Canción cristiana | La obra de Dios sigue avanzando

La obra de Dios sigue avanzando;

aunque siempre será la misma misión,

los medios de Su obra siempre cambian,

lo mismo que los que lo siguen.

Mientras Dios realiza más obra, más profundo lo conoce el hombre,

más cambia el carácter del hombre junto a Su obra.

Canción cristiana | La obra de Dios sigue avanzando

I

La obra de Dios sigue avanzando;

aunque siempre será la misma misión,

los medios de Su obra siempre cambian,

lo mismo que los que lo siguen.

Mientras Dios realiza más obra, más profundo lo conoce el hombre,

más cambia el carácter del hombre junto a Su obra.

La obra de Dios sigue avanzando;

nunca es vieja, nueva siempre es.

Él no repite una obra previa;

obras nunca antes hechas son las que debe hacer.

II

Dios no se queda en la misma obra;

siempre es cambiante, siempre innova.

Lo mismo que Dios hablando nuevas palabras,

haciendo nueva obra cada día en ti.

Y esta la obra que hace Dios;

la clave está en “maravilloso” y “nuevo”.

“Inmutable es Dios, y siempre será Dios”.

Este refrán que de hecho, es verdad.

La obra de Dios sigue avanzando;

nunca es vieja, nueva siempre es.

Él no repite una obra previa,

obras nunca antes hechas son las que debe hacer.

III

La obra de Dios está siempre cambiando,

para los que ignoran la obra del Espíritu,

y aquellos que no saben ver la verdad,

terminan siendo de Dios oponentes.

La esencia de Dios nunca cambiará;

Dios siempre es Dios y nunca Satanás.

Esto no quiere decir que Su obra sea inmutable

y tan constante como Su esencia.

Dices que Dios no cambia,

¿cómo explicas «nunca vieja, siempre nueva»?

La obra de Dios se expande y cambia,

muestra Su deseo y al hombre lo hace saber.

La obra de Dios sigue avanzando;

nunca es vieja, nueva siempre es.

Él no repite una obra previa,

obras nunca antes hechas son las que debe hacer.

De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”

Fuente: Iglesia de Dios Todopoderoso

¡Bienvenido a escuchar las nuevas canciones del reino en mi plataforma! Si quiere compartir su emoción o tiene alguna confusión en su fe mientras escucha y alaba, puede enviárnosla a través de Messenger, y esperamos comunicarnos con usted.

 

Una breve charla sobre “El Reino Milenario ha llegado”

¿Cómo veis vosotros la visión del Reino Milenario? Algunas personas piensan mucho en ello y dicen que el Reino Milenario durará mil años sobre la tierra, de modo que, si los miembros de más edad de la iglesia no están casados, ¿tienen que casarse? Mi familia no tiene dinero, ¿yo debería empezar a ganar dinero?…

¿Cómo veis vosotros la visión del Reino Milenario? Algunas personas piensan mucho en ello y dicen que el Reino Milenario durará mil años sobre la tierra, de modo que, si los miembros de más edad de la iglesia no están casados, ¿tienen que casarse? Mi familia no tiene dinero, ¿yo debería empezar a ganar dinero?… ¿Qué es el Reino Milenario? ¿Vosotros lo sabéis? La gente está ciega y sufre una gran prueba. De hecho, el Reino Milenario todavía tiene que llegar de manera oficial. Durante la etapa de hacer perfectas a las personas, el Reino Milenario es meramente un polluelo; para el tiempo del Reino Milenario del que habló Dios, el hombre ya se habrá perfeccionado. Anteriormente se dijo que las personas serían como santos y permanecerían firmes en la tierra de Sinim. Hasta que las personas no sean perfectas, es decir, hasta que no se conviertan en los santos de los que habló Dios, el Reino Milenario no habrá llegado. Cuando Dios hace perfectas a las personas, Él las purifica y, cuanto más puras son, más las perfecciona Dios. Cuando la impureza, la rebeldía, la oposición y las cosas de la carne que están dentro de ti sean expulsadas, cuando hayas sido purificado, entonces serás amado por Dios (y, en otras palabras, serás un santo); cuando tú hayas sido hecho perfecto por Dios y te vuelvas un santo, estarás en el Reino Milenario. Ahora es la Era del Reino. En la Era del Reino Milenario la gente dependerá de las palabras de Dios para vivir, todas las naciones vendrán bajo el nombre de Dios y todas vendrán a leer las palabras de Dios. En ese tiempo algunos llamarán por teléfono, otros enviarán fax… ellos usarán todos los medios para acceder a las palabras de Dios, y vosotros también vendréis bajo las palabras de Dios. Todo esto es lo que ocurre cuando se hace perfectas a las personas. Hoy, las personas son perfeccionadas, refinadas, iluminadas y guiadas a través de palabras; esta es la Era del Reino, es la etapa de perfeccionamiento de las personas y eso no tiene conexión alguna con la Era del Reino Milenario. Durante la Era del Reino Milenario, la gente ya habrá sido hecha perfecta y el carácter corrupto que está dentro de ellos, purificado. En ese tiempo, las palabras habladas por Dios guiarán a la gente paso a paso y revelarán todos los misterios de la obra de Dios desde el tiempo de la creación hasta el presente, y Sus palabras hablarán a las personas sobre las acciones de Dios en cada era y cada día, sobre cómo Él guía a la gente por dentro, la obra que Él realiza en la esfera espiritual, y le hablará al hombre sobre las dinámicas del mundo espiritual. Sólo entonces será verdaderamente la Era de la Palabra; ahora es meramente un polluelo. Si las personas no son hechas perfectas y purificadas, no habrá manera de que vivan mil años sobre la tierra y su carne inevitablemente se corromperá; si están purificadas por dentro, y no pertenecen más a Satanás y a la carne, entonces seguirán vivas sobre la tierra. En esta etapa, tú todavía estás ciego y todo lo que experimentáis es amar a Dios y dar testimonio de Él cada día que vivís en la tierra.

“El Reino Milenario ha llegado” es una profecía, es comparable a la predicción de un profeta, en la cual Dios profetiza lo que sucederá en el futuro. Las palabras que Dios habla en el futuro y las palabras que Él habla hoy no son las mismas: las palabras del futuro guiarán la era, mientras que las palabras que Él habla hoy hacen perfectas a las personas, las refinan y tratan con ellas. La Era de la Palabra en el futuro es diferente de la Era de la Palabra hoy. Actualmente, todas las palabras habladas por Dios —independientemente del medio a través del cual lo hace— son, en síntesis, para hacer a las personas perfectas, para purificar lo que está sucio dentro de ellas y para hacerlas santas y rectas delante de Dios. Las palabras habladas hoy y las palabras habladas en el futuro son dos cosas independientes. Las palabras habladas en la Era del Reino son para hacer que las personas ingresen en todo el entrenamiento, para llevar a las personas a la vía correcta en todo, para expulsar todo lo impuro en ellas. Eso es lo que Dios hace en esta era: Él crea un fundamento de Sus palabras en cada persona, Él hace Sus palabras la vida de cada persona y Él usa Sus palabras para iluminarlas y guiarlas por dentro en cada momento. Cuando no sean conscientes de la voluntad de Dios, las palabras de Dios estarán dentro de ellas para reprobarlas y disciplinarlas. Las palabras de hoy deben ser la vida del hombre, ellas proveen directamente todo lo que el hombre necesita, todo aquello de lo que tú careces dentro de ti lo proveen las palabras de Dios, y todos los que aceptan las palabras de Dios son iluminados al comer y beber Sus palabras. Las palabras habladas por Dios en el futuro guían a las personas de todo el universo; en la actualidad, esas palabras sólo se hablan en China y no representan las que se hablan en el universo entero. Dios sólo le hablará a todo el universo cuando el Reino Milenario llegue. Debes saber que todas las palabras habladas por Dios hoy son para hacer a las personas perfectas; las palabras habladas por Dios durante esta etapa son para satisfacer las necesidades de las personas, no para permitirte conocer los misterios o ver los milagros de Dios. El hecho de que Él hable por muchos medios tiene el fin de satisfacer las necesidades de las personas. La Era del Reino Milenario todavía está por llegar; la Era del Reino Milenario de la que se habla es el día de la gloria de Dios. Después de que la obra de Jesús en Judea fue completada, Dios transfirió Su obra a la China continental y creó otro plan. Él realiza otra parte de Su obra en vosotros, Él realiza la obra de hacer a las personas perfectas con palabras y utiliza palabras para hacer que la gente sufra mucho dolor, así como para que obtenga mucha de la gracia de Dios. Esta etapa de la obra creará un grupo de vencedores y, después de que Él haya creado este grupo de vencedores, ellos serán capaces de testificar Sus acciones, de vivir la realidad, de realmente satisfacerlo a Él y de serle leales hasta la muerte y, de esta forma, Dios será glorificado. Cuando Dios sea glorificado, cuando Él haya hecho perfectas a este grupo de personas, será la Era del Reino Milenario.

