quienes traicionan Mi palabra, aquellos quienes no me obedecen ni se someten a Mí, y aquellos quienes abiertamente me desafían, serán echados a un lado a esperar su castigo final. Todos los hombres viven en perversión y bajo la mano del maligno, así que no muchos de los que me siguen realmente anhelan la verdad. Es decir, la mayoría no me adora con un corazón verdadero o con la verdad, sino que tratan de ganar Mi confianza a través de la perversión, la rebelión y las medidas engañosas. Es por esta razón que digo, “Muchos son llamados, pero pocos escogidos”. Todos los que son llamados están profundamente pervertidos y viven en la misma época, pero aquellos quienes son escogidos son sólo esa parte que cree y reconoce la verdad, y que práctica la verdad. Estos hombres son sólo una parte muy pequeña de la totalidad, y de entre estos hombres recibiré más gloria. Si os medís con estas palabras, ¿sabes si estás entre los escogidos? ¿Cuál será tu fin?

Ya he dicho que los que me siguen son muchos, pero los que me aman con un corazón sincero son pocos. Quizá algunos pueden decir, “¿Sacrificaríamos tanto si no te amáramos? ¿Te seguiríamos todavía si no te amáramos?” Tienes de hecho muchas razones. Tu amor, de hecho, es muy grande, pero, ¿cuál es la esencia de tu amor por Mí? “Amor”, como se le dice, se refiere a una emoción pura sin mancha, donde usas tu corazón para amar, sentir y ser considerado. En el amor no hay condiciones, no hay barreras y no hay distancia. En el amor no hay sospecha ni engaño ni malicia. En el amor no hay distancia ni nada impuro. Si amas, entonces no engañas, no te quejas, no traicionas, no te rebelas, no tomas ni pides para recibir algo o una cierta cantidad. Si amas, entonces alegremente te sacrificas, soportas dificultades y eres compatible conmigo. Darías tu todo por Mí: tu familia, tu futuro, tu juventud y tu matrimonio. ¡De otro modo tu amor para nada es amor sino engaño y traición! ¿Qué clase de amor es el tuyo? ¿Es un amor verdadero? ¿Es falso? ¿A cuánto has renunciado? ¿Cuánto has sacrificado? ¿Cuánto amor he obtenido Yo de ti? ¿Lo sabes? Vuestro corazón está lleno de maldad, traición y engaño. Entonces, ¿cuánto de vuestro amor es impuro? Creéis que ya habéis renunciado a suficiente por Mí; creéis que vuestro amor por Mí ya es suficiente, sin embargo, ¿por qué vuestras palabras y acciones siempre llevan con ellas rebelión y engaño? Me seguís pero no reconocéis Mi palabra; ¿se considera esto amor? Me seguís pero me hacéis a un lado; ¿se considera esto amor? Me seguís, pero sin embargo no confiáis en Mí; ¿se considera esto amor? Me seguís pero no aceptáis Mi existencia; ¿se considera esto amor? Me seguís, pero no me tratáis como corresponde a quien Yo soy y me complicáis las cosas a cada momento; ¿se considera esto amor? Me seguís pero me tratáis como un necio y me engañáis en cada asunto; ¿se considera esto amor? Me servís pero no me teméis; ¿se considera esto amor? Os oponéis a Mí en todos los aspectos y en todas las cosas; ¿es todo esto considerado amor? Habéis sacrificado mucho, esto es cierto, pero nunca habéis practicado lo que pido de vosotros; ¿se puede considerar esto amor? Un cálculo cuidadoso muestra que no hay el más mínimo indicio de amor por Mí dentro de vosotros. Después de estos muchos años de obrar y tantas palabras que Yo he aportado, ¿qué tanto has recibido realmente? ¿No amerita esto volverlo a mirar cuidadosamente? Te advierto: Los que Yo llamo no son los que no han sido pervertidos, sino que los que Yo escojo son los que sinceramente me aman. Por lo tanto, debéis ser vigilantes de vuestras palabras y actos, y examinar vuestras intenciones y pensamientos para que no crucen la línea. En el momento del fin, haced todo lo posible para presentar vuestro amor ante Mí, ¡no sea que Mi ira nunca se aparte de vosotros!

                                                                       De «La Palabra manifestada en carne«

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La Palabra de Dios | El Reino Milenario ha llegado

La Palabra de Dios | El Reino Milenario ha llegado

La Palabra de Dios | El Reino Milenario ha llegado

Dios Todopoderoso dice: “La llegada del Reino Milenario a la tierra es la llegada de las palabras de Dios a la tierra. El descenso de la Nueva Jerusalén desde el cielo es la llegada de las palabras de Dios para vivir entre los hombres, para acompañar cada acción del hombre y todos sus pensamientos más secretos. Este también es el hecho que Dios cumplirá y la maravillosa escena del Reino Milenario. Este es el plan que estableció Dios: Sus palabras aparecerán en la tierra por mil años, y manifestarán todos Sus hechos, y completarán toda Su obra en la tierra, después de lo cual esta etapa de la humanidad llegará a su fin”.《千年国度已来到》配音版

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Canción cristiana | Sólo al obrar en la carne puede Dios alcanzar a la humanidad

Por la palabra del Dios práctico, las flaquezas y rebeliones se juzgan y revelan,

y el hombre recibe lo que necesita, ve que Dios ha venido al mundo humano.

La obra del práctico Dios salva a todos de Satanás,

los rescata de la suciedad, de su carácter corrompido, de su carácter corrompido.

Canción cristiana | Sólo al obrar en la carne puede Dios alcanzar a la humanidad

I

Por la palabra del Dios práctico, las flaquezas y rebeliones se juzgan y revelan,

y el hombre recibe lo que necesita, ve que Dios ha venido al mundo humano.

La obra del práctico Dios salva a todos de Satanás,

los rescata de la suciedad, de su carácter corrompido, de su carácter corrompido.

Ser ganado por Dios significa seguir Su ejemplo, es el modelo perfecto del hombre.

Sigue al práctico Dios, vive una vida normal,

guarda Sus palabras, mantén lo que dice,

y alcanza lo que pide; y así serás ganado por Dios.

II

Dios se hizo carne, y permite a la gente ver Sus obras.

Su Espíritu tomó forma para que el hombre pueda tocar a Dios,

mirar a Dios y llegar a conocerlo. De este modo práctico completa Dios a la gente.

Los capaces de guiar sus vidas de acuerdo a Él

y de seguir Su corazón, esos son ganados por Dios.

Ser ganado por Dios significa seguir Su ejemplo, es el modelo perfecto del hombre.

Sigue al práctico Dios, vive una vida normal,

guarda Sus palabras, mantén lo que dice,

y alcanza lo que pide; y así serás ganado por Dios.

III

Si Dios hablara sólo desde el cielo y no bajara a la tierra, ¿cómo podría conocerle la gente?

Con palabras vacías para transmitir Su obra, pero no Sus palabras como realidad.

Dios viene como modelo, para que el hombre pueda verlo y tocarlo, ver y ser ganado por Él.

Ser ganado por Dios significa seguir Su ejemplo, es el modelo perfecto del hombre.

Sigue al práctico Dios, vive una vida normal, guarda Sus palabras,

mantén lo que dice, y alcanza lo que pide; y así serás ganado por Dios.

De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”

Escuchar más: Musica cristiana de alabanza