Principios para seguir a Cristo

El Cristo de los últimos días trae la vida y el camino de la verdad, duradero y eterno. Esta verdad es el camino por el que el hombre obtendrá la vida, y el único camino por el cual el hombre conocerá a Dios y por el que Dios lo aprobará.

(1) Es necesario saber que solo Cristo de los últimos días puede purificar y salvar a las personas y que Él es el Dios práctico. Esta es la única manera de que el Dios vago pueda disiparse del corazón de uno.

(2) Es preciso aceptar toda verdad expresada por Cristo, practicar y experimentar las palabras de Dios y cumplir con el deber. Solo así se es seguidor de Cristo.

(3) La única manera de saber que Cristo es la verdad, el camino y la vida pasa por someterse al juicio de Sus palabras y a toda Su obra.

(4) Es preciso priorizar a Cristo en el corazón; solo así se enaltece la grandeza de Dios. No hay que idolatrar ni seguir a ningún hombre, sino enaltecer y dar testimonio únicamente de Cristo.

Las palabras relevantes de Dios:

En los últimos días, Cristo usa una variedad de verdades para enseñar al hombre, para exponer la sustancia del hombre y para analizar minuciosamente sus palabras y acciones. Estas palabras comprenden verdades diversas tales como el deber del hombre, cómo el hombre debe obedecer a Dios, cómo debe ser leal a Dios, cómo debe vivir una humanidad normal, así como la sabiduría y el carácter de Dios, etc. Todas estas palabras están dirigidas a la sustancia del hombre y a su carácter corrupto. En particular, las palabras que exponen cómo el hombre desdeña a Dios se refieren a que el hombre es una personificación de Satanás y una fuerza enemiga contra Dios. Al emprender Su obra del juicio, Dios no aclara simplemente la naturaleza del hombre con unas pocas palabras; la expone, la trata y la poda a largo plazo. Estos métodos de exposición, de trato y poda no pueden ser sustituidos con palabras corrientes, sino con la verdad de la que el hombre carece por completo. Solo los métodos de este tipo pueden llamarse juicio; solo a través de este tipo de juicio puede el hombre ser doblegado y completamente convencido de la sumisión a Dios y, además, obtener un conocimiento verdadero de Dios. Lo que la obra de juicio propicia es el entendimiento del hombre sobre el verdadero rostro de Dios y la verdad sobre su propia rebeldía. La obra de juicio le permite al hombre obtener mucho entendimiento de la voluntad de Dios, del propósito de la obra de Dios y de los misterios que le son incomprensibles. También le permite al hombre reconocer y conocer su esencia corrupta y las raíces de su corrupción, así como descubrir su fealdad. Estos efectos son todos propiciados por la obra del juicio, porque la esencia de esta obra es, en realidad, la obra de abrir la verdad, el camino y la vida de Dios a todos aquellos que tengan fe en Él. Esta obra es la obra del juicio realizada por Dios. Si no consideras importantes estas verdades, si solo piensas en cómo evitarlas o cómo encontrar una nueva salida que no las involucre, entonces Yo digo que eres un grave pecador. Si tienes fe en Dios, pero no buscas la verdad ni la voluntad de Dios, ni amas el camino que te acerca a Dios, entonces Yo digo que eres alguien que está tratando de evadir el juicio y que eres un títere y un traidor que huye del gran trono blanco. Dios no perdonará a ninguno de los rebeldes que se escape de Su vista. Estos hombres recibirán un castigo aún más severo. Aquellos que vengan delante de Dios para ser juzgados y que, además, hayan sido purificados, vivirán para siempre en el reino de Dios. Por supuesto, esto es algo que pertenece al futuro.

Extracto de ‘Cristo hace la obra del juicio con la verdad’ en “La Palabra manifestada en carne”

El Cristo de los últimos días trae la vida y el camino de la verdad, duradero y eterno. Esta verdad es el camino por el que el hombre obtendrá la vida, y el único camino por el cual el hombre conocerá a Dios y por el que Dios lo aprobará. Si no buscas el camino de la vida que el Cristo de los últimos días provee, entonces nunca obtendrás la aprobación de Jesús y nunca estarás cualificado para entrar por la puerta del reino de los cielos, porque tú eres tanto un títere como un prisionero de la historia. Aquellos que son controlados por los reglamentos, las letras y están encadenados por la historia, nunca podrán obtener la vida ni el camino perpetuo de la vida. Esto es porque todo lo que tienen es agua turbia que ha estado estancada por miles de años, en vez del agua de la vida que fluye desde el trono. Aquellos que no reciben el agua de la vida siempre seguirán siendo cadáveres, juguetes de Satanás e hijos del infierno. ¿Cómo pueden, entonces, contemplar a Dios? Si sólo tratas de aferrarte al pasado, si sólo tratas de mantener las cosas como están quedándote quieto, y no tratas de cambiar el estado actual y descartar la historia, entonces, ¿no estarás siempre en contra de Dios? Los pasos de la obra de Dios son vastos y poderosos, como olas agitadas y fuertes truenos, pero te sientas y pasivamente esperas la destrucción, apegándote a tu locura y sin hacer nada. De esta manera, ¿cómo puedes ser considerado alguien que sigue los pasos del Cordero? ¿Cómo puedes justificar al Dios al que te aferras como un Dios que siempre es nuevo y nunca viejo? ¿Y cómo pueden las palabras de tus libros amarillentos llevarte a una nueva era? ¿Cómo pueden llevarte a buscar los pasos de la obra de Dios? ¿Y cómo pueden llevarte al cielo? Lo que sostienes en tus manos es la letra que solo puede darte consuelo temporal, no las verdades que pueden darte la vida. Las escrituras que lees solo pueden enriquecer tu lengua y no son palabras de sabiduría que te ayudan a conocer la vida humana, y menos aún los senderos que te pueden llevar a la perfección. Esta discrepancia, ¿no te lleva a reflexionar? ¿No te hace entender los misterios que contiene? ¿Eres capaz de entregarte tú mismo al cielo para encontrarte con Dios? Sin la venida de Dios, ¿te puedes llevar tú mismo al cielo para gozar de la felicidad familiar con Dios? ¿Todavía sigues soñando? Sugiero entonces que dejes de soñar y observes quién está obrando ahora, quién está llevando a cabo ahora la obra de salvar al hombre durante los últimos días. Si no lo haces, nunca obtendrás la verdad y nunca obtendrás la vida.

Extracto de ‘Solo el Cristo de los últimos días le puede dar al hombre el camino de la vida eterna’ en “La Palabra manifestada en carne

Al seguir a Dios, todo debería ser según Sus palabras actuales, y esto es de vital importancia: ya sea que estéis buscando la entrada a la vida o el cumplimiento de la voluntad de Dios, todo se debería centrar alrededor de las palabras actuales de Dios. Si lo que comunicas y lo que buscas no se centra alrededor de las palabras actuales de Dios, entonces eres un extraño a Sus palabras y careces por completo de la obra del Espíritu Santo. Lo que Dios quiere son personas que sigan Sus pasos. No importa qué asombroso y puro sea lo que hayas entendido antes, Dios no lo quiere y si no puedes hacer a un lado esas cosas, entonces, en el futuro, serán un enorme obstáculo para tu entrada. Todos los que pueden seguir la luz actual del Espíritu Santo son benditos. Las personas en el pasado también siguieron los pasos de Dios, pero no pudieron continuar hasta hoy; esta es la bendición de las personas de los últimos días. Los que pueden seguir la obra actual del Espíritu Santo y que pueden seguir los pasos de Dios, de tal manera que lo sigan dondequiera que Él los guíe, estas son las personas a las que Dios bendice. Los que no siguen la obra actual del Espíritu Santo, no han entrado en la obra de las palabras de Dios y, no importa cuánto se esfuercen o cuán grande sea su sufrimiento o cuánto vayan de aquí para allá, esto no significa nada para Dios y Él no los elogiará. En la actualidad, todos los que siguen las palabras actuales de Dios están en la corriente del Espíritu Santo; los que son ajenos a las palabras actuales de Dios están fuera de la corriente del Espíritu Santo y a tales personas Dios no las elogia.

Extracto de ‘Conoce la nueva obra de Dios y sigue Sus huellas’ en “La Palabra manifestada en carne”

Independientemente de lo numerosas que sean tus nociones e imaginaciones sobre la obra de Dios, de cómo actuaras previamente de acuerdo a tu propia voluntad y de que te rebelaras contra Él, si realmente buscas la verdad, aceptas el juicio y castigo de las palabras de Dios, aceptas ser podado y tratado por estas; y si, en todo lo que Él orquesta, eres capaz de seguir el camino de Dios, obedecer Sus palabras, buscar Su voluntad, practicar de acuerdo con ambas, ser capaz de buscar la sumisión y de dejar de lado tu propia voluntad, deseos, consideraciones, motivaciones y antagonismo hacia Él, ¡solo entonces estás siguiendo a Dios! Dices que sigues a Dios, pero todo lo que haces es según su propia voluntad. En todo lo que haces, tienes tus propios objetivos, tus propios planes; no lo dejas en manos de Dios. Entonces, ¿sigue Dios siendo tu Dios? Si Dios no es tu Dios, cuando dices que sigues a Dios, ¿acaso no son palabras vacías? ¿No son esas palabras un intento de engañar a la gente? Dices que sigues a Dios, pero todas tus acciones y comportamientos, tu perspectiva de vida, tus valores y la actitud y los principios con los que abordas y manejas los asuntos, vienen todos de Satanás; manejas todo esto según los principios y la lógica de Satanás. Entonces, ¿sigues a Dios?

[…] La forma más simple de describir la creencia en Dios es confiar en que hay un Dios y, sobre esta base, seguirlo, obedecerlo, aceptar Su dominio, orquestaciones y arreglos, escuchar Sus palabras, vivir y hacerlo todo de acuerdo con ellas, ser un verdadero ser creado, y temerlo y rechazar el mal; solo esto es la verdadera creencia en Dios. Esto es lo que significa seguir a Dios. Dices que sigues a Dios, pero en Tu corazón no aceptas las palabras de Dios ni Su dominio, orquestaciones y arreglos. Si siempre tienes nociones respecto a lo que hace Dios, y siempre lo malinterpretas y te quejas de ello; si siempre estás insatisfecho y mides y abordas lo que hace usando tus propias nociones e imaginaciones; si siempre tienes tu propio entendimiento, esto causará problemas. No estás experimentando la obra de Dios, y no tienes forma de seguirle de verdad. Eso no es creer en Dios.

Extracto de ‘La creencia en la religión nunca llevará a la salvación’ en “Registros de las pláticas de Cristo”

Pedro siguió a Jesús durante varios años y vio en Él muchas cosas que no había en otras personas. Después de seguirlo durante un año, Jesús escogió a Pedro de entre los doce discípulos. (Por supuesto, Jesús no habló de esto en voz alta y los demás no estaban conscientes de ello en absoluto). En la vida, Pedro se medía contra cada cosa que Jesús hacía. Principalmente, los mensajes que Jesús predicaba se grababan en su corazón. Estaba totalmente dedicado a Jesús y era fiel a Él, y nunca se quejó de Él. Como consecuencia, se convirtió en el fiel compañero de Jesús dondequiera que Él iba. Pedro observaba las enseñanzas de Jesús, Sus amables palabras, lo que Él comía, lo que vestía, dónde se hospedaba y cómo viajaba. Seguía el ejemplo de Jesús en cada aspecto. Jamás fue un santurrón, pero se deshizo de todas sus cosas obsoletas y siguió el ejemplo de Jesús en palabra y obra. Fue entonces cuando Pedro sintió que los cielos, la tierra y todas las cosas estaban en las manos del Todopoderoso y que, por esta razón, no tenía una opción personal. Pedro también asimiló todo lo que Jesús era y lo utilizó como un ejemplo. La vida de Jesús muestra que Él no era un santurrón en lo que hacía; en lugar de vanagloriarse de sí mismo, conmovía a las personas con amor. Varias cosas mostraban lo que Jesús era y, por esta razón, Pedro emulaba todo lo relacionado con Él. Las experiencias de Pedro le permitieron percibir cada vez más la hermosura de Jesús y dijo cosas como “He buscado al Todopoderoso por todo el universo y he visto las maravillas de los cielos y la tierra y todas las cosas, y, así, he obtenido una idea profunda de la hermosura del Todopoderoso. Sin embargo, nunca había sentido un amor genuino en mi corazón y jamás había visto la hermosura del Todopoderoso con mis propios ojos. Hoy, con Sus ojos, el Todopoderoso me ha mirado con gracia y finalmente he sentido la hermosura de Dios. He descubierto finalmente que no es solo que Dios haya creado todas las cosas lo que hace que la humanidad lo ame; en mi vida diaria he encontrado Su hermosura infinita. ¿Cómo podría limitarse a lo que puede verse en este momento?”. Conforme pasaba el tiempo, muchas cosas hermosas también surgieron en Pedro. Se volvió muy obediente a Jesús y, por supuesto, también sufrió varios reveses. Cuando Jesús lo llevó a diversos lugares a predicar, Pedro siempre fue humilde y escuchó los sermones de Jesús. Nunca se volvió arrogante por razón de sus años de seguirlo. Después de que Jesús le contara que la razón por la que Él había venido era para ser crucificado con el fin de poder terminar Su obra, Pedro a menudo sentía angustia en su corazón y lloraba a solas, en secreto. Sin embargo, ese “desafortunado” día finalmente llegó. Después de que Jesús fue arrestado, Pedro lloró solo en su bote de pesca y oró mucho por esto, pero en su corazón sabía que esta era la voluntad de Dios Padre y que nadie podía cambiarla. Estaba constantemente afligido y se le llenaban los ojos de lágrimas, solo por su amor. Por supuesto, esto es una debilidad humana. Así pues, cuando supo que Jesús sería clavado en la cruz, le preguntó: “¿Después de partir, volverás para estar entre nosotros y cuidarnos? ¿Podremos seguir viéndote?”. Aunque estas palabras eran bastante ingenuas y llenas de nociones humanas, Jesús conocía la amargura del sufrimiento de Pedro, así que, a través de Su amor, Él fue considerado con su debilidad: “Pedro, Yo te he amado. ¿Lo sabes? Aunque no hay razón en lo que dices, el Padre ha prometido que después de Mi resurrección me apareceré a las personas durante cuarenta días. ¿No crees que Mi Espíritu os otorgará gracia frecuentemente a todos?”. Aunque Pedro se sintió un tanto confortado por esto, seguía sintiendo que había algo que faltaba y, así, después de resucitar, Jesús se le apareció abiertamente por vez primera. Sin embargo, con el fin de evitar que Pedro siguiera aferrándose a sus nociones, Jesús declinó la abundante comida que Pedro había preparado para Él y desapareció en un abrir y cerrar de ojos. A partir de ese momento, Pedro tuvo finalmente una comprensión más profunda del Señor Jesús y lo amó aún más. Después de Su resurrección, Jesús se apareció a menudo a Pedro. Pasados los cuarenta días y tras haber ascendido al cielo, se apareció tres veces más a Pedro. Cada aparición se dio justo cuando la obra del Espíritu Santo estaba a punto de completarse y una nueva obra estaba a punto de comenzar.

