¿Qué es un anticristo? ¿Cómo se puede discernir un anticristo?

Sabed que os oponéis a la obra de Dios, o usáis vuestras propias nociones para medir la obra de hoy, porque no conocéis los principios de Su obra, y porque no os tomáis lo bastante en serio la obra del Espíritu Santo. Vuestra oposición a Dios y la obstrucción de la obra del Espíritu Santo están causadas por vuestros conceptos y vuestra arrogancia inherente.

¿Qué es un anticristo? ¿Cómo se puede discernir un anticristo?

Las palabras relevantes de Dios:

En la época en la que Dios no se había hecho carne, la medida de si un hombre se oponía a Él se basaba en si adoraba al Dios invisible en el cielo o no, y en si lo miraba o no. La definición de oposición a Dios en esa época no era tan real, porque entonces el hombre no podía ver a Dios ni conocer Su imagen, ni saber cómo obraba y hablaba. El hombre no tenía noción alguna de Dios y creía en Él en la vaguedad, porque Él no se había aparecido al hombre. Por tanto, como el hombre creía en Dios en sus imaginaciones, Él no lo condenaba ni le pedía mucho, porque el hombre no podía verlo en absoluto. Cuando Dios se hace carne y viene a obrar entre los hombres, todos lo miran y oyen Sus palabras, y todos ven Sus hechos en la carne. En ese momento, todos los conceptos del hombre quedan reducidos a espuma. Y para aquellos que ven al Dios que aparece en la carne, todos los que tienen obediencia en sus corazones no serán condenados, mientras que los que están contra Él intencionadamente se considerarán oponentes de Dios.Tales hombres son anticristos y enemigos que están deliberadamente contra Él.

de ‘Todos los que no conocen a Dios son los que se oponen a Él’ en “La Palabra manifestada en carne

Si has creído en Dios muchos años, pero nunca le has obedecido ni has aceptado todas Sus palabras, sino que le has pedido que Él se someta a ti y actúe según tus propios conceptos, entonces eres la más rebelde de todas las personas, y eres un incrédulo. ¿Cómo puede alguien así obedecer la obra y las palabras de Dios que no se conforman a los conceptos del hombre? La persona más rebelde es aquella que intencionalmente desafía a Dios y se le resiste. Es el enemigo de Dios y el anticristo. Tal persona tiene constantemente una actitud hostil hacia la nueva obra de Dios, nunca ha demostrado la más mínima intención de someterse y jamás se ha sometido o humillado de buen grado. Este individuo se exalta a sí mismo ante los demás y nunca se somete a nadie. Ante Dios, se considera el más diestro para predicar la palabra y el más hábil para obrar en los demás. Nunca descarta los “tesoros” que ya posee, sino que los considera herencias familiares para adorar, para predicar al respecto a los demás, y los usa para sermonear a los necios que lo idolatran. Por cierto, hay una cierta cantidad de personas de esta clase en la iglesia. Se podría decir que son “héroes indómitos”, generación tras generación que habita en la casa de Dios. Consideran que predicar la palabra (doctrina) es su tarea suprema. Año tras año y generación tras generación, se dedican vehementemente a hacer que su obligación “sagrado e inquebrantable” se cumpla. Nadie se atreve a tocarlos ni a reprenderlos abiertamente. Se transforman en “reyes” en la casa de Dios, y causan estragos mientras tiranizan a los demás de una era a otra. Este grupo de demonios busca unirse y derribar Mi obra; ¿cómo puedo permitir que estos demonios vivientes existan delante de Mis ojos?

de ‘Los que obedecen a Dios con un corazón verdadero, con seguridad serán ganados por Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”

