¿Qué es el verdadero arrepentimiento?

El Señor Jesús dijo: “[…] Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 4:17). Por la palabra del Señor sabemos que para entrar en el reino de Dios, debemos confesarnos y arrepentirnos ante Él. Pero, ¿qué es el verdadero arrepentimiento? El siguiente artículo nos lo explicará y nos ayudará a encontrar la forma correcta de practicarlo.

El Señor Jesús dijo: “[…] Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 4:17). Por la palabra del Señor sabemos que para entrar en el reino de Dios, debemos confesarnos y arrepentirnos ante Él. Pero, ¿qué es el verdadero arrepentimiento? El siguiente artículo nos lo explicará y nos ayudará a encontrar la forma correcta de practicarlo.

¿Qué es el verdadero arrepentimiento?

Wang Wei y tres compañeros de trabajo, Xiaoliu, Ma Tao, y Hu Zhi, se sentaron a estudiar la Biblia
Entonces Wang Wei les dijo con una sonrisa: —Mis compañeros de trabajo, el Señor Jesús dijo:“[…] Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 4:17). “y diciendo: El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos y creed en el evangelio (Marcos 1:15). El Señor nos dijo que para entrar en el reino de Dios, debemos confesarnos y arrepentirnos ante Él. Por lo tanto, debemos saber claramente qué es el verdadero arrepentimiento. Es muy importante para nosotros.
Al escuchar esto, Hu Zhi dijo, como quien repite lo obvio: —Creo que, cuando nos presentamos ante Dios con sinceridad, oramos y admitimos nuestros pecados con amargas lágrimas, es arrepentimiento. Mientras hagamos estas cosas con frecuencia, seremos perdonados de nuestros pecados. Cuando el Señor regrese, seremos llevados al reino celestial.
Xiao Liu frunció el ceño y replicó: —Durante estos años, oramos todos los días a Dios admitiendo nuestros pecados y las cosas que hacemos que lo ofenden. Sin embargo, de hecho, seguimos cometiendo los mismos pecados a la primera ocasión. ¿Cuenta como verdadero arrepentimiento si vivimos en el ciclo repetido de pecar y reconocer nuestros pecados?
Ma Tao vaciló por un momento y dijo: —Con respecto a esta pregunta, una vez la discutí con varios hermanos y hermanas en reuniones de compañeros de trabajo en otro lugar. Creo que aunque a menudo le rezamos al Señor y confesamos nuestros pecados con lágrimas amargas, eso simplemente representa nuestro deseo de confesarnos y arrepentirnos ante el Señor, pero no es un verdadero arrepentimiento. Si realmente nos arrepentimos o no, depende de cómo nos comportemos después. Por ejemplo, un ladrón fue atrapado cuando estaba robando. Aunque admitió su culpa y prometió que nunca volvería a robar, todavía no mostró verdadero arrepentimiento. Necesitamos ver cómo seguirá actuando realmente, si lo volverá a hacer. De la misma manera, aunque siempre confesemos con palabras, si no ponemos en práctica la palabra del Señor y seguimos Su camino, continuamos en el círculo vicioso de cometer y confesar pecados. Esto no es verdadero arrepentimiento. No hemos cumplido con los requisitos del Señor para el arrepentimiento.
Wang Wei escuchó atentamente a Ma Tao. Después de oír lo que Ma Tao había dicho pensó por un momento y dijo: —Al escuchar al hermano Ma, no puedo dejar de pensar en la Era de la Ley; David planeó matar a Urías, lo hizo y tomó a su esposa Betsabé por la fuerza, cometiendo un acto de adulterio. Entonces Jehová Dios envió al profeta Natán para transmitirle Sus palabras a David, y hacerle saber su crimen y el castigo que le sobrevendría. A partir de ese momento, la espada nunca se alejó de su casa. David sabía que había violado los mandamientos dictados por Jehová Dios y ofendido Su carácter. Al darse cuenta de esto, lamentó sus acciones y oró a Dios, arrepintiéndose y confesando con toda sinceridad. En sus últimos años, se volvió muy friolento. Entonces, el pueblo de Israel trajo a una chica virgen a su cama para que se uniera a él bajo las sábanas y lo mantuviera caliente. Pero él no se acercó a ella. David no solo admitió su crimen realmente, sino que también tuvo comportamientos reales. Tal testimonio debe ser convincente para las personas.
Ma Tao inclinó la cabeza y dijo: —Eso es cierto. El testimonio de la gente de Nínive verdaderamente arrepentida ante Dios también fue registrado en las Escrituras. Cuando el rey de Nínive oyó las palabras de Dios transmitidas por el profeta Jonás: “[…] Dentro de cuarenta días Nínive será arrasada.”, él creyó y obedeció a Dios. Luego dejó a un lado su condición real, se quitó sus vestiduras reales, se cubrió con cilicio y se sentó en cenizas para confesar y arrepentirse ante Dios con su pueblo. Como dicen los registros de la Biblia: “Cuando llegó la noticia al rey de Nínive, se levantó de su trono, se despojó de su manto, se cubrió de cilicio y se sentó sobre ceniza. E hizo proclamar y anunciar en Nínive, por decreto del rey y de sus grandes, diciendo: Ni hombre ni bestia, ni buey ni oveja prueben cosa alguna; no pasten ni beban agua, sino cúbranse de cilicio hombres y animales, y clamen a Dios con fuerza, y vuélvase cada uno de su mal camino y de la violencia que hay en sus manos. ¡Quién sabe! Quizá Dios se vuelva, se arrepienta y aparte el ardor de su ira, y no perezcamos” (Jonás 3: 6-9).
En ese momento, Wang Wei dijo emocionado: —Respecto al arrepentimiento de la gente de Nínive, hace algún tiempo, leí un pasaje acerca de eso en un libro. Permítanme leerlo.
Otros dijeron: —¡Está bien!
Wang Wei sacó una libreta de su bolsa, la abrió y leyó: “Después de escuchar la declaración de Dios, el rey de Nínive y sus súbditos llevaron a cabo una serie de actos. ¿Cuál es la naturaleza de su conducta y sus acciones? En otras palabras, ¿cuál es la esencia de la totalidad de su conducta? ¿Por qué hicieron lo que hicieron? En los ojos de Dios se habían arrepentido sinceramente, no sólo porque habían rogado a Dios fervientemente y confesado sus pecados delante de Él, sino también porque habían abandonado su conducta malvada. Actuaron de esta forma porque después de oír las palabras de Dios, se asustaron increíblemente y creyeron que Él haría lo que dijo. Ayunando, vistiendo de cilicio y sentándose sobre cenizas, deseaban expresar su disposición a reformarse de sus caminos y refrenar su maldad, a orar para que Jehová Dios contuviese Su enojo, a rogar a Jehová Dios para que se retractase de Su decisión, así como de la catástrofe que estaba a punto de caer sobre ellos. Por medio del examen de todo su comportamiento se puede ver que ya entendieron que sus actos malvados anteriores eran detestables para Jehová Dios y que entendieron la razón por la que Él los destruiría pronto. Por estas razones, todos deseaban arrepentirse completamente, volverse de sus caminos malvados y abandonar la violencia en sus manos. En otras palabras, una vez conocieron la declaración de Jehová Dios, todos y cada uno de ellos sintió miedo en su corazón; ya no continuaron más con su conducta malvada ni cometiendo esos actos aborrecidos por Jehová Dios. Adicionalmente, rogaron a Jehová Dios que perdonase sus pecados pasados y que no los tratase de acuerdo a sus acciones pasadas. Estaban dispuestos a no involucrarse más en la maldad y actuar según las instrucciones de Jehová Dios, para nunca más enfurecer a Jehová Dios. Su arrepentimiento fue sincero y profundo. Vino de las profundidades de sus corazones y no fue fingido, ni tampoco temporal”.