Jesús estuvo en la tierra por treinta y tres años y medio. Él vino a hacer la obra de la crucifixión y, a través de la crucifixión, Dios obtuvo una parte de la gloria. Cuando Dios vino en la carne, fue capaz de ser humilde y oculto y pudo soportar un sufrimiento tremendo. Aunque Él era Dios mismo, aun así soportó toda humillación y todo desprecio y toleró un inmenso dolor al ser clavado en la cruz, hasta completar la obra de la redención. Después de que esta etapa de Su obra concluyó, aunque las personas vieron que Dios había recibido gran gloria, esta no era la totalidad de Su gloria; sólo era una parte de Su gloria, la cual había obtenido de Jesús. Aunque Jesús fue capaz de soportar todo sufrimiento, de ser humilde y oculto, de ser crucificado por Dios, Dios sólo obtuvo una parte de Su gloria y Su gloria se obtuvo en Israel. Dios todavía tiene otra parte de gloria: venir a la tierra para realmente obrar y hacer perfecto a un grupo de personas. Durante la etapa de la obra de Jesús, Él hizo algunas cosas sobrenaturales, pero esa etapa de la obra no fue de ninguna manera sólo para llevar a cabo las señales y maravillas. Fue principalmente para mostrar que Jesús podía sufrir y ser crucificado por Dios, que Jesús era capaz de sufrir un dolor tremendo porque Él amaba a Dios y que, aunque Dios lo abandonara, todavía estaba dispuesto a sacrificar Su vida por cumplir con la voluntad de Dios. Después de que Dios hubo completado Su obra en Israel y Jesús fue clavado en la cruz, Dios fue glorificado y Dios hubo dado testimonio ante Satanás. Vosotros no sabéis ni habéis visto cómo Dios se hizo carne en China, ¿entonces cómo podéis ver que Dios ha sido glorificado? Cuando Dios hace tanta obra de conquista en vosotros y vosotros os mantenéis firmes, entonces esta etapa de la obra de Dios es exitosa y eso es parte de la gloria de Dios. Vosotros veis solamente esto y todavía tenéis que ser hechos perfectos por Dios, todavía tenéis que dar vuestros corazones por completo a Dios. Todavía tenéis que ver por completo esta gloria; vosotros sólo veis que Dios ya ha conquistado vuestro corazón, que nunca lo podéis abandonar, que seguiréis a Dios hasta el final y que vuestro corazón no cambiará y que esto es la gloria de Dios. ¿En qué veis la gloria de Dios? En los efectos de Su obra en las personas. La gente ve que Dios es tan amoroso, ellos tienen a Dios en su corazón y no desean dejarlo; esto es la gloria de Dios. Cuando surge la fuerza de los hermanos y hermanas de las iglesias y ellos pueden amar a Dios desde su corazón, ver el supremo poder de la obra hecha por Dios, el incomparable poder de Sus palabras, cuando ellos ven que Sus palabras llevan autoridad y que Él puede emprender Su obra en la población fantasma de la China continental, cuando, aunque las personas son débiles, sus corazones se inclinan ante Dios y están dispuestas a aceptar las palabras de Dios, y cuando, aunque son débiles y no aptas, pueden ver que las palabras de Dios son tan adorables y dignas de su aprecio, entonces, esto es la gloria de Dios. Cuando llegue el día en que las personas sean hechas perfectas por Dios, sean capaces de rendirse ante Él, puedan obedecerlo enteramente y dejen sus expectativas y su destino en manos de Dios, entonces la segunda parte de la gloria de Dios habrá sido lograda por completo. Eso quiere decir que, cuando la obra del Dios práctico haya sido enteramente completada, Su obra en la China continental llegará a su fin; en otras palabras, cuando aquellos que fueron predestinados y escogidos por Dios hayan sido hechos perfectos, Dios será glorificado. Dios dijo que Él ha traído la segunda parte de Su gloria a Oriente, pero esto es invisible al ojo humano. Dios ha traído Su obra a Oriente: Él ya ha venido a Oriente y eso es la gloria de Dios. Hoy en día, aunque Su obra todavía tiene que completarse, porque Dios ha decidido obrar, ciertamente será cumplida. Dios ha decidido que va a completar esta obra en China y Él ha resuelto haceros completos. Por lo tanto, no os da escapatoria; Él ya ha conquistado vuestro corazón y tú tienes que continuar ya sea que quieras o no, y cuando seáis ganado por Dios, Dios será glorificado. Hoy, Dios todavía tiene que ser completamente glorificado, porque tú todavía tienes que ser hecho perfecto y, aunque tu corazón ha regresado a Dios, todavía hay muchas debilidades en tu carne y eres incapaz de satisfacer a Dios, eres incapaz de ser consciente de la voluntad de Dios y hay muchas cosas negativas de las que debéis deshaceros.

Fuente: Iglesia de Dios Todopoderoso

Palabra de vida | Sólo al experimentar pruebas dolorosas puedes conocer el encanto de Dios

¿Cuánto amas a Dios el día de hoy? ¿Y cuánto sabes de todo lo que Él ha hecho en ti? Esto es lo que debes aprender. Cuando Dios llegue a la tierra, todo lo que Él ha hecho en el hombre y le ha permitido al hombre ver es para que el hombre lo ame y lo conozca realmente. Que el hombre pueda sufrir por Dios y que haya podido llegar hasta aquí se debe, en un sentido, al amor de Dios y, en el otro, a la salvación de Dios;

Palabra de vida | Sólo al experimentar pruebas dolorosas puedes conocer el encanto de Dios

¿Cuánto amas a Dios el día de hoy? ¿Y cuánto sabes de todo lo que Él ha hecho en ti? Esto es lo que debes aprender. Cuando Dios llegue a la tierra, todo lo que Él ha hecho en el hombre y le ha permitido al hombre ver es para que el hombre lo ame y lo conozca realmente. Que el hombre pueda sufrir por Dios y que haya podido llegar hasta aquí se debe, en un sentido, al amor de Dios y, en el otro, a la salvación de Dios; además, se debe a la obra del juicio y del castigo que Dios ha llevado a cabo en el hombre. Si no tenéis el juicio, el castigo y las pruebas de Dios, y si Dios no os ha hecho sufrir, entonces, a decir verdad, vosotros no amáis sinceramente a Dios. Cuanto mayor sea la obra que Dios hace en el hombre, y cuanto mayor sea el sufrimiento del hombre, más puede mostrar cuán significativa es la obra de Dios y más puede el corazón del hombre amar a Dios sinceramente. ¿Cómo aprendéis cómo amar a Dios? Sin la tribulación ni el refinamiento, sin las pruebas dolorosas, y si, aparte de esto, todo lo que Dios le diera al hombre fuera la gracia, el amor y la misericordia, ¿serías capaz de alcanzar el verdadero amor a Dios? Por un lado, durante las pruebas que Dios permite, el hombre llega a conocer sus deficiencias y ve que es insignificante, despreciable y vil, que no tiene nada y que no es nada; por el otro, durante Sus pruebas Dios crea para el hombre entornos diferentes que hacen que el hombre pueda experimentar más la hermosura de Dios. Aunque el dolor es grande y a veces insuperable, e incluso alcanza el nivel de un dolor abrumador, después de haberlo experimentado, el hombre ve qué preciosa es la obra de Dios en él y sólo sobre este fundamento nace en el hombre el amor Verdadero por Dios. Hoy el hombre ve que únicamente con la gracia, el amor y la misericordia de Dios no es capaz de conocerse a sí mismo verdaderamente y mucho menos puede conocer la esencia del hombre. Sólo por medio del refinamiento y del juicio de Dios, sólo durante ese refinamiento puede el hombre conocer sus deficiencias y saber que no tiene nada y, de esta manera, el amor del hombre por Dios se construye sobre el fundamento del refinamiento y el juicio de Dios. Si sólo gozas la gracia de Dios, con una vida familiar tranquila o con bendiciones materiales, entonces no has ganado a Dios y tu creencia en Dios ha fracasado. Dios ya ha llevado a cabo una etapa de la obra de la gracia en la carne y le ha otorgado al hombre bendiciones materiales, pero el hombre no puede ser perfeccionado sólo con la gracia, el amor y la misericordia. En las experiencias del hombre, este encuentra algo del amor de Dios y ve el amor y la misericordia de Dios, pero después de experimentar por un periodo de tiempo, ve que la gracia de Dios y Su amor y misericordia no pueden hacer perfecto al hombre y no pueden revelar lo que está corrupto dentro del hombre ni tampoco pueden librar al hombre de su carácter corrupto o hacer perfecto su amor y su fe. La obra de la gracia de Dios fue la obra de un periodo y el hombre no puede depender del disfrute de la gracia de Dios para conocer a Dios.

¿A través de qué se alcanza la perfección que Dios tiene para el hombre? A través de Su justo carácter. El carácter de Dios consiste principalmente de la justicia, la ira, la majestad, el juicio y la maldición y Su perfección para el hombre es principalmente por medio del juicio. Algunas personas no entienden y preguntan por qué es que Dios sólo puede perfeccionar al hombre por medio del juicio y la maldición. Dicen que si Dios maldijera al hombre, ¿no moriría el hombre? Si Dios juzgara al hombre, ¿el hombre no sería condenado? Entonces, ¿cómo puede todavía ser perfeccionado? Esas son las palabras de la gente que no conoce la obra de Dios. Lo que Dios maldice es la desobediencia del hombre y lo que Él juzga son los pecados del hombre. Aunque Él habla severamente y sin la menor sensibilidad, Él revela todo lo que hay dentro del hombre y a través de estas palabras severas revela lo que es esencial dentro del hombre pero a través de ese juicio le da al hombre un conocimiento profundo de la esencia de la carne y, por lo tanto, el hombre se somete a la obediencia frente a Dios. La carne del hombre es de pecado y de Satanás, es desobediente y el objeto del castigo de Dios, en consecuencia, para permitirle al hombre que se conozca, las palabras del juicio de Dios le deben suceder y todo tipo de refinamiento se debe emplear; sólo entonces puede ser efectiva la obra de Dios.