Sabed que os oponéis a la obra de Dios, o usáis vuestras propias nociones para medir la obra de hoy, porque no conocéis los principios de Su obra, y porque no os tomáis lo bastante en serio la obra del Espíritu Santo. Vuestra oposición a Dios y la obstrucción de la obra del Espíritu Santo están causadas por vuestros conceptos y vuestra arrogancia inherente. No se debe a que la obra de Dios sea errónea, sino a que sois demasiado desobedientes por naturaleza. Después de encontrar su creencia en Dios, algunas personas ni siquiera pueden afirmar con certeza de dónde vino el hombre, pero se atreven a hacer discursos públicos evaluando lo bueno y lo malo de la obra del Espíritu Santo. E incluso reprenden a los apóstoles que tienen la nueva obra del Espíritu Santo, haciendo comentarios y hablando con insolencia; su humanidad es demasiado baja, y no hay la más mínima razón en ellos; ¿no llegará el día en que tales personas sean rechazadas por la obra del Espíritu Santo, y quemadas por los fuegos del infierno? No conocen la obra de Dios, pero la critican, y también intentan ordenarle cómo obrar. ¿Cómo pueden conocer a Dios personas tan irrazonables? El hombre llega a conocer a Dios durante el proceso de buscarlo y experimentarlo; criticándolo a su antojo no llegará a conocerlo a través del esclarecimiento del Espíritu Santo. Cuanto más preciso es el conocimiento que las personas tienen de Dios, menos se oponen a Él. Por el contrario, cuanto menos saben de Él, más probable es que se opongan a Él. Tus nociones, vieja naturaleza y humanidad, tu personalidad y perspectiva moral son el “capital” con el que resistes a Dios, y cuanto más corrupto, degradado y bajo eres, más enemigo eres de Dios. Quienes poseen unas nociones muy serias y tienen un carácter santurrón son aún más enemigos del Dios encarnado, y estos son los anticristos.

de ‘Conocer las tres etapas de la obra de Dios es la senda para conocer a Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”

Cualquiera que no entienda el propósito de la obra de Dios está contra Él, y aún más aquellos que conocen dicho propósito pero no buscan satisfacer a Dios. Los que leen la Biblia en grandes iglesias la recitan cada día, pero ninguno entiende el propósito de la obra de Dios. Ninguno es capaz de conocer a Dios; además, ninguno es conforme al corazón de Dios. Son todos hombres inútiles, viles, que se ponen en alto para enseñar a Dios. Aunque blanden el nombre de Dios, se oponen voluntariamente a Él. Aunque se etiquetan como creyentes en Dios, son los que comen la carne y beben la sangre del hombre. Todos esos hombres son diablos que devoran el alma del hombre, demonios líderes que molestan deliberadamente a aquellos que tratan de entrar en el camino correcto y piedras de tropiezo que obstruyen la senda de los que buscan a Dios. Aunque son de “cuerpos robustos”, ¿cómo van a saber sus seguidores que son anticristos que llevan al hombre a oponerse a Dios? ¿Cómo van a saber que son diablos vivientes que buscan especialmente almas para devorar?

de ‘Todos los que no conocen a Dios son los que se oponen a Él’ en “La Palabra manifestada en carne”

Fragmentos de sermones y comunicaciones para referencia:

Aunque lo que los anticristos comuniquen parecieran ser las palabras de Dios, y ellos sí comuniquen algo de conocimiento y experiencia de la verdad, eso no significa que tienen el esclarecimiento y la iluminación del Espíritu Santo, porque el Espíritu Santo no obra en ellos. Sin embargo, pueden robar las palabras de experiencia y entendimiento de otros y usarlas para disfrazarse y adornarse a sí mismos. Pueden plagiar los entendimientos de otros que están relativamente alineados con la verdad para engañar a las personas, y cuando oyen estas palabras, piensan: “Lo que esta persona dice es correcto y bueno. Realmente tiene el esclarecimiento y la iluminación del Espíritu Santo”. Las personas lo adorarán. Pero la verdad es que todas estas palabras han sido robadas de otros. Dime, ¿usa la humanidad corrupta estos trucos? Toda la humanidad corrupta sabe cómo robar, cómo fingir, cómo disfrazarse. Robar las palabras de otra persona es demasiado fácil. Después de escuchar la enseñanza de otra persona, ellas secretamente anotan las palabras más poderosas y mejores, las repiten como loros varias veces hasta que se las memorizan y después van a comunicárselas a otros. A veces van a un lugar para escuchar a otros y luego van a otro lugar a dar su discurso. Lo hacen tan rápido, que en un abrir y cerrar de ojos, lo venden en el mismo momento que lo reciben. hacen suyo en un instante. Las personas son capaces de esto; eso lo sabe todo el mundo. Como los anticristos están en la senda equivocada y carecen de la obra del Espíritu Santo, les es imposible tener un entendimiento real de las palabras de Dios y de la verdad. Sin embargo, hay personas que oyen algunas cosas que un anticristo comunica y sienten que son admirables, y entonces piensan: “¿acaso no posee él la obra del Espíritu Santo? De otra manera, ¿cómo puede tener él tal entendimiento de las palabras de Dios y de la verdad?”. Esta forma de pensar es incorrecta, porque la verdad es que tales palabras pueden ser robadas. Él puede imitar las palabras de otros. Hoy en día, hay muchos pastores religiosos que toman las palabras de Dios y la enseñanza de la casa de Dios como propias. Después de leerlas, los domingos las predican a sus congregaciones y cuando las personas los oyen, piensan: “Oh, ese fue un sermón tan maravilloso. Esta vez realmente hay verdad en él”. Entonces todas ellas donan con entusiasmo y, de esta manera, su sustento ya está garantizado. ¿Existen muchos predicadores como ese en el mundo religioso? Cuando les muestras el camino verdadero, se niegan a aceptarlo, pero cuando le echan mano a los libros de la casa de Dios, secretamente los usan en sus sermones. Los usan para hacer dinero, engañar a las personas y exaltarse ellos mismos. Toman lo que claramente son las palabras de Dios y afirman que son propias, de su propia experiencia y conocimiento. Esta es una táctica despreciable de los anticristos para engañar a otros.

de ‘Cómo discernir el engaño de un falso Cristo y un anticristo’ en “Sermones y enseñanzas sobre la entrada a la vida (II)”

Para distinguir a los anticristos demoníacos, una persona debe poder identificar las siete características de su naturaleza. Esto es extremadamente importante para reconocer claramente el verdadero rostro satánico de los anticristos demoníacos. A continuación, se brinda una explicación de las siete características de la naturaleza diabólica de los anticristos:

Primero. Todos los anticristos son arrogantes y engreídos; no quieren obedecer a nadie, sólo se exaltan a sí mismos, se apegan a su propia forma de hacer las cosas. Miran por encima del hombro a los demás, no tienen lugar alguno para Dios en su corazón y no temen a Dios en absoluto. No hay nadie en las iglesias que pueda lograr que los anticristos estén de acuerdo con las cosas ni nadie que pueda controlarlos. Los líderes y colaboradores en todos los niveles de las iglesias son como enemigos para ellos. Por ejemplo, algunos dicen: “Yo sólo obedezco a Dios, y a nadie más”. O dicen: “Yo sólo obedezco a fulano de tal, pero no obedezco a nadie más”. Y así sucesivamente. En esto se puede ver que todas esas personas tienen la naturaleza del diablo Satanás, razón por la cual no es ninguna sorpresa que puedan engrandecerse, que sean autocomplacientes, que no estén dispuestos a avanzar y que apenas puedan esperar a testificar que son los hijos primogénitos de Dios, Sus hijos amados. Todas esas personas malvadas se vuelven auténticos anticristos demoníacos tan pronto como llegan al poder. No querer obedecer a nadie y engrandecerse a sí mismos, esa es la primera característica de la naturaleza diabólica de los anticristos.

