¿Cuál es la voluntad detrás de la parábola de la oveja perdida que el Señor Jesús dijo?

Dios dice: “Dios utilizó este tipo de metáfora para que las personas pudieran sentir la realidad y la sinceridad de Dios, y ver Su actitud hacia las personas durante ese período de tiempo.

¿Cuál es la voluntad detrás de la parábola de la oveja perdida que el Señor Jesús dijo?

“¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas y una de ellas se ha descarriado, ¿no deja las noventa y nueve en los montes, y va en busca de la descarriada? Y si sucede que la halla, en verdad os digo que se regocija más por ésta que por las noventa y nueve que no se han descarriado. Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos que se pierda uno de estos pequeñitos” (Mateo 18:12-14). De este versículo, podemos ver que Dios no quiere que ninguno de nosotros nos alejamos de Él por la tentación de Satanás, ni quiere que nos encaprichamos del dinero y la fama, que codiciamos el mundo y disfrutamos de la carne, y acabamos perdiendo lugar de Dios en nuestro corazone. Dios espera que podamos adorar a Él, y viviendo en Sus bendiciones y promesas. Durante miles de años, Dios ha estado buscando constantemente las personas que lo adoran y lo pertenecen, también ha estado usando diversas formas para redimir a las personas que creían en Él, pero estaban lejos de Él. Este es el deseo ansioso de Dios. Dios se compara a sí mismo a un pastor, y compara a todo aquel que cree verdaderamente en Dios a oveja. Mientras sea la oveja de Dios, Dios no la abandona.

Dios dice: “Dios utilizó este tipo de metáfora para que las personas pudieran sentir la realidad y la sinceridad de Dios, y ver Su actitud hacia las personas durante ese período de tiempo. Esta parábola despertó a las personas de un sueño que habían estado viviendo bajo la ley durante mucho tiempo, y también inspiró a una generación tras otra de personas que vivieron en la Era de la Gracia. Leyendo el pasaje de esta parábola, se conoce la sinceridad de Dios al salvar a la humanidad y se entiende el peso de esta en Su corazón”.

“Echemos otro vistazo a la última frase en este pasaje: ‘Es así la voluntad del Padre que está en los cielos, que ninguno de estos pequeñitos muera’. ¿Fueron estas las propias palabras del Señor Jesús, o las de Su Padre en el cielo? Superficialmente, parece que es el Señor Jesús quien habla, pero Su voluntad representa la de Dios mismo, y por eso dijo: ‘Es así la voluntad del Padre que está en los cielos, que ninguno de estos pequeñitos muera’. Las personas de aquella época sólo reconocían como Dios al Padre del cielo, y esta persona que veían ante sus ojos sólo era un enviado suyo, y no podía representarlo. Por esta razón, el Señor Jesús también tuvo que decir esto, de forma que pudiesen sentir realmente la voluntad de Dios para la humanidad, así como la autenticidad y la precisión de lo que Él afirmaba. Aunque esto era algo sencillo de decir, era muy bondadoso y revelaba la humildad y lo secreto del Señor Jesús. Independientemente de que Dios se hiciera carne u obraba en la esfera espiritual, conocía muy bien el corazón humano, y entendía perfectamente lo que las personas necesitaban; sabía lo que las preocupaba y lo que las confundía, por lo que añadió esta frase, que resaltaba un problema oculto en la humanidad: las personas eran escépticas con lo que el Hijo del Hombre decía. Por eso, cuando el Señor Jesús estaba hablando tuvo que añadir: ‘Es así la voluntad del Padre que está en los cielos, que ninguno de estos pequeñitos muera’. Sus palabras sólo podían llevar fruto sobre esta premisa, para que las personas creyeran su rigurosidad y mejorara su credibilidad. Esto muestra que cuando Dios se volvió un Hijo del Hombre normal, Él y la humanidad tuvieron una relación muy embarazosa, y Su situación era muy embarazosa. También muestra cuán insignificante era el estatus del Señor Jesús entre los humanos en esa época. Cuando dijo esto, en realidad estaba diciendo a las personas: podéis descansar tranquilos, esto no representa lo que hay en Mi corazón, sino que es la voluntad del Dios que está en vuestros corazones. ¿No era algo irónico para la humanidad? Aunque obrando en la carne, Dios tenía muchas ventajas que no tenía en Su persona, Él tuvo que resistir sus dudas y rechazos, así como su insensibilidad y lentitud mental. Podría decirse que el proceso de la obra del Hijo del Hombre fue el de experimentar el rechazo de la humanidad, y el de estar compitiendo contra Él. Más que eso, fue el proceso de obrar para continuamente ganar la confianza de la humanidad y conquistarla a través de lo que Él tiene y es, de Su propia esencia. No fue tanto que Dios encarnado estuviera librando una guerra sobre el terreno contra Satanás, sino que se convirtió en un hombre corriente e inició una lucha con los que le siguen. En ella, el Hijo del Hombre completó Su obra con Su humildad, con lo que Él tiene y es, con Su amor y sabiduría. Consiguió a las personas que quería, obtuvo la identidad y el estatus que merecía, y volvió a Su trono”.

De “La Palabra manifestada en carne”

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Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.

Reflexión cristiana – ¿Cuál es la raíz de que el matrimonio está siendo pisoteado?

