Reflexión del evangelio de hoy: ¿Todos los que reciben la salvación de la cruz serán arrebatados por Dios al reino de los cielos?

El Señor dijo: “En verdad, en verdad os digo que todo el que comete pecado es esclavo del pecado; y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí permanece para siempre” (Juan 8:34-35). “No todo el que me dice: «Señor, Señor», entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 7:21).

Reflexión del evangelio de hoy: ¿Todos los que reciben la salvación de la cruz serán arrebatados por Dios al reino de los cielos?

Por Xuesong

La cruz era un artefacto de tortura utilizado para la pena capital en tiempos antiguos. Después de que el Señor Jesús, que estaba libre del pecado, se sacrificó como ofrenda por el pecado y fue crucificado por la humanidad, la cruz vino a simbolizar la gracia redentora del Señor Jesús. Cuando recibimos Su salvación y venimos ante el Señor para confesar nuestros pecados y arrepentirnos, nuestros pecados son perdonados. Es decir, el Señor ya no nos ve como pecadores. Como tal, muchos de nuestros hermanos y hermanas creen que recibir la salvación de la cruz significa que ya han sido salvados, lo que significa que ya han sido ganados por Dios y cuando el Señor regrese serán arrebatados directamente al reino de los cielos. Sin embargo, ¿alguien se ha detenido a cuestionar si esta línea de pensamiento está de acuerdo con la palabra del Señor? Es cierto que hemos recibido la salvación de la cruz, pero también es innegable que todavía pecamos a menudo. ¿Realmente las personas como nosotros serán arrebatadas directamente al reino de los cielos cuando el Señor regrese?

Estoy seguro de que muchos de mis hermanos y hermanas han tenido la siguiente experiencia en sus vidas: A pesar de haber recibido la salvación de la cruz y de ser perdonados de nuestros pecados, todavía a menudo pecamos involuntariamente. No importa lo duro que tratemos de abandonar la carne y vencernos a nosotros mismos, todavía nos vemos atrapados en el círculo vicioso del pecado y la confesión y simplemente no podemos liberarnos de los lazos del pecado. Por ejemplo, en nuestras interacciones con los demás, siempre queremos estar en una posición de poder y obligar a otros a hacer lo que queramos. Cuando otras personas tienen ideas diferentes o si su pensamiento no está en línea con el nuestro, nos resistimos a ellas, las rechazamos en nuestros corazones, e incluso las juzgamos y menospreciamos. Cuando conocemos a personas con más talento que nosotros mismos, nos ponemos celosos y no podemos evitar tratar de competir con ellas y esforzarnos contra ellas por ganancias y estatus. Durante el trabajo o en los sermones, a menudo persistimos en lo mucho que hemos trabajado para el Señor y cuánto le hemos dado para exaltarnos y llamar la atención sobre nosotros mismos, sin embargo, ponemos poco énfasis en comunicar la voluntad y los requisitos de Dios. Como resultado, hacemos que nuestros hermanos y hermanas nos adoren y admiren y luego no hay lugar para Dios en sus corazones. A menudo, no podemos evitar que mintamos y engañemos para proteger nuestro propio interés, reputación y estatus, por lo tanto no somo el pueblo honesto que Dios requiere que seamos. Si bien podemos abandonar todo para servir a Dios y trabajar incansablemente, cuando nos encontramos con alguna tragedia o nuestros intereses se ven comprometidos, todavía nos quejamos de Dios y malinterpretamos a Él, o incluso queremos dejar nuestro ministerio. Estos ejemplos abundan. Dado que a menudo pecamos e incluso nos rebelamos contra Dios y nos resistimos a Él, ¿cómo esperamos que lo ganemos a Él o que lleguemos directamente al reino de los cielos?

El Señor dijo: “En verdad, en verdad os digo que todo el que comete pecado es esclavo del pecado; y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí permanece para siempre” (Juan 8:34-35). “No todo el que me dice: «Señor, Señor», entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 7:21). Jehová Dios dijo: “Por tanto, consagraos y sed santos, porque yo soy santo” (Levítico 11:44). El Señor Jesús ciertamente nunca dijo que aquellos que recibieron la salvación de la cruz y cuyos pecados fueron perdonados serían ganados por Dios y arrebatados al reino de los cielos. Más bien, nos dice claramente: “[…] todo el que comete pecado es esclavo del pecado;” y un siervo del pecado ciertamente no es uno del pueblo de Dios. Dios es santo, así que, ¿cómo a aquellos que constantemente están pecando podrían permitírseles entrar en el reino de los cielos? Por lo tanto, sólo aquellos que han renunciado al pecado, han sido limpiados y se convierten en personas que hacen la voluntad del Padre celestial, pueden entrar en el reino de los cielos. Sólo esas personas pueden ser realmente ganadas por Dios.

En este punto, algunos hermanos y hermanas pueden preguntar: “Hemos recibido la gracia salvadora de la crucifixión del Señor Jesús y nuestros pecados han sido perdonados: ¿Eso no significa que ya estemos salvados? ¿Por qué seguimos viviendo en este círculo vicioso de pecado y confesión y no podemos liberarnos de los grilletes del pecado? ¿Por qué es esto?”

La palabra de Dios explica este tema de la siguiente manera: “En ese momento, la obra de Jesús era la redención de toda la humanidad. Los pecados de todos los que creían en Él eran perdonados; mientras creyeras en Él, Él te redimiría; si creías en Él, dejabas de ser un pecador y eras liberado de tus pecados. Esto es lo que significaba ser salvo y ser justificado por fe. Sin embargo, seguía habiendo en quienes creían algo rebelde y opuesto a Dios, y que había que seguir quitando lentamente. La salvación no significaba que el hombre hubiera sido ganado por completo por Jesús, sino que ya no pertenecía al pecado, que sus pecados habían sido perdonados: si creías, ya no pertenecías al pecado” (“La visión de la obra de Dios (2)” en “La Palabra manifestada en carne”). “La carne del hombre es de Satanás, está llena de carácter desobediente, es deplorablemente vil, es algo inmundo. Las personas codician demasiado el gozo de la carne y hay demasiadas manifestaciones de la carne; por eso Dios desprecia la carne del hombre hasta cierto grado. Cuando las personas se deshacen de las cosas viles y corruptas de Satanás, ganan la salvación de Dios. Pero si todavía no se despojan de lo vil y de la corrupción, entonces siguen viviendo bajo el campo de acción de Satanás. Las intrigas, los engaños y la ruindad de las personas son todas las cosas de Satanás. […] Cuando vives bajo el campo de acción de Satanás eres incapaz de manifestar a Dios, eres algo vil y no puedes recibir la herencia de Dios. Una vez que hayas sido purificado y perfeccionado, serás santo, serás normal, y Dios te bendecirá y serás precioso para Él” (“Práctica (2)” en “La Palabra manifestada en carne”). “Los pecados del hombre podían ser perdonados por medio de una ofrenda por el pecado, pero el hombre ha sido incapaz de resolver el problema de cómo no pecar más y cómo poder desechar completamente su naturaleza pecaminosa y ser transformado. Los pecados del hombre fueron perdonados gracias a la obra de la crucifixión de Dios, pero el hombre siguió viviendo en el viejo carácter satánico y corrupto. Así pues, el hombre debe ser completamente salvo de este carácter satánico corrupto para que la naturaleza pecadora del hombre sea del todo desechada y no se desarrolle más, permitiendo así que el carácter del hombre cambie. Esto requiere que el hombre entienda la senda del crecimiento en la vida, el camino de la vida, y el camino del cambio de su carácter. También necesita que el hombre actúe de acuerdo con esa senda, de forma que su carácter pueda ser cambiado gradualmente y él pueda vivir bajo el brillo de la luz y que pueda hacer todas las cosas de acuerdo con la voluntad de Dios, desechar el carácter satánico corrupto, y liberarse de la influencia satánica de las tinieblas, aflorando de este modo totalmente del pecado. Sólo entonces recibirá el hombre la salvación completa” (“El misterio de la encarnación (4)” en “La Palabra manifestada en carne”).

Todos sabemos que en el período posterior de la Era de la Ley, las personas se volvieron cada vez más pecadoras y estaban en riesgo de ser condenadas y ejecutadas bajo la ley. De acuerdo con las necesidades del hombre en ese momento, Dios encarnado en la carne como el Señor Jesús para realizar el paso de la obra de la redención de la humanidad, promulgar el camino del arrepentimiento del hombre y redimir al hombre de ser condenado y atado por la ley. Habiendo recibido la salvación del Señor Jesús, estamos calificados para venir ante Dios en oración. Si volvemos al pecado, mientras confesemos y nos arrepintamos a Dios, nuestros pecados serán perdonados. Este es el verdadero significado de la salvación. Claramente, lo que pensamos que es la salvación no es más que el ser perdonados de nuestros pecados y no ser condenados ni ser ejecutados según la ley. Sin embargo, ser salvos no significa que hayamos sido ganados por Dios, y tener nuestros pecados perdonados no significa que ya no tengamos pecado dentro de nosotros. El Señor Jesús sólo nos absolvió de nuestros pecados, pero no nos ha absuelto de nuestra naturaleza pecaminosa. La naturaleza satánica como la arrogancia y la presunción, el egoísmo y la bajeza, la codicia y el mal, y la torpeza y el engaño todavía nos controlan, y todavía dominan nuestros pensamientos, palabras y acciones, y nos hacen pecar con frecuencia y resistir involuntariamente a Dios. Si no podemos librarnos de estos caracteres corruptos, nunca podremos someternos genuinamente a Dios y adorarlo. Como tal, siempre viviremos bajo el dominio de Satanás y seremos uno de los pueblos de Satanás.