Segundo. Como los anticristos tienen una naturaleza diabólica, no aman la verdad e, incluso, la odian, se resisten a ella y se oponen a Dios. Los anticristos nunca se toman en serio el comer y beber las palabras de Dios. Nunca han comido ni bebido genuinamente las palabras de Dios ni aceptan Sus palabras y, tampoco, la verdad. En consecuencia, no tienen ningún esclarecimiento o iluminación por parte del Espíritu Santo a partir de las palabras de Dios y, además, tampoco conocen realmente la verdad de su propia corrupción a través de las palabras de Dios. Por consiguiente, los anticristos demoníacos nunca hablan sobre conocerse a sí mismos, y, mucho menos, se examinan o se exponen, como si no tuvieran corrupción. Nunca han comunicado el verdadero conocimiento de las palabras de Dios y la verdad, y, además, no pueden dar testimonio de la obra de Dios ni de lo que Él tiene y es. Todo lo que saben hacer es elevarse a sí mismos y dar testimonio de sí mismos. Incluso se atreven a dar testimonio de que son los hijos primogénitos de Dios, Sus hijos amados, y que han sido perfeccionados. Son realmente despreciables y desvergonzados en extremo. Esta es la segunda característica de la naturaleza diabólica de los anticristos.

Tercero. Como, de acuerdo con su naturaleza diabólica, los anticristos no aman la verdad e, incluso, la odian, se resisten a ella y se oponen a Dios, jamás veremos a los anticristos practicar la verdad. De hecho, los anticristos demoníacos nunca practican la verdad y las principales expresiones de esto son las siguientes: 1. Nunca se someten al juicio, castigo, pruebas y refinamiento de Dios; 2. Nunca se someten a las palabras de Dios o a la verdad; 3. Nunca aceptan la verdad; 4. Nunca aceptan la poda y el trato; 5. Nunca obedecen a nadie que pueda comunicar y practicar la verdad; no obedecen a nadie; 6. Siempre hablan desde una posición superior a la de los demás o, incluso, desde la posición de Dios y siempre sermonean a las personas. Son expertos en malinterpretar las palabras de Dios y distorsionan la verdad; hacen negro lo blanco, y viceversa; hacen contraacusaciones falsas, condenan deliberadamente y juzgan arbitrariamente a los demás. Frecuentemente engañan, juzgan, condenan e incriminan a otras personas. Además, hierven de hostilidad hacia el pueblo escogido de Dios. Esto prueba, por tanto, que los anticristos son personas que jamás podrán practicar la verdad. Esta es la tercera característica de la naturaleza diabólica de los anticristos.

Cuarto. Todas las acciones y conductas de los anticristos son en aras de luchar por el poder y por obtener beneficios, así como para alcanzar la meta de controlar al pueblo escogido de Dios y establecer su propio reino independiente. Los anticristos sólo buscan estatus y poder y adoran de una manera extrema a las fuerzas satánicas. El estatus, el poder y el dinero son los ídolos de los anticristos y las metas que persiguen. Esta es la esencia de la naturaleza de los anticristos. Así pues, los anticristos sólo se esfuerzan y trabajan duro por el estatus y el poder. Si algo no es en aras del estatus y el poder, no lo hacen. Están dispuestos a hacer cualquier cosa que beneficie su lucha por el estatus y el poder. Para obtener estatus, no dudarán en castigar, incriminar o hacer daño a otras personas de cualquier manera. A ojos de los anticristos, tener estatus y poder les permite ganarlo todo, mientras que perder estatus y poder significa perderlo todo. Esto es, completamente, una manifestación de la esencia de la naturaleza diabólica del gran dragón rojo. Esta es la cuarta característica de la naturaleza diabólica de los anticristos.