Wang Wei compartió su idea: —Podemos ver en este pasaje que la principal manifestación del verdadero arrepentimiento es que el hombre admita sus pecados y malas acciones se odie a sí mismo por ellos, confesándolos y arrepintiéndose sinceramente a Dios. Además, deben abandonar los actos malvados y actuar de acuerdo con la palabra de Dios a fin de no cometer el mismo pecado oponiéndose a Dios. En el pasado, aunque nos presentamos ante Dios para confesarnos y arrepentirnos, nuestro arrepentimiento simplemente se quedó en palabras, y no nos despreciamos en nuestros corazones. Muchas veces pasamos por la formalidad de pedir el perdón del Señor, y en la primera ocasión pecamos y desobedecemos a Dios otra vez. Esto simplemente no es verdadero arrepentimiento. Dios inspecciona los corazones de las personas. Solo cuando nos arrepintamos verdaderamente podremos obtener la misericordia de Dios y Su favor.
Xiao Liu dijo sinceramente: —El pasaje que lees es muy práctico. Nos dice qué es el verdadero arrepentimiento, lo que puede beneficiarnos mucho. La gente de Nínive pudo arrepentirse verdaderamente ante Dios, abandonar los actos malvados, y nunca cometer delitos o resistirse a Él. Nosotros, en comparación, hacemos los gestos de arrepentimiento, pero nuestros corazones nunca se conmueven. Dios es santo y justo: ¿Cómo podría permitirnos que lo tratemos superficialmente y lo dejemos de lado?
Ma Tao asintió con la cabeza y dijo: —Gracias por la orientación de Dios. Cuanto más compartamos a esta cuestión, más clara la tendremos. En nuestras oraciones anteriores, todos los días confiábamos al Señor las cosas que hacíamos que no estaban en línea con Su voluntad, pero no mostrábamos signos de verdadero arrepentimiento, e incluso pensábamos que seríamos salvos por gracia. Si seguimos así, confesando pecados y cometiéndolos nuevamente, ¿podemos ser arrebatados al reino de los cielos cuando el Señor regrese? El Señor Jesús dijo: “[…] En verdad, en verdad os digo que todo el que comete pecado es esclavo del pecado; y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí permanece para siempre” (Juan 8: 34-35). Y dice en la Biblia: “Buscad la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor” (Hebreos 12:14). Dios es santo y justo: el que peca no puede entrar en el reino de los cielos. Solo aquellos que desechan su naturaleza pecaminosa y obedecen absolutamente a Dios y son fieles a Él pueden ser dignos de entrar en el reino de los cielos. Dios no tomará a las personas que tienen naturaleza pecaminosa y pertenecen a Satanás en Su reino.
Wang Wei continuó diciendo: —Hace un tiempo estuve compartiendo con un hermano. Cuando hablamos de las condiciones para entrar en el reino de los Cielos, de acuerdo con las profecías del Señor Jesús, “El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, ésa lo juzgará en el día final” (Juan 12:48) y “Y cuando El venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio;” (Juan 16: 8), dijo que aunque hayamos aceptado la salvación del Señor Jesús y nuestros pecados hayan sido perdonados, nuestra naturaleza pecaminosa todavía yace profundamente dentro de nosotros. Para entrar en el reino de Dios, debemos aceptar el juicio que el Señor Jesús hará a Su regreso en los últimos días, para que conozcamos nuestra naturaleza pecaminosa y podamos odiarnos a nosotros mismos por ella. Y entonces podremos abandonar nuestra carne para practicar la palabra de Dios, en obediencia y adoración. Solo de esta manera se puede resolver nuestro carácter corrupto y podemos ser purificados y salvados por Dios. Creo que lo que compartió conmigo tiene mucho sentido, así que quiero invitarlo a que se una a nosotros, ¿están de acuerdo?
Ma Tao y Xiaoliu dijeron juntos: —¡Genial!

Recomendación: Predicas Cristianas

(Traducido del original en inglés al español por Carlos Nogués)

Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.

Se debe saber que sólo las tres etapas de la obra de Dios son Su obra completa para salvar a la humanidad

Conocer las tres etapas de la obra de Dios es la senda para conocer a Dios
La obra de gestionar a la humanidad se divide en tres etapas, lo que significa que la obra de salvar a la humanidad se divide en tres etapas. Estas tres etapas no incluyen la obra de crear el mundo, sino que son la Era de la Ley, la Era de la Gracia y la Era del Reino.

(Pasaje selecto de la palabra de Dios)

Conocer las tres etapas de la obra de Dios es la senda para conocer a Dios

La obra de gestionar a la humanidad se divide en tres etapas, lo que significa que la obra de salvar a la humanidad se divide en tres etapas. Estas tres etapas no incluyen la obra de crear el mundo, sino que son la Era de la Ley, la Era de la Gracia y la Era del Reino. La obra de crear el mundo fue la de producir a toda la humanidad. No fue la de salvarla ni tiene relación con ella; y es que, cuando el mundo fue creado, la humanidad no había sido corrompida por Satanás y, por tanto, no había necesidad de llevar a cabo la obra de salvación de la humanidad. Esta sólo comenzó una vez que la humanidad se había corrompido y, por tanto, la obra de gestión de la humanidad tampoco empezó hasta entonces. En otras palabras, la gestión del hombre por parte de Dios empezó como un resultado de la obra de salvar a la humanidad, y no surgió de la obra de crear el mundo. No podría haber obra de gestión de la humanidad sin el carácter corrupto de esta, y por tanto dicha obra incluye tres partes, en lugar de cuatro etapas, o cuatro eras. Sólo esta es la forma correcta de referirse a la gestión de la humanidad por parte de Dios. Cuando la era definitiva llegue a su fin, la obra de gestión de la humanidad habrá llegado a un final completo. La conclusión de la misma significa que la obra de salvar a toda la humanidad ha terminado totalmente, y que esta ha alcanzado el final de su viaje. Sin la obra de salvar a toda la humanidad, la obra de gestión de esta no existiría ni habría tres etapas de obra. Fue precisamente por la depravación de la humanidad, y la urgente necesidad de salvación que esta tenía, que Jehová concluyó la creación del mundo y comenzó la obra de la Era de la Ley. Continuar leyendo «Se debe saber que sólo las tres etapas de la obra de Dios son Su obra completa para salvar a la humanidad»

8. ¿Cómo la encarnación de Dios para la realización de Su obra de juicio pone fin a la creencia de la humanidad en el Dios vago y a la era oscura del dominio de Satanás?