Si queremos ser ganados por Dios y llegar a ser uno de Su pueblo, debemos apartar nuestros caracteres satánicos, liberarnos de los grilletes del pecado y ser limpiados. Debemos tener amor genuino y sumisión a Dios, escapar de la influencia de Satanás y vivir en la luz. Esta es la única manera en que podemos ser calificados para ser llevados al reino de los cielos por Dios. Entonces, ¿cómo podemos ser limpios y entrar en el reino de Dios? De hecho, con respecto a este asunto, el Señor Jesús profetizó hace mucho tiempo: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando Él, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir” (Juan 16:12-13). “Si alguno oye mis palabras y no las guarda, yo no lo juzgo; porque no vine a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, esa lo juzgará en el día final” (Juan 12:47-48). Y dice en 1 Pedro 4:17: “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; […]”. El Señor Jesús sabía que aquellos que habían sido redimidos recientemente de la ley sólo serían capaces de confesar y arrepentirse basándose en el conocimiento de su pecado. Todavía no estaban en el punto en el que podían entender las verdades más profundas sobre cómo librarse del pecado. El Señor Jesús estaba comprendiendo el hecho de que el hombre todavía estaba en ese estado inmaduro, por lo que no expresó verdades con respecto a la purificación del hombre en ese momento. De las profecías del Señor Jesús podemos ver que vendrá de nuevo en los últimos días para hacer la obra de juicio que comienza desde la casa de Dios, y nos impartirá todas las verdades de que necesitamos ser limpiados y alcanzar la salvación plena. Nos mostrará el camino para cambiar nuestro carácter, deshacernos de nuestra naturaleza pecaminosa, librarnos de nuestro carácter corrupto y satánico y ser limpiados para que podamos ser calificados para entrar en el reino de Dios. Sólo aceptando la obra de juicio de Dios en los últimos días y aceptando la purificación de las palabras de Dios, podemos nosotros, que hemos recibido la salvación de la cruz, salir completamente del ciclo del pecado y de la confesión y ser ganados por Dios.

En estos días, los desastres en todo el mundo se están desarrollando en una cada vez mayor escala y muchas de las profecías asociadas con el regreso del Señor ya se han cumplido. Muchos hermanos y hermanas creen que el Señor muy bien podría haber regresado ya. En este momento crucial para acoger el regreso del Señor, debemos ser como las vírgenes sabias y escuchar atentamente la voz de Dios. Cada vez que escuchamos a alguien testificar que el Señor ha regresado, ha emitido Su palabra y está haciendo la obra de juicio, debemos buscar e investigar con una mente abierta. Debemos evaluar si la palabra emitida es la verdad y pueden señalarnos el camino de ser purificados. Mientras oremos y busquemos, Dios nos guiará. Porque el Señor ha dicho anteriormente: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá” (Mateo 7:7). Que todos los hermanos y hermanas acojan el regreso del Señor, acepten Su obra de juicio en los últimos días, pronto nos liberemos de nuestros caracteres corruptos y seamos arrebatados por Dios al reino de los cielos. ¡Amén!

Traducido del original en inglés al español por Xinia Arias Quirós

Fuente: Iglesia de Dios Todopoderoso

Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.

Los principios de orar para relacionarte con Dios

La oración no es un proceso de pasar por las formalidades o de seguir un procedimiento o de recitar las palabras de Dios, es decir, la oración no quiere decir repetir palabras como perico y copiarles a los demás.

1. Orar para relacionarte con Dios se debe establecer sobre el fundamento de comer y beber las palabras de Dios; debes orar, buscar la verdad y relacionarte con Dios dentro de las palabras de Dios;

2. La oración se debe hacer para lograr un entendimiento de la verdad, para captar la voluntad de Dios y para obedecer a Dios, y no con el objetivo de participar en un ritual religioso para engañar a Dios;

3. La oración se hace para obtener la obra del Espíritu Santo y para establecer una relación normal con Dios, para obtener la guía del Espíritu Santo y para llegar a una relación auténtica con Dios;

4. Debes practicar y entrar en toda la iluminación, esclarecimiento y guía obtenidos del Espíritu Santo durante la oración y hacer tu máximo esfuerzo para aferrarte a eso; este es un principio importante de obedecer a Dios.

Palabras relevantes de Dios:

La oración no es un proceso de pasar por las formalidades o de seguir un procedimiento o de recitar las palabras de Dios, es decir, la oración no quiere decir repetir palabras como perico y copiarles a los demás. En la oración le debes dar tu corazón a Dios, compartiendo con Dios las palabras que están en tu corazón para que Dios te pueda tocar. Si las oraciones han de ser efectivas, entonces se deben basar en la lectura de las palabras de Dios. Sólo orando en medio de las palabras de Dios se podrá recibir más esclarecimiento e iluminación. Una oración verdadera se demuestra cuando se tiene un corazón que anhela las exigencias que Dios le hace y se está dispuesto a cumplir estas exigencias; se podrá odiar todo lo que Dios odia y sobre esta base se tendrá conocimiento, se conocerá y se tendrá claras las verdades que Dios explica. Tener la determinación, la fe, el conocimiento y un camino por el cual practicar después de orar, sólo esto es orar verdaderamente y sólo la oración como esta puede ser efectiva. Sin embargo, la oración se debe construir sobre el fundamento del disfrute de las palabras de Dios y teniendo comunión con Dios en Sus palabras, y el corazón puede buscar a Dios y estar en paz ante Dios. Esa oración ya ha alcanzado el punto de la comunión verdadera con Dios.

de ‘Acerca de la práctica de la oración’ en “La Palabra manifestada en carne”

Debes orar sobre el fundamento de las palabras actuales que Dios habló, entrar en las palabras de Dios, tener comunión con Dios y tomar tus resoluciones delante de Dios, estableciendo qué estándares deseas para buscar alcanzarlas.

[…]

¿Y cómo buscas que el Espíritu Santo te toque? Lo que es crucial es vivir en las palabras actuales de Dios y orar sobre el fundamento de las exigencias de Dios. Después de haber orado de esta manera, es seguro que el Espíritu Santo te tocará. Si no buscas basándote en el fundamento de las palabras actuales que Dios habla, entonces esto es infructuoso. Debes orar y decir: “¡Oh Dios! Estoy en Tu contra y te debo tanto; soy tan desobediente y nunca puedo satisfacerte. Oh Dios, quiero que me salves, quiero servirte hasta el final, quiero morir por Ti. Tú me juzgas y me castigas y no tengo quejas; estoy en Tu contra y merezco morir para que todas las personas puedan contemplar Tu justo carácter en mi muerte”. Cuando oras desde adentro de tu corazón de esta manera, Dios te va a escuchar y te va a guiar; si no oras sobre el fundamento de las palabras actuales del Espíritu Santo, entonces no hay posibilidad de que el Espíritu Santo te toque. Si oras de acuerdo a la voluntad de Dios, y de acuerdo a eso que Dios quiere hacer hoy, vas a decir: “¡Oh Dios! Quiero aceptar Tus comisiones y ser fiel a Tus comisiones y estoy dispuesto a consagrar toda mi vida a Tu gloria para que todo lo que haga pueda alcanzar los estándares del pueblo de Dios. Que Tú puedas tocar mi corazón. Anhelo que Tu Espíritu siempre me ilumine, que todo lo que haga traiga vergüenza sobre Satanás, para que al final Tú me ganes”. Si oras de esta manera, centrándote alrededor de la voluntad de Dios, entonces, de un modo inevitable, el Espíritu Santo obrará en ti. No importa cuántas sean las palabras de tus oraciones, lo que es clave es si comprendes la voluntad de Dios o no. Todos vosotros pudisteis haber tenido la siguiente experiencia: A veces, mientras oras en una reunión, la dinámica de la obra del Espíritu Santo alcanza su máximo, haciendo que la fuerza de todos se eleve. Algunas personas lloran amargamente y derraman lágrimas mientras oran, vencidas por el remordimiento ante Dios, y algunas personas muestran su resolución y hacen votos. Ese es el efecto que debe lograr la obra del Espíritu Santo. En la actualidad es crucial que todas las personas derramen por completo sus corazones en las palabras de Dios. No te enfoques en las palabras que se hablaron antes; si todavía te aferras a lo que antes fue, entonces el Espíritu Santo no va a obrar dentro de ti. ¿Ves qué importante es esto?

de ‘Conoce la nueva obra de Dios y sigue las pisadas de Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”

La mayoría de las personas piensan que, para tener una vida espiritual normal, uno tiene que orar, cantar, comer y beber las palabras de Dios, o intentar descifrarlas. Independientemente de que haya algún resultado, o un verdadero entendimiento, estas personas sólo se centran en pasar por los movimientos del exterior y no se enfocan en el resultado: son personas que viven dentro de los rituales de la religión, que no viven en el seno de la iglesia y, menos aún, son personas del reino. […]

Una vida espiritual normal es vivir una vida ante Dios. Cuando uno ora, puede acallar su corazón ante Él y, a través de la oración, puede buscar el esclarecimiento del Espíritu Santo, entender las palabras de Dios, y entender la voluntad de Dios. […] No tiene el propósito de pronunciar algunas palabras bonitas ni de gritar ante Dios para expresar la deuda propia, sino más bien de practicar mediante el ejercicio del espíritu propio, acallar el corazón ante Dios, practicar la búsqueda de dirección en todas las cosas, hacer del corazón propio un corazón que sea atraído hacia la nueva luz cada día; a no ser pasivo ni perezoso, y entrar a la senda correcta de practicar las palabras de Dios. En la actualidad, la mayoría de las personas están centradas en el método, y no intentan perseguir la verdad para alcanzar el progreso en la vida; aquí es donde se desvían las personas.

de ‘Respecto a una vida espiritual normal’ en “La Palabra manifestada en carne”

La oración es una de las formas en las que el hombre coopera con Dios, es un modo por medio del cual el hombre invoca a Dios y es el proceso por medio del cual el Espíritu de Dios toca al hombre. Se puede decir que los que están sin oración son muertos que no tienen espíritu, lo que prueba que les hacen falta las facultades para que Dios los toque. Sin la oración, no pueden alcanzar una vida espiritual normal, mucho menos pueden seguir la obra del Espíritu Santo; sin la oración, rompen su relación con Dios y no pueden recibir la aprobación de Dios. Siendo que eres alguien que cree en Dios, entre más ores, más te toca Dios. Esas personas tienen una mayor determinación y pueden recibir más la iluminación más reciente de Dios; como resultado, el Espíritu Santo puede perfeccionar sólo a personas como estas tan pronto como sea posible.