A lo largo de su vida, Pedro se ganó la vida con la pesca, pero, más que eso, vivió para predicar. En años posteriores, escribió la primera y segunda epístolas de Pedro, así como varias cartas a la iglesia de Filadelfia de aquella época. Él conmovió mucho a las personas de su tiempo. En lugar de sermonear a las personas utilizando sus propias credenciales, les brindó un sustento de vida adecuado. Nunca olvidó las enseñanzas de Jesús antes de Su partida y fue inspirado por ellas a lo largo de toda su vida. Mientras seguía a Jesús, decidió corresponder al amor del Señor con su muerte y seguir Su ejemplo en todas las cosas. Jesús estuvo de acuerdo con esto, así que cuando Pedro tenía cincuenta y tres años (más de veinte años después de la partida de Jesús), Jesús apareció ante él para ayudarle a cumplir su anhelo. En los siete años posteriores, Pedro pasó su vida conociéndose a sí mismo. Un día, al final de estos siete años, fue crucificado cabeza abajo, terminando así su extraordinaria vida.

Extracto de ‘Sobre la vida de Pedro’ de Interpretaciones de los misterios de las palabras de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne”

Cuando hayas tenido experiencia hasta cierto día, sentirás que, cuanto más normal sea la encarnación y la humanidad de Dios y todo lo que Él tiene y revela, mayor es nuestra salvación, y cuanto más normales son, más son lo que necesitamos. Si la encarnación de Dios fuera sobrenatural, entonces, aunque los que estamos en la tierra hayamos sido escogidos y salvados por Dios, ninguno de nosotros podría obtener la salvación completa. Es precisamente debido a la humildad y escondimiento de Dios, a la normalidad y practicalidad de este Dios aparentemente común y corriente, que la humanidad tiene la oportunidad de alcanzar la salvación. Como existe desobediencia en las personas y la esencia de las actitudes satánicas corruptas, se producen todo tipo de nociones, malentendidos y antagonismos; incluso ocurre que, como resultado de estas nociones, la gente frecuentemente niega a este Cristo con orgullo y confianza en sí misma y niega Su humanidad normal, lo cual es un gran error. Si deseas alcanzar la salvación completa, si deseas recibir la salvación de Dios y Su juicio y castigo, primero debes hacer a un lado tus distintas nociones y definiciones erróneas acerca de Cristo y Su humanidad normal; debes hacer a un lado tus distintas ideas y opiniones acerca de Cristo y debes encontrar una manera de aceptar todo lo que venga de Él. Solo entonces las palabras que Él pronuncia y las verdades que Él expresa encuentran cierta entrada en tu corazón y se vuelven tu vida poco a poco. Si deseas seguir a Cristo, debes aceptar todo lo que está asociado con Él; no debes estar en Su contra utilizando tus nociones para malinterpretarlo siempre y no deberías aferrarte a tus propias nociones y malinterpretarlo y dudar de Él constantemente o, incluso, resistirte y oponerte a Él. Con semejante actitud, solo puedes hacerte daño; no representa el más mínimo beneficio para ti.

Extracto de ‘Solo si se corrigen las propias nociones es posible tomar el buen camino de la fe en Dios (1)’ en “Registros de las pláticas de Cristo”

Vuestras palabras y vuestro comportamiento revelan los elementos de vuestra incredulidad en Cristo. Vuestros motivos y objetivos para todo lo que hacéis están impregnados de incredulidad. Incluso la naturaleza de vuestra mirada contiene incredulidad en Cristo. Puede decirse que cada uno de vosotros, durante cada minuto del día, albergáis elementos de incredulidad. Esto significa que a cada momento estáis en peligro de traicionar a Cristo, ya que la sangre que corre por vuestro cuerpo está impregnada de incredulidad en el Dios encarnado. Por ello digo que las huellas que dejáis en la senda de la fe en Dios no son reales; a medida que recorréis la senda de la fe en Dios, no tenéis los pies firmemente plantados en la tierra; simplemente hacéis las cosas por inercia. Nunca creéis del todo en la palabra de Cristo y no podéis llevarla inmediatamente a la práctica. Esta es la razón por la que no tenéis fe en Cristo. El hecho de que siempre tengáis nociones sobre Él es otra razón por la que no creéis en Cristo. Ser siempre escéptico en relación con la obra de Cristo, dejar que la palabra de Cristo caiga en oídos sordos, tener una opinión sobre cualquier obra que Cristo lleve a cabo y no ser capaz de comprenderla apropiadamente, tener dificultades para dejar de lado las nociones sin importar la explicación que recibáis, y así sucesivamente, todos estos son elementos de incredulidad mezclados en vuestro corazón. Aunque seguís la obra de Cristo y nunca os quedáis atrás, hay demasiada rebeldía mezclada en vuestro corazón. Esta rebeldía es una impureza en vuestra fe en Dios. Tal vez pensáis que no es así, pero si no puedes reconocer tus intenciones a partir de esto, entonces tu destino es estar entre los que perecerán, porque Dios sólo perfecciona a quienes en verdad creen en Él, no a quienes son escépticos hacia Él, y, menos aún, a los que lo siguen a regañadientes a pesar de nunca haber creído que Él es Dios.

Algunas personas no se regocijan en la verdad y, mucho menos, con el juicio. En cambio, se regocijan en el poder y las riquezas; a tales personas se les llama buscadores de poder. Buscan exclusivamente las denominaciones que tienen influencia en el mundo y solo buscan a pastores y maestros que provienen de seminarios. A pesar de haber aceptado el camino de la verdad, son, en parte, escépticos, e incapaces de entregar todo su corazón y toda su mente, y su boca habla de sacrificarse por Dios, pero sus ojos se enfocan en los grandes pastores y maestros, y no le prestan atención a Cristo. Su corazón está obsesionado con la fama, la fortuna y la gloria. Piensan que no es posible que una persona tan pequeña pueda ser capaz de conquistar a tantos, que alguien tan común y corriente sea capaz de perfeccionar al hombre. Ellos no creen en absoluto que estos “don nadie” que están entre el polvo y el estiércol sean el pueblo escogido por Dios. Ellos creen que si tales personas fueran los objetos de la salvación de Dios, el cielo y la tierra estarían de cabeza y todos los hombres se reirían a mandíbula batiente. Ellos creen que si Dios eligió a tales “don nadie” para ser perfeccionados, entonces esos grandes hombres se convertirían en Dios mismo. Sus perspectivas están manchadas de incredulidad; ciertamente, más que incrédulos, son simplemente bestias absurdas. Y es que solo valoran la posición, el prestigio y el poder, y solo tienen en alta estima a los grandes grupos y denominaciones. No tienen la menor consideración hacia quienes son dirigidos por Cristo; simplemente son traidores que le han dado la espalda a Cristo, a la verdad y a la vida.

Lo que tú admiras no es la humildad de Cristo, sino a esos falsos pastores de destacada posición. No adoras la belleza ni la sabiduría de Cristo, sino a esos licenciosos que se regodean en la inmundicia del mundo. Te ríes del dolor de Cristo, que no tiene lugar donde reclinar Su cabeza, pero admiras a esos cadáveres que cazan ofrendas y viven en el libertinaje. No estás dispuesto a sufrir junto a Cristo, pero te lanzas con gusto a los brazos de esos anticristos insensatos a pesar de que solo te suministran carne, palabras y control. Incluso ahora tu corazón sigue volviéndose a ellos, a su reputación, su estatus, su influencia. Aun así, continúas teniendo una actitud por la cual la obra de Cristo te resulta difícil de soportar y no estás dispuesto a aceptarla. Por eso te digo que no te falta fe para reconocer a Cristo. La razón por la que lo has seguido hasta el día de hoy es solo porque no tenías otra opción. En tu corazón siempre se elevan muchas imágenes altivas; no puedes olvidar cada una de sus palabras y obras ni sus palabras influyentes ni sus manos. En vuestro corazón, ellos son supremos por siempre y son héroes por siempre. Pero esto no es así para el Cristo de hoy. Él permanece por siempre insignificante en tu corazón y por siempre indigno de tu veneración. Porque Él es demasiado ordinario, tiene muy poca influencia y está lejos de ser elevado.

En cualquier caso, Yo digo que todos los que no valoran la verdad son incrédulos y traidores de la verdad. Tales hombres nunca recibirán la aprobación de Cristo. ¿Has identificado ahora cuánta incredulidad hay dentro de ti y cuánta traición a Cristo tienes? Te exhorto: puesto que has elegido el camino de la verdad, debes consagrarte totalmente; no seas ambivalente o poco entusiasta. Debes entender que Dios no pertenece al mundo ni a ninguna persona, sino a todos aquellos que creen verdaderamente en Él, a todos los que lo adoran y a todos aquellos que se consagran a Él y le son fieles.

Extracto de ‘¿Eres un verdadero creyente en Dios?’ en “La Palabra manifestada en carne”

Anheláis que Dios se deleite en vosotros, pero estáis lejos de Él. ¿Qué sucede aquí? Aceptáis solo Sus palabras, pero no Su trato ni Su poda; mucho menos podéis aceptar cada uno de Sus arreglos ni tener una fe cabal en Él. Entonces, ¿qué sucede aquí? En el análisis final, vuestra fe es una cáscara de huevo vacía que nunca podrá generar un polluelo. Porque vuestra fe no os ha traído la verdad ni os ha dado vida, sino que os ha dado una sensación ficticia de sustento y esperanza. Vuestro propósito al creer en Dios es en aras de esta esperanza y sensación de sustento, en lugar de la verdad y la vida. Por lo tanto, Yo digo que el transcurso de vuestra fe en Dios no ha sido más que un intento de ganaros el favor de Dios mediante el servilismo y el descaro, y de ninguna manera puede considerarse una fe verdadera. ¿Cómo puede nacer un polluelo de una fe semejante? En otras palabras, ¿qué fruto puede dar esta clase de fe? El propósito de vuestra fe en Dios es usar a Dios para satisfacer vuestros objetivos. ¿Acaso no es esta otra evidencia más de vuestra ofensa contra el carácter de Dios? Creéis en la existencia del Dios en el cielo, pero negáis la del Dios en la tierra. Sin embargo, Yo no apruebo vuestras opiniones. Elogio solo a aquellos que mantienen los pies sobre la tierra y sirven al Dios en la tierra, pero nunca a aquellos que jamás reconocen al Cristo que está en la tierra. No importa cuán leales sean estas personas al Dios en el cielo; al final, no escaparán de Mi mano que castiga a los malvados. Estos hombres son malvados; son los perversos que se oponen a Dios y que nunca obedecieron a Cristo con alegría. Por supuesto, entre ellos se encuentran todos los que no conocen a Cristo ni mucho menos lo reconocen. ¿Crees que puedes actuar como te parezca hacia Cristo, siempre y cuando seas leal al Dios del cielo? ¡Estás equivocado! Tu ignorancia de Cristo es la ignorancia del Dios del cielo. No importa cuán leal seas al Dios del cielo, esto son meramente palabras vacías y fingimiento, porque el Dios de la tierra no solo es fundamental para que el hombre reciba la verdad y un conocimiento más profundo, sino incluso aún más fundamental para la condenación del hombre y, luego, para echar mano de los hechos para castigar a los malvados. ¿Has comprendido los resultados beneficiosos y dañinos aquí? ¿Los has experimentado? Deseo que algún día, pronto, entendáis esta verdad: para conocer a Dios, no solo debéis conocer al Dios del cielo, sino que, más importante aún, al Dios en la tierra. No confundas tus prioridades ni permitas que lo secundario reemplace lo principal. Es la única manera en que puedes cultivar verdaderamente una buena relación con Dios, acercarte más a Él y llevar tu corazón más cerca de Él. Si hace muchos años que estás en la fe y hace mucho tiempo que te relacionas conmigo, pero permaneces a cierta distancia de Mí, entonces Yo afirmo que debe ser que a menudo ofendes el carácter de Dios y que tu final será difícil de estimar. Si los muchos años de relacionarte conmigo no solo no han podido transformarte en una persona con humanidad y con la verdad, sino que además han arraigado tus costumbres malvadas en tu naturaleza, y no solo tienes el doble de arrogancia que antes, sino que también se han multiplicado tus malentendidos sobre Mí, de manera que has llegado a considerarme tu insignificante secuaz; entonces Yo digo que tu aflicción ya no es superficial, sino que ha calado hasta los huesos. Lo único que te queda es esperar tus arreglos funerarios. Entonces, no debes suplicarme que sea tu Dios, porque has cometido un pecado digno de muerte, un pecado imperdonable. Aun si pudiera tener misericordia de ti, el Dios del cielo insistirá en quitarte la vida, porque tu ofensa contra el carácter de Dios no es un problema ordinario, sino uno de suma gravedad. Cuando llegue el momento, no me culpes por no habértelo informado de antemano. Todo se reduce a lo siguiente: cuando te relacionas con Cristo —el Dios en la tierra— como con un hombre común y corriente; es decir, cuando crees que este Dios no es más que una persona, entonces ahí es cuando perecerás. Esta es Mi única amonestación para todos vosotros.