De las palabras que Dios ha hablado se puede ver que Él ya ha condenado la carne del hombre. ¿Son estas palabras, entonces, las palabras de maldición? Las palabras que Dios habló revelan lo que el hombre es en realidad y por medio de esa revelación tú eres juzgado, y cuando ves que no puedes satisfacer la voluntad de Dios, dentro de ti sientes aflicción y remordimiento, sientes que estás tan en deuda con Dios y que eres insuficiente para la voluntad de Dios. Hay veces en las que el Espíritu Santo te disciplina desde el interior, y esta disciplina procede del juicio de Dios; hay veces en las que Dios te reprende y esconde Su rostro de ti, cuando no te presta atención y no obra dentro de ti, castigándote silenciosamente con el propósito de refinarte. La obra que Dios hace en el hombre es principalmente para poner en claro Su justo carácter. ¿Qué testimonio de Dios da el hombre en última instancia? Él testifica que Dios es el Dios justo, que Su carácter es la justicia, la ira, el castigo y el juicio; el hombre da testimonio del justo carácter de Dios. Dios usa Su juicio para hacer perfecto al hombre, ha estado amando al hombre y salvando al hombre, pero, ¿cuánto está comprendido en Su amor? Hay juicio, majestad, ira y maldición. Aunque Dios maldijo al hombre en el pasado, no echó por completo al hombre en el abismo, sino que usó ese medio para refinar la fe del hombre; no hizo morir al hombre, sino que actuó con la intención de hacer perfecto al hombre. La esencia de la carne es aquello que es de Satanás, Dios lo dijo exactamente bien, pero los hechos que Dios lleva a cabo no se completan de acuerdo a Sus palabras. Te maldice para que lo ames y para que conozcas la esencia de la carne; te castiga con el propósito de que despiertes, para permitirte que conozcas las deficiencias que hay dentro de ti y para que conozcas la total indignidad del hombre. Por consiguiente, las maldiciones de Dios, Su juicio y Su majestad e ira, todo es con el fin de hacer perfecto al hombre. Todo lo que Dios hace en la actualidad, y el justo carácter que deja claro dentro de vosotros, todo es con el fin de hacer perfecto al hombre y ese es el amor de Dios.

En las concepciones tradicionales del hombre, el amor de Dios es Su gracia, misericordia y compasión por la debilidad del hombre. Aunque estas cosas también son el amor de Dios, son demasiado unilaterales y no son el medio principal por el cual Dios perfecciona al hombre. Cuando algunas personas han comenzado a creer en Dios, es por la enfermedad. Esta enfermedad es la gracia de Dios para ti; sin ella, no creerías en Dios, y si no creyeras en Dios entonces no habrías llegado hasta aquí, y por eso incluso esta gracia es el amor de Dios. En el tiempo de la creencia en Jesús, la gente hizo muchas cosas que Dios no amaba porque no entendía la verdad, sin embargo Dios tiene amor y misericordia, y ha traído al hombre hasta aquí y aunque el hombre no entiende nada, todavía Dios le permite seguirlo y, además, ha guiado al hombre hasta el día de hoy. ¿No es este el amor de Dios? Eso que se manifiesta en el carácter de Dios es el amor de Dios, ¡esto es absolutamente correcto! Cuando la construcción de la iglesia alcanzó la culminación, Dios llevó a cabo el paso de la obra de los “hacedores de servicio” y echó al hombre al abismo. Todas las palabras del tiempo de los hacedores de servicio fueron maldiciones: las maldiciones de tu carne, las maldiciones de tu corrupto carácter satánico y las maldiciones de las cosas en ti que no cumplen la voluntad de Dios. La obra que Dios hizo en ese paso se manifestó como majestad; muy cerca después Dios llevó a cabo el paso de la obra de castigo y ahí vino la prueba de la muerte. En esa obra el hombre vio la ira, la majestad, el juicio y el castigo de Dios, pero también vio la gracia de Dios y Su amor y misericordia; todo lo que Dios hizo, y todo lo que se manifestó como Su carácter, fue el amor por el hombre, y todo lo que Dios hizo pudo satisfacer las necesidades del hombre. Lo hizo con el fin de perfeccionar al hombre y proveyó de acuerdo con la estatura del hombre. Si Dios no hubiera hecho esto, el hombre no sería capaz de presentarse ante Dios y no tendría manera de conocer el verdadero rostro de Dios. Desde que el hombre comenzó a creer en Dios hasta el día de hoy, Dios le ha provisto gradualmente de acuerdo con su estatura, para que, en el interior, el hombre poco a poco llegue a conocerlo. Sólo después de haber llegado hasta hoy, el hombre se da cuenta qué maravilloso es el juicio de Dios. El paso de la obra de los hacedores de servicio fue la primera incidencia de la obra de maldición desde el tiempo de la creación hasta el día de hoy. El hombre fue maldecido al abismo. Si Dios no hubiera hecho eso, hoy el hombre no tendría un verdadero conocimiento de Dios; es sólo por medio de la maldición de Dios que el hombre oficialmente se percata del carácter de Dios. Esas experiencias le mostraron al hombre que su lealtad era inaceptable, que su estatura era demasiado pequeña, que era incapaz de satisfacer la voluntad de Dios y que sus reclamos de que satisfacía a Dios todo el tiempo no fueron nada más que palabras. Aunque en el paso de la obra de los hacedores de servicio Dios maldijo al hombre, visto desde hoy ese paso de la obra fue maravilloso: le trajo al hombre un gran punto de inflexión y provocó un gran cambio en su carácter de vida. Antes del tiempo de los hacedores de servicio, el hombre no entendía nada de la búsqueda de la vida, de lo que significa creer en Dios o de la sabiduría de la obra de Dios ni tampoco entendía que la obra de Dios puede probar al hombre. Desde el tiempo de los hacedores de servicio hasta el día de hoy, el hombre ve qué maravillosa es la obra de Dios; es insondable para el hombre, y usando su cerebro no puede imaginar cómo obra Dios y también ve qué pequeña es su estatura y la mucha desobediencia que hay en él. Cuando Dios maldijo al hombre, fue con el fin de lograr un efecto y no hizo morir al hombre. Aunque maldijo al hombre, lo hizo a través de palabras, y Sus maldiciones en realidad no le sucedieron al hombre, porque lo que Dios maldijo fue la desobediencia del hombre y por eso las palabras de Sus maldiciones también hicieron perfecto al hombre. Ya sea que Dios juzgue al hombre o lo maldiga, ambas cosas perfeccionan al hombre: ambas son con el propósito de hacer perfecto eso que hay impuro dentro del hombre. A través de este medio el hombre fue refinado, y Sus palabras y Su obra perfeccionaron aquello de lo que carecía el hombre en su interior. Cada paso de la obra de Dios, ya sean las palabras ásperas o el juicio o el castigo, perfecciona al hombre y es absolutamente apropiado. Nunca a través de las eras ha hecho Dios una obra como esta; en la actualidad, Él obra dentro de vosotros para que entendáis Su sabiduría. Aunque hayáis sufrido algo de dolor en vuestro interior, vuestros corazones se sienten firmes y en paz; es vuestra bendición poder disfrutar esta etapa de la obra de Dios. Independientemente de lo que podáis ganar en el futuro, todo lo que veis de la obra de Dios en vosotros hoy es amor. Si el hombre no experimenta el juicio y el refinamiento de Dios, sus acciones y su fervor siempre estarán en el exterior y su carácter siempre permanecerá inalterable. ¿Esto cuenta como que Dios te ganó? Hoy, aunque todavía hay mucha arrogancia y soberbia dentro del hombre, su carácter es mucho más estable que antes. El tratamiento que Dios lleva a cabo contigo es con el fin de salvarte, y aunque puedas sentir algún dolor en el momento, vendrá el día cuando ocurra un cambio en tu carácter. En ese momento, mirarás al pasado y verás qué sabia es la obra de Dios, y eso será cuando puedas entender realmente la voluntad de Dios. En la actualidad, hay algunas personas que dicen que entienden la voluntad de Dios, pero eso no es muy realista, hablan sinsentidos, porque al presente todavía no han entendido si la voluntad de Dios es salvar al hombre o maldecir al hombre. Tal vez no lo puedas ver con claridad ahora, pero vendrá el tiempo en que verás que el día de la glorificación de Dios ha llegado, verás qué significativo es amar a Dios, que hace que llegues a conocer la vida humana y que tu carne viva en el mundo de amar a Dios; tu espíritu será liberado, tu vida estará llena de gozo, siempre estarás cerca de Dios y siempre pondrás tu mirada en Dios. Entonces, realmente sabrás qué valiosa es la obra de Dios el día de hoy.