Bible Verses for Reference:

Y acontecerá en los postreros días, que el monte de la casa del Señor será establecido como cabeza de los montes; se alzará sobre los collados, y confluirán a él todas las naciones. Vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob; para que nos enseñe acerca de sus caminos, y andemos en sus sendas.

Bible Verses for Reference:

Y acontecerá en los postreros días, que el monte de la casa del Señor será establecido como cabeza de los montes; se alzará sobre los collados, y confluirán a él todas las naciones. Vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob; para que nos enseñe acerca de sus caminos, y andemos en sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra del Señor. Juzgará entre las naciones, y hará decisiones por muchos pueblos. Forjarán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra. Casa de Jacob, venid y caminemos a la luz del Señor (Isaías 2:2-5).

[…] diciendo: Te damos gracias, oh Señor Dios Todopoderoso, el que eres y el que eras, porque has tomado tu gran poder y has comenzado a reinar. Y las naciones se enfurecieron, y vino tu ira y llegó el tiempo de juzgar a los muertos y de dar la recompensa a tus siervos los profetas, a los santos y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra (Apocalipsis 11:17-18).

Palabras relevantes de Dios:

La llegada del Dios encarnado de los últimos días ha puesto fin a la Era de la Gracia. Él ha venido principalmente a hablar Sus palabras, a usar palabras para perfeccionar al hombre, para iluminarlo y esclarecerlo, y eliminar el lugar del Dios vago en su corazón. Esta no es la etapa de la obra que Jesús realizó cuando vino. Cuando Él vino, hizo muchos milagros, sanó a los enfermos y echó fuera demonios, y realizó la obra de redención de la crucifixión. Como consecuencia, en sus conceptos, el hombre cree que así es como Dios debería ser. Porque cuando Jesús vino, no llevó a cabo la obra de eliminar la imagen del Dios vago del corazón del hombre; cuando vino, fue crucificado, sanó a los enfermos y echó fuera demonios, y difundió el evangelio del reino de los cielos. En un aspecto, la encarnación de Dios durante los últimos días elimina el lugar ocupado por el Dios vago en los conceptos del hombre, de tal forma que la imagen del mismo ya no está más en su corazón. Por medio de Sus palabras y Su obra reales, de Su movimiento por todas las tierras, y de la obra excepcionalmente real y normal que realiza entre los hombres, Él hace que estos lleguen a conocer la realidad de Dios y elimina el lugar del Dios vago en el corazón de los hombres. En otro aspecto, Dios usa las palabras habladas por Su carne para hacer completo al hombre, y cumplir todas las cosas. Esta es la obra que Dios cumplirá durante los últimos días.

de ‘Conocer la obra de Dios hoy’ en “La Palabra manifestada en carne”

Sólo hoy, cuando vengo personalmente en medio del hombre y hablo Mis palabras, el hombre tiene un poco de conocimiento de Mí, eliminando el sitio para “Mí” en sus pensamientos, creando en su lugar otro para el Dios práctico en su conciencia. El hombre tiene nociones y está lleno de curiosidad; ¿quién no querría ver a Dios? ¿Quién no querría encontrarse con Él? No obstante, la única cosa que ocupa un lugar definido en el corazón del hombre es el Dios que este siente que es confuso y abstracto. ¿Quién se daría cuenta de esto si Yo no se lo dijera claramente? ¿Quién creería verdaderamente que Yo existo realmente? ¿Seguro sin un atisbo de duda? Existe una inmensa diferencia entre el “Mi” en el corazón del hombre y el “Mi” de la realidad, y nadie es capaz de establecer comparaciones entre ellos. Si Yo no me hubiera hecho carne, el hombre nunca me habría conocido, e incluso si hubiera llegado a hacerlo, ¿no seguiría siendo tal conocimiento una noción? […]

[…] Como el hombre ha sido tentado y corrompido por Satanás, como ha sido absorbido por el pensamiento de nociones, me he hecho carne con el fin de conquistar personalmente a toda la humanidad, descubrir todas las nociones del hombre y destrozar su pensamiento. Como consecuencia, este ya no se pavonea delante de Mí ni me sirve más usando sus propios conceptos; por consiguiente, el “Mí” de sus nociones se descarta completamente.

de ‘La undécima declaración’ de las declaraciones de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne”

Para todos aquellos que viven en la carne, cambiar su carácter requiere metas que perseguir, y conocer a Dios exige ser testigos de los hechos reales y del rostro real de Dios. Ambas cosas sólo las puede lograr la carne encarnada de Dios y sólo las puede conseguir la carne normal y real. Por esta razón, la encarnación es necesaria y toda la humanidad corrupta la necesita. Ya que a las personas se les pide que conozcan a Dios, las imágenes de Dioses ambiguos y sobrenaturales deben ser disipadas de sus corazones, y ya que se les pide que desechen su carácter corrupto, primero deben conocer su carácter corrupto. Si el hombre sólo hace la obra para disipar las imágenes de los Dioses vagos de los corazones de las personas, entonces fracasará en conseguir el efecto correcto. Las imágenes de los Dioses ambiguos que están en los corazones de las personas no se pueden exponer, desechar o expulsar por completo sólo con palabras. Al hacerlo así, a la larga no será posible disipar estas cosas que están profundamente arraigadas en las personas. Sólo el Dios práctico y la verdadera imagen de Dios pueden reemplazar estas cosas vagas y sobrenaturales para permitirles a las personas conocerlas poco a poco, y sólo de esta manera se puede lograr el efecto debido. El hombre reconoce que el Dios al que buscó en tiempos pasados es ambiguo y sobrenatural. Lo que puede lograr este efecto no es la guía directa del Espíritu, mucho menos las enseñanzas de un cierto individuo, sino el Dios encarnado. Las nociones del hombre se ponen al descubierto cuando el Dios encarnado hace de manera oficial Su obra, porque la normalidad y la realidad del Dios encarnado es la antítesis del Dios ambiguo y sobrenatural que hay en la imaginación del hombre. Las nociones originales del hombre sólo se pueden revelar por medio de su contraste con el Dios encarnado. Sin la comparación con el Dios encarnado, las nociones del hombre no se podrían revelar; en otras palabras, sin el contraste con la realidad las cosas vagas no se podrían revelar. Nadie es capaz de usar palabras para hacer esta obra y nadie es capaz de articular esta obra usando palabras. Sólo Dios mismo puede hacer Su propia obra y nadie más puede hacer esta obra en Su nombre. No importa qué tan rico sea el lenguaje del hombre, es incapaz de articular la realidad y la normalidad de Dios. El hombre sólo puede conocer a Dios de una manera más práctica y sólo lo puede ver con mayor claridad si Dios personalmente obra entre los hombres y muestra por completo Su imagen y Su ser. Este efecto no lo puede lograr ningún hombre carnal. Por supuesto, el Espíritu de Dios también es incapaz de lograr este efecto.