de ‘Acerca de la práctica de la oración’ en “La Palabra manifestada en carne”

Cuanto más vivas una vida espiritual, más ocupado estará tu corazón por las palabras de Dios, siempre preocupado por estos asuntos y siempre llevando esta carga. Después de esto, puedes revelar tu verdad más interna a Dios a través de tu vida espiritual, decirle lo que quieres hacer, lo que has estado pensando, tu entendimiento de la palabra de Dios y tu propia forma de verla. ¡No escondas nada; ni siquiera un poco! Practica el comunicarle las palabras de tu corazón a Dios, decirle la verdad, y no dudar en expresar lo que hay en tu corazón. Cuanto más hagas esto, más sentirás el encanto de Dios, y tu corazón se verá cada vez más atraído hacia Dios. Cuando esto acontezca, sentirás que Dios es más querido para ti que cualquier otra persona. Pase lo que pase, nunca te apartarás de Su lado. Si practicas esta clase de devocional espiritual a diario y no lo sacas de tu mente, sino que lo tratas como tu llamamiento en la vida, la palabra de Dios ocupará tu corazón. Esto es lo que significa ser tocado por el Espíritu Santo. Será como si Dios hubiera poseído siempre tu corazón, como si siempre hubiera habido amor en tu corazón. Nadie puede quitarte esto. Cuando esto ocurra, Dios vivirá realmente en ti, y tendrá un lugar en tu corazón.

de ‘Una vida espiritual normal guía a las personas al camino correcto’ en “La Palabra manifestada en carne”

Clave en la creencia en Dios es ser capaz de poner en práctica la verdad, preocuparse por la voluntad de Dios, conocer la obra de Dios en el hombre cuando Él venga en la carne y los principios por los que Él habla; no sigas a las masas, y debes tener principios en cuanto a en qué debes entrar, y debes apegarte a ellos. Manteniéndote firme a esas cosas dentro de ti esclarecido por Dios, será de ayuda para ti. Si no lo haces, hoy vas a desviarte hacia un camino, mañana te desviarás hacia otro, y nunca obtendrás nada verdadero. Ser así no beneficiará tu propia vida.

de ‘Sólo los que conocen a Dios y Su obra pueden satisfacer a Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”

El Espíritu de Dios obra en las personas para aportarles esclarecimiento e iluminación, y para que ellas cooperen con Él y practiquen. […] Todos vosotros deberíais ver claramente, en la obra de Dios, que Sus pruebas de la confianza y del amor de las personas exigen que estas oren más a Dios, y que saboreen Sus palabras ante Él con mayor frecuencia. Si Dios te esclarece y hace que entiendas Su voluntad, pero no la pones en absoluto en práctica, no ganarás nada.

de ‘Debes mantener tu lealtad a Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”

Te recomiendo leer: Cómo aprender a orar

¿Cuál es la voluntad del Señor Jesús detrás del milagro de cinco panes y dos peces?

Todos sabemos la historia de cinco panes y dos peces, y de este milagro podemos ver que el Señor Jesús tenía la autoridad única y Él era omnipotente, esto muestra Su propia identidad y estado, también muestra que Él era el Dios mismo encarnado. Pero este milagro que el Señor Jesús exhibió no es solo dejarnos ver Su identidad y Su esencia, sino también contiene Su voluntad más profunda.

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Estudios bíblicos | ¿Cuál es la voluntad del Señor Jesús detrás del milagro de cinco panes y dos peces?

Todos sabemos la historia de cinco panes y dos peces, y de este milagro podemos ver que el Señor Jesús tenía la autoridad única y Él era omnipotente, esto muestra Su propia identidad y estado, también muestra que Él era el Dios mismo encarnado. Pero este milagro que el Señor Jesús exhibió no es solo dejarnos ver Su identidad y Su esencia, sino también contiene Su voluntad más profunda.

Veamos lo que Dios dice: “Cuando el Señor Jesús vio a estas cinco mil personas, estaban hambrientas y sólo podían pensar en comer hasta saciarse, y por ello fue en este contexto donde Él satisfizo sus deseos. ¿Qué había en Su corazón cuando lo hizo? ¿Cuál fue Su actitud hacia estas personas que sólo querían comer hasta saciarse? En este momento, los pensamientos del Señor Jesús y Su actitud tenían que ver con el carácter y la esencia de Dios. Frente a estas cinco mil personas con el estómago vacío, quienes sólo querían comer una buena comida; frente a estas personas llenas de curiosidad y esperanzas sobre Él, el Señor Jesús sólo pensó en utilizar este milagro para concederles gracia. Sin embargo, no depositó Sus esperanzas en que se convirtieran en Sus seguidores, porque sabía que sólo querían participar en la diversión y comer hasta saciarse. Así pues, lo hizo lo mejor que pudo con lo que tenía allí, y usó cinco hogazas de pan y dos peces para alimentar a cinco mil personas. Abrió los ojos de estas personas que disfrutaban del entretenimiento, que querían ver milagros, y que vieron con sus propios ojos las cosas que el Dios encarnado podía completar”.

“¿Puso entonces algunas exigencias a estas personas? ¿Hubo odio? No hubo nada de eso; simplemente no quería prestar más atención a estas personas que no podían seguirle, y en ese momento Su corazón estaba dolido. Como había visto la depravación de la humanidad y había sentido su rechazo hacia Él, al ver a estas personas o estar con ellas, su torpeza y su ignorancia lo entristecieronmucho y afligieron Su corazón. Por ello sólo quería apartarse de ellas cuanto antes. El Señor no tenía exigencias para ellas en Su corazón; no quería prestarles atención, y sobre todo no quería gastar Sus energías con ellos. Sabía que no podían seguirle; a pesar de ello, Su actitud hacia ellos seguía siendo muy clara. Sólo quería tratarlos con bondad, concederles la gracia; esta era la actitud de Dios hacia toda criatura bajo Su dominio: para todas ellas, un trato bondadoso, provisión y alimentarlas. El Señor Jesús reveló, de forma muy natural, la propia esencia de Dios y trató con bondad a estas personas, porque era Dios encarnado. Lo hizo con un corazón de misericordia y tolerancia”.

De “La Palabra manifestada en carne”

Si quiere conocer más, por favor lea: Milagros de Jesús

Palabras diarias de Dios | Fragmento 351 | «Muchos son llamados, pero pocos son escogidos»

He buscado a muchos en la tierra para que sean Mis seguidores. Entre ellos están aquellos quienes sirven como sacerdotes, aquellos quienes guían, aquellos quienes educan a los hijos, aquellos quienes forman el pueblo y aquellos quienes hacen el servicio.

Palabras diarias de Dios | Fragmento 351 |  «Muchos son llamados, pero pocos son escogidos»

He buscado a muchos en la tierra para que sean Mis seguidores. Entre ellos están aquellos quienes sirven como sacerdotes, aquellos quienes guían, aquellos quienes educan a los hijos, aquellos quienes forman el pueblo y aquellos quienes hacen el servicio. Los dividí en estas diferentes categorías basado en la lealtad que me muestran. Cuando todos los hombres hayan sido clasificados de acuerdo a su tipo, es decir, cuando la naturaleza de cada tipo de hombre se haya revelado, entonces enumeraré a cada hombre entre los de su tipo legítimo y pondré a cada tipo en su lugar adecuado para que Yo pueda lograr Mi objetivo de salvación de la humanidad. A su vez, llamo a los grupos de aquellos a los que deseo salvar para que regresen a Mi casa, entonces permito a todas estas personas que acepten Mi obra en los últimos días. Al mismo tiempo, clasifico al hombre según su tipo, luego recompenso o castigo a cada uno en base a sus obras. Tales son los pasos que comprenden Mi obra.

Yo vivo ahora en la tierra y vivo entre los hombres. Todos los hombres están experimentando Mi obra y viendo Mi palabra, y con esto confiero todas las verdades a cada uno de Mis seguidores para que puedan recibir vida de Mí y así tener el camino a seguir. Porque Yo soy Dios, Dador de vida. Durante Mis muchos años de obrar el hombre ha recibido mucho y ha renunciado a mucho, sin embargo, todavía afirmo que el hombre no cree verdaderamente en Mí. Porque el hombre solamente reconoce en la superficie que Yo soy Dios y no está de acuerdo con la verdad que hablo, mucho menos practica la verdad que Yo exijo de él. Es decir, el hombre reconoce sólo la existencia de Dios, pero no la de la verdad; el hombre sólo reconoce la existencia de Dios, pero no la de la vida; el hombre sólo reconoce el nombre de Dios, pero no Su esencia. Debido a su celo, el hombre me es detestable. Porque el hombre sólo usa palabras agradables al oído para engañarme y ninguno me adora con un corazón sincero. Tus palabras llevan la tentación de la serpiente. Y tus palabras son arrogantes al extremo, simplemente como si el arcángel las hubiera expresado. Además, tus acciones están gastadas; tus deseos desmedidos y tus intenciones codiciosas son ofensivas de escuchar. Todos vosotros os habéis convertido en polilla en Mi casa y en objetos de Mi aversión y rechazo. Porque ninguno de vosotros sois amantes de la verdad, sólo sois hombres que estáis a favor de las bendiciones, que queréis ascender al cielo, a quienes os agrada ver la magnificencia de Cristo ejerciendo Su poder en la tierra. ¿Alguna vez has pensado cómo un hombre tan profundamente corrompido como tú, quien para nada sabe lo que Dios es, puede ser digno de seguir a Dios? ¿Cómo puedes ascender al cielo? ¿Cómo puedes ser digno de ver la belleza sin precedentes de la magnificencia? Vuestras bocas están llenas con palabras de engaño e inmundicia, de traición y altanería. Nunca me habéis hablado palabras de sinceridad ni santidad, ni tampoco las palabras de que experimentas Mi palabra y me obedeces. ¿Qué fe es esta? Vuestros corazones están llenos de deseos y riqueza; vuestras mentes están llenas con las cosas materiales. Cada día calculáis cómo obtener de Mí, evaluando cuánta riqueza y cuántas cosas materiales habéis obtenido de Mí. Cada día esperáis que más bendiciones caigan sobre vosotros para que podáis gozar más cosas y más placenteras. Lo que hay en tus pensamientos en cada momento no soy Yo o la verdad que proviene de Mí, sino tu esposo (esposa), hijos, hijas o lo que comes o vistes, y cómo puedes gozar aún un placer mejor, un placer mayor. Incluso si llenas tu estómago hasta el tope, ¿no sigues siendo poco más que un cadáver? Aunque adornes tu forma gloriosamente, ¿no sigues siendo un cadáver andante que no tiene vida? Te afanas por el bien de tu estómago hasta que tienes canas, sin embargo, nadie está dispuesto a sacrificar un solo cabello por Mi obra. Viajas, trabajas duro y te rompes la cabeza para tu carne y para tus hijos, sin embargo, nadie se preocupa o piensa de lo que está en Mi corazón y Mi mente. ¿Qué deseas obtener de Mí?