En la actualidad la mayoría de las personas no tienen ese conocimiento. Creen que sufrir no tiene valor, el mundo reniega de ellas, su vida familiar es problemática, Dios no las ama y sus perspectivas son sombrías. El sufrimiento de ciertas personas alcanza un cierto punto y sus pensamientos se vuelven a la muerte. Este no es el verdadero amor de Dios; ¡esas personas son cobardes, no perseveran, son débiles e impotentes! Dios está ansioso de que el hombre lo ame pero cuanto más ame el hombre a Dios, mayor es su sufrimiento, y cuanto más el hombre lo ame, mayores sus pruebas. Si tú lo amas, entonces todo tipo de sufrimiento te acontecerá, y si no, entonces tal vez todo marchará sin problemas para ti y a tu alrededor todo estará tranquilo. Cuando amas a Dios, vas a sentir que mucho de lo que hay a tu alrededor es insuperable, y como tu estatura es muy pequeña, vas a ser refinado e incapaz de satisfacer a Dios; vas a sentir que la voluntad de Dios es muy elevada, que está más allá del alcance del hombre. Por todo esto vas a ser refinado, porque hay mucha debilidad dentro de ti y mucho que no puede satisfacer la voluntad de Dios, vas a ser refinado en el interior. Sin embargo vosotros debéis ver con claridad que la purificación sólo se logra a través del refinamiento. Por lo tanto, durante estos últimos días debéis dar testimonio de Dios. No importa qué tan grande sea vuestro sufrimiento, debéis seguir hasta el final, e incluso hasta vuestro último suspiro, debéis seguir siendo fieles a Dios y debéis seguir estando a merced de Dios; sólo esto es amar verdaderamente a Dios, y sólo esto es el testimonio fuerte y rotundo. Cuando seas tentado debes decir: “Mi corazón le pertenece a Dios y Dios ya me ganó. No te puedo complacer, debo consagrar mi todo para complacer a Dios”. Cuanto más complazcas a Dios, más Dios te bendice y mayor es la fuerza de tu amor por Dios; así que, también, vas a tener fe y determinación y vas a sentir que nada es más valioso o significativo que una vida que se dedica en amar a Dios. Se puede decir que el hombre sólo tiene que amar a Dios para no tener dolor. Aunque hay veces que tu carne es débil y muchos problemas prácticos te mortifican, durante estos momentos realmente dependes de Dios y dentro de tu espíritu vas a ser consolado y vas a sentir seguridad y que tienes algo en lo que depender. De esta manera vas a poder vencer muchos entornos y, por lo tanto, no te quejarás de Dios por la angustia que sufres; querrás cantar, bailar y orar, congregarte y tener comunión, reflexionar sobre Dios, y vas a sentir que todas las personas, asuntos y cosas a tu alrededor, que Dios organiza, son adecuadas. Si no amas a Dios, todo lo que consideres te será fastidioso, nada será agradable a tus ojos; en tu espíritu no vas a ser libre sino oprimido, tu corazón siempre se quejará de Dios, y siempre vas a sentir que sufres demasiado tormento y que eso es muy injusto. Si no buscas por el bien de la felicidad sino con el fin de complacer a Dios y de que Satanás no te acuse, entonces esa búsqueda te dará una gran fuerza para amar a Dios. El hombre es capaz de llevar a cabo todo lo que Dios dice, y todo lo que hace puede complacer a Dios, esto es lo que quiere decir que la realidad lo posee. Buscar la complacencia de Dios es usar el amor a Dios para poner en práctica Sus palabras; independientemente del tiempo, incluso cuando los demás no tengan fuerza, dentro de ti todavía hay un corazón que ama a Dios, que anhela profundamente a Dios y que extraña a Dios. Esta es la estatura real. Qué tan grande sea tu estatura depende de qué tan grande sea tu amor por Dios, de si eres capaz de permanecer firme cuando te ponen a prueba, de si eres débil cuando te encuentras en determinado entorno y de si puedes mantenerte firme cuando tus hermanos y hermanas te rechazan; cuando lleguen los hechos se mostrará cómo es tu amor por Dios. De la mucha obra de Dios se puede ver que Dios realmente sí ama al hombre, es sólo que los ojos del espíritu del hombre todavía tienen que ser completamente abiertos, y que él no es capaz de llegar a comprender mucho de la obra de Dios y de la voluntad de Dios y las muchas cosas que son preciosas acerca de Dios; el hombre tiene demasiado poco amor sincero por Dios. Tú has creído en Dios a lo largo de todo este tiempo y hoy Dios ha cerrado totalmente todos los medios de escape. Hablando realistamente, no tienes opción sino tomar el camino correcto, el camino correcto en el que el juicio severo y la salvación suprema de Dios te han guiado. Sólo después de experimentar las dificultades y el refinamiento, el hombre sabe que Dios es hermoso. Después de haber experimentado hasta el día de hoy, se puede decir que el hombre ha llegado a conocer parte de la hermosura de Dios, pero esto todavía no es suficiente porque al hombre le hace falta demasiado. Debe experimentar más de la maravillosa obra de Dios y más de todo el refinamiento del sufrimiento que Dios ha dispuesto. Sólo entonces puede cambiar el carácter de vida del hombre.

Fuente: Iglesia de Dios Todopoderoso

Película evangélica “El despertar del sueño” Escena 2 – Los hombres sin santidad no entrarán en el reino de Dios

Cuando los pecados de nosotros, los creyentes en el Señor, sean perdonados, ¿alcanzaremos la purificación? Si no nos esforzamos para alcanzar la purificación y sólo prestamos atención a dedicarnos al Señor y a realizar con diligencia la obra del Señor, ¿seremos arrebatados y llevados al reino de los cielos?

Hoy en día, los desastres han sido cada vez más graves, todos los creyentes del Señor quieren ser arrebatados al reino de los cielos. Algunos de ellos creen que hemos sido perdonados, y aunque todavía vivimos en un ciclo constante de pecar para luego reconocer nuestros pecados, mientras trabajemos duro para el Señor y nos dediquemos para Él, podemos ser arrebatados al reino de los cielos. ¿Es correcto este punto de vista?  ¿Y basa en la Palabra de Dios? El Señor Jesús dijo una vez: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos: mas el que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 7:21). “… seréis pues santos, porque yo soy santo”(Levítico 11:45).

La Palabra del Dios Todopoderoso dice: “Un pecador como alguno de vosotros, que acaba de ser redimido y que no ha sido cambiado o perfeccionado por Dios, ¿puedes ser conforme al corazón de Dios? Para ti, que aún eres del viejo ser, es cierto que Jesús te salvó y que no perteneces al pecado gracias a la salvación de Dios, pero esto no demuestra que no seas pecador ni impuro. ¿Cómo puedes ser santo si no has sido cambiado? En tu interior, estás cercado por la impureza, egoísta y miserable, pero sigues deseando descender con Jesús; ¡tendrías que tener tanta suerte! Te has saltado un paso en tu creencia en Dios: simplemente has sido redimido, pero no has sido cambiado. Para que seas conforme al corazón de Dios, Él debe realizar personalmente la obra de cambiarte y purificarte; si sólo eres redimido, serás incapaz de alcanzar la santidad. De esta forma no serás apto para participar en las buenas bendiciones de Dios, porque te has saltado un paso en la obra de Dios de gestionar al hombre, que es el paso clave del cambio y el perfeccionamiento. Y así, tú, un pecador que acaba de ser redimido, no puedes heredar directamente la herencia de Dios.”

Se puede ver que aquellos que solo han sido perdonados por el Señor Jesús, pero aún viven en el carácter satánico, a menudo pecan y se resisten a Dios, no pueden entrar en el reino de los cielos. Todavía debemos experimentar el juicio y la purificación de Dios en los últimos días, deshacer completamente del pecado, poseer algunas verdades y ser quien practica la Palabra de Dios, ama a Él y obedece a Él, así estamos calificados para entrar en el reino de los cielos.

Si quiere conocer más, no dude en ver el vídeo destacado de la película evangélica “El despertar del sueño” Escena 2 – Los hombres sin santidad no entrarán en el reino de Dios

 

Película evangélica «Ser arrebatado en el peligro» Escena 8 – ¿Cuáles son las diferencias esenciales entre el Dios encarnado y aquellas personas que son usadas por Dios?

Dios dice: «la palabra de Dios no puede hablarse como la del hombre, y menos aún que la de este se pronuncie como la de Dios. Un hombre usado por Dios no es el Dios encarnado, y el Dios encarnado no es un hombre usado por Dios; en esto, hay una diferencia esencial» (La Palabra Manifestada En Carne).

Prima: Las palabras de Dios: «La obra de Jesús debía comenzar, continuar, concluir, y cumplirse. Jesús llevó a cabo cada uno de estos pasos, mientras la obra de Juan no fue otra que la de un comienzo. Al principio, Jesús difundió el evangelio y predicó el camino del arrepentimiento, después prosiguió bautizando al hombre, curando enfermedades, y expulsando demonios. Al final, redimió a la humanidad del pecado y completó Su obra durante toda la era. Predicó a los hombres y difundió el evangelio del reino de los cielos en todas partes. Esto mismo ocurrió con Juan, con la diferencia de que Jesús dio entrada a una nueva era y trajo la Era de la Gracia al hombre. De Su boca salió la palabra sobre qué debería practicar el hombre y el camino en que este debería seguir en la Era de la Gracia y, al final, terminó la obra de la redención» de “La Palabra Manifestada en Carne”. Estas palabras son muy claros y buenas.

Por la respuesta del prima, vi que entendía un poco esta pregunta. Para hacer que la prima quede completamente claro, le envié un mensaje: prima, tú sabes por qué la obra del Señor Jesús es para comenzar, continuar, concluir, y cumplirse, que no solo predicó el evangelio arrepentido, sino que también abrió una nueva Era y terminó la vieja Era y completó la obra de redención. ¿Sabes por qué no pudo Juan hacer esta obra?

Después de que el mensaje es enviado, espero con interés la respuesta de la prima … Adivina cómo responde mi prima.

Prima: 🤔🤔…

Yo: «Juan fue incapaz de hacer la obra del Señor. Principalmente porque Juan y el Señor Jesús son diferentes en su esencia. Tal como Dios Todopoderoso dice: ‘El Dios encarnado se llama Cristo y Cristo es la carne que se viste con el Espíritu de Dios. Esta carne es diferente de cualquier hombre que es de la carne. La diferencia es porque Cristo no es de carne y sangre, sino que es la personificación del Espíritu. Tiene tanto una humanidad normal como una divinidad completa. Su divinidad no la posee ningún hombre. Su humanidad normal sustenta todas Sus actividades normales en la carne mientras que Su divinidad lleva a cabo la obra de Dios mismo‘. ‘Al ser un hombre con la esencia de Dios, Él está por encima de cualquiera de los humanos creados y de cualquier hombre que pueda desarrollar la obra de Dios. Por tanto, entre todos los que tienen un caparazón humano como el suyo, entre todos los que poseen humanidad, sólo Él es el Dios mismo encarnado, todos los demás son humanos creados. Aunque todos poseen humanidad, los humanos creados no son sino humanos, mientras que Dios encarnado es diferente. En Su carne, no sólo tiene humanidad sino que, más importante aún, también tiene divinidad‘».

Te recomiendo una película, puedes verla, la película explica muy claro.

Película evangélica «Ser arrebatado en el peligro» Escena 8 – ¿Cuáles son las diferencias esenciales entre el Dios encarnado y aquellas personas que son usadas por Dios?

Dios dice: «la palabra de Dios no puede hablarse como la del hombre, y menos aún que la de este se pronuncie como la de Dios. Un hombre usado por Dios no es el Dios encarnado, y el Dios encarnado no es un hombre usado por Dios; en esto, hay una diferencia esencial» (La Palabra Manifestada En Carne). Dios se ha encarnado dos veces para realizar Su obra de redención y salvación de la humanidad y en ambas ocasiones Dios ha utilizado a algunas personas para que colaboren en la obra de Dios encarnado. Tanto Dios encarnado como las personas utilizadas por Dios tienen una humanidad normal y la obra del Espíritu Santo, pero ¿en qué se diferencian exactamente sus respect

Los que serán hechos perfectos deben someterse al refinamiento

Si crees en Dios, debes obedecerle, poner la verdad en práctica y cumplir con todos tus deberes. Adicionalmente, debes entender las cosas que deberías experimentar. Si sólo experimentas el tratamiento, la disciplina y el juicio, si sólo disfrutas a Dios, pero eres incapaz de sentir cuándo te está disciplinando o tratando, esto es inaceptable.