de ‘La humanidad corrupta está más necesitada de la salvación del Dios hecho carne’ en “La Palabra manifestada en carne”

Lo mejor de Su obra en la carne es que Él puede dejar palabras y exhortaciones exactas y Su voluntad precisa para la humanidad para los que lo siguen, para que después Sus seguidores puedan, de una manera más exacta y más concreta, transmitir toda Su obra en la carne y Su voluntad a toda la humanidad para los que aceptan este camino. Sólo la obra de Dios en la carne entre los hombres logra realmente el hecho de que Dios esté y viva junto con el hombre. Sólo esta obra cumple el deseo del hombre de contemplar el rostro de Dios, de ser testigo de la obra de Dios, y de escuchar la palabra personal de Dios. El Dios encarnado da fin a la época cuando sólo la espalda de Jehová aparecía a la humanidad y también concluye la época en que la humanidad tenía la creencia en el Dios ambiguo. En particular, la obra del último Dios encarnado trae a toda la humanidad a una época más realista, más práctica y más agradable. Él no sólo concluye la época de la ley y la doctrina; de mayor importancia aún, revela a la humanidad un Dios que es real y normal, que es justo y santo, que abre la obra del plan de gestión y demuestra los misterios y el destino de la humanidad, que creó a la humanidad y da fin a la obra de gestión y que ha permanecido oculto por miles de años. Da fin por completo a la época de ambigüedad y concluye la época en la que toda la humanidad deseaba buscar el rostro de Dios pero no era capaz de hacerlo, termina la época en la que toda la humanidad servía a Satanás y guía a toda la humanidad hasta el final a una era completamente nueva. Todo esto es el resultado de la obra de Dios en la carne en vez de la del Espíritu de Dios. Cuando Dios obra en Su carne, los que lo siguen ya no buscan y andan a tientas por esas cosas vagas y ambiguas y dejan de adivinar la voluntad del Dios ambiguo. […] El Espíritu no es palpable para el hombre y es invisible para el hombre, y la obra del Espíritu es incapaz de dejarle al hombre cualquier otra prueba o hechos de la obra de Dios. El hombre nunca contemplará el verdadero rostro de Dios y siempre creerá en un Dios ambiguo que no existe. El hombre nunca contemplará el rostro de Dios ni nunca escuchará las palabras que Dios habló personalmente. Las imaginaciones del hombre son, después de todo, huecas y no pueden reemplazar el verdadero rostro de Dios; el carácter inherente de Dios y la obra de Dios mismo el hombre no las puede imitar. El Dios invisible en el cielo y Su obra sólo pueden ser traídos a la tierra por el Dios encarnado que personalmente hace Su obra entre los hombres. Esta es la manera más ideal en la que Dios se aparece al hombre, en la que el hombre ve a Dios y llega a conocer el verdadero rostro de Dios, y esto no lo puede lograr un Dios no encarnado.

de ‘La humanidad corrupta está más necesitada de la salvación del Dios hecho carne’ en “La Palabra manifestada en carne”

Dios viene en medio del hombre hoy con el propósito de transformar sus pensamientos y espíritus, así como la imagen de Dios que han tenido en su corazón durante miles de años. A través de esta oportunidad, Él perfeccionará al hombre. Es decir, por medio del conocimiento humano, Él cambiará la forma en que ellos llegan a conocerlo y su actitud hacia Él, para que su conocimiento de Dios pueda empezar desde cero, y sus corazones sean renovados y transformados de ese modo. El trato y la disciplina son los medios, y conquistar y renovar sean los objetivos. Disipar los pensamientos supersticiosos que el hombre ha mantenido sobre el Dios impreciso siempre ha sido la intención de Dios, y, últimamente, se ha convertido en el propósito de urgencia para Él. Espero que todas las personas le den una mayor consideración a esto.

de ‘Obra y entrada (7)’ en “La Palabra manifestada en carne”

En la Era del Reino, Dios usa la palabra para iniciar una nueva era, para cambiar los medios de Su obra, y para realizar la obra de la era entera. Este es el principio por el cual Dios obra durante la Era de la Palabra. […] Aunque la palabra “palabra” es simple y ordinaria, la palabra procedente de la boca de Dios encarnado, sacude todo el universo; Su palabra transforma el corazón del hombre, las nociones y el antiguo carácter del hombre, y la antigua apariencia del mundo entero. A través de las edades, sólo el Dios de hoy en día obra de tal manera, y sólo Él habla y salva al hombre de ese modo. A partir de este momento, el hombre vive bajo la guía de la palabra, pastoreado y provisto de la palabra; vive en el mundo de la palabra, vive entre las maldiciones y bendiciones de la palabra de Dios, y aún más personas, viven bajo el juicio y el castigo de la palabra. Estas palabras y estas obras son todas por causa de la salvación del hombre, cumpliéndose así la voluntad de Dios, y cambiando el aspecto original del mundo de la antigua creación. Dios creó el mundo con la palabra, guía a los hombres de todo universo con la palabra, los conquista y los salva con la palabra. Al final, Él utilizará la palabra para llevar al conjunto del viejo mundo a su fin. Sólo entonces será que el plan de gestión se complete enteramente.

de ‘La Era del Reino es la Era de la Palabra’ en “La Palabra manifestada en carne”

Tras la finalización de Mis palabras, el reino se forma poco a poco en la tierra y el hombre regresa gradualmente a la normalidad, y por ende se establece en la tierra el reino que yace en Mi corazón. En el reino, todo el pueblo de Dios recupera la vida del hombre normal. Se ha ido el invierno helado, reemplazado por un mundo de ciudades primaverales, donde la primavera perdura todo el año. Ya la gente no se enfrenta con el mundo sombrío y miserable del hombre, ya no sufre el frío escalofriante del mundo del hombre. La gente ya no pelea entre sí, los países ya no se enfrentan en guerras, ya no hay más matanza y la sangre que fluye de la matanza; todas las tierras están llenas de felicidad, y en todas partes rebosa el calor entre los hombres. Me muevo por todo el mundo, lo disfruto desde lo alto de Mi trono, vivo entre las estrellas. Y los ángeles me ofrecen nuevas canciones y nuevos bailes. Ya su fragilidad no causa que lágrimas corran por sus rostros. Ya no escucho en Mi presencia el sonido de los llantos de los ángeles, y ya nadie me presenta quejas de adversidades.

de ‘La vigésima declaración’ de las declaraciones de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne”