Quinto. Además de amar la búsqueda del poder y el estatus, a los anticristos les gusta coludirse y asociarse con todas las personas malvadas. Se sienten atraídos a cualquiera que comparta las mismas inclinaciones podridas que ellos tienen y que pueda servirles; les agradan y se asocian con cualquiera que los adore y adule. Todos los que están atrapados por los anticristos son demonios y bestias, animales sin alma. A los anticristos demoníacos no les gusta asociarse jamás con personas honestas que caminan por la senda correcta y buscan la verdad. No les gustan las personas amables, las personas buenas, e, incluso, son capaces de tergiversar la verdad, hacer blanco lo negro, y viceversa, para declarar que las personas buenas son malas y que las malas son buenas. No se detienen ante nada para castigar a las personas y hacerlas pasar un mal rato, para difamar maliciosamente, condenar deliberadamente a otros, para encubrir sus propios pecados acusando a otro y actúan salvajemente. Esto genera caos en las iglesias en todas partes. Esto demuestra aún más la naturaleza diabólica de los anticristos. A quienes más desprecian todos los anticristos demoníacos son a las personas que buscan la verdad, defienden principios y tienen sentido de la justicia. A quienes más odian son a las personas que pueden distinguirlos, que aborrecen el mal y poseen la verdad y humanidad. Esa es la razón por la que los anticristos pueden perseguir, incriminar y hacer daño a las buenas personas y oponerse a los líderes y colaboradores de todos los niveles. Esta es la quinta característica de la naturaleza diabólica de los anticristos.

Sexto. Todos los anticristos demoníacos tienen un odio profundamente arraigado hacia el hombre usado por el Espíritu Santo y planean sustituirlo. Están enfurecidos y enloquecidos. Cuando ven que las iglesias llevan a cabo elecciones democráticas y que el pueblo escogido de Dios empieza a entrar en la vía correcta de la creencia en Dios, contraatacan con furia y hacen todo lo posible por perturbar las elecciones de la iglesia. Con el fin de engañar al pueblo escogido de Dios, difunden toda clase de falacias y herejías y llegan tan lejos como para atacar, juzgar y condenar como falsos a los líderes y colaboradores de todos los niveles en la casa de Dios. Esto es para poder sembrar la discordia entre el pueblo escogido de Dios y los líderes y colaboradores de todos los niveles. En aras de engañar y controlar al pueblo escogido de Dios, llegan incluso a hacer desvergonzadamente que las personas voten por ellos y se sometan a ellos, en lugar de elegir a los que buscan la verdad, obedecen genuinamente la obra de Dios y han entrado en la realidad de la verdad para convertirse en líderes y colaboradores de cualquier nivel. Esto hace completamente evidentes las ambiciones de los anticristos de dominar las iglesias y controlar al pueblo escogido de Dios. A partir de esto podemos llegar a la conclusión de que todos los anticristos demoníacos odian especialmente al hombre usado por el Espíritu Santo, así como a los líderes y colaboradores de todos los niveles en la casa de Dios. Esto revela aún más las deleznables intenciones de los anticristos demoníacos, que tienen un gran temor de que la verdad reine en la casa de Dios y que quienes buscan la verdad reinen en la casa de Dios. Esto se debe a que el día en que la verdad y las personas que buscan la verdad reinen en la casa de Dios será el día en que los anticristos llegarán a su fin. Evidentemente, a quien más odian los anticristos demoníacos es al hombre usado por el Espíritu Santo y a los líderes y colaboradores de todos los niveles que buscan la verdad. Esta es la sexta característica de la naturaleza diabólica de los anticristos.

Séptimo. Ningún anticristo demoníaco se arrepiente nunca verdaderamente, sin importar la derrota o el rechazo aplastante que enfrente, y tampoco hace una reflexión auténtica sobre sí mismo para conocerse. Aunque algunos diablos pueden derramar lágrimas, no son lágrimas de arrepentimiento sino más bien de queja, desobediencia u odio. Ciertamente, no son lágrimas de remordimiento o deuda. Esto es porque todas las personas que no tienen conciencia ni razón son demonios y ningún demonio tiene un solo gramo de humanidad. Todos ellos son de la misma calaña de Satanás y no serán, en absoluto, salvados por Dios. Todos los anticristos demoníacos tienen la naturaleza del diablo Satanás y están más allá de la salvación, por lo que nunca se conocerán a sí mismos ni se arrepentirán verdaderamente. Nunca aceptarán la verdad ni obedecerán genuinamente a Dios. Esta es la séptima característica de la naturaleza diabólica de los anticristos.