Si crees en Dios, debes obedecerle, poner la verdad en práctica y cumplir con todos tus deberes. Adicionalmente, debes entender las cosas que deberías experimentar. Si sólo experimentas el tratamiento, la disciplina y el juicio, si sólo disfrutas a Dios, pero eres incapaz de sentir cuándo te está disciplinando o tratando, esto es inaceptable. Quizás en este caso de refinamiento te mantengas firme donde estás. Esto es aún insuficiente; debes seguir adelante. La lección de amar a Dios es infinita, y nunca tiene final. Las personas consideran que creer en Dios es demasiado simple, pero una vez que ganan alguna experiencia práctica, son conscientes de que la creencia en Dios no es tan simple como las personas imaginan. Cuando Dios obra para refinar al hombre, el hombre sufre, su amor por Dios se vuelve más grande y más del poder de Dios se hace evidente en él. Cuanto menos refinamiento tiene el hombre, tiene menos amor por Dios y menos del poder de Dios se hace evidente en él. Cuanto mayor su refinamiento y dolor y más su tormento, más profundo su amor verdadero y su fe real hacia Dios, y más profundo su conocimiento de Dios. En tus experiencias verás que los que sufren gran refinamiento y dolor, y mucho trato y disciplina, tienen un profundo amor por Dios y un conocimiento de Dios más profundo y perceptivo. Los que no han experimentado ningún trato sólo tienen un conocimiento superficial y sólo pueden decir: “Dios es tan bueno, les da a las personas gracia para que lo puedan gozar a Él.” Si las personas han experimentado el trato y la disciplina, entonces podrán hablar del verdadero conocimiento de Dios. Por tanto, cuanto más maravillosa es la obra de Dios en el hombre, más valiosa e importante es; cuanto más impenetrable te sea y cuanto más incompatible sea con tus concepciones, más puede la obra de Dios conquistarte, ganarte y perfeccionarte. ¡El significado de la obra de Dios es tan grandioso! Si Él no refinara al hombre de esta manera, si Él no obrara por este medio, entonces la obra de Dios sería ineficaz y no tendría significado. Esta es la razón que hay detrás del extraordinario significado de Su selección de un grupo de personas durante los últimos días. Antes se dijo que Dios escogería y ganaría a este grupo. Cuanto mayor la obra que Él lleva a cabo dentro de vosotros, más profundo y más puro vuestro amor, y cuanto mayor la obra de Dios, más puede el hombre valorar Su sabiduría y más profundo es el conocimiento que el hombre tiene de Él. Durante los últimos días, seis mil años del plan de gestión de Dios llegarán a su fin. ¿Es posible que pueda acabar justo así, tan fácilmente? Una vez que Él conquiste a la humanidad, ¿habrá terminado Su obra? ¿Puede ser tan simple? Las personas imaginan que es así de sencillo, pero lo que Dios hace no es tan simple. No importa qué parte de la obra de Dios sea, todo es insondable para el hombre. Si la pudieras desentrañar, entonces la obra de Dios no tendría relevancia ni valor. La obra hecha por Dios es insondable; también está en conflicto con tus concepciones y entre más irreconciliable es con tus concepciones, más demuestra que la obra de Dios es significativa; si fuera compatible con tus concepciones, entonces no tendría significado. En la actualidad, crees que la obra de Dios es demasiado maravillosa y cuanto más maravillosa es, más crees que Dios es insondable y ves qué grandes son las obras de Dios. Si sólo se necesitara un poco de trabajo superficial para conquistar al hombre, después de lo cual esta obra se terminara, entonces el hombre no podría contemplar la importancia de la obra de Dios. Aunque has recibido un poco de refinamiento hoy, es muy benéfico para el crecimiento de tu vida—y así esa aflicción es de suma necesidad para vosotros. Hoy has recibido un poco de refinamiento, pero después podrás verdaderamente contemplar las obras de Dios y finalmente dirás: “¡Las obras de Dios son tan maravillosas!” Esas serán las palabras en tu corazón. Después de haber experimentado el refinamiento de Dios por un tiempo (los hacedores de servicio y los tiempos del castigo), algunas personas finalmente dijeron: “¡Creer en Dios es realmente difícil!” Esta “dificultad” muestra que las obras de Dios son insondables, que la obra de Dios posee un gran significado y valor y que es muy digna para que el hombre la atesore. Si, después de que he hecho mucha obra, no tienes el más mínimo conocimiento, entonces, ¿podría Mi obra todavía tener valor? Haré que digas: ¡El servicio para Dios es realmente difícil, las obras de Dios son tan maravillosas, Dios es verdaderamente sabio! ¡Él es tan precioso! Si, después de experimentar por un tiempo, puedes decir esas palabras, entonces eso prueba que has ganado la obra de Dios en ti. Un día, cuando estés fuera para difundir el evangelio y alguien te pregunte: “¿Cómo es tu fe en Dios?”, podrás responder: “¡Las acciones de Dios son tan maravillosas!”. Tan pronto como te vea que dices esto, sentirá que hay algo dentro de ti y que las acciones de Dios son verdaderamente insondables. Esto es dar testimonio de verdad. Dirás que la obra de Dios está llena de sabiduría, Su obra en ti te ha convencido realmente y ha conquistado tu corazón. ¡Tú siempre lo amarás, porque Él es más que digno del amor de la humanidad! Si puedes decir estas cosas, puedes conmover los corazones de las personas. Todo esto es dar testimonio. Si eres capaz de ser un testimonio grandísono, de conmover a las personas hasta las lágrimas, eso muestra que eres verdaderamente alguien que ama a Dios. Esto se debe a que eres capaz de dar un testimonio del amor hacia Dios y Sus acciones pueden expresarse a través de ti. A través de tu expresión, otras personas pueden buscar las acciones de Dios, experimentarle a Él, y serán capaces de estar firmes en cualquier entorno en el que se encuentren. Dar testimonio de esta forma es dar un testimonio genuino, y esto es exactamente lo que se te exige ahora. Deberías decir que las acciones de Dios son extremadamente valiosas y dignas de ser valoradas por las personas, que Dios es tan valioso y abundante; Él no sólo puede hablar sino que, además, puede refinar el corazón de las personas, proporcionarles disfrute, y puede ganarlos, conquistarlos, y perfeccionarlos. A partir de tu experiencia verás que Dios es adorable. Entonces, ¿cuánto amas a Dios ahora? ¿De verdad puedes decir estas cosas desde tu corazón? Cuando seas capaz de expresar estas palabras desde el fondo de tu corazón serás capaz de dar testimonio. Una vez que tu experiencia haya alcanzado este nivel serás capaz de dar testimonio de Dios, y estarás cualificado para ello. Si no alcanzas este nivel en tu experiencia, seguirás estando demasiado alejado. Es normal que tengan debilidades las personas en el refinamiento, pero después de este deberías ser capaz de decir: “¡Dios es tan sabio en Su obra!”. Si eres verdaderamente capaz de asimilar un reconocimiento práctico de esto, es de gran valor, y tu experiencia es valiosa.

¿Qué estás buscando ahora? Deberías estar buscando si eres capaz o no de expresar los hechos de Dios, si puedes convertirte en una voz y una manifestación de Dios y si eres o no adecuado para que Él te use. ¿Cuánta obra ha hecho Dios realmente en ti? ¿Cuánto has visto, cuánto has tocado? ¿Cuánto has experimentado y probado? Si Dios te ha probado o no, si te ha tratado o no, o si te ha disciplinado o no—independientemente de todo ello, Sus acciones y Su obra se han llevado a cabo en ti. Sin embargo, como creyente en Dios, como persona que está dispuesta a buscar el ser perfeccionada por Él, ¿eres capaz de expresar las acciones de Dios a través de tu propia experiencia práctica? ¿Puedes vivir a Dios a través de esto? ¿Eres capaz de proveer para los demás a través de tu propia experiencia práctica, y erogarte por causa de la obra de Dios? Para poder dar testimonio de las acciones de Dios debes ser capaz de expresar cuáles son, y esto se hace confiando en tu experiencia, en tu conocimiento y en el sufrimiento que has soportado. ¿Eres alguien que da testimonio de las acciones de Dios? ¿Tienes esta aspiración? Si eres capaz de dar testimonio de Su nombre, e incluso de Sus acciones, así como de vivir la imagen que Él exige de Su pueblo, eres un testigo para Dios. ¿Cómo das realmente testimonio para Dios? Buscas y anhelas vivir a Dios, expresas Sus acciones con tus palabras, permites que las personas conozcan y vean Sus acciones. Si de verdad procuras todo esto, Dios te perfeccionará. Si todo lo que buscas es que Dios te perfeccione y que te bendiga al final, entonces la perspectiva de tu fe en Dios no es pura. Debes estar buscando cómo ver las obras de Dios en la vida real, cómo complacerlo cuando Él manifieste Su voluntad en ti; debes buscar cómo dar testimonio de lo maravilloso que Él es y de Su sabiduría, cómo demostrar Su disciplina y Sus tratos en ti. Todas estas son cosas que debes estar tratando de comprender ahora. Si tu amor por Dios es sólo para que puedas compartir la gloria de Dios después de que Él te perfeccione, todavía no es suficiente para alcanzar las exigencias de Dios. Tienes que poder dar testimonio de una manera práctica de las acciones de Dios, satisfacer Sus demandas y experimentar la obra que Él ha hecho en las personas. Ya sea dolor, lágrimas o tristeza, todo lo debes experimentar de manera práctica. Esto es todo lo que necesitas para ser un testigo de Dios. ¿Bajo el dominio de qué exactamente estás ahora sufriendo y buscando la perfección? ¿Es para dar testimonio de Dios? ¿Es por las bendiciones de la carne o por las perspectivas futuras? Todas tus intenciones, motivos y metas personales que persigues deben ser rectificados y no los puede guiar tu propia voluntad. Si una persona busca la perfección para recibir bendiciones y para reinar con poder, mientras que la otra busca la perfección para complacer a Dios, para ser verdaderamente un testigo de las obras de Dios, ¿cuál de los dos medios de búsqueda escogerías? Si escoges el primero, entonces sigues estando demasiado lejos de los estándares de Dios. Ya lo dije antes para que Mis acciones se conocieran abiertamente en todo el universo y que Yo reinaría supremo en el universo. Por otro lado, lo que se os ha confiado es que vayáis y deis testimonio de las obras de Dios, no para que seáis reyes y presumáis a todo el universo. Deja que todo el cosmos se llene con las obras de Dios. Deja que todos las vean y las reconozcan. De esto se habla con relación a Dios mismo y lo que los seres humanos deben hacer es dar testimonio de Dios. ¿Qué tanto de Dios sabes ahora? ¿De cuánto de Dios puedes dar testimonio? ¿Cuál es el propósito de que Dios perfeccione al hombre? Una vez que entiendes la voluntad de Dios, ¿cómo debes mostrar consideración hacia Su voluntad? Si estás dispuesto a ser perfeccionado y estás dispuesto a usar tu vivir para dar testimonio de las obras de Dios, si tienes esta fuerza impulsora, entonces nada es demasiado difícil. Lo que la gente necesita hoy es confianza. Si tú tienes esta fuerza impulsora, entonces es fácil soltar cualquier negatividad, pasividad, flojera y concepciones de la carne, filosofías de vida, carácter rebelde, emociones, etc.