Cuando todo el pueblo haya sido hecho completo, y todas las naciones de la tierra se conviertan en el reino de Cristo, entonces será el momento en que retumben los siete truenos. El día presente es una zancada adelante en la dirección de ese escenario, se ha desencadenado la embestida sobre el tiempo venidero. Este es el plan de Dios; en un futuro cercano se realizará. Sin embargo, Dios ya ha cumplido todo lo que ha dicho. Por tanto, queda claro que las naciones de la tierra no son sino castillos en la arena, que tiemblan cuando se acerca la marea alta: el último día es inminente y el gran dragón rojo se vendrá abajo a la palabra de Dios. Para asegurarse de que el plan de Dios se lleve a cabo con éxito, los ángeles del cielo han descendido a la tierra, y hacen lo máximo por satisfacer a Dios. El Dios encarnado mismo se ha desplegado en el campo de batalla para librar guerra contra el enemigo. Dondequiera aparece la encarnación, el enemigo es destruido en dicho lugar. China es la primera en ser aniquilada, en ser devastada por la mano de Dios. Él no le da en absoluto cuartel a China. La prueba del derrumbe progresivo del gran dragón se puede ver en la maduración continua de todo el pueblo. Obviamente, cualquiera lo puede ver. La maduración de todo el pueblo es una señal de la desaparición del enemigo. Es una pequeña explicación de lo que se quiere decir por “librar la batalla”.

de ‘Interpretación de la décima declaración’ en “La Palabra manifestada en carne”

Esta obra se debe llevar a cabo por medio de Dios creando varios desastres en la tierra. Pero Dios no aparecerá; porque, en este momento, la nación del gran dragón rojo todavía será una tierra de inmundicia, Dios no aparecerá, sino que solamente emergerá a través del castigo. Tal es el carácter justo de Dios y nadie puede escapar de él. Durante este tiempo, todo lo que habite la nación del gran dragón rojo sufrirá calamidad, lo que naturalmente también incluye el reino en la tierra (la iglesia). Este es el momento preciso en que los hechos aparecen y así es experimentado por todas las personas, y nadie puede escapar. Esto ha sido predestinado por Dios. Es precisamente por este paso de la obra que Dios dice: “Ahora es el momento de aprovechar al máximo los talentos propios”. Porque en el futuro no habrá iglesia en la tierra y, debido a la llegada de la catástrofe, las personas no pueden pensar en otra cosa y les es difícil gozar a Dios en medio de la catástrofe, por consiguiente, a las personas se les pide amar a Dios con todo su corazón durante este maravilloso tiempo, para que no pierdan la oportunidad. Cuando este hecho pase, Dios habrá derrotado completamente al gran dragón rojo y así la obra de testimonio del pueblo de Dios habrá llegado a su fin; después Dios comenzará el siguiente paso de la obra, desolando al país del gran dragón rojo y, finalmente, clavando a las personas al revés en la cruz en todo el universo, después de lo cual Él aniquilará a toda la humanidad; estos son los pasos futuros de la obra de Dios.

de ‘Interpretación de la cuadragésima segunda declaración’ en “La Palabra manifestada en carne”

Cuando las naciones y los pueblos del mundo regresen todos delante de Mi trono, tomaré de inmediato toda la abundancia del cielo y la concederé al mundo humano, de manera que, gracias a Mí, rebosará de una abundancia sin igual. No obstante, mientras el viejo mundo continúe existiendo, lanzaré Mi furia sobre sus naciones, promulgando abiertamente Mis decretos administrativos por todo el universo, y enviaré castigo a quien los viole:

Cuando vuelvo Mi rostro al universo para hablar, toda la humanidad oye Mi voz, y ve inmediatamente todas las obras que en todo el universo Yo he forjado. Los que van en contra de Mi voluntad, es decir, los que se oponen a Mí con los hechos del hombre, caerán bajo Mi castigo. Yo tomaré las numerosísimas estrellas de los cielos y las haré de nuevo; gracias a Mí el sol y la luna serán renovados, los cielos ya no serán más como eran; las innumerables cosas sobre la tierra serán renovadas. Todas serán completadas por medio de Mis palabras. Las muchas naciones del universo serán divididas de nuevo y sustituidas por la mía, de forma que las naciones sobre la tierra desaparecerán para siempre y serán una sola que me adore; todas las naciones de la tierra serán destruidas, y dejarán de existir. De los seres humanos del universo, todos los pertenecientes al diablo serán exterminados; Mi fuego ardiente abatirá a todos los que adoran a Satanás, es decir que, excepto los que están ahora dentro de la corriente, el resto quedará reducido a cenizas. Cuando Yo castigue a los muchos pueblos, los del mundo religioso regresarán en grados diferentes a Mi reino, conquistados por Mis obras, porque habrán visto la llegada del Santo cabalgando sobre una nube blanca. Toda la humanidad seguirá a su propia especie, y recibirá castigos que variarán según lo que hayan hecho. Todos los que se han levantado contra Mí perecerán; en cuanto a aquellos cuyos hechos sobre la tierra no me han involucrado, seguirán existiendo en la tierra bajo el gobierno de Mis hijos y Mi pueblo gracias a cómo se han absuelto ellos mismos. Yo me revelaré a las innumerables personas y naciones, resonando con Mi propia voz sobre la tierra para proclamar la terminación de Mi gran obra, para que toda la humanidad la vea con sus propios ojos.

de ‘La vigésima sexta declaración’ de las declaraciones de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne”

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5. ¿Por qué se dice que la humanidad corrupta tiene mayor necesidad de la salvación de Dios hecho carne?

(Pasaje selecto de la Palabra de Dios)

La humanidad corrupta está más necesitada de la salvación del Dios hecho carne

Dios se hizo carne porque el objeto de Su obra no es el espíritu de Satanás o de cualquier cosa incorpórea, sino el hombre que es de la carne y a quien Satanás ha corrompido.

(Pasaje selecto de la Palabra de Dios)

La humanidad corrupta está más necesitada de la salvación del Dios hecho carne

Dios se hizo carne porque el objeto de Su obra no es el espíritu de Satanás o de cualquier cosa incorpórea, sino el hombre que es de la carne y a quien Satanás ha corrompido. Precisamente porque la carne del hombre ha sido corrompida es que Dios ha hecho al hombre carnal el objeto de Su obra; además, porque el hombre es objeto de la corrupción, ha hecho al hombre el único objeto de Su obra a través de todas las etapas de Su obra de salvación. El hombre es un ser mortal, es de carne y sangre, y Dios es el único que puede salvar al hombre. De esta manera, Dios se debe hacer una carne que posea los mismos atributos que el hombre con el fin de hacer Su obra, para que Su obra pudiera lograr mejores efectos. Dios debe hacerse carne para hacer Su obra justamente porque el hombre es de la carne y es incapaz de vencer el pecado o de despojarse de la carne. Aunque la esencia y la identidad de Dios encarnado difiere grandemente de la esencia e identidad del hombre, con todo, Su apariencia es idéntica a la del hombre; tiene la apariencia de una persona normal y lleva la vida de una persona normal y los que lo ven no pueden discernir ninguna diferencia de una persona normal. Continuar leyendo «5. ¿Por qué se dice que la humanidad corrupta tiene mayor necesidad de la salvación de Dios hecho carne?»