Extracto de ‘Cómo conocer al Dios en la tierra’ en “La Palabra manifestada en carne”

Los que quieren obtener la vida sin confiar en la verdad de la que Cristo habló son las personas más absurdas de la tierra, y los que no aceptan el camino de la vida que Cristo trajo están perdidos en la fantasía. Y así digo que aquellos que no aceptan al Cristo de los últimos días Dios los detestará para siempre. Cristo es la puerta para que el hombre entre al reino durante los últimos días, y no hay nadie que pueda evitarle. Nadie puede ser perfeccionado por Dios excepto por medio de Cristo. Tú crees en Dios y por tanto debes aceptar Sus palabras y obedecer Su camino. No puedes simplemente pensar en obtener bendiciones sin ser capaz de recibir la verdad o de aceptar la provisión de la vida. Cristo viene en los últimos días para que a todos los que verdaderamente creen en Él les pueda proveer la vida. Su obra es en aras de concluir la era antigua y entrar en la nueva, y Su obra es el camino que deben tomar todos los que entrarán en la nueva era. Si no eres capaz de reconocerlo y en cambio lo condenas, blasfemas y hasta lo persigues, entonces estás destinado a arder por toda la eternidad y nunca entrarás en el reino de Dios. Porque este Cristo es Él mismo la expresión del Espíritu Santo, la expresión de Dios, Aquel a quien Dios le ha confiado hacer Su obra en la tierra. Y por eso digo que si no puedes aceptar todo lo que el Cristo de los últimos días hace, entonces blasfemas contra el Espíritu Santo. La retribución que deben sufrir los que blasfeman contra el Espíritu Santo es obvia para todos. También te digo que si te resistes al Cristo de los últimos días y si reniegas de Él, entonces no habrá nadie que pueda soportar las consecuencias en tu lugar. Además, a partir de este día no tendrás otra oportunidad para obtener la aprobación de Dios; incluso si tratas de redimirte tú mismo, nunca más volverás a contemplar el rostro de Dios. Porque al que tú te resistes no es un hombre, lo que niegas no es algún ser diminuto, sino a Cristo. ¿Sabes cuáles serán las consecuencias de esto? No habrás cometido un pequeño error, sino que habrás cometido un crimen atroz. Y así les aconsejo a todos que no tengan una reacción violenta contra la verdad, o hagan críticas descuidadas, porque solo la verdad te puede dar la vida y nada excepto la verdad te puede permitir volver a nacer y contemplar el rostro de Dios.

Extracto de ‘Solo el Cristo de los últimos días le puede dar al hombre el camino de la vida eterna’ en “La Palabra manifestada en carne”

Yo di la bienvenida al retorno del Señor

“Y además os retuve la lluvia cuando aún faltaban tres meses para la siega; hice llover sobre una ciudad y sobre otra ciudad no hice llover; sobre una parte llovía, y la parte donde no llovía, se secó” (Amós 4:7).

Qingxin, Myanmar

Mis padres son ambos cristianos y desde temprana edad empecé a ir con ellos a la iglesia para asistir a los servicios. A la edad de 12 años asistí a un gran campamento cristiano en Myanmar y estando allí un pastor me dijo: “La única manera de evitar la muerte y entrar en el reino de los cielos es ser bautizado”. Y así, con el fin de entrar en el reino de los cielos, decidí bautizarme mientras estaba en el campamento. A partir de ese momento me convertí en una cristiana genuina.

Al llegar a la edad adulta, pasé a ser la presidenta de la asociación de jóvenes de mi iglesia durante muchos años y siempre que los predicadores no se encontraban allí yo dirigía a los hermanos y hermanas en la oración, los estudios bíblicos, los himnos y el compartir los testimonios. Después de casarme, me pusieron a cargo de la recepción de las ofrendas de los domingos y los diezmos. Al principio nuestra iglesia tenía la obra del Espíritu Santo: el pastor hablaba con fluidez y elocuencia, y los hermanos y hermanas disfrutaban de los sermones y se sentían edificados por ellos. Todos estábamos rebosantes de confianza, asistíamos a todos los servicios de la iglesia y difundíamos el evangelio dondequiera que podíamos con gran entusiasmo. Pero con el tiempo los sermones del pastor se volvieron repetitivos y mediocres y ya no podían proveer lo que necesitábamos. La confianza de los hermanos y hermanas comenzó por tanto a decaer y se interesaron más en el dinero y los placeres de la carne. La asistencia de la congregación empezó a decaer, hasta que llegó a un punto en que el pastor tenía que hacer llamadas cada sábado sólo para intentar conseguir que todos asistieran. Incluso cuando los hermanos y hermanas se presentaban, cantaban los himnos desganados y sin devoción, dormitaban durante los sermones y empezaban a hablar de negocios tan pronto como acababan los servicios. Estos se habían convertido en su totalidad en formalismo sin sustancia. Y esto me inquietaba mucho. Yo pensaba: “¿Cómo se vuelve nuestra iglesia un campo seco?”. Pero entonces recordé que, a lo largo de los 30 años anteriores, yo había oído a diferentes pastores decir lo mismo: “Creemos en el Señor Jesús, así que todos nuestros pecados han sido perdonados”. “Obtenemos la salvación por la gracia de Dios a causa de nuestra fe”. “El Señor Jesús ya ha completado Su obra de redención una vez, por lo que nosotros los creyentes en el Señor ya somos salvos y entraremos en el reino de los cielos”. A causa de esto, “yo ya soy salva, entraré en el reino de los cielos” pasó a ser el principio básico de mi fe en Dios. Por muy inhóspita que estuviera la iglesia, o por muy débiles y pasivos que estuvieran los creyentes, siempre me decía a mí misma: “Debo guardar el camino del Señor. Mientras no abandone al Señor, Él no me abandonará. Cuando el Señor vuelva, Él me llevará al reino de los cielos”. Aunque yo seguía advirtiéndome a mí misma de esta manera, seguía siendo incapaz de mantenerme en la senda del Señor: pecaba de día y confesaba los pecados por la noche, pero cuando oraba, no podía sentir al Señor a mi lado. Mi espíritu se sentía sombrío y vacío, y yo sentía que estaba cada vez más lejos del Señor, como si Él me hubiera abandonado. Esto me provocó un gran sufrimiento, pero yo era incapaz de encontrar la fuente del problema…

En febrero de 2016 conocí al hermano Zheng y a la hermana Li Hui online. Después de compartir entre nosotros experiencias relativas a la fe en el Señor, les hablé acerca de mi desconcierto por el hecho de que mi iglesia se hubiera convertido en un campo seco. El hermano Zheng me dijo: “No es sólo vuestra iglesia la que está inhóspita y asolada: toda la comunidad religiosa está inhóspita ahora mismo. Es como el templo asolado que se convirtió en una guarida de ladrones cuando el Señor Jesús estaba llevando a cabo Su obra. Si entendemos cómo ese templo pasó a estar asolado en primer lugar, sabremos entonces cómo es que la comunidad religiosa está tan inhóspita y asolada ahora. Cuando el Señor Jesús concluyó la Era de la Ley y comenzó la Era de la Gracia, el Espíritu Santo no llevaba a cabo obra en el templo, sino que en su lugar la realizaba en esas personas que aceptaban y seguían al Señor Jesús. Los que adoraban a Jehová se perdieron la obra del Espíritu Santo porque no podían mantener el ritmo de la obra de Dios. Sin la protección y el cuidado de Dios vivían en pecado, como muestra el que su templo se convirtiera en un lugar de venta de ganado, ovejas y palomas, y de cambio de dinero. Un templo que originalmente brillaba con la gloria de Jehová se convirtió en una guarida de ladrones, ofendiendo así el carácter de Dios y siendo abandonado por Él con repugnancia. Esta fue una de las razones por las que el templo cayó originalmente en la desolación”. Después examinamos dos pasajes del libro de Amós en la Biblia: “Y además os retuve la lluvia cuando aún faltaban tres meses para la siega; hice llover sobre una ciudad y sobre otra ciudad no hice llover; sobre una parte llovía, y la parte donde no llovía, se secó” (Amós 4:7). “Mirad, los días vienen, dice el Señor Jehová, cuando mandaré hambruna a la tierra, no un hambre de pan ni el deseo de beber agua, sino de escuchar las palabras de Jehová” (Amós 8:11).* El hermano Zheng también me envió dos pasajes de las palabras de Dios Todopoderoso: “Dios cumplirá este hecho: Él hará que todas las personas en todo el universo vengan delante de Él y adoren al Dios que está en la tierra, y Su obra en otros lugares cesará, y las personas serán obligadas a buscar el camino verdadero. Será como José: todos fueron a él por comida y se postraron ante él porque él tenía cosas para comer. Con el fin de evitar la hambruna, las personas serán obligadas a buscar el camino verdadero. Toda la comunidad religiosa está sufriendo una severa hambruna, y sólo el Dios de hoy es la fuente de agua viva, que posee la fuente que siempre fluye provista para el disfrute del hombre, y las personas vendrán y dependerán de Él” (‘El Reino Milenario ha llegado’ en “La Palabra manifestada en carne”). “De hecho, la obra de Dios en ellos cesó hace mucho tiempo y la obra del Espíritu Santo está completamente ausente en ellos. La obra de Dios hace mucho que se transfirió a otro grupo de personas, un grupo en quien Él pretende completar Su nueva obra. Ya que los que están en la religión no pueden aceptar la nueva obra de Dios, y sólo se aferran a la antigua obra del pasado, Dios ha abandonado a estas personas y hace Su nueva obra en las personas que aceptan esta nueva obra. Estas son personas que cooperan en Su nueva obra y sólo de esta manera se puede lograr Su gestión” (‘La obra de Dios y la práctica del hombre’ en “La Palabra manifestada en carne”). El hermano Zheng dijo entonces: “Las iglesias actuales están tan asoladas como lo estaba el templo y eso también se debe a que Dios está llevando a cabo una obra nueva. El Señor Jesús que hemos estado esperando con desesperación se ha encarnado ahora en forma humana y regresa entre nosotros. Él ha adoptado el nombre Dios Todopoderoso para expresar la verdad y llevar a cabo la obra de juzgar, purificar y salvar al hombre en los últimos días. Él ha venido para concluir la Era de la Gracia y comenzar la Era del Reino. El Espíritu Santo ya se ha marchado de las iglesias de la Era de la Gracia y está obrando ahora en quienes aceptan la obra de los últimos días de Dios Todopoderoso. Todos los que están simplemente guardando el nombre del Señor Jesús pero no están al día con la nueva obra de Dios, ya no tendrán a Dios a su lado, no tendrán más la obra del Espíritu Santo y nunca se les proveerá el agua viva de la vida. Por tanto, por supuesto que estas iglesias estarán cada vez más asoladas…”.

Al escuchar al hermano Zheng, llegué a ser consciente de que la situación con las iglesias hoy en día es realmente la misma que con los templos cuando el Señor Jesús comenzó Su obra. Sentí que había una nueva luz y la guía del Señor en lo que el hermano Zheng estaba hablando. Pero me sentí un poco desconcertada por lo que él dijo acerca del retorno del Señor Jesús para hacer la nueva obra de juzgar y purificar al hombre: es posible que el Señor Jesús haya regresado, pero nosotros los creyentes ya éramos salvos, por lo que cuando Él vuelva debería llevarnos directamente al reino de los cielos, ¡no llevar a cabo otra etapa de la obra de juico y purificación! Pero entonces me di cuenta de que el retorno del Señor era un gran acontecimiento y, por tanto, yo tenía que buscar respuestas con ahínco en primer lugar.