Cuando las personas atraviesan pruebas, es normal que sean débiles, internamente negativas o que carezcan de claridad sobre la voluntad de Dios o sobre la senda en la que practicar. Pero en cualquier caso, como Job, debes tener fe en la obra de Dios, y no negarlo. Aunque Job era débil y maldijo el día de su propio nacimiento, no negó que Jehová le concedió todas las cosas en la vida humana, y que también es Él quien las quita. Independientemente de cómo fue probado, él mantuvo esta creencia. Cualquiera que sea el tipo de refinamiento al que te sometas en tus experiencias de las palabras de Dios, Él exige la fe de las personas. De esta forma, lo que perfecciona es la fe de las personas y sus aspiraciones. Cuando no puedes tocarlo ni verlo, en esas circunstancias se exige tu fe. Se exige la fe de las personas cuando algo no puede verse a simple vista, cuando no puedes abandonar tus propias nociones. Cuando no tienes clara la obra de Dios, lo que se requiere es tu fe y que adoptes una posición firme y que seas testigo. Cuando Job alcanzó este punto, Dios se le apareció y le habló. Es decir, sólo podrás ver a Dios desde el interior de tu fe. Cuando tengas fe, Dios te perfeccionará. Sin fe, Él no puede hacerlo. Dios te concederá cualquier cosa que esperes obtener. Si no tienes fe, Dios no puede perfeccionarte y serás incapaz de ver Sus acciones, y menos aún Su omnipotencia. Cuando tengas fe y puedas tocar Sus acciones en tu experiencia práctica, Dios se te aparecerá, te esclarecerá y te guiará desde dentro. Sin esa fe, Dios no podrá hacer esto. Si has perdido la esperanza en Dios, ¿cómo podrás experimentarlo? Por tanto, sólo cuando tengas fe y no albergues dudas hacia Dios, cuando tu fe en Él sea verdadera, haga lo que haga, Él te esclarecerá e iluminará en tus experiencias, y sólo entonces podrás ver Sus acciones. Estas cosas se consiguen todas por medio de la fe, y sólo a través del refinamiento: la fe no puede desarrollarse en la ausencia del refinamiento. ¿A qué se refiere la fe? La fe es la creencia genuina y el corazón sincero que los humanos deberían poseer cuando no pueden ver ni tocar algo, cuando la obra de Dios no está en línea con las nociones humanas, cuando está más allá del alcance humano. Esta es la fe de la que hablo. Las personas necesitan fe durante los momentos de dificultad y de refinamiento, y junto a la fe viene el refinamiento. Esto es inextricable. Independientemente de cómo obre Dios o de la clase de entorno en el que estés, serás capaz de buscar vida, el desarrollo de la obra de Dios en ti y buscar la verdad. Tendrás un entendimiento de las acciones de Dios y serás capaz de actuar según la verdad. Esta es tu fe genuina y esto muestra que no has perdido la esperanza en Dios. Seguirás buscando la verdad en el refinamiento, serás capaz de amar verdaderamente a Dios y no desarrollarás dudas sobre Él. Independientemente de lo que Él haga, seguirás practicando la verdad para satisfacerlo, y serás capaz de buscar profundamente Su voluntad y tenerla en cuenta. Sólo esto es fe verdadera en Dios. Antes, cuando Dios dijo que reinarías como un rey, lo amabas, y cuando Él se mostró abiertamente a ti, lo buscaste. Pero, ahora, Dios está oculto; no puedes verlo, y los sufrimientos han venido sobre ti. En este momento, ¿pierdes la esperanza en Dios? Así pues, debes buscar la vida en todo momento y satisfacer la voluntad de Dios. Esto se llama fe genuina, y es el tipo de amor más verdadero y hermoso.

Solía ocurrir que las personas tomaban todas sus determinaciones delante de Dios y decían: “No importa quién no ama a Dios; yo debo amarlo”. Pero ahora, te enfrentas al refinamiento. No está en línea con tus nociones, por lo que pierdes la fe en Dios. ¿Es esto amor genuino? Has leído muchas veces sobre los hechos de Job; ¿te has olvidado de ellos? El amor verdadero sólo puede tomar forma desde el interior de la fe. Desarrollas un amor real por Dios a través de tus refinamientos, en tus experiencias reales tienes en cuenta la voluntad de Dios a través de tu fe, y por medio de ella, abandonas tu propia carne y buscas la vida; esto es lo que deberían hacer las personas. Si haces esto serás capaz de ver las acciones de Dios, pero si careces de fe no serás capaz de hacerlo ni de experimentar Su obra. Si quieres que Dios te use y te perfeccione, debes poseerlo todo: la voluntad de sufrir, la fe, la paciencia, la obediencia, así como la capacidad de experimentar la obra de Dios, de ganar una comprensión de Su voluntad y de ser considerado con Su pesar. Perfeccionar a una persona no es fácil, y cada refinamiento que experimentas requiere de tu fe y de tu amor. Si quieres ser perfeccionado por Dios, no basta con patear las calles, y erogarte por Dios únicamente tampoco lo es. Debes poseer muchas cosas para ser capaz de convertirte en alguien perfeccionado por Dios. Cuando te enfrentes a sufrimientos debes ser capaz de no considerar la carne ni quejarte contra Dios. Cuando Él se esconde de ti, debes ser capaz de tener la fe para seguirlo, para mantener tu amor anterior sin permitir que flaquee o desaparezca. Independientemente de lo que Dios haga, debes respetar Su designio, y estar más dispuesto a maldecir tu propia carne que a quejarte contra Él. Cuando te enfrentas a pruebas debes satisfacer a Dios, a pesar de cualquier reticencia a deshacerte de algo que amas o del llanto amargo. Sólo esto puede llamarse amor y fe verdaderos. Independientemente de cuál sea tu estatura real, debes poseer primero la voluntad de sufrir dificultades, una fe verdadera y tener la voluntad de abandonar la carne. Deberías estar dispuesto a soportar personalmente las dificultades y sufrir pérdidas en tus intereses personales con el fin de satisfacer la voluntad de Dios. Debes tener también un corazón arrepentido por no haber sido capaz de satisfacer a Dios en el pasado, y de arrepentirte ahora. Ni una sola de estas cosas puede faltar y Dios te perfeccionará a través de ellas. Si careces de estas condiciones, no puedes ser perfeccionado.

Ahora, todas las personas han visto que alguien que sirve a Dios no debería saber tan sólo cómo sufrir por Su causa, sino que, además, debería entender que creer en Dios es para procurar amarlo. El uso que Dios hace de ti no es sólo para refinarte ni para hacerte sufrir, sino para que conozcas Sus acciones, el verdadero sentido de la vida humana y, de forma particular, para que sepas que servir a Dios no es tarea fácil. Experimentar a Dios no se trata de disfrutar Su gracia, sino más bien de sufrir por tu amor por Él. Ya que disfrutas la gracia de Dios, también debes disfrutar el castigo de Dios—debes experimentar todas estas cosas. Puedes experimentar el esclarecimiento de Dios en ti y también puedes experimentar Sus tratos y Su juicio. De esa manera, experimentas todos los lados. Dios ha hecho la obra de juicio en ti y Él también ha hecho la obra de castigo en ti. La palabra de Dios ha tratado contigo, pero Él también te ha esclarecido y te ha iluminado. Cuando quieres escapar, la mano de Dios te sigue sosteniendo. Toda esta obra es para que sepas que todo acerca del hombre está a merced de Dios. Puedes pensar que creer en Dios se trata de sufrir o de hacer muchas cosas para Él, o por la paz de tu carne, o para que todo te salga bien, para que todo sea cómodo, pero ninguno de estos son los propósitos que las personas deben tener para creer en Dios. Si eso es lo que tú crees, entonces tu perspectiva es incorrecta y simplemente no puedes ser perfeccionado. Las acciones de Dios, el carácter justo de Dios, Su sabiduría, Su palabra, y lo maravilloso e insondable que Él es, todas son cosas que las personas deben tratar de entender. Usa esta comprensión para deshacerte de las peticiones personales así como de las esperanzas y concepciones individuales que hay en tu corazón. Sólo cuando eliminas estas, puedes poseer las condiciones que Dios demanda. Sólo a través de esto puedes tener vida y complacer a Dios. Creer en Dios es para complacer a Dios, para vivir el carácter que Él exige, para dejar que Sus acciones y Su gloria se manifiesten a través de este grupo de personas indignas. Esa es la perspectiva correcta de creer en Dios y también la meta que debes buscar. Debes tener el punto de vista correcto de creer en Dios y buscar obtener la palabra de Dios. Tienes que comer y beber la palabra de Dios y poder vivir la verdad y, sobre todo, ver las obras prácticas de Dios, sus maravillosas obras por todo el universo, así como la obra práctica que Él hace en la carne. A través de sus experiencias prácticas, las personas pueden comprender cómo Dios hace Su obra en ellas, cuál es Su voluntad para ellas. Todo esto es para eliminar su corrupto carácter satánico. Deshazte de lo impuro y de lo injusto que hay dentro de ti, quítate las intenciones equivocadas para que puedas desarrollar la verdadera fe en Dios. Sólo teniendo fe verdadera puedes realmente amar a Dios. Puedes amar genuinamente a Dios sobre los cimientos de tu creencia en Él. ¿Puedes lograr amar a Dios sin creer en Él? Ya que crees en Dios, no puedes estar confundido al respecto. Algunas personas se llenan de vigor tan pronto como ven que la fe en Dios les traerá bendiciones, pero pierden toda la energía tan pronto como ven que tienen que enfrentarse a los refinamientos. ¿Eso es creer en Dios? Al final, la fe en Dios se trata de la obediencia total ante Él. Crees en Dios pero todavía le exiges mucho, tienes muchas concepciones religiosas que no puedes abandonar, intereses personales que no puedes soltar, o todavía buscas las bendiciones de la carne y quieres que Dios rescate tu carne, que salve tu alma, todas estas son representaciones de las personas que tienen la perspectiva equivocada. Aunque las personas que tienen creencias religiosas tienen fe en Dios, no buscan el cambio en su carácter, no buscan el conocimiento de Dios y sólo van tras los intereses de su carne. Muchos entre vosotros tenéis fe que pertenecen a la categoría de creencias religiosas. Esa no es la fe verdadera en Dios. Para creer en Dios las personas deben poseer un corazón que sufra por Él y la determinación de entregarse a Dios. A menos que cumplan con estas dos condiciones, no se considera como fe en Dios ni se podrá lograr el cambio en el carácter. Sólo las personas que genuinamente buscan la verdad, que tratan de conocer a Dios y que buscan la vida son las que verdaderamente creen en Dios.