Cartas Cristianas – ¿Qué muestra la división del cristianismo en más de dos mil denominaciones?

Hola hermanos y hermanas de preguntas y respuestas espirituales,

En todo el mundo, los creyentes en Jesús han sido divididos en muchas denominaciones. Solo en la China continental, se encuentra la Justificación por la fe, la Iglesia carismática, los gritones, la Iglesia de la Gran Alabanza, la Iglesia de los Tres Grados de los Siervos, la Iglesia del Verdadero Jesús, etc. No puedo creerlo. ¿Podemos obtener la aprobación del Señor creyendo en el Señor de esta manera? 

Hola hermanos y hermanas de preguntas y respuestas espirituales,

En todo el mundo, los creyentes en Jesús han sido divididos en muchas denominaciones. Solo en la China continental, se encuentra la Justificación por la fe, la Iglesia carismática, los gritones, la Iglesia de la Gran Alabanza, la Iglesia de los Tres Grados de los Siervos, la Iglesia del Verdadero Jesús, etc. No puedo creerlo. ¿Podemos obtener la aprobación del Señor creyendo en el Señor de esta manera?

Alexia

Hola Hermana Alexa,

Sus preguntas tocan temas muy prácticos. La mayoría de los hermanos y hermanas también están confundidos acerca de esto. Con respecto a este aspecto de la verdad, nos gustaría primero compartir cómo las diversas denominaciones surgen. Continuar leyendo «Cartas Cristianas – ¿Qué muestra la división del cristianismo en más de dos mil denominaciones?»

Preguntas Cristianas – ¿Cuál es la razón de la resistencia frenética de los fariseos hacia Jesucristo?

Queridos hermanas y hermanos,

¡Que la paz del Señor sea con vosotros! Cada uno de nosotros conoce a los fariseos, que en la Era de la Ley eran los líderes más altos del judaísmo con un conocimiento íntimo de la Biblia y de las leyes.

Queridos hermanas y hermanos,

¡Que la paz del Señor sea con vosotros! Cada uno de nosotros conoce a los fariseos, que en la Era de la Ley eran los líderes más altos del judaísmo con un conocimiento íntimo de la Biblia y de las leyes. Habían estado anhelando la venida del Mesías durante generaciones, pero cuando Jesucristo apareció y comenzó Su obra, se resistieron frenéticamente y lo condenaron, y finalmente lo clavaron en la Cruz, cometiendo así un crimen atroz, Jesucristo los maldijo muchas veces, diciendo: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!” (Mateo 23), enviando siete males sobre ellos. Sin embargo, la mayoría de los hermanos y hermanas no pueden ver a través de la fuente y la esencia de la resistencia de los fariseos hacia el Señor. Ellos piensan que los fariseos conocían bien la Biblia y que algunos incluso atravesaron océanos y continentes para predicar el Evangelio; con frecuencia compartían la Biblia con las personas en las sinagogas, se presentaban delante de la gente para orar, y parecían muy reverentes en el exterior, pero ¿cómo es que hicieron tales acciones diabólicas de resistencia y condena hacia Jesucristo? ¿Cuál es la razón detrás de esto? En cuanto a esta pregunta, mis compañeros de trabajo y yo la hemos discutido entre nosotros muchas veces, sin embargo, no hemos podido obtener una respuesta satisfactoria. Recientemente, conocí a un predicador que ha creído en el Señor durante muchos años, y por medio de lo que comparte con paciencia, finalmente comprendí que la resistencia y condena de los fariseos hacia Jesucristo no fue casual, sino que fue determinado por su esencia. Este es un momento clave para acoger la llegada del Señor. Para evitar seguir el camino de la resistencia a Dios de los fariseos y evitar hacer las malas acciones de oponerse y condenar a Dios, es necesario que compartamos la razón por la que los fariseos se oponían a Dios. ¡Que el Señor nos guíe! Ahora me gustaría compartir con ustedes lo que yo entiendo sobre este tema.

Primero, los fariseos eran arrogantes y odiaban la verdad por su naturaleza.

Hace 2000 años, cuando Jesucristo vino a la tierra a realizar Su obra, Él expresó el camino del arrepentimiento y a menudo enseñaba a los hombres, “y amaras al Señor tu Dios con todo tu corazon, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con toda tu fuerza. El segundo es éste: ‘Amaras a tu projimo como a ti mismo.’ No hay otro mandamiento mayor que éstos” (Marcos 12:30-31). Él también enseñó a los hombres que deben ser tolerantes y pacientes con los demás, perdonarlos setenta veces siete y amar a sus enemigos entre otras cosas. Mientras realizaba Su obra, Jesucristo sanó a los enfermos, expulsó a los demonios, otorgó abundancia de gracias a los hombres y realizó muchas señales y maravillas, tal como el alimentar 5000 personas con cinco hogazas de pan y dos peces, haciendo caminar al cojo y ver al ciego, calmando el viento y el mar y resucitando a los muertos con una sola frase. La obra de Jesucristo sacudió todo el estado judío. Mucha gente vio que Su obra y Su palabra tenían autoridad y poder y podía mostrarle al hombre el camino para practicar, de la cual reconocieron que Jesucristo era el Mesías esperado y así comenzaron a seguirlo. Y muchas personas fueron difundiendo el nombre de Jesucristo y dando testimonio de Su obra. Los fariseos, aunque habiendo sido testigos de la autoridad y del poder de la palabra del Señor, no buscaron ni investigaron Su obra en absoluto. En cambio, concluyeron que la obra de Jesucristo había excedido al Antiguo Testamento, condenándolo y diciendo que Él no guardaba el día de descanso y lo tentó. La Biblia registra que en el día de reposo, Jesucristo condujo a Sus discípulos a realizar Su obra y que cuando tuvieron hambre, arrancaron y comieron mazorcas. Debido a esto, los fariseos condenaron a Jesucristo por no guardar las leyes y los mandamientos y lo juzgaron diciendo, “Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el día de reposo” (Juan 9:16). También hay registros preguntando a Jesucristo qué autoridad Él usaba para realizar milagros, si podían pagar impuestos al César y si Él era hijo de Dios, Cristo, etc. Jesucristo contragolpeó sus planes malvados con la verdad y la sabiduría. Sin embargo, los fariseos aún no buscaban la verdad en lo más mínimo, sino que se apoderaron de toda oportunidad para condenar a Jesucristo e incluso lo crucificaron. Viendo el juicio de los fariseos, así como su condena y tentación del Señor, se puede ver que eran arrogantes por naturaleza sin una pizca de reverencia u obediencia a Dios y que no eran amantes de la verdad en absoluto.