Nunca estoy apresurado en Mi obra. No importa cómo me siga el hombre, hago Mi obra de acuerdo con cada paso, como en Mi plan. Por lo tanto, aunque te rebeles tanto contra Mí, no detengo Mi obra y sigo hablando la palabra que deseo. Llamo a Mi casa a todos los que he predestinado para que escuchen Mi palabra, entonces pongo ante Mi trono a todos quienes obedecen y anhelan Mi palabra. Aquellos quienes traicionan Mi palabra, aquellos quienes no me obedecen ni se someten a Mí, y aquellos quienes abiertamente me desafían, serán echados a un lado a esperar su castigo final. Todos los hombres viven en perversión y bajo la mano del maligno, así que no muchos de los que me siguen realmente anhelan la verdad. Es decir, la mayoría no me adora con un corazón verdadero o con la verdad, sino que tratan de ganar Mi confianza a través de la perversión, la rebelión y las medidas engañosas. Es por esta razón que digo, “Muchos son llamados, pero pocos escogidos”. Todos los que son llamados están profundamente pervertidos y viven en la misma época, pero aquellos quienes son escogidos son sólo esa parte que cree y reconoce la verdad, y que práctica la verdad. Estos hombres son sólo una parte muy pequeña de la totalidad, y de entre estos hombres recibiré más gloria. Si os medís con estas palabras, ¿sabes si estás entre los escogidos? ¿Cuál será tu fin?

De “La Palabra manifestada en carne”

Fragmento 5 | «Conocer las tres etapas de la obra de Dios es la senda para conocer a Dios»

La obra de gestionar a la humanidad se divide en tres etapas, lo que significa que la obra de salvar a la humanidad se divide en tres etapas. Estas tres etapas no incluyen la obra de crear el mundo, sino que son la Era de la Ley, la Era de la Gracia, y la Era del Reino.

Fragmento 5 | “Conocer las tres etapas de la obra de Dios es la senda para conocer a Dios

La obra de gestionar a la humanidad se divide en tres etapas, lo que significa que la obra de salvar a la humanidad se divide en tres etapas. Estas tres etapas no incluyen la obra de crear el mundo, sino que son la Era de la Ley, la Era de la Gracia, y la Era del Reino. La obra de crear el mundo fue la de producir a toda la humanidad. No fue la de salvarla ni tiene relación con ella; y es que, cuando el mundo fue creado, la humanidad no había sido corrompida por Satanás y, por tanto, no había necesidad de llevar a cabo la obra de salvación de la humanidad. Esta sólo comenzó una vez que la humanidad se había corrompido y, por tanto, la obra de gestión de la humanidad tampoco empezó hasta entonces. En otras palabras, la gestión del hombre por parte de Dios empezó como un resultado de la obra de salvar a la humanidad, y no surgió de la obra de crear el mundo. No podría haber obra de gestión de la humanidad sin el carácter corrupto de esta, y por tanto dicha obra incluye tres partes, en lugar de cuatro etapas, o cuatro eras. Sólo esta es la forma correcta de referirse a la gestión de la humanidad por parte de Dios. Cuando la era definitiva llegue a su fin, la obra de gestión de la humanidad habrá llegado a un final completo. La conclusión de la misma significa que la obra de salvar a toda la humanidad ha terminado totalmente, y que esta ha alcanzado el final de su viaje. Sin la obra de salvar a toda la humanidad, la obra de gestión de esta no existiría ni habría tres etapas de obra. Fue precisamente por la depravación de la humanidad, y la urgente necesidad de salvación que esta tenía, que Jehová concluyó la creación del mundo y comenzó la obra de la Era de la Ley. Sólo entonces comenzó la obra de gestión de la humanidad, que significa que sólo entonces se inició la obra de salvación de esta. “Gestionar a la humanidad” no significa guiar la vida de la recién creada humanidad sobre la tierra (es decir, una humanidad que aún no se había corrompido). En su lugar, es la salvación de una humanidad corrompida por Satanás, es decir, el cambio de esta humanidad corrupta. Este es el significado de gestionar a la humanidad. La obra de salvar a esta no incluye la de crear al mundo, y por tanto la de gestionar a la humanidad no incluye la de crear el mundo, sino sólo tres etapas de obra independientes de la creación del mismo. Para entender la obra de gestión de la humanidad, es necesario ser consciente de la historia de las tres etapas de la obra, de esto es de lo que todos deben ser conscientes a fin de ser salvados. Como criaturas de Dios, deberíais reconocer que Él creó al hombre, y deberíais reconocer la fuente de la corrupción de la humanidad, además del proceso de la salvación del hombre. Si sólo sabéis cómo actuar de acuerdo a la doctrina para obtener el favor de Dios, pero no tenéis ni idea de cómo salva Él a la humanidad, o de la fuente de la corrupción de esta, esto es lo que os falta como criaturas de Dios. No deberías satisfacerte solamente con entender esas verdades que pueden ponerse en práctica, mientras sigues ignorando el alcance más amplio de la obra de gestión de Dios; si este es el caso, eres demasiado dogmático. Las tres etapas de la obra son la historia interior del plan de gestión del hombre por parte de Dios, la llegada del evangelio de todo el universo, el misterio más grande en medio de toda la humanidad, y también el fundamento de la difusión del evangelio. Si sólo te centras en entender verdades simples relacionadas con tu vida, y no sabes nada de esto, el más grande de todos los misterios y visiones, ¿no parece, pues, tu vida un producto defectuoso, bueno para nada excepto para mirarlo?

Si el hombre sólo se concentra en la práctica, y considera secundarios la obra de Dios y el conocimiento de Él, ¿no es eso lo mismo que ser tacaño en lo pequeño y derrochador en lo grande? Debes saber lo que debes saber, y poner en práctica lo que debes poner en práctica. Sólo entonces serás alguien que sabe cómo buscar la verdad. Cuando llegue el día en que difundas el evangelio, si sólo eres capaz de decir que Dios es un Dios grande y justo, un Dios supremo, con el que ningún gran hombre puede compararse, pues nadie es más alto que Él…, si sólo puedes pronunciar estas palabras irrelevantes y superficiales, y eres totalmente incapaz de hablar palabras de importancia crucial, y que tengan contenido, si no tienes nada que decir acerca de conocer a Dios, o Su obra, y, además, no puedes explicar la verdad ni proveer lo que le falta al hombre, alguien como tú es incapaz de cumplir bien su obligación. Dar testimonio de Dios y difundir el evangelio no es un asunto sencillo. Primero debes estar equipado con la verdad y las visiones que deben entenderse. Cuando tienes claras las visiones y la verdad de los diferentes aspectos de la obra de Dios, llegas a conocerla en tu corazón, e independientemente de lo que Dios haga —un juicio justo o el refinamiento al hombre— posees la mayor visión como tu fundamento, y la verdad correcta para poner en práctica, serás capaz de seguir a Dios hasta el final mismo. Debes saber que sin importar qué obra haga Él, el objetivo y el corazón de Su obra no cambia, y Su voluntad para con el hombre tampoco lo hace. No importa lo severas que sean Sus palabras ni lo adverso del entorno, los principios de Su obra no cambiarán, y Su propósito de salvar al hombre tampoco. Al no tratarse de la revelación del final del hombre ni de su destino, y que no es la obra de la fase final o de poner fin a todo el plan de gestión de Dios, y dado que es durante el tiempo que Él obra en el hombre, el corazón de Su obra no cambiará: siempre será la salvación de la humanidad. Este debería ser el fundamento de vuestra creencia en Dios. El objetivo de las tres etapas de la obra es la salvación de toda la humanidad, que significa la salvación completa del hombre del dominio de Satanás. Aunque cada una de las tres etapas de la obra tiene un objetivo y un sentido diferentes, son parte de la obra de salvación de la humanidad, y distintas obras de salvación llevadas a cabo de acuerdo a los requisitos de la humanidad. Una vez que seas consciente del objetivo de estas tres etapas de la obra, sabrás cómo recibir el sentido de cada una de ellas, y reconocerás cómo actuar con el fin de satisfacer el deseo de Dios. Si puedes alcanzar este punto, entonces esta, la mayor de todas las visiones, pasará a ser tu fundamento. No deberías buscar formas fáciles de práctica, o verdades profundas, sino combinar visiones con práctica, de forma que haya verdades que puedan ponerse en práctica, y conocimiento basado en visiones. Sólo entonces serás alguien que busca totalmente la verdad.

Extracto de “La Palabra manifestada en carne”

Aprender más: ¿Qué significa la salvación?

Base de la encarnación de Dios en China en los últimos días en las profecías de la Biblia y en las palabras de Dios

“Porque así como el relámpago sale del oriente y resplandece hasta el occidente, así será la venida del Hijo del Hombre. Donde esté el cadáver, allí se juntarán los buitres” (Mateo 24:27-28).

Base de la encarnación de Dios en China en los últimos días en las profecías de la Biblia y en las palabras de Dios

Versículos bíblicos como referencia:

“Pues desde que sale el sol hasta que se pone, Mi nombre será engrandecido entre los gentiles (…) dijo Jehová de los ejércitos” (Malaquías 1:11)*.