Cuando las pruebas vengan sobre ti, ¿cómo integrarás la obra de Dios para enfrentarte a ellas? ¿Serás negativo o entenderás el refinamiento de la humanidad por parte de Dios desde un aspecto positivo? ¿Qué ganarás a través de tus refinamientos? ¿Crecerá tu amor por Dios? Cuando seas sometido al refinamiento, ¿serás capaz de asimilar las pruebas de Job y tratar la obra de Dios en ti con seriedad? ¿Serás capaz de ver cómo prueba Dios a la humanidad a través de las pruebas de Job? ¿Qué clase de inspiración pueden traerte las pruebas de Job? ¿Estarás dispuesto a ser un testigo de Dios en medio de tus refinamientos, o querrás satisfacer la carne en un entorno cómodo? ¿Cuál es realmente tu perspectiva sobre la fe en Dios? ¿Es verdaderamente por Él, y no por la carne? ¿Tienes en realidad un objetivo en tu búsqueda? ¿Estás dispuesto a pasar por refinamientos para que Dios te perfeccione, o preferirías que Él te castigara y te maldijera? ¿Cómo ves realmente el asunto de dar testimonio de Dios? ¿Qué deberían hacer las personas y en qué entornos para ser de verdad un testigo de Dios? El Dios práctico ha mostrado mucha obra real en ti, ¿por qué tienes siempre el pensamiento de marcharte? ¿Tu creencia en Dios es por Él? Para la mayoría de vosotros, está relacionada con planes individuales y con la búsqueda del beneficio personal. Muy pocas personas creen en Dios por Él mismo. ¿No es esto rebeldía?

La obra de refinamiento tiene lugar, principalmente, para perfeccionar la fe de las personas y alcanzar por fin un estado en el que quieres marcharte, pero no puedes; en el que algunas personas carecen de una pizca de esperanza, pero siguen teniendo su fe; es un estado en el que ya no se tiene esperanza en el propio futuro y es sólo en este momento cuando concluirá el refinamiento de Dios. La humanidad sigue sin haber alcanzado la etapa de rondar entre la vida y la muerte, no ha probado la muerte, por lo que el refinamiento no ha terminado. Incluso aquellos que se encontraban en la etapa de los hacedores de servicio no han sido refinados por completo, pero Job completó su refinamiento, sin nada en lo que apoyarse. Las personas deben pasar por refinamientos hasta el punto de no tener esperanza ni nada en lo que apoyarse; sólo entonces son verdaderos estos refinamientos. Durante el tiempo de los hacedores de servicio, tu corazón siempre estaba tranquilo delante de Dios. Independientemente de lo que Él hiciera y de cuál fuera Su voluntad para ti, siempre obedeciste Sus disposiciones, y al final del camino lo entendiste todo. Pasar por las pruebas de Job es pasar también por las pruebas de Pedro. Cuando Job fue probado, fue testigo, y al final Jehová se reveló a él. Sólo después de ser testigo fue digno de ver el rostro de Dios. ¿Por qué se dice: “Me oculto de la tierra de inmundicia, pero Me muestro al reino santo”? Eso significa que sólo cuando eres santo y eres un testigo, puedes ser digno de ver el rostro de Dios. Si no puedes ser testigo de Él, no eres digno de ver Su rostro. Si te retiras o te quejas contra Dios frente a los refinamientos fallas en ser testigo de Él y eres el hazmerreír de Satanás, no obtendrás la aparición de Dios. Si eres como Job, quien en medio de las pruebas maldijo su propia carne, no se quejó contra Dios y fue capaz de detestar su propia carne sin quejarse ni pecar por medio de sus palabras, eso es ser testigo. Cuando pasas por refinamientos hasta un cierto grado y puedes seguir siendo como Job, totalmente obediente delante de Dios y sin otras exigencias de Él y sin tus propias nociones, Dios se te aparecerá. Ahora Él no se te aparece porque tienes muchas nociones propias, prejuicios personales, pensamientos egoístas, exigencias individuales e intereses carnales, y no eres digno de ver Su rostro. Si ves a Dios, lo medirás mediante tus propios conceptos; entonces, lo estarás clavando a la cruz. Si te sobrevienen muchas cosas no alineadas con tus nociones, pero eres capaz de dejarlas a un lado y de conocer las acciones de Dios a partir ellas, y si en medio de los refinamientos revelas tu corazón de amor por Dios, eso es ser testigo. Si tu hogar es apacible, si disfrutas de las comodidades de la carne, si nadie te persigue, y tus hermanos y hermanas en la iglesia te obedecen, ¿puedes exhibir tu corazón de amor por Dios? ¿Puede esto refinarte? Tu amor por Dios sólo puede mostrarse mediante el refinamiento, y sólo puedes ser perfeccionado por medio de las cosas que ocurren y que no están en línea con tus conceptos. Dios te perfecciona por medio de muchas cosas negativas, de muchas adversidades. Dios permite que adquieras conocimiento, y que te perfeccione por medio de muchas de las acciones, de las acusaciones de Satanás, y de su expresión en muchas personas.

Si tocas las acciones de Dios en tu experiencia real, Él se te aparecerá, te esclarecerá y te guiará desde dentro. Si no eres capaz de obedecer Sus palabras, Él no podrá hacerlo. Si te falta fe, si has perdido la esperanza en Dios, ¿cómo experimentarás? Si tienes verdadera fe en Él y no tienes dudas, si le abres tu corazón, Él te perfeccionará. Él te esclarecerá en tu experiencia práctica y en tu vida. En su vida práctica, las personas tienen muchas dificultades personales, y encima de todo, no pueden ver claramente la extensión de la obra de Dios, por lo que esto requiere fe. La fe sólo viene a través de los refinamientos; no puede desarrollarse sin ser refinado. Si tienes nociones a las que no puedes renunciar y desarrollas dudas hacia Dios, te hundirás en los refinamientos, y en esos momentos lo que más necesitas es fe.

Se podría decir que tus muchas experiencias de fracaso, de debilidad, y los momentos de negatividad son pruebas de Dios para ti. Esto se debe a que todo procede de Dios, todas las cosas y todos los eventos están en Sus manos. Si fracasas, eres débil y tropiezas, todo se sustenta en Dios y Él lo tiene agarrado. Desde el lado de Dios, esto es una prueba para ti, y si no lo puedes reconocer, esto se convertirá en tentación. Existen dos clases de estados que las personas deberían reconocer: uno procede del Espíritu Santo, y el otro probablemente de Satanás. En un estado, el Espíritu Santo te ilumina y te permite conocerte, detestarte y arrepentirte así como ser capaz de tener amor genuino por Dios, y de disponer tu corazón para satisfacerlo. El otro estado es que te conoces, pero eres negativo y débil. Podría decirse que esto es el refinamiento de Dios. Podría decirse también que es la tentación de Satanás. Si reconoces que esto es tu salvación de parte de Dios, que ahora estás increíblemente en deuda con Él, y si desde ahora intentas compensarlo y no caes ya más en tal depravación; si pones tu esfuerzo en comer y beber Sus palabras, si siempre consideras que eres deficiente y que tienes un corazón que anhela, esta es la prueba de Dios. Después de que el sufrimiento haya terminado y una vez que avances de nuevo, Dios seguirá dirigiéndote, iluminándote, esclareciéndote, y nutriéndote. Pero si no lo reconoces y eres negativo, si te limitas a abandonarte hasta la desesperación, si piensas de esta forma, la tentación de Satanás ha caído sobre ti. Cuando Job pasó por pruebas, Dios y Satanás estaban apostando entre sí y Dios permitió que Satanás afligiera a Job y lo pusiera a prueba. Aunque era Dios quien probaba a Job, fue realmente Satanás quien cayó sobre él. Para Satanás, él estaba tentando a Job, pero este estaba del lado de Dios; de no haber sido este el caso, Job habría caído en tentación. Tan pronto como las personas caen en la tentación, caen en el peligro. Se puede decir que pasar por el refinamiento es una prueba de Dios, pero si no estás en buen estado puede decirse que es una tentación de Satanás. Si no tienes clara la visión, Satanás te acusará y te confundirá. Antes de saberlo, caerás en la tentación.