Por tanto, hablé de mi desconcierto al hermano Zheng y él me dijo: “Muchos hermanos y hermanas del Señor comparten tu punto de vista. Ellos también piensan que como hemos aceptado al Señor Jesús como nuestro Salvador, nuestros pecados son perdonados, entonces, alcanzaremos la salvación por medio de Su gracia y cuando Él vuelva todos seremos llevados directamente al reino de los cielos. Así pues, se niegan a aceptar la salvación de Dios de los últimos días. La razón principal para esto es que no entendemos los buenos resultados que la obra del Señor Jesús ha traído y no conocemos la obra de Dios. Dios Todopoderoso dijo: ‘En ese momento, la obra de Jesús era la redención de toda la humanidad. Los pecados de todos los que creían en Él eran perdonados; mientras creyeras en Él, Él te redimiría; si creías en Él, dejabas de ser un pecador y eras liberado de tus pecados. Esto es lo que significaba ser salvo y ser justificado por fe. Sin embargo, seguía habiendo en quienes creían algo rebelde y opuesto se oponía a Dios, y que había que seguir quitando lentamente. La salvación no significaba que el hombre hubiera sido ganado por completo por Jesús, sino que ya no pertenecía al pecado, que sus pecados habían sido perdonados: si creías, ya no pertenecías al pecado’ (‘La visión de la obra de Dios (2)’ en “La Palabra manifestada en carne”). ‘Aunque Jesús hizo mucha obra entre los hombres, sólo completó la redención de toda la humanidad, se convirtió en la ofrenda por el pecado del hombre, pero no lo libró de su carácter corrupto. Salvar al hombre totalmente de la influencia de Satanás no sólo requirió a Jesús cargar con los pecados del hombre como la ofrenda por el pecado, sino también que Dios realizara una obra mayor para librar completamente al hombre de su carácter, que ha sido corrompido por Satanás. Y así, después de que los pecados del hombre fueron perdonados, Dios volvió a la carne para guiar al hombre a la nueva era, y comenzó la obra de castigo y juicio, que llevó al hombre a una esfera más elevada. Todos los que se someten bajo Su dominio disfrutarán una verdad más elevada y recibirán mayores bendiciones. Vivirán realmente en la luz, y obtendrán la verdad, el camino y la vida’ (‘Prefacio’ en “La Palabra manifestada en carne”). A partir de las palabras de Dios podemos ver que la obra del Señor Jesús durante la Era de la Gracia fue la de redención para la humanidad. El Señor Jesús fue clavado en la cruz para ser nuestra ofrenda por el pecado, para redimirnos de la condenación por la ley. Al venir ante el Señor, admitir nuestros pecados y arrepentirnos, se nos pueden perdonar nuestros pecados. Esto es ser salvado. En otras palabras, ser salvado significa que los pecados son perdonados y no hay acusación de pecado bajo la ley, pero no significa que hayamos escapado del carácter corrupto de Satanás o de nuestra naturaleza satánica y que nunca más pecaremos. Nuestra naturaleza satánica como la arrogancia, el engaño, el egoísmo y la avaricia sigue existiendo. Debido al dominio de nuestra naturaleza satánica y del carácter de Satanás, seguimos mintiendo y engañando frecuentemente, actuamos de una manera arrogante y terca, y fingimos ser buenos para engañar a Dios. Siempre criticamos a Dios deliberadamente, especialmente cuando las cosas no encajan con nuestros conceptos, acusamos y resistimos a Dios. ¿Cómo podría una humanidad como nosotros que es tan profundamente corrupta y resistente a Dios obtener Su alabanza? ¿Seríamos aptos para entrar en el reino de los cielos? Si Dios nos llevara —a una humanidad corrupta que le resiste y pertenece a Satanás— a Su reino, no habría forma entonces de explicar la justicia y la santidad de Dios. Así pues, para que estemos cualificados para entrar en el reino, necesitamos que Dios lleve a cabo una etapa de la obra de juicio y purificación para transformar nuestro carácter corrupto y deshacernos totalmente de los grilletes de nuestra naturaleza pecaminosa. Una vez que nuestro carácter vital haya sido transformado, ya no nos revelaremos más contra Dios ni lo resistiremos y seremos capaces de obedecerle verdaderamente, ser completamente ganados por Él, ser salvados completamente por Él y entrar en el reino de los cielos para heredar lo que Él ha prometido. Estos son los resultados traídos por la obra de juicio de Dios de los últimos días y podemos ver que la obra de redención del Señor Jesús fue allanar el camino para el juicio y la purificación de las personas durante los últimos días. Por tanto, nuestra fe en el Señor nos trae el perdón de nuestros pecados pero no un escape completo del pecado o la entrada en el reino de los cielos. Necesitamos experimentar otra etapa de obra de juicio y purificación para salvarnos totalmente del pecado. La obra de juicio de Dios de los últimos días hace realidad de forma exacta estas palabras de la Biblia: ‘que sois protegidos por el poder de Dios mediante la fe, para la salvación que está preparada para ser revelada en el último tiempo’ (1 Pedro 1:5)”.

Cuando oí las palabras de Dios Todopoderoso y lo que el hermano Zheng dijo, me di cuenta de que lo que el Señor Jesús había hecho era la obra de redención, no la de eliminar completamente los pecados. Cuando las personas cometen pecados, deben ser acusadas y castigadas bajo la ley, pero si venimos ante el Señor Jesús y admitimos nuestros pecados, estos se nos perdonarán entonces. Dios no nos ve como pecaminosos y nos absuelve del castigo, y eso es la salvación. Pero esta salvación sin duda no significa que hayamos sido purificados y totalmente salvados. Parece que las personas no entienden la verdad y, por tanto, malinterpretan lo que es la verdadera salvación. Pienso en eso ahora que seguimos viviendo vidas pecaminosas —cometiendo pecados y admitiéndolos cada día— y por tanto esa es la razón por la que necesitamos otra etapa de la obra de juicio y purificación de Dios. Cuando pienso en lo que dijo el pastor en el campamento —“Para un cristiano, la única manera de evitar la muerte y entrar en el reino de los cielos es ser bautizado”— me doy cuenta de que esta forma de pensar es realmente muy poco realista. Podríamos decir incluso que es infantil y ridícula. Más adelante, cuando pude tener largas charlas con el hermano Zheng y la hermana Li Hui y digerir su enseñanza, llegué a sentir que la verdad se encuentra en las palabras de Dios Todopoderoso para buscarla, que estas son muy prácticas y que pueden beneficiarme y ayudarme mucho. Pero el retorno del Señor es algo importante y con el fin de tratarlo de forma seria y cauta, decidí llevar a cabo una investigación exhaustiva de la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días.

Por tanto, en las semanas que siguieron empecé a investigar online en busca de información sobre la obra de los últimos días de Dios Todopoderoso. Antes de ir online, oré al Señor: “Señor, si el Relámpago Oriental es realmente el Señor en el que tengo fe, te suplico que conmuevas mi corazón y me permitas reconocer Tu voz”. Sin ser realmente consciente de ello, di clic en un sitio web y para mi sorpresa encontré que todo era juicios, ataques y acusaciones contra Dios Todopoderoso y Su iglesia por parte de la comunidad religiosa y el PCCh. Me sorprendí mucho y tuve miedo de estar aventurándome en una senda peligrosa. Así pues, envié el enlace al hermano Zheng y la hermana Li Hui y les pregunté: “¿Cómo explicáis todo esto?”. Originalmente pensé que el hermano Zheng y los demás no tendrían respuesta a la información enviada por mí, y por eso me sorprendí cuando contestaron con calma y firmemente: “Dios Todopoderoso es el Dios verdadero, el retorno del Señor Jesús. Todos los chismes que la comunidad religiosa y el PCCh difunden online son rumores y sinsentidos diseñados para confundir a las personas. Es parte de su malvado plan para evitar que las personas sigan a Dios…”.

Lo que dijo el hermano Zheng me conmovió realmente y en mi corazón empecé a luchar para que todo ello tuviera sentido. Me desconecté y oré al Señor: “Señor, si Dios Todopoderoso es realmente Tu retorno te suplico entonces que me esclarezcas e ilumines para poder entender Tu camino y no perder la oportunidad de presenciar Tu retorno. Si todos estos chismes online son sólo rumores difundidos por la comunidad religiosa y el PCCh, hazme sorda a ellos, porque ser raptada por Satanás es una cosa terrible”. Después de orar me sentí un poco más tranquila y entonces recordé los tiempos en los que también me acusaron en falso, así como una ocasión en la que un comerciante que yo conocía que hacía buenos negocios vendiendo productos de jade, vio como se arruinaba su reputación por los rumores difundidos por un competidor envidioso. Empezó a brillar un poco de luz en mi corazón y me di cuenta de cuán oscuro y malvado es este mundo y de que la mayor parte de lo que hay online —bueno o malo— es simplemente personas hablando. Después pensé detenidamente en las acusaciones online contra Dios Todopoderoso y Su iglesia difundidas por la comunidad religiosa y el PCCh: no se aportaban pruebas y nada de ello parecía muy creíble. Además, yo había leído las palabras de Dios Todopoderoso y había estado en contacto con los hermanos y hermanas de la Iglesia de Dios Todopoderoso. Lo que ellos decían no tenía relación con los rumores difundidos online y no habían intentado obligarme a unirme a su iglesia. En los pocos meses de contacto con ellos, además de explorar la Biblia, leer las palabras de Dios Todopoderoso y hablar conmigo de las palabras de Dios, no habíamos debatido ningún otro tema. A partir de la forma en la que hablaban, yo podía deducir que eran personas piadosas y honradas. Su enseñanza estaba llena de luz y yo sentía que era muy útil para mí, y su iglesia era realmente una iglesia que tenía la obra del Espíritu Santo. Al pensar sobre esto, me di cuenta de que una iglesia que tiene la obra del Espíritu Santo es una iglesia de Dios y, por tanto, por supuesto que Satanás la atacaría y acusaría y habría mucha propaganda negativa a su alrededor.

En una fecha posterior leí online sobre las muchas acciones malvadas del PCCh: cómo expulsaban de China a misioneros extranjeros, quemaban Biblias, derribaban iglesias y detenían y mataban cristianos… El odio y la ira hacia el PCCh crecieron en mi corazón. ¿Cómo podían ser tan malévolos como para perseguir a cristianos inocentes y desarmados? El PCCh siempre se ha opuesto a Dios promoviendo el ateísmo y ha capturado y perseguido a los cristianos con una ausencia total de humanidad y razón, por lo que no había manera de saber si lo que decía era verdadero o falso. Por tanto, inicié de nuevo el contacto con el hermano Zheng y los demás, y ellos hablaron sobre muchas verdades relativas a la obra de Dios de los últimos días y cómo discernir los astutos planes de Satanás… Después de escucharlos sentí que tenía un poco más de entendimiento de la obra de Dios de los últimos días y podía discernir que todo el sinsentido diseminado online por la comunidad religiosa y el PCCh era rumores sin base y opiniones ridículas que formaban parte de los astutos planes de Satanás para evitar que las personas aceptaran la obra de Dios Todopoderoso. Decidí no escuchar nunca más nada de lo que la comunidad religiosa y el PCCh decían. La preocupación y el miedo desaparecieron de mi corazón y, al mismo tiempo, reconocí que la obra de Dios Todopoderoso y la obra del Señor Jesús eran lo mismo y ambas habían encontrado resistencia y acusaciones de los regímenes políticos satánicos y los círculos religiosos. ¡Para mí, esto confirmó aún más que la obra de Dios Todopoderoso es el camino verdadero!

Un día en el que estaba usando Facebook, oí un himno que alababa a Dios, el cual encontré particularmente conmovedor. Ciertamente, sólo Dios merece la alabanza y es digno de ser ensalzado. Este himno tenía la guía del Espíritu Santo y cuando revisé para ver de dónde había venido, descubrí que era uno de los himnos de la Iglesia de Dios Todopoderoso. No pude evitar ser conmovida hasta llorar por esto y busqué con entusiasmo a los hermanos y hermanas para decirles que Dios había conmovido mi corazón y me había guiado… Ahora creo completamente que Dios Todopoderoso es el Señor Jesús que ha regresado y estoy dispuesta a seguir a Dios Todopoderoso hasta el final del camino.

Ahora asisto a la Iglesia de Dios Todopoderoso y, no sólo disfruto de recibir el agua viva de vida que fluye del trono, sino que mi confianza y amor han sido restaurados. Lo que es aún más importante, ahora puedo distinguir entre lo correcto y lo incorrecto, la oscuridad y la luz. Sé qué son las verdades y qué son los rumores. Las verdades vienen de Dios, mientras que los rumores vienen de Satanás. Cuando oímos rumores, no debemos aceptarlos ciegamente, sino que debemos distinguir cuidadosamente la verdad de las falsedades, orar de todo corazón y buscar y examinar humildemente el camino verdadero. Sólo entonces podemos escapar de los rumores y volver ante Dios.

Unas citas bíblicas son tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.

¿Es lo mismo la fe en la Biblia que la fe en Dios?

las palabras de Dios Todopoderoso. “Nadie conoce la realidad de la Biblia: que no es nada más que un registro histórico de la obra de Dios, y un testimonio de las dos etapas anteriores de la misma, y que no te ofrece un entendimiento de los objetivos de la obra de Dios”.