Las siete características de los anticristos arriba mencionadas son una fotografía completa de la esencia y naturaleza satánica de los anticristos demoníacos. Todos los que poseen estas siete características de los anticristos son auténticos satanases y demonios. Todos ellos son lacayos de Satanás reencarnados de diablos…

de ‘Se deben expulsar los anticristos para que se rebelen verdaderamente contra Satanás y triunfen sobre él’ en “Anales selectos de los arreglos de la obra de la
Iglesia de Dios Todopoderoso

Pregunta 34:

Tal como declara Dios Todopoderoso: “Mira a los líderes de cada denominación y grupo. Son todos arrogantes y farisaicos, e interpretan la Biblia fuera de contexto y según su propia imaginación.

Pregunta 34: Los pastores y ancianos religiosos tienen un firme conocimiento de la Biblia, a menudo interpretan la escritura por otros y hacen que se adhieran a la Biblia. Así que ¿es exponer y elevar la Biblia realmente dar testimonio del Señor y exaltarlo? ¿Por qué se dice que los pastores y ancianos religiosos son fariseos hipócritas? Todavía no tenemos claro esto, ¿nos podéis contestar esto?

Respuesta:

A la gente no debería parecerle mal que le expliquen la Biblia, pero a la vez que la explican, lo que en realidad hacen son obras que se oponen a Dios. ¿Qué clase de personas son? ¿No son unos fariseos hipócritas? ¿No son unos anticristos opuestos a Dios? ¿Por qué la explicación de los pastores y ancianos explicar la Biblia se opone a Dios? ¿Por qué supone condenar a Dios? Sigue habiendo quienes no lo entienden y aún piensan que explicar la Biblia es enaltecer a Dios y dar testimonio de Él. En aquel tiempo, la totalidad de los sumos sacerdotes, escribas y fariseos eran unos estudiosos de la Escritura, expertos en ella, que solían explicársela a la gente. Si explicar la Biblia es enaltecer al Dios y dar testimonio de Él, ¿por qué, cuando el Señor Jesús vino a predicar y obrar, ellos se opusieron a Él, lo condenaron violentamente y acabaron confabulándose con el Gobierno para crucificarlo? En la actualidad, todos los pastores y ancianos religiosos son personas que conocen la Biblia y llevan muchos años explicándola. Si explicar la Biblia es enaltecer a Dios y dar testimonio de Él, ¿por qué, cuando Dios Todopoderoso ha venido a expresar verdades y realizar Su obra de juicio, ellos no sólo no buscaron ni investigaron, sino que, por el contrario, se opusieron a Él y lo condenaron? ¿Qué problema hay aquí? ¿No es este un grave problema sobre el que debemos reflexionar todos los creyentes? Es más, si el que los líderes religiosos expliquen la Biblia es lo mismo que enaltecer a Dios y dar testimonio de Él, ¿por qué, en la Era de la Gracia, el Señor Jesús no obró en el templo cuando vino? ¿Por qué Dios Todopoderoso de los últimos días no obra en la iglesia religiosa ahora que ha venido? Pues porque los líderes religiosos no enaltecen a Dios ni dan testimonio de Él en absoluto y son todos unos fariseos hipócritas y arrogantes. Son todos unos anticristos que controlan la religión ¡y se oponen a Dios! ¡¿Cómo podrían permitir que existiera Dios o que en el mundo religioso hubiera voces que dieran testimonio de Dios?! Si Cristo encarnado viniera al mundo religioso y obrara y predicara en la iglesia religiosa, seguro que lo detendrían, se lo entregarían al partido gobernante y lo crucificarían. Si la gente fuera a las iglesias a dar testimonio de Dios, seguro que la detendrían y perseguirían. Como declaró el Señor Jesús: “Mirad, Yo os envío como ovejas en medio de lobos” (Mateo 10:16). ¿Todavía no lo vemos claro? A partir de la oposición y condena de los fariseos religiosos hacia Dios, deberíamos ser capaces de ver con nitidez si enaltecer la Biblia significa dar testimonio de Dios. ¿Es posible que se oponga a Dios la gente que verdaderamente lo enaltece y da testimonio de Él? ¿Es posible que lo considere su enemigo? Por otra parte, todos debemos saber que la Biblia no contiene únicamente palabras de Dios, sino también muchas palabras del hombre. En consecuencia, enaltecer la Biblia y enaltecer a Dios no son lo mismo. Respetar la Biblia y respetar los mandamientos de Dios no son lo mismo. Cuando los fariseos religiosos explican la Biblia, solamente se centran en explicar las palabras del hombre contenidas en ella, en explicar conocimientos bíblicos y teorías teológicas y en predicar y dar testimonio de las palabras del hombre, pero no se centran en difundir y dar testimonio de las palabras de Dios ni de la verdad expresada por Dios en la Biblia. ¿Podemos seguir afirmando que eso es enaltecer a Dios y dar testimonio de Él? ¿No es oponerse a Él y traicionarlo? Por tanto, todos aquellos que piensan que explicar la Biblia es enaltecer a Dios y dar testimonio de Él no comprenden las cuestiones espirituales ni la esencia del problema. Son personas confundidas, personas que idolatran a los líderes religiosos, creen ciegamente en ellos y los obedecen. ¿No es así?