Si no experimentas la obra de Dios nunca podrás ser perfeccionado. En tu experiencia, también debes entrar en los pequeños detalles: ¿cómo desarrollas tus nociones y tantos motivos? ¿Qué clase de prácticas adecuadas tienes para estos? Si puedes experimentar la obra de Dios, significa que tienes estatura. Si sólo se aparenta tener vigor, esto no es verdadera estatura y no se será en absoluto capaz de luchar. Sólo cuando sois capaces de experimentar y de meditar en la obra de Dios en cualquier momento, en cualquier lugar, podéis abandonar al pastor, vivir de forma independiente confiando en Dios, y podéis ver Sus acciones reales, sólo entonces se cumplirá la voluntad de Dios. Ahora la mayoría de las personas no sabe cómo experimentarla. Cuando se encuentran un problema no saben cómo ocuparse del mismo, no pueden experimentar la obra de Dios ni pueden llevar una vida espiritual. Debes adoptar las palabras y la obra de Dios en tu vida práctica.

En ocasiones, Él te da un determinado tipo de sentimiento: pierdes el disfrute interior, la presencia de Dios, y estás en tinieblas. Esto es un tipo de refinamiento. Siempre que haces una cosa, algo sale mal o se estrella contra una pared. Esta es la disciplina de Dios. Puedes hacer algo, no tener ningún sentimiento particular sobre ello y los demás tampoco lo saben; pero Dios sabe. Él no te dejará ir y te disciplinará. La obra del Espíritu Santo es muy detallada. Él observa con mucho detenimiento cada palabra y cada acción de las personas, cada uno de sus actos y de sus movimientos, cada uno de sus pensamientos y de sus ideas, de forma que las personas puedan ganar una conciencia interna de estas cosas. Haces algo una vez y sale mal, lo haces de nuevo y sigue saliendo mal, y gradualmente llegarás a entender la obra del Espíritu Santo. Después de haber sido disciplinado muchas veces, sabrás qué hacer para estar en línea con la voluntad de Dios y saber lo que no está en línea con Su voluntad. Al final, tendrás respuestas precisas a la dirección del Espíritu Santo desde tu interior. En ocasiones serás rebelde y Dios te reprenderá desde dentro. Todo esto procede de la disciplina de Dios. Si no valoras a Dios, si menosprecias Su obra, Él no te prestará atención. Cuanto más en serio te tomes a Dios, más te esclarecerá Él. Justo ahora, algunas personas en la iglesia tienen una fe atolondrada y confusa, y hacen muchas cosas inapropiadas sin disciplina; por tanto, la obra del Espíritu Santo no puede verse claramente en ellas. Algunas personas luchan, ganan dinero y dirigen un negocio sin disciplina, y esa clase de persona está en un peligro aun mayor. No sólo no tienen en la actualidad la obra del Espíritu Santo, sino que en el futuro serán difíciles de perfeccionar. Existen muchas personas en las que no puede verse la obra del Espíritu Santo y en quienes no puede verse la disciplina de Dios. Están aquellas que no tienen clara la voluntad de Dios y que no conocen Su obra. Los que se mantienen firmes en medio de los refinamientos, que siguen a Dios haga lo que haga y, como mínimo, son capaces de no abandonar y de lograr el 0.1% de lo que Pedro logró, lo están haciendo bien, pero no sirven para ser usadas. Muchas personas entienden las cosas con rapidez, sienten un amor verdadero por Dios y pueden superar el nivel de Pedro. Dios hace esta clase de obra y este tipo de persona puede ganar Su disciplina, Su esclarecimiento y desechar cualquier cosa que no esté en línea con la voluntad de Dios. Esta clase de persona es como el oro, ¡sólo estas personas son verdaderamente valiosas! Si Dios ha hecho muchas clases de obra, pero tú sigues siendo como la arena, como una piedra, ¡entonces no vales nada!

La obra de Dios en el país del gran dragón rojo es maravillosa e insondable. Él eliminará a algunas personas, porque hay todo tipo de personas en la iglesia: están las que gastan el dinero de la iglesia, las que estafan a los demás y más. Si no conoces claramente la obra de Dios serás negativo; esto se debe a que la obra de Dios sólo puede verse en una minoría de personas. En ese momento quedará claro quién ama de verdad a Dios y quién no. Aquellas personas que aman verdaderamente a Dios tienen la obra del Espíritu Santo y las que no lo aman de verdad serán reveladas a través de Su obra, paso a paso; se convertirán en los objetos de la eliminación. Estas personas serán reveladas en el transcurso de la obra de conquista, no tienen valor para ser perfeccionadas. Y aquellas que han sido perfeccionadas han sido ganadas por Dios en su totalidad, y son capaces de amar a Dios como Pedro. Las conquistadas no tienen un amor espontáneo, sino sólo pasivo y se sienten obligadas a amar a Dios. El amor espontáneo se desarrolla por medio del entendimiento obtenido a través de la experiencia práctica. Este amor ocupa el corazón de una persona y hace que le sea fiel voluntariamente a Dios; Sus palabras se convierten en su fundamento y es capaz de sufrir por Él. Por supuesto, estas son cosas que alguien posee porque ha sido perfeccionada por Dios. Si sólo buscas ser conquistado, no puedes dar testimonio de Dios; si Él sólo logra Su meta de salvación por medio de la conquista de las personas, entonces el paso de los hacedores de servicio sería adecuado. Sin embargo, conquistar personas no es la meta final de Dios, Su meta final es perfeccionar a las personas. Por tanto, en lugar de decir que esta etapa es la obra de conquista, di que es la obra de perfeccionar y eliminar. Algunas personas no han sido conquistadas del todo y, en el transcurso de su conquista, un grupo de personas será perfeccionado. Estas dos partes de la obra se llevan a cabo al unísono. Las personas no se han marchado durante un largo período de obra; esto demuestra que la meta de conquistar se ha logrado, es la realidad de ser conquistado. Los refinamientos no se producen en aras de ser conquistados, sino de ser perfeccionados. Sin refinamientos, las personas no podían ser perfeccionadas. Así pues, ¡los refinamientos son demasiado valiosos! Hoy un grupo de personas está siendo perfeccionado, un grupo de personas está siendo ganado. Las diez bendiciones mencionadas anteriormente iban todas dirigidas a aquellos que han sido perfeccionados. Todo lo relativo a cambiar su imagen en la tierra va dirigido a los que han sido perfeccionados. Los que no lo han sido no pueden lograrlo.

Fuente: Iglesia de Dios Todopoderoso

Todo se realiza por la palabra de Dios

Dios pronuncia Sus palabras y realiza Su obra según las distintas eras, y en diferentes eras profiere palabras diferentes. Dios no se ajusta a normas ni repite la misma obra, ni siente nostalgia por las cosas del pasado; Él es un Dios siempre nuevo, nunca es viejo, y cada día habla palabras nuevas. Tú deberías atenerte a lo que se debería cumplir hoy; esta es la responsabilidad y el deber del hombre.

Todo se realiza por la palabra de Dios

Dios pronuncia Sus palabras y realiza Su obra según las distintas eras, y en diferentes eras profiere palabras diferentes. Dios no se ajusta a normas ni repite la misma obra, ni siente nostalgia por las cosas del pasado; Él es un Dios siempre nuevo, nunca es viejo, y cada día habla palabras nuevas. Tú deberías atenerte a lo que se debería cumplir hoy; esta es la responsabilidad y el deber del hombre. Es fundamental que la práctica se centre en torno a la luz presente y a las palabras actuales de Dios. Continuar leyendo «Todo se realiza por la palabra de Dios»

Canción cristiana | ¿Estás en la corriente del Espíritu Santo?

Si no eres capaz de seguir la luz de hoy,

es que hay distancia entre tú y Dios,

quizás se haya roto ese vínculo,

careces de vida espiritual normal.

Una relación normal con Dios se construye

aceptando las palabras de Dios hoy.

Ahora los desastres serán cada vez mayores de todas partes,  las profecías del Señor se cumplen básicamente. Es el momento clave para que el Señor regrese. ¿Cómo podemos dar la bienvenida al regreso del Señor e ir al banquete del Cordero? Mire música cristiana “¿Estás en la corriente del Espíritu Santo?”  le llevará buscar los pasos de la obra del Espíritu Santo y seguir las huellas de Dios.

Canción cristiana | ¿Estás en la corriente del Espíritu Santo?

I

Si no eres capaz de seguir la luz de hoy,

es que hay distancia entre tú y Dios,

quizás se haya roto ese vínculo,

careces de vida espiritual normal.

Una relación normal con Dios se construye

aceptando las palabras de Dios hoy.

¿Tienes una vida espiritual normal

y una relación adecuada con Dios?

¿Sigues la estela del Espíritu Santo?

¿Has salido de un estado pasivo?

Aquellos que creen en las palabras de Dios,

que hacen de Su obra los cimientos y siguen la luz del Espíritu hoy,

están en la estela del Espíritu Santo.

II

¿Sigues la obra del Espíritu Santo?

Si eres capaz de seguir Su luz de hoy,

comprender Su voluntad, entrar en Sus palabras,

entonces sigues la estela del Espíritu Santo.

Si no sigues la estela del Espíritu Santo,

sin duda eres alguien que no busca la verdad,

el Espíritu Santo no obrará

en aquellos que no tienen el deseo de mejorar.

Esa gente no es capaz de reunir fuerzas

y, en su lugar, siempre están pasivos.

¿Sigues la estela del Espíritu Santo?

¿Has salido de un estado pasivo?

Aquellos que creen en las palabras de Dios,

que hacen de Su obra los cimientos y siguen la luz del Espíritu hoy,

están en la estela del Espíritu Santo.

Si crees que Sus palabras son verdad y correctas,

crees en Sus palabras sin importar lo que diga,

entonces buscas entrar en la obra de Dios.

Y de ese modo cumples la voluntad de Dios.

De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”