Por Danchun, Estados Unidos

Dios Todopoderoso dice: “Durante muchos años, la forma de creencia tradicional de las personas (la del cristianismo, una de las tres religiones principales del mundo) ha sido leer la Biblia; apartarse de la Biblia no es una creencia en el Señor, es heterodoxia y herejía, e incluso cuando las personas leen otros libros, el fundamento de estos debe ser la explicación de la Biblia. Es decir, si crees en el Señor, debes leer la Biblia, y fuera de ella no debes adorar a ningún libro que no la involucre. Si lo haces, estás traicionando a Dios. Desde el momento en el que la Biblia existió, la creencia de las personas en el Señor ha sido la creencia en la Biblia. En lugar de decir que las personas creen en el Señor, es mejor decir que creen en la Biblia; en lugar de decir que han comenzado a leer la Biblia, es mejor decir que han empezado a creer en ella, y, en lugar de decir que han vuelto a la presencia del Señor, es mejor decir que han regresado delante de la Biblia. De esta forma, las personas adoran la Biblia como si fuera Dios, como si fuera su vida, y perderla sería lo mismo que perder su vida. Las personas consideran que la Biblia es algo tan elevado como Dios, y están incluso aquellas que la ven como algo superior a Dios. Si las personas no tienen la obra del Espíritu Santo, si no pueden sentir a Dios, pueden seguir viviendo, pero tan pronto como pierden la Biblia o sus capítulos famosos y sus dichos célebres, es como si hubieran perdido su vida. […] La Biblia se ha vuelto un ídolo en la mente de las personas, un enigma en su cerebro, y son simplemente incapaces de creer que Dios puede obrar fuera de ella, de creer que las personas pueden encontrar a Dios fuera de la Biblia, y, mucho menos, son capaces de creer que Dios podría apartarse de ella durante la obra final y comenzar de nuevo. Esto es impensable para las personas; no pueden creerlo ni imaginarlo. La Biblia se ha convertido en un gran obstáculo para que los hombres acepten la nueva obra de Dios, y en una dificultad para que Dios expanda esta nueva obra” (‘Relativo a la Biblia (1)’ en “La Palabra manifestada en carne”). Las palabras de Dios Todopoderoso revelan el estado previo de nuestra fe en el Señor. Cuando practicaba la religión antes, pensaba que la fe en la Biblia era lo mismo que la fe en Dios. Hasta sentía que la Biblia era más importante que Dios. Algunos versículos clásicos de la Biblia eran más importantes que cualquier otra cosa y me aferraba a ella sin prestarle atención a la voz de Dios, principalmente con respecto a recibir al Señor. Oí a alguien dar testimonio de que el Señor Jesús había vuelto como Dios Todopoderoso mientras expresaba verdades para hacer la obra de juicio de los últimos días, pero yo no lo busqué. Casi pierdo la oportunidad de recibir al Señor. La maravillosa guía de Dios me permitió recibir al Señor y aceptar la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días.

En 2001 fui bautizada y acepté oficialmente al Señor Jesús y me puse al servicio de la iglesia. Sin embargo, con el tiempo descubrí que el pastor repetía siempre las mismas cosas y no había nueva luz. También malversó fondos de la iglesia. Algunos compañeros conspiraban entre ellos y competían por fama y fortuna. Eso me decepcionó mucho, por lo que dejé de servir en la iglesia. Durante los años siguientes, seguí leyendo la Biblia y orando, pero sentía un gran vacío espiritual. Así comencé a buscar un camino mejor con la esperanza de encontrar una iglesia o persona con la obra del Espíritu Santo y que fuera capaz de llenar mi vacío espiritual.

Conocí a la hermana Li en Internet, en 2018. Dijo que estaba estudiando sobre la Iglesia de Dios Todopoderoso, que el Señor Jesús había vuelto como Dios Todopoderoso y que yo también debía estudiarlo. Quedé desconcertada y pensé: “El pastor y los ancianos siempre dicen que la Biblia es el canon cristiano y que su autoridad es absoluta. Que la fe en Dios se basa en la Biblia y que cualquier otra cosa es herejía. La Iglesia de Dios Todopoderoso va mucho más allá de la Biblia, así que, sin importar lo bien que suene, no podemos escucharlos, leerlos ni ponernos en contacto con ellos”. No acepté la invitación de la hermana Li. Sin embargo, me sentía intranquila y pensé: “El regreso del Señor es importante. ¿Será la voluntad del Señor que yo me rehúse ciegamente a estudiarlo? El Señor Jesús dijo: ‘Bienaventurados los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos’ (Mateo 5:3)”. “Debo buscar con la mente abierta cuando me entere de que el Señor ha regresado”. Pero, cuando recordé las palabras del pastor y de los ancianos, no me atreví. Esa noche di vueltas en la cama sin poder dormir. Tenía un dilema profundo y no sabía qué hacer. Perdida, me postré ante el Señor en oración y le pedí que me guiara hacia la decisión correcta. Durante los días siguientes, encontré información sobre la Iglesia de Dios Todopoderoso en Internet. Dudé al leer algunos artículos negativos. Me pregunté: “¿Debería estudiarlo?”. Sin embargo, recordé lo importante que es el regreso del Señor. No podía hacer caso ciegamente a los demás ni seguir a las masas. Tenía que estudiarlo en serio. Entré al sitio web de la iglesia. Allí encontré un video musical de un himno llamado: «El reino de Cristo es un hogar acogedor». Fue tan conmovedor que me atrajo de inmediato. Seguí leyendo el sitio y descubrí toda clase de videos y películas de la Iglesia de Dios Todopoderoso que incluían cantos corales, videos musicales, himnos, lecturas de las palabras de Dios y películas evangélicas, además de videos testimoniales. Todo era nuevo y práctico. Quedé realmente conmovida. Comencé a verlos uno por uno.

Vi más de una docena esa semana. Sus enseñanzas me parecieron prácticas y esclarecedoras. Quedó muy claro por qué el mundo religioso está desolado y desprovisto de la obra del Espíritu Santo, y exactamente cómo deberíamos recibir al Señor. También había información sobre a quiénes bendice Dios y a quiénes castiga. Aclararon muchos de los problemas y confusiones que tuve en mi fe durante años. Me pareció que las películas de la iglesia eran muy beneficiosas y edificantes. Sin duda, me hicieron pensar. ¡La Iglesia de Dios Todopoderoso no parecía herejía Si no era buena, ¿cómo podía realizar películas con tanto contenido para la vida? Todas las denominaciones afirman ser las verdaderas, provenir del Señor Jesucristo, pero jamás han hecho tantas películas maravillosas que den testimonio real de Dios. También recordé a los ancianos y al pastor que decían que muchos creyentes de todas las denominaciones habían aceptado a Dios Todopoderoso y que la Iglesia de Dios Todopoderoso se encontraba ya en muchos países. Me recordó las palabras de Gamaliel: “Si este plan o acción es de los hombres, perecerá; pero si es de Dios, no podréis destruirlos; no sea que os halléis luchando contra Dios” (Hechos 5:38-39). Lo que proviene de Dios debe prosperar y parecía muy probable que la Iglesia de Dios Todopoderoso proviniera de Dios. Sin embargo, aún tenía muchas preguntas: “Este libro, La Palabra manifestada en carne, se menciona a menudo en las películas. ¿Por qué no leen la Biblia los miembros de la iglesia? ¿No significa eso alejarse de la Biblia? El pastor y los ancianos siempre decían que la Biblia es el canon del cristianismo y que su autoridad es absoluta, y que lo más importante para los creyentes es seguirla, que todo lo demás es herejía”. Lo pensé mucho, pero no logré entenderlo. En ese momento, recordé las palabras del Señor Jesús: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá” (Mateo 7:7). Pensé: “Como la gente dice que el Señor Jesús regresó, sin importar cuántas dudas tenga, ante la mínima posibilidad de que sea cierto, tengo la responsabilidad de seguir ese hilo de esperanza. No puedo dejar pasar la oportunidad de recibir al Señor”.

Una vez, mientras ojeaba el sitio web de la Iglesia de Dios Todopoderoso, vi un clip de la película Salir de la Biblia. El tema “¿Obra Dios de acuerdo a la Biblia?” se me ocurrió de repente. No pude esperar. Me puse a ver la película y vi cómo la hermana Wang, una evangelista, le preguntaba a un pastor: “Acaba de decir que Dios no puede apartarse de la Biblia para hacer Su obra de salvación, que todo lo que se aleje de la Biblia es herejía. ¿Qué vino primero: la Biblia o la obra de Dios?”. Cuando oí la pregunta, una vocecita en mi corazón me dijo: “¡Obviamente la obra de Dios vino antes que la Biblia!”. La hermana Wang dijo: “En el principio, Dios creó el cielo, la tierra y todas las cosas. Él destruyó el mundo con un diluvio, quemó a Sodoma y Gomorra y mucho más. ¿Existía ya el Antiguo Testamento cuando hizo esas cosas?”. La respuesta en mi corazón fue: “No. Dios es el principio. ¡Él creó todas las cosas antes de que existiera la escritura y, mucho menos, la Biblia! La hermana Wang continuó: “No existían las Escrituras cuando Dios hizo esa obra. Eso es porque la obra de Dios vino primero, y después se registró en las Escrituras. Y cuando el Señor Jesús realizó Su obra en la Era de la Gracia, no existía el Nuevo Testamento. Más de trescientos años después, líderes religiosos provenientes de todas partes del mundo se reunieron. Ellos eligieron los Cuatro Evangelios para ser el registro de la obra del Señor Jesús, a los que les agregaron algunas cartas de los apóstoles a las iglesias y el Apocalipsis de Juan. Compilaron todo esto en el Nuevo Testamento. Al conocer la forma en la que la Biblia se creó, vemos que la obra de Dios vino primero y luego se registró en la Biblia. Sin la obra de Dios, no habría nada en la Biblia. Es evidente que Dios no obra de acuerdo con la Biblia ni está limitado por ella. Él obra de acuerdo con Su plan y con las necesidades de la humanidad”. “No podemos restringir la obra de Dios a lo que aparece en la Biblia ni usarla para limitar Su obra. No podemos asegurar que lo que se aleje de la Biblia sea herejía”.

En la película, la hermana Yang compartió más enseñanzas: “El Señor Jesús no obró de acuerdo con el Antiguo Testamento. Él predicó el camino del arrepentimiento, sanó a los enfermos y expulsó demonios, no guardó el día de reposo y perdonó a los demás setenta veces siete. Las Escrituras no decían nada de eso en aquel momento. Hasta parecía contradecir al Antiguo Testamento. Los sumos sacerdotes, escribas y fariseos condenaron y se resistieron al Señor Jesús porque Su obra y Sus palabras iban en contra de las Escrituras. Si consideramos todo lo externo a la Biblia como herejía, ¿no sería eso condenar la obra de Dios a lo largo de todas las eras?”.

Sorprendida, me di cuenta de que eso era verdad. El Señor Jesús predicó y obró durante el día de reposo, sanó a los enfermos y expulsó a los demonios. Nada de eso aparecía en el Antiguo Testamento. Como Su obra fue más allá de las Escrituras, los sumos sacerdotes, los escribas y los fariseos condenaron la obra del Señor Jesús por herejía y al final ordenaron Su crucifixión. Dios los castigó. Si Dios Todopoderoso es realmente el Señor Jesús que ha regresado, pero insistimos en que lo que se aleje de la Biblia es herejía, ¿no sería eso condenar la obra de Dios? ¡Sería ofender a Dios! Esa idea me asustó un poco. Sabía que no podría seguir aferrada a mis viejas ideas. Seguí mirando.