Más tarde, me encontré con el siguiente pasaje, “¿Deseáis conocer la raíz de la oposición de los fariseos a Jesús? ¿Deseáis conocer la esencia de los fariseos? Estaban llenos de fantasías sobre el Mesías. Aún más, sólo creían que este vendría, pero no buscaban la verdad de la vida. Por tanto, incluso hoy siguen esperándole, porque no tienen conocimiento del camino de la vida ni saben cuál es la senda de la verdad. Decidme, ¿cómo podrían obtener la bendición de Dios tales personas insensatas, tozudas e ignorantes? ¿Cómo podrían contemplar al Mesías? Se opusieron a Jesús, porque no conocían la dirección de la obra del Espíritu Santo ni el camino de la verdad mencionado por Jesús y, además, porque no entendieron al Mesías. Y como nunca le habían visto ni habían estado en Su compañía, cometieron el error de pagar un tributo vacío al nombre del Mesías mientras se oponían a Su esencia por todos los medios. Estos fariseos eran tozudos y arrogantes en esencia, y no obedecían la verdad. El principio de su creencia en Dios es: por muy profunda que sea Tu predicación, por muy alta que sea Tu autoridad, no eres Cristo a no ser que seas llamado el Mesías. ¿No son estas opiniones absurdas y ridículas?”. Estas palabras han revelado con claridad la raíz del porqué los fariseos se resistieron a Jesucristo. Ellos en esencia eran arrogantes y obstinados; no buscaron la verdad ni obedecieron la verdad, sino que delimitaron a Dios dentro de su propia concepción e imaginación y dentro de las letras de la Biblia, aferrados a la visión de que cuando Dios vino, Su nombre debía ser el Mesías y que cualquiera que no fuera llamado el Mesías no sería Dios. Por eso se negaron a reconocer a Jesucristo como el Mesías, sin importar cuán profundo y correcto fuera su predicación, cuánta autoridad y poder tenían sus palabras, o cuán beneficiosas eran para la gente. Incluso hicieron todo lo que pudieron para condenar a Jesucristo y negaron el hecho de que Él era Cristo y Dios mismo. Los fariseos no tenían conocimiento real de Dios y eran tan arrogantes y presumidos que tomaron su propia concepción e imaginación como la verdad y solo obedecieron al Dios evocado por lo que creían sin la más mínima intención de buscar o perseguir la verdad, Es justo como la revelación de Jesucristo a los fariseos: “Pero ahora procuráis matarme, a mí que os he dicho la verdad que oí de Dios. […] Y si digo verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?” (Juan 8:40, 46). Es evidente que los fariseos eran arrogantes, obstinados y odiaban la verdad por naturaleza y que en esencia eran el demonio Satanás, los enemigos de Dios.

Segundo, los fariseos amaban el estatus y para proteger su estatus y su forma de vida, se resistieron frenéticamente a Jesucristo.

Cuando Jesucristo estaba predicando y realizando Su obra, Él expresó muchas verdades, otorgó al hombre el camino del arrepentimiento y realizó milagros, lo que condujo a que cada vez más personas lo siguieran. Al ver esto, los fariseos albergaron el odio en sus corazones, porque sabían claramente que, si Jesucristo continuaba lo que estaba haciendo, entonces todos los creyentes judíos pronto lo seguirían. En ese caso, nadie entraría en el templo para ofrecer sacrificios o el diezmo, mucho menos que alguien los adorara o contemplara o girara a su alrededor, y pronto todo el judaísmo sería paralizado y cerrado, o peor aún, sería anulado. Como resultado, para proteger su propio estatus y nivel de vida, los fariseos hicieron todo lo posible para resistir, condenar e inculpar a Jesucristo, esparciendo todo tipo de rumores para impedir que las personas lo siguieran, y desearan crucificarlo. Cuando Jesucristo fue clavado en la cruz, el sol se oscureció, la tierra tembló y la cortina del templo se abrió, y tres días más tarde Él resucitó. Después de enterarse de estos hechos, muchas personas se arrepintieron por sus pecados y volvieron a Jesucristo. Los fariseos, sin embargo, todavía se negaban a arrepentirse e incluso pagaron a los soldados para dar falso testimonio y decir que Jesucristo no había resucitado. Cuando los apóstoles difundieron el evangelio de Jesucristo, los fariseos los capturaron frenéticamente y los persiguieron, obstruyendo la propagación del evangelio. No solo blasfemaron ellos mismos y condenaron a Jesucristo, sino que también incitaron y engañaron a los creyentes para que se resistieran y lo condenaran. Se puede ver, a partir de estos hechos que los fariseos han amado particularmente el estatus, el poder estimado y perseguido para ser venerados y admirados desde abajo por otros. Agitaron la bandera de servicio a Dios hacia afuera, pero en realidad estaban sirviendo a su estatus y forma de vida; en realidad estaban compitiendo con Dios sobre el estatus y se resistían y competían con Dios. Querían prohibir la obra de Jesucristo para lograr su ambición de controlar permanentemente todo el judaísmo y establecer su propio reino independiente. Esto demostró totalmente su odio a la verdad y odio satánico a Dios por naturaleza. Tal como dice la Biblia, “Entonces los principales sacerdotes y los fariseos convocaron un concilio, y decían: ¿Qué hacemos? Porque este hombre hace muchas señales. Si le dejamos seguir así, todos van a creer en El, y los romanos vendrán y nos quitarán nuestro lugar y nuestra nación. […] Así que, desde ese día planearon entre sí para matarle” (Juan 11:47-48, 53). Estos versículos nos dicen cómo los fariseos hicieron todo lo que estaba en su poder para proteger su estatus y su sustento. Atacaron, desacreditaron y condenaron a Jesucristo con malicia deliberada. Prefirieron cometer pecados monstruosos, al resistirse y ofender a Dios y tener a sus hijos y nietos malditos que no clavar a Jesucristo en la cruz; el que expresó la verdad y redimió a la humanidad. Obviamente, Dios no tenía ni siquiera el lugar más pequeño en el corazón de los fariseos, y ellos consideraban sus posiciones y fuente de ingresos por encima de todo. Es por eso que cuando la obra de Dios amenazó sus posiciones y sus fuentes de ingreso, ellos podían ir tan lejos como para matarlo. No eran más que los anticristos que estaban en oposición y enemistad de Dios, los siervos malvados que devoraban las almas de los hombres y los engañaban hacia el infierno. Por lo tanto, Jesucristo denunció a los fariseos con los “siete males” debido a su comportamiento malvado. Esto muestra plenamente el carácter santo y justo de Dios que no puede ofenderse.