“Porque así como el relámpago sale del oriente y resplandece hasta el occidente, así será la venida del Hijo del Hombre. Donde esté el cadáver, allí se juntarán los buitres” (Mateo 24:27-28).

Las palabras relevantes de Dios:

Hoy, Dios ha regresado al mundo para realizar Su obra. Su primera parada es la gran reunión de dictadores: China, el acérrimo bastión del ateísmo. Dios ha ganado un grupo de personas con Su sabiduría y poder. Durante este período, el partido gobernante en China lo ha sido perseguido por todos los medios y lo ha sometido a un gran sufrimiento, sin un lugar donde poder apoyar la cabeza, incapaz de encontrar refugio. A pesar de esto, Dios aún continúa la obra que pretende hacer: alza Su voz y difunde el evangelio. Nadie puede explicar la omnipotencia de Dios. En China, un país que considera a Dios como enemigo, Él no ha cesado nunca Su obra. Por el contrario, más personas han aceptado Su obra y Su palabra, porque Dios hace todo lo que puede para salvar a todos y cada uno de los miembros de la humanidad.

Extracto de ‘Dios preside el destino de toda la humanidad’ en “La Palabra manifestada en carne”

En muchos lugares, Dios ha profetizado que Él va a ganar a un grupo de vencedores en la tierra de Sinim. Como es en la parte oriental del mundo que se han de ganar a los vencedores, entonces el lugar donde Dios pone Sus pies en Su segunda encarnación es, sin lugar a duda, la tierra de Sinim, el lugar exacto donde descansa enrollado el gran dragón rojo. Allí ganará Dios a los descendientes del gran dragón rojo para que quede totalmente derrotado y avergonzado. Dios va a despertar a estas personas tan cargadas de sufrimiento, las activará por completo hasta que estén completamente despiertas, y para que salgan de la niebla y rechacen al gran dragón rojo. Despertarán de su sueño, reconocerán la sustancia del gran dragón rojo, se volverán capaces de entregar su corazón por entero a Dios, se levantarán de la opresión de las fuerzas de la oscuridad, se pondrán de pie en el Oriente del mundo y se convertirán en la prueba de la victoria de Dios. Solo de esta manera ganará Dios la gloria. Precisamente por esta razón trajo Dios la obra, que llegó a su fin en Israel, a la tierra donde el gran dragón rojo descansa enrollado y, casi dos mil años después de partir, ha venido de nuevo en la carne para seguir con la obra de la Era de la Gracia. A simple vista del hombre, Dios está inaugurando una nueva obra en la carne. Pero, desde el punto de vista de Dios, está prosiguiendo con la obra de la Era de la Gracia, pero solo tras un interregno de unos cuantos miles de años y con el cambio de la ubicación y el programa de Su obra.

Extracto de ‘La obra y la entrada (6)’ en “La Palabra manifestada en carne

Las profecías dijeron que el nombre de Jehová sería magnificado en las naciones gentiles, que se difundiría en ellas. ¿Por qué se profetizó esto? Si Dios fuera solo el Dios de los israelitas, solo obraría en Israel. Además, no difundiría esta obra, y no haría esta profecía. Como sí la hizo, extenderá, sin duda alguna, Su obra entre las naciones gentiles y entre cada nación y pueblo. Como afirmó esto, lo debe hacer. Este es Su plan, porque Él es el Señor que creó los cielos y la tierra y todas las cosas, y el Dios de toda creación. Independientemente de si obra entre los israelitas o por toda Judea, la obra que hace es la de todo el universo y toda la humanidad. La obra que hace hoy en la nación del gran dragón rojo —en una nación gentil— sigue siendo la de toda la humanidad. Israel pudo ser la base para Su obra en la tierra; de igual forma, China puede también convertirse en la base para Su obra entre las naciones gentiles. ¿No ha cumplido ahora la profecía de que “el nombre de Jehová será engrandecido entre las naciones gentiles”? El primer paso de Su obra entre las naciones gentiles es esta obra que Él hace en la nación del gran dragón rojo.

Extracto de ‘Dios es el Señor de toda la creación’ en “La Palabra manifestada en carne”

Sólo cuando entro en el nuevo cielo y la nueva tierra tomo la otra parte de Mi gloria y la revelo primero en la tierra de Canaán, haciendo que resplandezca un destello de luz en toda la tierra, que se encuentra sumida en la alquitranada oscuridad de la noche, para permitir que toda la tierra venga a la luz. Que los hombres de toda la tierra vengan a fortalecerse con el poder de la luz, permitiendo que Mi gloria aumente y aparezca de nuevo en cada nación. Que toda la humanidad se dé cuenta de que hace mucho tiempo Yo vine al mundo humano y que hace mucho tiempo llevé Mi gloria desde Israel al oriente; porque Mi gloria brilla desde el oriente, siendo traída de allí desde la Era de la Gracia hasta nuestros días. Pero fue desde Israel que Yo partí y desde allí que llegué al oriente. Sólo cuando la luz del oriente se vuelva gradualmente blanca, la oscuridad a través de la tierra comenzará a convertirse en luz, y sólo entonces el hombre descubrirá que hace mucho tiempo salí de Israel y que estoy volviendo a levantarme en el oriente. Habiendo descendido una vez a Israel y partido luego de allí, no puedo volver a nacer en Israel, porque Mi obra guía todo el universo y, lo que es más, el relámpago brilla directamente del oriente al occidente. Por esta razón, he descendido en el oriente y llevado Canaán a la gente del oriente. Deseo llevar a los pueblos de toda la tierra a la nación de Canaán, y por eso sigo emitiendo declaraciones en la tierra de Canaán para controlar todo el universo. En este momento, no hay luz en toda la tierra a excepción de Canaán y todos los hombres están en peligro por el hambre y el frío. Le di Mi gloria a Israel y luego la retiré, y después llevé a los israelitas al oriente, así como a toda la humanidad. Los he traído a todos a la luz para que puedan reunirse y asociarse con ella, y que ya no tengan que buscarla. Dejaré que todos los que están buscando vuelvan a ver la luz y vean la gloria que tuve en Israel; les haré ver que hace mucho tiempo descendí sobre una nube blanca en medio de la humanidad, que vean las innumerables nubes blancas y frutos en sus racimos abundantes y, más aún, que vean a Jehová Dios de Israel. Dejaré que vean al Maestro de los judíos, al Mesías anhelado y a la aparición completa de Mí, quien ha sido perseguido por los reyes a lo largo de las eras. Obraré en todo el universo y realizaré una obra maravillosa, revelando toda Mi gloria y todas Mis acciones al hombre en los últimos días. Mostraré Mi semblante glorioso en toda su plenitud a quienes han esperado muchos años por Mí, a quienes han anhelado que Yo llegue sobre una nube blanca, a Israel, que ha anhelado que Yo aparezca de nuevo, y a toda la humanidad que me persigue, para que todos sepan que hace mucho tiempo retiré Mi gloria y la llevé al oriente, así que ya no está en Judea. ¡Porque ya han llegado los últimos días!

Estoy llevando a cabo Mi obra por todo el universo y en el oriente se producen estruendos interminables como de truenos que sacuden a todas las naciones y denominaciones. Es Mi voz la que ha guiado a todos los hombres al presente. Haré que todos los hombres sean conquistados por Mi voz, que caigan en esta corriente y se sometan ante Mí, porque desde hace mucho tiempo he recuperado Mi gloria de toda la tierra y la he emitido nuevamente en el oriente. ¿Quién no anhela ver Mi gloria? ¿Quién no espera ansiosamente Mi regreso? ¿Quién no tiene sed de Mi reaparición? ¿Quién no suspira por Mi hermosura? ¿Quién no vendría a la luz? ¿Quién no contemplaría la riqueza de Canaán? ¿Quién no anhela el regreso del Redentor? ¿Quién no adora al Gran Todopoderoso? Mi voz se extenderá por toda la tierra; quiero, frente a Mi pueblo elegido, decirles más palabras. Como los poderosos truenos que sacuden las montañas y los ríos, digo Mis palabras a todo el universo y a la humanidad. Por tanto, las palabras en Mi boca se han convertido en el tesoro del hombre y todos los hombres aprecian Mis palabras. El relámpago destella desde el oriente hasta el occidente. Mis palabras son tales que el hombre se resiste a renunciar a ellas y, al mismo tiempo, las encuentra insondables, pero se regocija aún más en ellas. Al igual que un recién nacido, todos los hombres se alegran y regocijan, celebrando Mi llegada. Por medio de Mi voz, traeré a todos los hombres delante de Mí. A partir de entonces, entraré formalmente a la raza de los hombres para que ellos vengan a adorarme. Con la gloria que irradio y las palabras en Mi boca, haré que todos los hombres se presenten ante Mí y vean que el relámpago destella desde el oriente, y que Yo también he descendido al “Monte de los Olivos” del oriente. Verán que llevo ya mucho tiempo en la tierra, ya no como el Hijo de los judíos, sino como el Relámpago del oriente. Porque he resucitado hace mucho tiempo, me he alejado del seno de la humanidad y reaparecido luego con gloria entre los hombres. Soy Aquel que fue adorado en eras innumerables antes de ahora y también soy el infante abandonado por los israelitas en eras innumerables antes de ahora. ¡Además, soy el todo glorioso Dios Todopoderoso de la era actual! Que todos se presenten ante Mi trono y vean Mi semblante glorioso, oigan Mi voz y contemplen Mis obras. Esta es la totalidad de Mi voluntad; es el fin y el clímax de Mi plan, así como el propósito de Mi gestión. ¡Que cada nación me adore, que cada lengua me reconozca, que todos los hombres depositen su fe en Mí y que todas las personas se sometan a Mí!

Extracto de ‘Los siete truenos retumban: profetizan que el evangelio del reino se extenderá por todo el universo’ en “La Palabra manifestada en carne”

Unas citas bíblicas son tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.

Mateo 24:27: el enigma del Relámpago Oriental finalmente se revela

palabras del Señor Jesús: “Porque como el relámpago al fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta el otro extremo del cielo, así será el Hijo del Hombre en su día. Pero primero es necesario que Él padezca mucho y sea rechazado por esta generación” (Lucas 17:24-25).