La hermana del video continuó leyendo las palabras de Dios Todopoderoso. “Nadie conoce la realidad de la Biblia: que no es nada más que un registro histórico de la obra de Dios, y un testimonio de las dos etapas anteriores de la misma, y que no te ofrece un entendimiento de los objetivos de la obra de Dios. Todo aquel que ha leído la Biblia sabe que documenta las dos etapas de la obra de Dios durante la Era de la Ley y la Era de la Gracia. El Antiguo Testamento registra la historia de Israel y la obra de Jehová desde la época de la creación hasta el final de la Era de la Ley. El Nuevo Testamento registra la obra de Jesús en la tierra, que se encuentra en los Cuatro Evangelios, así como la obra de Pablo. ¿No son, estos, registros históricos?” (‘Relativo a la Biblia (4)’ en “La Palabra manifestada en carne”). “La Biblia es un libro histórico, y si hubieras comido y bebido el Antiguo Testamento durante la Era de la Gracia, si hubieras puesto en práctica lo exigido en la época del Antiguo Testamento en la Era de la Gracia, Jesús te habría rechazado y condenado; si hubieras aplicado el Antiguo Testamento a la obra de Jesús, habrías sido un fariseo. Si hoy pones juntos el Antiguo y el Nuevo Testamento para comerlos y beberlos y practicarlos, el Dios de hoy te condenará; ¡habrás quedado atrás en la obra actual del Espíritu Santo! Si comes y bebes el Antiguo y el Nuevo Testamento, ¡estás fuera de la corriente del Espíritu Santo! Durante Su época, Jesús guio a los judíos y a aquellos que le seguían según la obra del Espíritu Santo en Él en ese momento. Él no tomó la Biblia como base para lo que llevaba a cabo, sino que hablaba de acuerdo con Su obra; no prestó atención a lo que la Biblia decía ni buscó en ella una senda para guiar a Sus seguidores. Desde el mismo momento en el que empezó a obrar, difundió el camino del arrepentimiento, una palabra sobre la cual las profecías del Antiguo Testamento no mencionan una sola palabra. No solo no actuó según la Biblia, sino que también guio por una nueva senda, y realizó una obra nueva. Nunca se refería a la Biblia cuando predicaba. Durante la Era de la Ley, nadie fue nunca capaz de llevar a cabo Sus milagros de sanar a los enfermos y echar fuera a los demonios. Su obra, Sus enseñanzas, la autoridad y el poder de Sus palabras, también estaban por encima de cualquier hombre en la Era de la Ley. Jesús simplemente llevó a cabo Su obra más nueva, y aunque muchas personas lo condenaron usando la Biblia, e incluso usaron el Antiguo Testamento para crucificarlo, Su obra sobrepasó al Antiguo Testamento; si esto no fue así, ¿por qué lo clavaron en la cruz? ¿No fue porque el Antiguo Testamento no decía nada de Su enseñanza ni de Su capacidad para sanar a los enfermos y echar fuera a los demonios? Su obra se llevó a cabo para guiar por un nuevo camino, no para buscar deliberadamente un enfrentamiento con la Biblia o para prescindir deliberadamente del Antiguo Testamento. Él vino simplemente a desarrollar Su ministerio, a traer la nueva obra a aquellos que lo anhelaban y lo buscaban. No vino a explicar el Antiguo Testamento ni a sostener su obra. La obra de Jesús no tenía como fin permitir que la Era de la Ley continuara desarrollándose, porque Su obra no tomó en consideración si tenía o no la Biblia como su base; Jesús simplemente vino a llevar a cabo la obra que debía realizar. Por tanto, no explicó las profecías del Antiguo Testamento ni obró según las palabras de la Era de la Ley del Antiguo Testamento. Ignoró lo que decía el Antiguo Testamento, no le importó si concordaba o no con Su obra, ni lo que los demás conocieran de esta o que la condenaran. Simplemente siguió realizando la obra que debía llevar a cabo, aunque muchas personas usaron las predicciones de los profetas del Antiguo Testamento para condenarlo. Para las personas, parecía como si Su obra no tuviera base, y gran parte de esta entraba en conflicto con los registros del Antiguo Testamento. ¿No fue esto un error del hombre? ¿Debe aplicarse la doctrina a la obra de Dios? ¿Y debe obrar Dios según las predicciones de los profetas? Después de todo, ¿quién es más grande: Dios o la Biblia? ¿Por qué debe obrar Dios de acuerdo con la Biblia? ¿Podría ser que Dios no tuviera derecho a actuar más allá de la Biblia? ¿No puede apartarse Dios de la Biblia y realizar otra obra? ¿Por qué no guardaban el día de reposo Jesús y Sus discípulos? Si debía practicar a la luz del día de reposo y según los mandamientos del Antiguo Testamento, ¿por qué no lo hizo Jesús después de venir, sino que, en su lugar, lavó pies, cubrió cabezas, partió pan y bebió vino? ¿No está todo esto ausente de los mandamientos del Antiguo Testamento? Si Jesús honraba el Antiguo Testamento, ¿por qué rompió con estas doctrinas? Deberías saber qué fue primero, ¡Dios o la Biblia!” (‘Relativo a la Biblia (1)’ en “La Palabra manifestada en carne”).

La hermana Wang compartió esta enseñanza: “Hemos puesto a la Biblia a la par de Dios durante muchos años. Creemos que Su obra no puede apartarse de la Biblia y que la fe puesta en algo que no sea la Biblia no se llama fe, sino herejía. De hecho, la Biblia es nada más que un registro de las primeras dos etapas de la obra de Dios. Es testimonio de dos etapas de la obra de Dios para guiar y salvar a la humanidad después de que Él creara el cielo, la tierra, la humanidad y todas las cosas. No representa toda Su obra en pos de la salvación del hombre”. “El registro de la palabra de Dios en la Biblia es muy limitado. Solo hay pequeñas pistas del carácter vital de Dios, no lo explica en su totalidad”. “Dios no obra de acuerdo con la Biblia ni hace referencia a ella en Su obra. No la utiliza para encontrar el camino que guiará a Sus seguidores. Su obra siempre avanza. Dios ha comenzado una nueva era y está realizando Su nueva obra. Le muestra a la gente un camino nuevo y verdades más grandes para que consigamos una salvación más plena”. “Así, Dios no guía a la humanidad basándose en Su antigua obra. Significa que Dios no obra de acuerdo con la Biblia. No solo es el Señor del sabbat, sino también de la Biblia”. “Tiene todo el derecho de obrar fuera de la Biblia y de realizar nueva obra de acuerdo con Su plan y con lo que la humanidad necesite en ese momento. Sin duda, la obra de Dios no puede imitar aquella de otra era. Afirmar que lo que se aleje de la Biblia es herejía no tiene sentido”.

Al ver eso, me sentí avergonzada. Sus enseñanzas concordaban con los hechos. La obra del Señor Jesús durante la Era de la Gracia fue más allá del Antiguo Testamento. ¿No nos demuestra eso que, como el Señor de la creación, Dios es plenamente capaz de obrar fuera de la Biblia? ¿Por qué nunca pensé en cosas simples como esa antes? Decir que “cualquier cosa que se aleje de la Biblia es herejía” no tiene fundamentos. ¡Qué tonta e ignorante fui!

A medida que la miraba, las enseñanzas de la hermana me atraparon. Ella dijo: “La Biblia es solo el testimonio, un registro de la obra de Dios. No contiene la vida eterna. Aunque no coincida con nuestros conceptos, es indiscutible, así como el Señor Jesús reprendió a los fariseos hace mucho, al decir: ‘Examináis las Escrituras porque vosotros pensáis que en ellas tenéis vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que tengáis vida’ (Juan 5:39-40). El Señor Jesús nos dijo claramente que no hay vida eterna en las Escrituras y que tratar de encontrarla en ellas es un error. La Biblia por sí misma no es suficiente para alcanzar la verdad y la vida. Solo podemos conseguirlas del Cristo mismo”. Oír eso me abrió los ojos. Supe que el Señor Jesús nos dijo hace tiempo que no hay vida eterna en la Biblia. Solo Dios es la verdad, el camino y la vida y solo Dios puede otorgarnos la vida eterna. ¿Por qué no lo entendí cuando lo leí antes?

La hermana leyó otro pasaje de la palabra de Dios. “Ya que hay un camino más elevado, ¿por qué estudiar ese, que es más bajo y obsoleto? Ya que hay declaraciones más nuevas y una obra más nueva, ¿por qué vivir entre viejos registros históricos? Las nuevas declaraciones pueden proveer para ti, lo que demuestra que esta es la nueva obra; los viejos registros no pueden saciarte ni satisfacer tus necesidades actuales, y esto prueba que son historia, y no la obra de aquí y ahora. El camino más elevado es la obra más nueva, y con ella, por muy alto que fuera el camino del pasado, sigue siendo la historia de las reflexiones de las personas; independientemente de su valor como referencia, sigue siendo el camino antiguo. Aunque se registra en el ‘libro sagrado’, el camino antiguo es historia; aunque no hay constancia del mismo en el ‘libro sagrado’, el nuevo camino es del aquí y el ahora. Este camino puede salvarte y cambiarte, porque es la obra del Espíritu Santo” (‘Relativo a la Biblia (1)’ en “La Palabra manifestada en carne”). Después, compartió esta enseñanza: “La Biblia solo contiene profecías de la obra de Dios de los últimos días, no un registro de ella, y la realidad es que es una obra más profunda y elevada basada en las necesidades humanas. Al final de la Era de la Ley, todos eran muy corruptos y corrían peligro de morir a manos de la ley. Dios mismo se hizo carne, vino a la tierra y fue crucificado como ofrenda por el pecado del hombre. Dios realizó Su obra de redención sobre la base de la obra de la ley. Aunque no se registró en el Antiguo Testamento, obró de acuerdo con las necesidades humanas y con Su propio plan. No desestimó la ley, sino que la cumplió”. “Ahora, en los últimos días, Dios también obra de acuerdo con Su plan y las necesidades humanas sobre la base de la obra redentora del Señor Jesús. Realiza Su obra de juicio, comenzando por la casa de Dios para deshacerse de nuestra naturaleza pecaminosa, salvarnos por completo del pecado y guiarnos a un destino eternamente hermoso”. “Dios Todopoderoso expresa todas las verdades para purificar y salvar a la humanidad y revela todos los misterios de Su plan de gestión. Él nunca dijo estas palabras durante la Era de la Ley ni la Era de la Gracia. Este es el pergamino, los siete sellos abiertos en los últimos días”. “Eso cumple la profecía del Apocalipsis: ‘El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias’ (Apocalipsis 2:7)”. “Y también esta: ‘Mira, el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, ha vencido para abrir el libro y sus siete sellos’ (Apocalipsis 5:5)”. “Las palabras de Dios Todopoderoso se registran en la Biblia de la Era del Reino: La Palabra manifestada en carne. Esas valiosas palabras para la vida son el camino de la vida eterna que Dios le concede al hombre y el único camino a la salvación plena. Si nos rehusamos a aceptar esto, jamás conseguiremos el sustento del agua viva de Dios ni Su vida y Su verdad”.

Luego, oí más de las palabras de Dios Todopoderoso en otra película “El Cristo de los últimos días trae la vida y el camino de la verdad, duradero y eterno. Esta verdad es el camino por el que el hombre obtendrá la vida, y el único camino por el cual el hombre conocerá a Dios y por el que Dios lo aprobará. Si no buscas el camino de la vida que el Cristo de los últimos días provee, entonces nunca obtendrás la aprobación de Jesús y nunca estarás cualificado para entrar por la puerta del reino de los cielos, porque tú eres tanto un títere como un prisionero de la historia. Aquellos que son controlados por los reglamentos, las letras y están encadenados por la historia, nunca podrán obtener la vida ni el camino perpetuo de la vida. Esto es porque todo lo que tienen es agua turbia que ha estado estancada por miles de años, en vez del agua de la vida que fluye desde el trono” (‘Solo el Cristo de los últimos días le puede dar al hombre el camino de la vida eterna’ en “La Palabra manifestada en carne”). El hermano en esa película compartió los siguiente: “Dios Todopoderoso, Cristo de los últimos días, expresa todas las verdades para purificar y salvar al hombre. Son abundantes, exhaustivas y el sustento completo proveniente de Dios. Son reveladoras y esclarecedoras”. “Ellas nos demuestran que Cristo es el camino, la verdad y la vida y la vía hacia la vida eterna”. “La palabra de Dios durante la Era del Reino va más allá de Su palabra durante las eras de la Ley y la Gracia juntas. En particular: ‘Las declaraciones de Dios al universo entero’ de La Palabra manifestada en carne es la declaración inicial de Dios a la humanidad y es la primera vez que oímos las palabras del Señor de la creación hacia la humanidad. Sacudieron al universo y nos abrieron los ojos”. “La Era del Reino comprende la obra del juicio de Dios y Su revelación sobre su carácter justo ante la humanidad. Es por eso que pronuncia Su palabra para juzgar, purificar y perfeccionar al hombre en esta era. Derrama desastres, recompensa a los buenos y castiga a los malvados, y revela Su justicia, Su majestad y Su ira. Las verdades que expresa Dios Todopoderoso para purificar, salvar y perfeccionar al hombre son el camino de la vida eterna que Él le concede al hombre en los últimos días. Es el agua de la vida que fluye desde Su trono”.

En ese momento me di cuenta de que La Palabra manifestada en carne de Dios Todopoderoso es el camino hacia la vida eterna que Dios le concede al hombre en los últimos días. Supe que debía estar al día con la nueva obra de Dios y leer Sus nuevas palabras para conseguir el sustento de Su agua viva y Su salvación plena. Poco después, contacté a la Iglesia de Dios Todopoderoso y leí mucho más de la palabra de Dios Todopoderoso. Entendí que Dios Todopoderoso revela todos los misterios. Los misterios del plan de gestión de 6000 años de Dios, de Su encarnación, la verdad interna sobre la Biblia y todos los aspectos de la verdad son revelados. ¡Aprendí mucho más que en una década de fe en Dios! Acepté formalmente la obra de Dios Todopoderoso en los últimos días.

Recordé cómo el pastor y los ancianos me habían engañado. Había confinado la obra y la palabra de Dios a la Biblia creyendo que todo lo demás era herejía. Oí a la gente de la Iglesia de Dios Todopoderoso dar testimonio del regreso del Señor Jesús pero no lo busqué. Seguí al clero sin pensar y rechacé la obra de Dios a causa de mis nociones. Era creyente, pero me resistía a Dios. ¡Qué ciega y tonta que era! La guía de Dios me permitió oír Su voz gracias a las películas de la Iglesia de Dios Todopoderoso, y así comprender la verdad y abandonar mis antiguas nociones. Ya no adoraba ciegamente la Biblia. Aprendí que eso no es fe verdadera y que la Biblia no contiene la vida eterna. Solo Cristo es la verdad, el camino y la vida. Solo Cristo de los últimos días puede mostrarnos el camino de la vida eterna y solo podemos alcanzar la verdad y la vida creyendo en Dios Todopoderoso, Cristo de los últimos días. Es la única fe que aprueba Dios. Pude recibir al Señor por la gracia y bendición de Dios. ¡Estoy agradecida por la misericordia y salvación de Dios!