La Biblia dice: “Sea el matrimonio honroso en todos, y el lecho matrimonial sin mancilla, porque a los inmorales y a los adúlteros los juzgará Dios” (Hebreos 13:4).

Reflexión cristiana – ¿Cuál es la raíz de que el matrimonio está siendo pisoteado?

La Biblia dice: “Sea el matrimonio honroso en todos, y el lecho matrimonial sin mancilla, porque a los inmorales y a los adúlteros los juzgará Dios” (Hebreos 13:4). De esto versículo bíblico vemos que cada uno de nosotros debe mantener una actitud respetuosa hacia el matrimonio, es la actitud que se debe tomar siendo una persona que tenga conciencia y racionalidad. Hoy en día, la mayoría de las personas se juramentan que hasta que la muerte los separe y sean fieles mutuamente por siempre al entrar en el matrimonio, pero debido al surgimiento de diversas tendencias malvadas, la infidelidad ocurre con constancia entre los públicos de todas las categorías y edades, e incluso hasta el punto de que no sienten vergüenza por ella, considerándose como el capital para jactarse. ¿Por qué la deslealtad sucede con tanta frecuencia y aun más volviéndose en una tendencia? ¿Por qué la humanidad ha perdido todo sentido de moralidad y se ha convertido cada vez más depravada?

Dios dice: “Una tras otra, todas estas corrientes conllevan una influencia malvada que degenera continuamente al hombre, provocándole que continuamente pierda conciencia, humanidad y razón, y que rebaje su moral y su calidad de personalidad cada vez más, hasta el punto de que se puede incluso afirmar que la mayoría de las personas no tienen ahora personalidad ni humanidad, ni conciencia, y mucho menos razón. ¿Cuáles son, pues, esas corrientes? No las puedes ver a simple vista. Cuando sopla el viento de una tendencia, tal vez sólo un pequeño número de personas se convertirán en iniciadoras de esta. Empiezan a hacer este tipo de cosas, aceptando este tipo de idea o este tipo de perspectiva. La mayoría de las personas, sin embargo, en medio de su inconsciencia seguirán estando continuamente infectadas, asimiladas y atraídas por esta clase de corriente, hasta que la aceptan sin darse cuenta y de forma involuntaria, y todos estén sumergidos en ella y sean controlados por ella. Y es que el hombre que no esté en plenas facultades físicas y mentales, que no sepa nunca cuál es la verdad, que no pueda discernir la diferencia entre las cosas positivas y las negativas, estas clases de tendencias, una tras otra, lo hacen aceptar con facilidad dichas tendencias, el criterio de vida, así como los valores que proceden de Satanás. Aceptan lo que este les dice sobre cómo plantearse la vida y la forma de vivir que Satanás les ‘concede’. No tienen la fuerza ni la capacidad, y mucho menos la consciencia de resistirse”.

Extracto de “La Palabra manifestada en carne

La Palabra de Dios nos ha revelado la raíz licenciosa, corrupta y de la adoración por la maldad de toda la humanidad. En realidad, cuando acabamos de empezar a entrar en este social, anhelábamos la luz y que pudiéramos respetarnos unos a otros. Pero debido a esta corriente social, la corrupción de Satanás y a la carencia de las verdades, somos inhábiles para resistirnos a la tentación, así que, inevitablemente, terminamos siendo una de las víctimas. Justo como la Biblia dice: “[…] todo el mundo yace bajo el poder del maligno” (1 Juan 5:19). Innegablemente, estamos bajo el control de las tendencias malvadas de Satanás y somos incapaces de escapar de ellas.

Al reflexionar, nos damos cuenta de que aún nos sentiremos vacíos por dentro mientras sigamos viviendo en esta tendencia malvada. Entonce, ¿cómo podemos liberarnos de ella para que nunca más seamos dañados por ella? La Palabra de Dios dice: “¿Qué le ha dado Dios al hombre? Le ha dado vida, le ha dado todo y sigue otorgándole cosas de manera incondicional sin exigir nada, sin ninguna intención oculta. Utiliza la verdad, Sus palabras, Su vida para dirigir y guiar al hombre, apartándolo del daño de Satanás, de sus tentaciones, de su seducción y permitiéndole ver con claridad a través de la malvada naturaleza de Satanás y su repugnante rostro” (‘Dios mismo, el único IV’ en “La Palabra manifestada en carne”). A partir de las palabras de Dios, podemos ver que nuestra vida proviene de Él. Pero como nos hemos alejados de Dios, viviendo bajo la influencia de Satanás, siendo engañados y pisoteados por él, y como consecuencia, perdemos el corazón de buscar la luz cayendo en un mundo oscuro como el infierno. Puesto que Dios no soporta vernos seguir siendo perjudicados por Satanás, Él ha expresado las verdades para guiarnos y proveernos, haciéndonos conocer bien su perversidad y fealdad para que al final podremos alejarnos de su damnificación y ganar la oportunidad de ser salvos por Dios. Tal como el Señor Jesús dijo: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12). Así que, solo viniendo ante Dios y tratando las cosas de acuerdo con Sus palabras, podremos ver con claridad los trucos de las corrientes malvadas de Satanás y no seremos jugados y mutilados por él jamás, y ¡acabaremos viviendo en la luz de Dios!

Aprender más: Cómo vencer la tentación

Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com.