En los últimos años, el Relámpago Oriental ha estado dando testimonio abiertamente de que el Señor Jesús ha regresado como el Dios Todopoderoso encarnado en los últimos días. Dios Todopoderoso ha expresado millones de palabras y está llevando a cabo la obra del juicio empezando por la casa de Dios. La aparición del Relámpago Oriental ha perturbado a todo el mundo religioso y muchos de los que han anhelado la aparición de Dios han escuchado las declaraciones de Dios Todopoderoso y las han reconocido como la voz de Dios. Han llegado a la certeza de que Dios Todopoderoso es el Señor Jesús regresado y, uno tras otro, se han presentado ante Él. La aparición del Relámpago Oriental ha cumplido el siguiente versículo de la Biblia: “Porque así como el relámpago sale del oriente y resplandece hasta el occidente, así será la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:27). El “relámpago” es la verdad, la palabra de Dios; “sale del oriente” significa que la verdad ha salido de China, y “resplandece hasta el occidente” quiere decir que ha llegado a Occidente; “la venida del Hijo del Hombre” se refiere a que Dios encarnado ha aparecido y obrado en Oriente, en concreto en China, y finalmente ha extendido Su obra a Occidente. Estas palabras se han cumplido ahora. Sin embargo, muchos hermanos y hermanas no se atreven a investigar la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días porque creen las mentiras del PCCh y la condena de la Iglesia de Dios Todopoderoso por parte de los pastores y ancianos. Se preguntan por qué el gobierno chino y los pastores y ancianos de las iglesias condenan al Relámpago Oriental si este es el camino verdadero y la aparición y obra de Dios. ¿Es el Relámpago Oriental la aparición y obra verdaderas del Señor Jesús regresado? Nos centraremos en este asunto en la siguiente enseñanza.

El camino verdadero ha sufrido persecución desde la Antigüedad

El Señor Jesús dijo: “Esta generación es una generación perversa” (Lucas 11:29). “Y este es el juicio: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, pues sus acciones eran malas. Porque todo el que hace lo malo odia la luz, y no viene a la luz para que sus acciones no sean expuestas” (Juan 3:19-20). Con la precisión de un cirujano, el Señor Jesús expone la maldad y la oscuridad de este mundo y así demuestra que toda la humanidad vive bajo el campo de acción de Satanás y no puede tolerar la existencia de Dios. En la Era de la Gracia, el Señor Jesús se hizo carne y vino a obrar en la tierra personalmente con el fin de redimir a la humanidad, y fue clavado en la cruz por los líderes religiosos judíos en complicidad con las autoridades romanas. Está claro que la humanidad había llegado a ser tan corrupta y malvada que negó y se resistió a Dios abiertamente. Ahora, Dios Todopoderoso ha venido en los últimos días y ha expresado todas las verdades que permiten al hombre obtener la salvación completa, pero los líderes del mundo religioso y el gobierno chino lo han condenado y se han resistido a Él frenéticamente y esta generación lo ha rechazado. Esto cumple exactamente las siguientes palabras del Señor Jesús: “Porque como el relámpago al fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta el otro extremo del cielo, así será el Hijo del Hombre en su día. Pero primero es necesario que Él padezca mucho y sea rechazado por esta generación” (Lucas 17:24-25). El gobierno chino es ateo, su propia esencia está en contra de Dios, y por eso no es extraño que condene a la Iglesia de Dios Todopoderoso. No obstante, los pastores y ancianos del mundo religioso actual están todos esperando el regreso del Señor, ¿por qué no buscan o investigan entonces la aparición y la obra de Dios Todopoderoso, sino que se oponen a Él y lo condenan frenéticamente? Esto merece una minuciosa reflexión. De hecho, hay muchos pastores y ancianos que han visto la autoridad y el poder en las palabras y la obra de Dios Todopoderoso. Pero, cuando ven a tantas personas que han anhelado que Dios aparezca reconocer a partir de las palabras de Dios Todopoderoso que Él es, sin duda, el Señor Jesús regresado y entonces se presentan ante Él una tras otra, estos pastores y ancianos del mundo religioso tienen miedo de que los creyentes sigan a Dios Todopoderoso y entonces dejen de seguirles o idolatrarles a ellos. A fin de mantener su propia posición y sustento, fingen “proteger el verdadero camino y cuidar del rebaño”, mientras que condenan deliberadamente la aparición y la obra de Dios Todopoderoso e impiden que los creyentes investiguen el verdadero camino. El mundo religioso ha condenado la aparición y la obra de ambas encarnaciones de Dios, lo que nos demuestra que es tan oscuro y malvado que incluso se opone a Dios. Por tanto, es inevitable que las fuerzas de Satanás condenen y persigan a Dios cuando Él viene a este mundo malvado a hacer Su obra.

De modo que, cuando investigamos el verdadero camino, ¿qué actitud debemos adoptar cuando nos enfrentemos a la condena y resistencia de los líderes del mundo religioso? Si recordamos a Pedro, Juan y los demás discípulos en los comienzos, no creyeron a ciegas las mentiras de los líderes religiosos que condenaban al Señor Jesús, sino que trataron de escuchan con humildad la voz del Señor. Cuando reconocieron que las palabras del Señor Jesús eran la verdad, la voz de Dios, pudieron abandonar sus nociones y seguir al Señor, y en última instancia recibieron la salvación del Señor. Tal y como dijo el Señor Jesús: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá” (Mateo 7:7). Si deseamos saber si el Relámpago Oriental es el camino verdadero, debemos investigar la obra de Dios Todopoderoso y leer las palabras que Él expresó. Esta es la única manera de llegar a la verdad del asunto. Si creemos a ciegas lo que los pastores y ancianos dicen, entonces es probable que sigamos las huellas de los judíos comunes de los días de Jesús, quienes siguieron a los fariseos, se resistieron y rechazaron al Señor Jesús, perdieron la oportunidad de investigar el camino verdadero y fueron incapaces de recibir el regreso del Señor para siempre.

¿Cómo podemos estar seguros de que el Relámpago Oriental es el camino verdadero?

¿Cómo podemos entonces estar seguros de que el Relámpago Oriental es el camino verdadero? Vamos a leer las palabras de Dios Todopoderoso. Dios Todopoderoso dice: “¿Cuál es el principio más fundamental en la búsqueda del camino verdadero? Debes ver si existe o no la obra del Espíritu Santo en este camino, si estas palabras son la expresión de la verdad, a quién han sido testificadas y lo que pueden traerte. Distinguir entre el camino verdadero y el falso requiere de varios aspectos de conocimiento fundamental, el más fundamental de los cuales es decir si está presente o no la obra del Espíritu Santo. Porque la esencia de la creencia de la gente en Dios es la creencia en el Espíritu de Dios, e incluso su creencia en Dios encarnado se debe a que esta carne es la personificación del Espíritu de Dios, lo que significa que tal creencia sigue siendo la creencia en el Espíritu. Existen diferencias entre el Espíritu y la carne, pero debido a que esta carne proviene del Espíritu, y es la Palabra hecha carne, entonces en lo que el hombre cree sigue siendo la esencia inherente de Dios. Por eso, al diferenciar si este es o no el camino verdadero, por sobre todo se tiene que observar si tiene o no la obra del Espíritu Santo, después de lo cual se debe ver si existe o no la verdad en este camino. La verdad es el carácter de vida de la humanidad normal, es decir, lo que fue requerido del hombre cuando Dios lo creó en el principio, a saber: la humanidad normal por completo (incluyendo el sentido humano, la percepción, la sabiduría y el conocimiento básico de ser hombre). Es decir, debes analizar si este camino puede llevar o no la gente a una vida de humanidad normal, si la verdad dicha es o no requerida de acuerdo con la realidad de la humanidad normal, si esta verdad es o no práctica y real, y si es o no la más oportuna. Si existe verdad en ello, entonces será capaz de llevar a las personas a experiencias normales y prácticas; la gente, por otra parte, se hace cada vez más normal, su sentido humano se vuelve cada vez más completo, su vida en la carne y la vida espiritual se vuelven cada vez más ordenadas, y sus emociones se hacen cada vez más normales. Este es el segundo principio. Hay otro principio, que se refiere a si la gente tiene o no un conocimiento cada vez mayor de Dios, y si experimenta este tipo de obra y verdad y puede inspirar el amor por Dios en ellos y acercarlos cada vez más a Dios. En esto se puede medir si este es o no el camino verdadero” (‘Sólo los que conocen a Dios y Su obra pueden satisfacer a Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”).

Las palabras de Dios afirman de manera muy clara que hay tres principios fundamentales para distinguir entre el camino verdadero y el camino falso. En primero lugar, hay que ver si el camino tiene la obra del Espíritu Santo. Dios es Espíritu y, aunque Dios obra en la carne, Su esencia sigue siendo la de Su Espíritu. Por tanto, la obra de Dios debe ir codo con codo con la obra del Espíritu Santo. En segundo lugar, hay que ver si el camino tiene la verdad. Todos sabemos que solo la palabra de Dios es la verdad; esta se puede convertir en nuestra vida misma, es el principio que rige nuestro comportamiento, nuestra conducta y nuestra adoración a Dios y puede permitirnos recuperar la humanidad normal. En tercer lugar, hay que ver si el camino puede permitir a la gente poseer un conocimiento de Dios cada vez mayor. Como es Dios mismo quien hace Su obra, como todo lo que revela es lo que tiene y es, y como siempre que aparece y obra para salvar al hombre le explica Su voluntad y lo que requiere, cuanto más leemos las palabras de Dios y cuanto más experimentemos Su obra, mayor es nuestra fe en Dios y nuestro conocimiento de Dios.