Aprender más: ¿Qué es la fe en Dios?

Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.

Devocionales diarios | ¿Quiere tener más conocimiento de Dios?

Dios dice: “Si puedes llegar a ser de verdad uno de los primeros de los que conocen a Dios, ¿no sería el mayor honor entre todas las criaturas? ¿Elogiaría Dios más a cualquier criatura entre la humanidad? Semejante obra no es fácil de conseguir, pero seguirá cosechando recompensas en última instancia”.

Devocionales diarios | ¿Quiere tener más conocimiento de Dios?

Al ver este tema, muchos hermanos y hermanas que genuinamente creen en Dios responderán: “¡Por supuesto que sí!”. Porque los que conocen a Dios son los que agradan a Él, y la bendición que recibirán es muy grande.

Dios dice: “Si puedes llegar a ser de verdad uno de los primeros de los que conocen a Dios, ¿no sería el mayor honor entre todas las criaturas? ¿Elogiaría Dios más a cualquier criatura entre la humanidad? Semejante obra no es fácil de conseguir, pero seguirá cosechando recompensas en última instancia. Independientemente de su género o nacionalidad, todos aquellos capaces de lograr el conocimiento de Dios recibirán al final Su mayor honra, y serán los únicos que posean Su autoridad. Esta es la obra de hoy, y también la del futuro; es la última y más elevada que debe cumplirse en 6000 años de obra, y es una forma de obrar que revela cada categoría de hombre. A través de la obra de hacer que el hombre conozca a Dios, se revelan las diferentes clases de hombre: los que conocen a Dios son aptos para recibir Sus bendiciones y aceptar Sus promesas, mientras que quienes no lo hacen no son aptos para ello. Los que conocen a Dios son Sus íntimos y los que no conocen a Dios no pueden ser llamados así; los íntimos de Dios pueden recibir cualquiera de Sus bendiciones, pero los que no lo son no son dignos de ninguna de Sus obras. Ya sea por tribulaciones, refinamiento o juicio, todas estas cosas se producen en aras de permitir al hombre obtener, en última instancia, un conocimiento de Dios y para que pueda someterse a Él. Este es el único efecto que se conseguirá finalmente”.

Recordando que hace dos mil años, cuando el discípulo Pedro estuvo en contacto con el Señor Jesús, tuvo un verdadero conocimiento de Él, más adelante, dio un testimonio de amar a Dios y fue crucificado de cabeza por Dios, acabó disfrutando de las bendiciones del reino de los cielos dadas por Él. ¿Admira usted a Pedro que tenía un conocimiento verdadero de Dios y era perfeccionado por Dios como una persona que ama a Dios? De hecho, hoy, en los últimos días, el Señor ha regresado, es Dios Todopoderoso encarnado, quien ha expresado las palabras que el Espíritu Santo dice a las iglesias, y nos ha dado una oportunidad única de conocer a Dios. ¿Quiere convertirse en una persona que conoce a Dios y ser alabado por Él?

También te podría interesar leer: ¿Qué es un devocional?

¿Qué es la verdadera oración?

La Palabra de Dios dice:“El estándar más bajo que Dios exige de las personas es que le puedan abrir sus corazones. Si el hombre le da a Dios su corazón sincero y le dice lo que realmente hay dentro de su corazón, entonces Dios estará dispuesto a obrar en el hombre; Dios no quiere el corazón torcido del hombre sino su corazón puro y honesto”.

La Palabra de Dios dice: “¿Qué significa orar realmente? Quiere decir hablar con Dios las palabras que están dentro de tu corazón y tener comunión con Dios después de que comprendiste Su voluntad, basándote en Sus palabras; quiere decir sentirte particularmente cerca de Dios, sentir que Él está enfrente de ti y que tienes algo que decirle; y quiere decir estar especialmente radiante dentro de tu corazón y sentir que Dios es especialmente precioso. Te sentirás especialmente inspirado y, después de escuchar tus palabras, los hermanos y hermanas se sentirán complacidos, sentirán que las palabras que hablas son las que están dentro de sus corazones, las que quieren pronunciar, y que lo que dices representa lo que ellos quieren decir. Esto es lo que significa orar verdaderamente. Después de que has orado verdaderamente, te sentirás en paz y complacido en tu corazón; la fuerza para amar a Dios crecerá y sentirás que nada en toda tu vida es más valioso o significativo que amar a Dios, y todo esto probará que tus oraciones han sido efectivas”.

“El estándar más bajo que Dios exige de las personas es que le puedan abrir sus corazones. Si el hombre le da a Dios su corazón sincero y le dice lo que realmente hay dentro de su corazón, entonces Dios estará dispuesto a obrar en el hombre; Dios no quiere el corazón torcido del hombre sino su corazón puro y honesto. Si el hombre no le dice a Dios lo que de verdad hay en su corazón, entonces Dios no toca el corazón del hombre ni obra dentro de él. Por lo tanto, lo más crucial acerca de la oración es decirle a Dios las palabras de tu auténtico corazón, hablarle a Dios de tus defectos o de tu carácter rebelde y abrirte completamente a Él. Sólo entonces Dios estará interesado en tus oraciones; si no, Él ocultará Su rostro de ti”.

Podemos ver de la Palabra de Dios que, la verdadera oración no es ver cuánto decimos y cuán bonitas sean nuestras palabras, sino ver si estamos hablando lo que hay en nuestro corazón. Cuando oramos a Dios con sinceridad, nuestra alma será conmovida y inspirada y se siente gozosa para que tratemos de satisfacer a Dios, tal oración es real. Al igual que cuando nos encontramos con dificultades en la vida, podemos obtener Su iluminación y guía y nuestras propias dificultades se resuelven a través de confiar en Dios y venir a Él para buscar Su voluntad. En este momento, sentimos que orar y confiar en Dios es demasiado bueno. Este es el efecto de la verdadera oración. Entonces, no hay reglas para la oración, no le importa cuántas palabras hablemos, mientras le hablemos a Dios las palabras que están en nuestro corazón, Dios escuchará nuestras oraciones.

¿Todavía te preocupas por cómo aprender a orar? Exploremos juntos métodos correctos de oración para que nuestras oraciones se ajusten al corazón de Dios. Cualquier dificultad o pregunta que tenga, no dude en hacer clic en los siguientes datos de contacto, le brindamos un servicio de atención 24 horas en línea.

¿Realmente pueden aquellos que han sido salvados por la fe entrar en el reino de los cielos?

Dios Todopoderoso dice: “En ese momento, la obra de Jesús era la obra de la redención de toda la humanidad. Los pecados de todos los que creían en Él eran perdonados; mientras creyeras en Él, Él te redimiría; si creías en Él, dejabas de ser un pecador y eras liberado de tus pecados”.

Dios Todopoderoso dice: “En ese momento, la obra de Jesús era la obra de la redención de toda la humanidad. Los pecados de todos los que creían en Él eran perdonados; mientras creyeras en Él, Él te redimiría; si creías en Él, dejabas de ser un pecador y eras liberado de tus pecados. Esto es lo que significaba ser salvo y ser justificado por fe. Sin embargo, seguía habiendo en quienes creían algo rebelde y opuesto a Dios, y que había que seguir quitando lentamente. La salvación no significaba que el hombre hubiera sido ganado por completo por Jesús, sino que ya no pertenecía al pecado, que sus pecados habían sido perdonados. Si creías, ya no pertenecías al pecado”.

“Un pecador como alguno de vosotros, que acaba de ser redimido y que no ha sido cambiado o perfeccionado por Dios, ¿puedes ser conforme al corazón de Dios? Para ti, que aún eres del viejo ser, es cierto que Jesús te salvó y que no perteneces al pecado gracias a la salvación de Dios, pero esto no demuestra que no seas pecador ni impuro. ¿Cómo puedes ser santo si no has sido cambiado? En tu interior, estás cercado por la impureza, egoísta y miserable, pero sigues deseando descender con Jesús; ¡tendrías que tener tanta suerte! Te has saltado un paso en tu creencia en Dios: simplemente has sido redimido, pero no has sido cambiado. Para que seas conforme al corazón de Dios, Él debe realizar personalmente la obra de cambiarte y purificarte; si sólo eres redimido, serás incapaz de alcanzar la santidad. De esta forma no serás apto para participar en las buenas bendiciones de Dios, porque te has saltado un paso en la obra de Dios de gestionar al hombre, que es el paso clave del cambio y el perfeccionamiento. Tú, un pecador que acaba de ser redimido, eres, por tanto, incapaz de heredar directamente la herencia de Dios”.

Extracto de “La Palabra manifestada en carne

Las palabras de Dios nos dicen que lo que hizo el Señor Jesús fue la obra de redención, de modo que la gente puede ser perdonada de sus pecados, justificada y salvada por la fe. Pero, la naturaleza pecaminosa de los seres humanos todavía existe, y a menudo cometen pecados y se resisten a Dios. Tales personas inmundas y corruptas no pueden entrar en el reino de los cielos directamente, y necesitan que Dios haga la obra de purificación y salvación en los últimos días para que puedan ser purificadas y estar calificadas para entrar en él.

Para conocer más: ¿Qué significa la salvación? ¿Salvarse una vez significa salvarse para siempre?

Encuentre la manera correcta de recibir al Señor a partir de las lecciones del fracaso de los fariseos

Dios Todopoderoso dice: “Dondequiera que Dios aparece, allí se expresa la verdad y estará la voz de Dios. Sólo los que pueden aceptar la verdad podrán escuchar la voz de Dios y sólo tales personas están calificadas para presenciar la aparición de Dios”.

Ahora que los desastres ocurren con frecuencia en todo el mundo, y los que verdaderamente creen en el Señor están esperando ansiosamente que Él venga a llevarnos al reino de los cielos. Entonces, ¿cómo podemos recibir al Señor? Algunos dicen: “Cuando vuelva el Señor, descenderá sobre una nube, y tras verlo, naturalmente podremos recibirlo”. ¿Es realmente tan simple dar la bienvenida al Señor? Mirando hacia la época en que el Señor Jesús vino a obrar, los principales sacerdotes judíos, los escribas y los fariseos lo vieron, no obstante, no solo no le dieron la bienvenida, sino que también condenaron y rechazaron a Él, y finalmente lo clavaron en la cruz. También deseaban dar la bienvenida al Mesías, pero ¿por qué podían rechazar al Señor? Fue porque la forma en que recibieron al Señor fue incorrecta. Juzgaron si el Mesías había venido en función de la apariencia del Señor Jesús y de sus propias nociones e imaginaciones. Como resultado, no solo no acogieron al Señor con éxito, sino que también se convirtieron en personas que se resistieron y condenaron a Él. Pero Pedro, Juan, la mujer samaritana y otros, no recibieron al Señor según Su apariencia exterior, sino que escucharon Sus palabras. De Sus palabras, reconocieron que Él era el Mesías venidero, y acabaron siguiendo a Él. De esto vemos que la forma correcta de dar la bienvenida al Señor no es ver con ojos, sino enfocarse en escuchar las palabras del Señor retornado.

Tal como dijo el Señor Jesús: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen” (Juan 10:27). El Apocalipsis profetiza: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20).

Dios Todopoderoso dice: “Dondequiera que Dios aparece, allí se expresa la verdad y estará la voz de Dios. Sólo los que pueden aceptar la verdad podrán escuchar la voz de Dios y sólo tales personas están calificadas para presenciar la aparición de Dios”.

Extracto de “La Palabra manifestada en carne”

Recomendación: Reflexion del evangelio de hoy

Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.

La Biblia es el testimonio de la obra de Dios.

“Examináis las Escrituras porque vosotros pensáis que en ellas tenéis vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que tengáis vida” (Juan 5:39-40).

La Biblia es el testimonio de la obra de Dios. A través de la Biblia, todo aquel que cree en el Señor reconoce que los cielos y la tierra y todas las cosas fueron creados por Dios. Es gracias a la Biblia que pueden contemplar lo maravillosos, grandes y omnipotentes que son los actos de Dios. Aún más, la Biblia contiene muchas palabras de Dios y testimonios de experiencias del hombre que son capaces de sustentar la vida del hombre y edificarlo en abundancia. ¿Podemos obtener la vida eterna al leer la Biblia? ¿O acaso la Biblia no contiene el camino de la vida eterna?

Versículos bíblicos como referencia:

“Examináis las Escrituras porque vosotros pensáis que en ellas tenéis vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que tengáis vida” (Juan 5:39-40).

“Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí” (Juan 14:6).