Vamos a compartir otro pasaje, “Los que leen la Biblia en grandes iglesias la recitan cada día, pero ninguno entiende el propósito de la obra de Dios. Ninguno es capaz de conocer a Dios; además, ninguno es conforme al corazón de Dios. Son todos hombres inútiles, viles, que se ponen en alto para enseñar a Dios. Aunque alardean del nombre de Dios, se oponen voluntariamente a Él. Aunque se etiquetan como creyentes en Dios, son los que comen la carne y beben la sangre del hombre. Todos esos hombres son diablos que devoran el alma del hombre, demonios que molestan deliberadamente a aquellos que tratan de entrar en el camino correcto, y piedras de tropiezo que obstaculizan la senda de los que buscan a Dios”. Los fariseos parecían devotos en el exterior, y estaban familiarizados con las escrituras y competentes en los estatutos y ordenanzas; frecuentemente exponían las escrituras a las personas en las sinagogas, y prestaban especial atención a participar en rituales religiosos y seguir las regulaciones. Sin embargo, no veneraban a Dios ni buscaban humildemente la verdad e incluso podían oponerse frenéticamente y condenar la obra de Dios. Esto fue suficiente para demostrar que los fariseos no tenían la más mínima comprensión de la voluntad de Dios y que no se concentraban en practicar las palabras de Dios ni obedecieron los mandamientos de Dios. Todo lo que hacían estaba completamente en contra de la voluntad y los requisitos de Dios y era parte de su intento de engañar y restringir a los demás. Solo buscaban establecerse para que fueran venerados y para gestionar y consolidar sus propias posiciones y fuentes de ingreso. Ellos viajaron por un camino falso de hipocresía y resistencia a Dios, ¡y en esencia eran los anticristos que odiaban la verdad y a Dios!

El fracaso de los fariseos que creían en Dios, pero resistían a Dios, es una lección que vale la pena absorber. No debemos repetir el error de los fariseos de ser alguien arrogante, obstinado y que odia la verdad, mucho menos debemos aferrarnos ciegamente a nuestras propias concepciones y a nuestra imaginación y confiar en ellos para definir el regreso del Señor. Ahora hay muchos hermanos y hermanas que sostienen el punto de vista de que desde que Jesucristo ascendió al cielo sobre una nube blanca después de Su crucifixión y resurrección, Él descenderá entre nosotros sobre una nube blanca cuando regrese. Es un hecho innegable que Jesucristo aparecerá públicamente, pero hay muchas profecías del Señor con respecto a Su regreso y por lo tanto no podemos simplemente prestar atención a algunos de ellas mientras descuidamos todas las demás, como “He aquí, vengo como ladrón” (Apocalipsis 16:15). “Porque como el relámpago al fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta el otro extremo del cielo, así será el Hijo del Hombre en su día” (Lucas 17:24). Y “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20). No podemos entender cómo regresará Jesucristo, por lo que no podemos comprender Su venida según el significado literal de las escrituras o definirla confiando en nuestras concepciones e imaginaciones. En cambio, debemos venir ante Dios más para buscar la verdad con un corazón temeroso de Dios y seguir la guía del Espíritu Santo. Solo así podemos evitar cometer el error de creer en Dios mientras nos resistimos como los fariseos. Cuando se trata de recibir al Señor, debemos ser las vírgenes sabias y aprender a escuchar la voz de Dios. Jesucristo dijo: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando El, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, […]” (Juan 16:12-13). Y se profetiza muchas veces en el libro del Apocalipsis, “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias” (Apocalipsis 2, 3). Estos versículos nos dicen que cuando Jesucristo regrese en los últimos días, Él expresará más de la verdad. Como que solo Cristo es la verdad, el camino y la vida, Él que puede expresar la verdad es sin duda el Señor que regresa. Por lo tanto, debemos tener un corazón con temor a Dios y ser una persona que está dispuesta a aceptar la verdad. Cuando alguien testifique el regreso del Señor ante nosotros, no debemos condenarlo ciegamente, sino que debemos investigar y ver diligentemente si las palabras que Él expresa son la verdad, y si son las expresiones habladas del Espíritu Santo. Esta es la única manera para que nosotros recibamos el regreso del Señor.

(Traducido del original en inglés al español por Xinia Arias Quirós)

Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.

¿Cómo regresará Jesucristo en los últimos días?

Nota del editor: cuando se trata de cómo regresará Jesucristo en los últimos días, la mayoría de los hermanos y hermanas cree que Jesucristo aparecerá abiertamente ante nosotros sobre una nube blanca.

Nota del editor: cuando se trata de cómo regresará Jesucristo en los últimos días, la mayoría de los hermanos y hermanas cree que Jesucristo aparecerá abiertamente ante nosotros sobre una nube blanca. Pero hay hermanos y hermanas que no lo tienen tan claro porque la Biblia también profetiza que el Señor regresará en secreto, como un ladrón. Entonces, ¿cómo es que va a regresar el Señor en los últimos días? Este tema está relacionado con el hecho de si podremos darle la bienvenida al Señor, de modo que nuestra búsqueda valga la pena.

En la reunión de los colaboradores, Suxing dijo con cara de desolación: “Hermanos y hermanas, últimamente he estado reflexionando sobre un problema: desde que creemos en el Señor, hemos estado deseando que el Señor vuelva sobre una nube para arrebatarnos en los últimos días. En el año 2000 los pastores y los ancianos dijeron que el regreso del Señor era inminente. Sin embargo, casi estamos en el 2019 y varias de las profecías de la llegada del Señor se han cumplido, pero aún no hemos visto al Señor descender sobre una nube. ¿Qué está pasando?” Continuar leyendo «¿Cómo regresará Jesucristo en los últimos días?»

¿Eres una virgen prudente?

El Señor Jesús dijo: “Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al novio. Y cinco de ellas eran insensatas, y cinco prudentes. Porque las insensatas, al tomar sus lámparas, no tomaron aceite consigo, pero las prudentes tomaron aceite en frascos junto con sus lámparas.

El Señor Jesús dijo: “Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al novio. Y cinco de ellas eran insensatas, y cinco prudentes. Porque las insensatas, al tomar sus lámparas, no tomaron aceite consigo, pero las prudentes tomaron aceite en frascos junto con sus lámparas. Al tardarse el novio, a todas les dio sueño y se durmieron. Pero a medianoche se oyó un clamor: ‘¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo’. Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas dijeron a las prudentes: ‘Dadnos de vuestro aceite, porque nuestras lámparas se apagan’. Pero las prudentes respondieron, diciendo: ‘No, no sea que no haya suficiente para nosotras y para vosotras; id más bien a los que venden y comprad para vosotras’. Y mientras ellas iban a comprar, vino el novio, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta” (Mateo 25:1-10). Aquí el Señor Jesús nos amonestó: Cuando venga el novio, solo las vírgenes prudentes que hayan preparado el aceite van a ser llamados al reino del cielo y se sentarán a comer con Él, las vírgenes que son insensatas se les cerrara las puertas por Él por no haber preparado el aceite. Continuar leyendo «¿Eres una virgen prudente?»