Por ejemplo, cuando el Señor Jesús vino a hacer Su obra, otorgó gracia abundante al hombre, sanó a los enfermos, expulsó demonios y trajo el camino del arrepentimiento a la humanidad. Le enseñó al hombre a confesar y arrepentirse, amar a su prójimo como a sí mismo, cargar con su cruz, ser paciente y tolerante, perdonar a los demás setenta veces siete, amar a Dios con todo su corazón y mente, etc. Estas enseñanzas del Señor Jesús eran palabras que ningún ser humano podría haber dicho. Antes de que el Señor Jesús viniese y expresase la verdad, los que vivían bajo a ley solo sabían cómo vivir. No tenían ni idea de las verdades de cómo amar y perdonar a los demás. Pero, al seguir al Señor y practicar Sus enseñanzas, vieron que la palabra del Señor Jesús era la verdad y que podía mostrar la senda de práctica a la gente de aquella época. Así, también llegaron a entender, a través de la obra del Señor Jesús, que el carácter de Dios está repleto de misericordia y compasión y estuvieron dispuestos a volver al Señor. A pesar de que la obra del Señor Jesús de aquella época se enfrentaba constantemente a la condena, resistencia y persecución de los sacerdotes principales, escribas y fariseos, el número de seguidores del Señor Jesús aumentó aun más. Al final, estos líderes religiosos se aliaron a las autoridades romanas para crucificar al Señor Jesús, con la convicción de que así abolirían Su obra. No obstante, aquellos que creyeron en Dios sinceramente averiguaron a través de Su obra y palabras que Su obra venía de Dios y por eso le siguieron con un corazón rebosante de fe y difundieron el evangelio del Señor, aunque las autoridades romanas y el mundo religioso de entonces los persiguiera. El Evangelio del Señor Jesús ha llegado a los rincones recónditos del universo y a los confines de la tierra en la actualidad. Es imparable. El fruto de las palabras y la obra del Señor Jesús nos muestra que Su obra vino de Dios y que es el verdadero camino.

Asimismo, si queremos confirmar si la obra de Dios Todopoderoso es el camino verdadero o no, podemos ver si la verdad está expresada en ella, si tiene la obra del Espíritu Santo y si concede a la gente un mayor conocimiento de Dios. Dios Todopoderoso ha venido en los últimos días y ha expresado todas las verdades que permiten al hombre obtener la purificación y la salvación completa sobre los cimientos de la obra de redención del Señor Jesús. Él da el paso de la obra para juzgar y purificar al hombre y nos salva de una vida llena de sufrimiento atrapada en el ciclo de pecar y arrepentirse. Dios Todopoderoso dice: “La obra de Dios en la encarnación actual consiste en expresar Su carácter, principalmente, por medio del castigo y el juicio. Con base en esto, trae más verdad al hombre y le señala más formas de práctica, y, de este modo, logra Su objetivo de conquistar al hombre y salvarlo de su propio carácter corrupto. Esto es lo que yace detrás de la obra de Dios en la Era del Reino” (‘Prefacio’ en “La Palabra manifestada en carne”). “Por medio de esta obra de juicio y castigo, el hombre llegará a conocer plenamente la esencia inmunda y corrupta de su interior, y podrá cambiar completamente y ser purificado. Sólo de esta forma puede ser el hombre digno de regresar delante del trono de Dios. Toda la obra realizada este día es con el fin de que el hombre pueda ser purificado y cambiado; por medio del juicio y el castigo por la palabra, así como del refinamiento, el hombre puede desechar su corrupción y ser purificado. En lugar de considerar que esta etapa de la obra es la de la salvación, sería más apropiado decir que es la obra de purificación” (‘El misterio de la encarnación (4)’ en “La Palabra manifestada en carne”). Las palabras de Dios Todopoderoso nos hablan de tales verdades como el misterio del plan de gestión de Dios de seis mil años, el resultado y destino futuros de la humanidad, el significado de ser arrebatado, cómo distinguir al verdadero Cristo de los falsos cristos, la verdad de la corrupción de la humanidad por parte de Satanás, cómo librarse de la prisión del pecado y cómo temer a Dios y apartarse del mal. Dios ha expresado todas estas verdades según nuestras necesidades; son verdades mayores que las de la Era de la Gracia. No solo nos hablan de los misterios de Su obra de gestión, sino que también revelan nuestras actitudes satánicas, como la arrogancia, la malicia, el egoísmo, el engaño y la perversidad. Al someternos al juicio y castigo de las palabras de Dios, vemos cómo Dios detesta la corrupción del hombre, percibimos el carácter justo y santo de Dios que no tolera ofensa alguna y surge en nuestro corazón el temor de Dios. Entonces dejamos de atrevernos a cometer pecados y oponernos a Dios fácilmente, estamos dispuestos a abandonar nuestra carne y practicar la verdad, y poco a poco empezamos a vivir con cierta apariencia de humanidad. Asimismo, llegamos a apreciar que, sin el juicio y castigo de Dios, nunca podríamos conocer las actitudes satánicas que se encuentran arraigadas en la profundidad de nuestro ser. Solo podríamos ser como los de la religión, atrapados eternamente en el ciclo de pecar y confesar. Aunque creyésemos en Dios hasta el final, aun así, no podríamos obtener la salvación completa de Dios. Al experimentar la obra del juicio de Dios en los últimos días, vemos que el carácter de Dios no solo se caracteriza por su misericordia y amor, sino que aun más por su justicia y majestuosidad. No tolera ofensa alguna. Aunque el carácter de Dios contenga misericordia y amor o justicia y majestuosidad, siempre alberga el gran amor de salvación de Dios por el hombre.

Además, si es la obra de Dios o el camino verdadero, posee la obra del Espíritu Santo y este la apoya, por lo que ningún enemigo puede obstruir la obra de Dios. Desde que Dios Todopoderoso apareció y empezó a obrar en China en 1991, el gobierno chino y el mundo religioso no han dejado de oponerse y perseguir a la Iglesia de Dios Todopoderoso. A pesar de ello, estas fuerzas enemigas no han estorbado al evangelio del reino de Dios de ningún modo, sino que este se ha propagado por todo la China continental y por muchas otras naciones del mundo en unos escasos veinte años aproximadamente. El libro de las palabras de Dios Todopoderoso, La Palabra manifestada en carne, está disponible en Internet desde hace tiempo en más de veinte idiomas y se ha predicado y testificado abiertamente a toda la humanidad. En Internet se han publicado películas, espectáculos de baile, sketches y diálogos cómicos que dan testimonio de la obra de Dios en los últimos días, así como testimonios de vivencias de hermanos y hermanas que se han sometido al juicio y castigo de las palabras de Dios y han experimentado la purificación y transformación de su carácter corrupto. Muchos de los verdaderos creyentes que anhelan la aparición de Dios han escuchado Su voz y han visto estos testimonios de vivencias. La luz ha entrado en su vida. Han llegado a la certeza de que las palabras expresadas por Dios Todopoderoso son las declaraciones del Espíritu Santo a las iglesias, que Dios Todopoderoso es el regreso del Señor Jesús y que el Relámpago Oriental es el camino verdadero. Uno tras otro, han venido bajo el nombre de Dios Todopoderoso. En la actualidad, se han establecido iglesias de la IDT en muchos países del mundo y esto cumple por completo la siguiente profecía del Señor Jesús: “Porque así como el relámpago sale del oriente y resplandece hasta el occidente, así será la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:27).

Hermanos y hermanas, el fruto de la obra de Dios Todopoderoso en los últimos días nos da la certeza de que el Relámpago Oriental tiene la obra del Espíritu Santo y la expresión de la verdad, y al experimentar la obra de Dios, nuestro conocimiento de Dios seguirá aumentando. El Relámpago Oriental es el camino verdadero, la aparición y obra del Señor Jesús regresado. El que podamos o no seguir las huellas del Cordero y que Dios nos bendiga dependerá de nuestra propia elección. Dios Todopoderoso dice: “La obra de Dios avanza como una poderosa ola. Nadie puede demorarlo ni detener Su marcha. Solo aquellos que escuchan Sus palabras con atención y lo buscan y tienen sed de Él pueden seguir Sus huellas y recibir Su promesa. Aquellos que no, sufrirán un desastre abrumador y un castigo bien merecido” (‘Dios preside el destino de toda la humanidad’ en “La Palabra manifestada en carne”). “No debéis condenar ciegamente las palabras expresadas por Dios debido a la aparición de falsos Cristos durante los últimos días ni ser personas que blasfeman contra el Espíritu Santo, porque teméis al engaño. ¿No sería esto una gran lástima? Si, después de mucho examen, sigues creyendo que estas palabras no son la verdad, no son el camino ni la expresión de Dios, entonces serás castigado en última instancia y te quedarás sin bendiciones. Si no puedes aceptar esa verdad hablada de forma tan llana y clara, ¿no eres indigno entonces de la salvación de Dios? ¿No eres alguien que no está suficientemente bendecido como para regresar ante el trono de Dios? ¡Piensa en ello! No seas imprudente e impetuoso, y no trates la creencia en Dios como un juego. Piensa en el bien de tu destino, en el bien de tus perspectivas, en el bien de tu vida, y no juegues contigo mismo. ¿Puedes aceptar estas palabras?” (‘En el momento que contemples el cuerpo espiritual de Jesús, Dios ya habrá vuelto a crear el cielo y la tierra’ en “La Palabra manifestada en carne”).

Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.

No hay camino de vida eterna dentro de la Biblia; si el hombre es fiel a la Biblia y la adora, entonces no obtendrá la vida eterna

“Examináis las Escrituras porque vosotros pensáis que en ellas tenéis vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que tengáis vida” (Juan 5:39-40).

Versículos bíblicos como referencia:

Examináis las Escrituras porque vosotros pensáis que en ellas tenéis vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que tengáis vida” (Juan 5:39-40).

Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí” (Juan 14:6).

Las palabras relevantes de Dios:

El camino de la vida no es algo que cualquiera pueda tener ni tampoco todos lo pueden conseguir con facilidad. Esto se debe a que la vida sólo puede proceder de Dios, es decir, sólo Dios mismo posee la esencia de la vida; no hay camino de vida sin Dios mismo y por eso sólo Dios es la fuente de la vida y el manantial del agua viva de la vida que siempre fluye.