Las palabras relevantes de Dios:

Al leer la Biblia, las personas también pueden obtener muchos caminos de vida que no pueden encontrarse en otros libros. Estos caminos son los caminos de vida de la obra del Espíritu Santo, experimentados por profetas y apóstoles en eras pasadas, y muchas de las palabras son valiosas y pueden proveer lo que las personas necesitan. Así pues, a todas las personas les gusta leer la Biblia. Como hay tanto oculto en ella, las opiniones de las personas sobre ella son diferentes de las que tienen sobre los escritos de grandes figuras espirituales. La Biblia es un registro y una recopilación de las experiencias y el conocimiento de personas que sirvieron a Jehová y a Jesús en la antigua era y en la nueva; así, las generaciones posteriores han sido capaces de obtener de ella mucho esclarecimiento, iluminación y sendas de práctica. La razón por la que la Biblia es más elevada que los escritos de cualquier gran figura espiritual es que sus escritos se basan en la Biblia, todas sus experiencias proceden de ella, y todos la explican. Así pues, aunque las personas puedan obtener provisión de los libros de cualquier gran figura espiritual, siguen adorando la Biblia, ¡porque parece muy elevada y profunda para ellos! Aunque la Biblia reúne algunos de los libros de las palabras de vida, como las epístolas de Pablo y de Pedro, y, aunque estos libros pueden proveer a las personas y ayudarles, los mismos siguen siendo obsoletos, siguen perteneciendo a la era antigua, y por muy buenos que sean, sólo son apropiados para un período, y no son eternos. Y es que la obra de Dios siempre está desarrollándose, y no puede simplemente detenerse en la época de Pablo y Pedro, o permanecer siempre en la Era de la Gracia en la que Jesús fue crucificado. Por tanto, estos libros sólo son apropiados para la Era de la Gracia, no para la Era del Reino de los últimos días. Sólo pueden proveer para los creyentes de la Era de la Gracia, no para los santos de la Era del Reino, y, por muy buenos que sean, siguen siendo obsoletos. Ocurre lo mismo con la obra de creación de Jehová o Su obra en Israel: por muy grande que fuera, llegaría a estar obsoleta, y llegaría el tiempo en el que esto pasaría. La obra de Dios también es igual: es grande, pero llegará un momento en el que termine; no siempre puede permanecer en medio de la obra de la creación ni entre la de la crucifixión. No importa cuán convincente fue la obra de la crucifixión ni lo efectiva que fue para derrotar a Satanás; la obra sigue siendo, después de todo, obra, y las eras siguen siendo, después de todo, eras. La obra no siempre puede permanecer sobre la misma base ni los tiempos pueden permanecer inmutables, porque existió la creación y también existirán los últimos días. ¡Es inevitable! Por consiguiente, las palabras de vida del Nuevo Testamento —las epístolas de los apóstoles y los Cuatro Evangelios— han pasado a ser hoy libros históricos, viejos almanaques, y ¿cómo podrían los viejos almanaques llevar a las personas a la nueva era? Independientemente de lo capaces que sean estos almanaques de proveer vida a las personas y de llevarlas a la cruz, ¿acaso no están obsoletos? ¿No están desprovistos de valor? Por tanto, digo que no deberías creer ciegamente en estos almanaques. Son demasiado antiguos, no pueden llevarte a la nueva obra y sólo pueden ser una carga para ti. No sólo no pueden llevarte a la nueva obra y a una nueva entrada, sino que te conducen a viejas iglesias religiosas; si así fuera, ¿no estarías retrocediendo en tu creencia en Dios?

Extracto de ‘Relativo a la Biblia (4)’ en “La Palabra manifestada en carne”

Muchas personas creen que entender y ser capaz de interpretar la Biblia es lo mismo que encontrar el camino verdadero, pero, de hecho, ¿son las cosas realmente tan simples? Nadie conoce la realidad de la Biblia: que no es nada más que un registro histórico de la obra de Dios, y un testimonio de las dos etapas anteriores de la misma, y que no te ofrece un entendimiento de los objetivos de la obra de Dios. Todo aquel que ha leído la Biblia sabe que documenta las dos etapas de la obra de Dios durante la Era de la Ley y la Era de la Gracia. El Antiguo Testamento registra la historia de Israel y la obra de Jehová desde la época de la creación hasta el final de la Era de la Ley. El Nuevo Testamento registra la obra de Jesús en la tierra, que se encuentra en los Cuatro Evangelios, así como la obra de Pablo. ¿No son, estos, registros históricos? Mencionar hoy las cosas del pasado las convierte en historia, y no importa cuán verdaderas o reales puedan ser, siguen siendo historia, y la historia no puede ocuparse del presente, ¡porque Dios no mira atrás en la historia! Así pues, si sólo entiendes la Biblia y no entiendes nada de la obra que Dios pretende hacer hoy, y, si crees en Dios, pero no buscas la obra del Espíritu Santo, entonces no entiendes lo que significa buscar a Dios. Si lees la Biblia con el fin de estudiar la historia de Israel, de investigar la historia de la creación de todos los cielos y la tierra por parte de Dios, entonces no crees en Dios. Pero hoy, como crees en Él y buscas la vida, como persigues el conocimiento de Dios y no letras y doctrinas muertas ni un entendimiento de la historia, debes buscar la voluntad de Dios de hoy, así como la dirección de la obra del Espíritu Santo. Si fueras arqueólogo podrías leer la Biblia, pero no lo eres. Eres uno de esos que creen en Dios, y más te vale buscar Su voluntad de hoy.

Extracto de ‘Relativo a la Biblia (4)’ en “La Palabra manifestada en carne”

Tal vez lo que quieras ahora es ganar la vida o tal vez deseas obtener la verdad. Cualquiera que sea el caso, quieres encontrar a Dios, encontrar al Dios en el que puedas confiar y que te pueda dar la vida eterna. Si quieres obtener la vida eterna, primero debes entender la fuente de la vida eterna y saber dónde está Dios. Ya he dicho que solo Dios es la vida inmutable y que sólo Dios posee el camino de la vida. Ya que Su vida es inmutable, por eso es eterna; ya que solo Dios es el camino de la vida, por eso Él mismo es el camino de la vida eterna. Como tal, primero debes entender dónde está Dios y cómo obtener este camino de la vida eterna. Hablemos ahora de estos dos asuntos por separado.

Si tú realmente quieres obtener el camino de la vida eterna, y si eres voraz en tu búsqueda de él, entonces primero contesta esta pregunta: ¿Dónde está Dios hoy? Tal vez contestarías: “Dios vive en el cielo, por supuesto; no viviría en tu casa, ¿o sí?”. Tal vez podrías decir que es obvio que Dios vive entre todas las cosas. O podrías decir que Dios vive en el corazón de cada persona o que Dios está en el mundo espiritual. No niego nada de esto, pero debo aclarar esta cuestión. No es totalmente correcto decir que Dios vive en el corazón del hombre, pero tampoco es completamente incorrecto. Porque, entre los que creen en Dios, están aquellos cuya creencia es cierta y aquellos cuya creencia es falsa; están aquellos a quienes Dios aprueba y aquellos a quienes desaprueba, están aquellos que lo agradan y aquellos a los que aborrece, y están aquellos a quienes perfecciona y aquellos a quienes elimina. Y por eso digo que Dios vive sólo en los corazones de algunas personas y ellas son sin duda las que verdaderamente creen en Dios, a las que Dios aprueba, las que lo agradan y a las que perfecciona. Son a las que Dios guía. Ya que Dios las guía, son las personas que ya han escuchado y visto el camino de la vida eterna de Dios. Aquellos cuya creencia en Dios es falsa, aquellos a los que Dios no aprueba, aquellos a quienes Dios desprecia, aquellos a quienes Dios elimina, están destinados a que Dios los rechace, están destinados a permanecer sin el camino de la vida y están destinados a permanecer ignorantes de en dónde está Dios. En cambio, aquellos que tienen a Dios viviendo en sus corazones saben dónde está Él. Son las personas a las que Dios les otorga el camino de la vida eterna y son las que siguen a Dios. ¿Sabes en este momento dónde está Dios? Dios está tanto en el corazón del hombre como al lado del hombre. No sólo está en el mundo espiritual y por encima de todas las cosas, sino más aún, está en la tierra sobre la cual existe el hombre. Y así la venida de los últimos días ha llevado los pasos de la obra de Dios a un nuevo territorio. Dios tiene la soberanía sobre todas las cosas del universo y es el pilar del hombre en su corazón y, además, existe entre los hombres. Sólo así puede traer el camino de la vida a la humanidad y llevar al hombre hacia ese camino. Dios ha venido a la tierra y vive entre los hombres para que el hombre pueda obtener el camino de la vida y pueda existir. Al mismo tiempo, Dios también ordena todas las cosas del universo para que cooperen con Su gestión entre los hombres. Y así, si tú sólo reconoces la doctrina de que Dios está en el cielo y en el corazón del hombre, pero no reconoces la verdad de la existencia de Dios entre los hombres, entonces nunca obtendrás la vida ni el camino de la verdad.

Dios mismo es la vida y la verdad, Su vida y verdad coexisten. Los que no pueden obtener la verdad nunca obtendrán la vida. Sin la guía, el apoyo y la provisión de la verdad, solo recibirás letras, doctrinas y, por encima de todo, la muerte. La vida de Dios siempre está presente, Su verdad y vida coexisten. Si no puedes encontrar la fuente de la verdad, entonces no obtendrás el alimento de la vida; si no puedes obtener la provisión de vida, entonces, seguramente no tienes la verdad, y así, aparte de las imaginaciones y las nociones, la totalidad de tu cuerpo no será nada más que carne, tu apestosa carne. Debes saber que las palabras de los libros no cuentan como vida, los registros de la historia no se pueden consagrar como la verdad, y las normas del pasado no pueden servir como un registro de palabras que Dios pronuncia en el presente. Sólo lo que Dios expresa cuando viene a la tierra y vive entre los hombres es la verdad, la vida, la voluntad de Dios y Su manera actual de obrar. Si aplicas los registros de las palabras que Dios pronunció desde las eras pasadas hasta la actualidad, eso te convierte en arqueólogo y la mejor manera de describirte es como un experto en patrimonio histórico. Lo eres porque siempre crees en los rastros de la obra que Dios hizo en tiempos pasados, sólo crees en la sombra de Dios que quedó cuando antes obró entre los hombres, y sólo crees en el camino que Dios les dio a Sus seguidores en tiempos pasados. No crees en la dirección de la obra de Dios en la actualidad, no crees en el glorioso semblante de Dios en la actualidad y no crees en el camino de la verdad que Dios expresa en el presente. Y así eres, sin duda, un soñador que está completamente fuera de contacto con la realidad. Si todavía hoy te aferras a las palabras que son incapaces de dar la vida al hombre, ¡entonces eres un inútil pedazo de madera muerta,[a] porque eres demasiado conservador, demasiado intratable y demasiado insensible para razonar!

Extracto de ‘Solo el Cristo de los últimos días le puede dar al hombre el camino de la vida eterna’ en “La Palabra manifestada en carne”

El Cristo de los últimos días trae la vida y el camino de la verdad, duradero y eterno. Esta verdad es el camino por el que el hombre obtendrá la vida, y el único camino por el cual el hombre conocerá a Dios y por el que Dios lo aprobará. Si no buscas el camino de la vida que el Cristo de los últimos días provee, entonces nunca obtendrás la aprobación de Jesús y nunca estarás cualificado para entrar por la puerta del reino de los cielos, porque tú eres tanto un títere como un prisionero de la historia. Aquellos que son controlados por los reglamentos, las letras y están encadenados por la historia, nunca podrán obtener la vida ni el camino perpetuo de la vida. Esto es porque todo lo que tienen es agua turbia que ha estado estancada por miles de años, en vez del agua de la vida que fluye desde el trono. Aquellos que no reciben el agua de la vida siempre seguirán siendo cadáveres, juguetes de Satanás e hijos del infierno. ¿Cómo pueden, entonces, contemplar a Dios? Si sólo tratas de aferrarte al pasado, si sólo tratas de mantener las cosas como están quedándote quieto, y no tratas de cambiar el estado actual y descartar la historia, entonces, ¿no estarás siempre en contra de Dios? Los pasos de la obra de Dios son vastos y poderosos, como olas agitadas y fuertes truenos, pero te sientas y pasivamente esperas la destrucción, apegándote a tu locura y sin hacer nada. De esta manera, ¿cómo puedes ser considerado alguien que sigue los pasos del Cordero? ¿Cómo puedes justificar al Dios al que te aferras como un Dios que siempre es nuevo y nunca viejo? ¿Y cómo pueden las palabras de tus libros amarillentos llevarte a una nueva era? ¿Cómo pueden llevarte a buscar los pasos de la obra de Dios? ¿Y cómo pueden llevarte al cielo? Lo que sostienes en tus manos es la letra que solo puede darte consuelo temporal, no las verdades que pueden darte la vida. Las escrituras que lees solo pueden enriquecer tu lengua y no son palabras de sabiduría que te ayudan a conocer la vida humana, y menos aún los senderos que te pueden llevar a la perfección. Esta discrepancia, ¿no te lleva a reflexionar? ¿No te hace entender los misterios que contiene? ¿Eres capaz de entregarte tú mismo al cielo para encontrarte con Dios? Sin la venida de Dios, ¿te puedes llevar tú mismo al cielo para gozar de la felicidad familiar con Dios? ¿Todavía sigues soñando? Sugiero entonces que dejes de soñar y observes quién está obrando ahora, quién está llevando a cabo ahora la obra de salvar al hombre durante los últimos días. Si no lo haces, nunca obtendrás la verdad y nunca obtendrás la vida.

Extracto de ‘Solo el Cristo de los últimos días le puede dar al hombre el camino de la vida eterna’ en “La Palabra manifestada en carne”

Nota al pie:

a. Un pedazo de madera muerta: un modismo chino que significa “sin remedio”.

Aprender más: Cómo leer la Biblia

Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.