Extracto de ‘Sólo el Cristo de los últimos días le puede dar al hombre el camino de la vida eterna’ en “La Palabra manifestada en carne

Dios mismo es la vida y la verdad, Su vida y verdad coexisten. Los que no pueden obtener la verdad nunca obtendrán la vida. Sin la guía, apoyo y provisión de la verdad, sólo recibirás letras, doctrinas y, además, la muerte. La vida de Dios siempre está presente, Su verdad y vida coexisten. Si no puedes encontrar la fuente de la verdad, entonces no obtendrás el alimento de la vida; si no puedes obtener la provisión de vida, entonces, seguramente no tienes la verdad, y así, aparte de las imaginaciones y las nociones, la totalidad de tu cuerpo no será nada más que carne, tu apestosa carne. Debes saber que las palabras de los libros no cuentan como vida, los registros de la historia no se pueden consagrar como la verdad, y las doctrinas del pasado no pueden servir como un registro de palabras que Dios habla en el presente. Sólo lo que Dios expresa cuando viene a la tierra y vive entre los hombres es la verdad, la vida, la voluntad de Dios y Su manera actual de obrar. Si aplicas los registros de las palabras que Dios habló desde las eras pasadas hasta la actualidad, entonces eres un arqueólogo y la mejor manera de describirte es como un experto en herencia histórica. Lo eres porque siempre crees en los rastros de la obra que Dios hizo en tiempos pasados, sólo crees en la sombra de Dios que quedó cuando antes obró entre los hombres, y sólo crees en el camino que Dios les dio a Sus seguidores en tiempos pasados. No crees en la dirección de la obra de Dios en la actualidad, no crees en el glorioso semblante de Dios en la actualidad y no crees en el camino de la verdad que Dios expresa en el presente. Y así eres, sin duda, un soñador que está completamente fuera de contacto con la realidad. Si todavía hoy te aferras a las palabras que son incapaces de dar la vida al hombre, ¡entonces eres un desesperanzado pedazo de madera muerta,[a] porque eres demasiado conservador, demasiado intratable y demasiado insensible para razonar!

Extracto de ‘Sólo el Cristo de los últimos días le puede dar al hombre el camino de la vida eterna’ en “La Palabra manifestada en carne”

Muchas personas creen que entender y ser capaz de interpretar la Biblia es lo mismo que encontrar el camino verdadero; pero en realidad, ¿son las cosas tan simples? Nadie conoce la realidad de la Biblia: que no es nada más que un registro histórico de la obra de Dios, y un testimonio de las dos etapas anteriores de la misma, y no te ofrece un entendimiento de los objetivos de la obra de Dios. Todo aquel que ha leído la Biblia sabe que documenta las dos etapas de la obra de Dios durante la Era de la Ley y la de la Gracia. El Antiguo Testamento registra la historia de Israel y la obra de Jehová desde la época de la creación hasta el final de la Era de la Ley. El Nuevo Testamento registra la obra de Jesús sobre la tierra, que se encuentra en los Cuatro Evangelios, así como la obra de Pablo; ¿no son registros históricos? Mencionar hoy las cosas del pasado las hace historia, y no importa cuán verdaderas o reales puedan ser, siguen siendo historia, y la historia no puede ocuparse del presente. ¡Porque Dios no mira atrás en la historia! Así pues, si sólo entiendes la Biblia, y no entiendes nada de la obra que Dios pretende hacer hoy, y si crees en Dios pero no buscas la obra del Espíritu Santo, entonces no entiendes lo que significa buscar a Dios. Si lees la Biblia con el fin de estudiar la historia de Israel, de investigar la historia de la creación de todos los cielos y la tierra, no crees en Dios. Pero hoy, como crees en Él y buscas la vida, como persigues el conocimiento de Dios y no letras y doctrinas muertas ni un entendimiento de la historia, debes buscar la voluntad de Dios hoy, así como la dirección de la obra del Espíritu Santo. Si fueras arqueólogo podrías leer la Biblia; pero no lo eres. Eres uno de esos que creen en Dios, y más te vale buscar Su voluntad de hoy.

Extracto de ‘Relativo a la Biblia (4)’ en “La Palabra manifestada en carne”

Aunque la Biblia reúne algunos de los libros de las palabras de vida, como las epístolas de Pablo y las de Pedro, y aunque estos libros pueden proveer para las personas y ayudarles, los mismos siguen siendo obsoletos, siguen perteneciendo a la era antigua, y por muy buenos que sean, sólo son apropiados para un período, y no son eternos. Y es que la obra de Dios siempre está desarrollándose, y no puede simplemente detenerse en la época de Pablo y Pedro, o permanecer siempre en la Era de la Gracia en la que Jesús fue crucificado. Por tanto, estos libros sólo son apropiados para la Era de la Gracia, no para la del Reino de los últimos días. Sólo pueden proveer para los creyentes de la Era de la Gracia, no para los santos de la Era del Reino; y por muy buenos que sean, siguen siendo obsoletos. Ocurre lo mismo con la obra de creación de Jehová o Su obra en Israel: por muy grande que fuera, seguía siendo obsoleta, y llegaría el tiempo en el que pasaría. La obra de Dios también es igual: es grande, pero llegará un momento en el que termine; no siempre puede permanecer en medio de la obra de la creación ni entre la de la crucifixión. No importa cuán convincente fue la obra de la crucifixión ni lo efectiva que fue en la derrota de Satanás; la obra sigue siendo, después de todo, obra, y las eras siguen siendo, después de todo, eras. La obra no siempre puede permanecer sobre el mismo fundamento ni los tiempos pueden permanecer inmutables, porque existió la creación y también existirán los últimos días. ¡Es inevitable! Por consiguiente, las palabras de vida del Nuevo Testamento —las epístolas de los apóstoles y los Cuatro Evangelios— han pasado hoy a ser libros históricos, viejos almanaques; ¿y cómo podrían los viejos almanaques llevar a las personas a la nueva era? Independientemente de lo capaces que sean estos almanaques de proveer vida a las personas y de llevarlas a la cruz, ¿no están obsoletos? ¿No están desprovistos de valor? Por tanto, digo que no deberías creer ciegamente en estos almanaques. Son demasiado antiguos, no pueden llevarte a la nueva obra, y sólo pueden ser una carga para ti. No sólo no pueden llevarte a la nueva obra, y a la nueva entrada, sino que te conducen a las viejas iglesias religiosas; y si así es, ¿no estás retrocediendo en tu creencia en Dios?

Extracto de ‘Relativo a la Biblia (4)’ en “La Palabra manifestada en carne”

Si adquieres algún conocimiento de Dios y ejerces alguna precaución en Su contra, ¿acaso no es este un acto verdaderamente superfluo? Lo que debes hacer es aceptar, sin la necesidad de más justificación de la Biblia, cualquier obra mientras esta sea del Espíritu Santo, porque crees en Dios para seguirlo, no para investigarlo. No debes buscar más pruebas para que Yo muestre que soy tu Dios. En su lugar, debes discernir si Yo soy beneficioso para ti; esa es la clave. Aún cuando hayas encontrado muchas pruebas irrefutables en la Biblia, eso no puede llevarte totalmente delante de Mí. Eres alguien que vive dentro de los confines de la Biblia y no delante de Mí; la Biblia no puede ayudarte a conocerme, ni puede profundizar tu amor por Mí.

Extracto de ‘¿Cómo puede el hombre que ha definido a Dios en sus conceptos recibir Sus revelaciones?’ en “La Palabra manifestada en carne”

El Cristo de los últimos días trae la vida y trae el camino de la verdad, duradero y eterno. Esta verdad es el camino por el que el hombre obtendrá la vida, y el único camino por el cual el hombre conocerá a Dios y por el que Dios lo aprobará. Si no buscas el camino de la vida que el Cristo de los últimos días provee, entonces nunca obtendrás la aprobación de Jesús y nunca estarás cualificado para entrar por la puerta del reino de los cielos, porque tú eres tanto un títere como un prisionero de la historia. Aquellos que son controlados por los reglamentos, las letras y están encadenados por la historia, nunca podrán obtener la vida y nunca podrán obtener el camino perpetuo de la vida. Esto es porque todo lo que tienen es agua turbia que ha estado estancada por miles de años en vez del agua de vida que fluye desde el trono. Aquellos que no reciben el agua de la vida siempre seguirán siendo cadáveres, juguetes de Satanás e hijos del infierno. ¿Cómo pueden, entonces, contemplar a Dios? Si sólo tratas de aferrarte al pasado, si sólo tratas de mantener las cosas como están quedándote quieto, y no tratas de cambiar el estado actual y descartar la historia, entonces, ¿no siempre estarás en contra de Dios? Los pasos de la obra de Dios son vastos y poderosos, como olas agitadas y fuertes truenos, pero te sientas y pasivamente esperas la destrucción, apegándote a tu locura y sin hacer nada. De esta manera, ¿cómo puedes ser considerado alguien que sigue los pasos del Cordero? ¿Cómo puedes justificar al Dios al que te aferras como un Dios que siempre es nuevo y nunca viejo? ¿Y cómo pueden las palabras de tus libros amarillentos llevarte a una nueva era? ¿Cómo pueden llevarte a buscar los pasos de la obra de Dios? ¿Y cómo pueden llevarte al cielo? Lo que sostienes en tus manos son las palabras que sólo pueden darte consuelo temporal, no las verdades que pueden darte la vida. Las escrituras que lees son eso que sólo pueden enriquecer tu lengua, no las filosofías que te ayudan a conocer la vida humana, y menos aún los senderos que te pueden llevar a la perfección. Esta discrepancia, ¿no te lleva a reflexionar? ¿No te permite entender los misterios que contiene? ¿Eres capaz de entregarte tú mismo al cielo para encontrarte con Dios? Sin la venida de Dios, ¿te puedes llevar tú mismo al cielo para gozar la felicidad familiar con Dios? ¿Todavía sigues soñando? Sugiero entonces que dejes de soñar y observes quién está obrando ahora, quién está llevando ahora a cabo la obra de salvar al hombre durante los últimos días. Si no lo haces, nunca obtendrás la verdad y nunca obtendrás la vida.

Extracto de ‘Sólo el Cristo de los últimos días le puede dar al hombre el camino de la vida eterna’ en “La Palabra manifestada en carne”

Nota al pie:

a. Un pedazo de madera muerta: un modismo chino que significa “sin remedio”.

Recomendación: Estudios bíblicos

Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.