En aquel tiempo, lo único que les interesaba a los fariseos judíos era explicar conocimientos y doctrinas de la Biblia, así como participar en rituales religiosos y observar las normas religiosas y las tradiciones humanas; por el contrario, abandonaron los mandamientos de Dios y se desviaron del camino de Dios, de modo que, cuando vino el Señor Jesús, se opusieron a Él, lo condenaron y lo crucificaron con furia. A consecuencia de ello, Dios los maldijo y castigó. Aunque los pastores y ancianos religiosos de hoy en día explican la Biblia y dan testimonio de ella habitualmente, no se ocupan de difundir la palabra de Dios, de dar testimonio de ella ni de predicar la voluntad del Señor Jesús y Sus exigencias al hombre; además, rara vez dan testimonio de la esencia divina y la belleza del Señor Jesús. No guían a la gente a que practique y experimente la palabra del Señor ni tampoco prestan atención a cómo hay que respetar los mandamientos del Señor y obedecer la voluntad de Dios. Sólo se centran en explicar y enaltecer las palabras del hombre en la Biblia y les dicen a los demás que las consideren palabras de Dios, así como la verdad que han de practicar y defender. A la hora de resolver problemas, también lo hacen basándose más que nada en las palabras del hombre, no en las de Dios, contenidas en la Biblia. Utilizan las palabras del hombre en la Biblia para rechazar y oponerse a las palabras de Dios. Por ejemplo, en relación con la entrada en el reino de los cielos, el Señor Jesús dijo claramente a la gente: “No todo el que me dice: ‘Señor, Señor’, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 7:21). En cambio, los pastores y ancianos han dejado de lado las palabras del Señor Jesús, consideran las palabras del hombre en la Biblia como la verdad y el criterio de entrada del hombre en el reino de los cielos y enseñan a la gente que tan sólo ha de afanarse en trabajar para el Señor para entrar en el mismo. Utilizan las palabras del hombre para sustituir y rechazar las de Dios y, en consecuencia, descarrían a la gente. ¡Este es el aspecto más ruin y maligno de la oposición de los pastores y ancianos religiosos hacia Dios! Interpretan la Biblia fuera de contexto utilizando las palabras del hombre contenidas en ella para oponerse y condenar a Dios Todopoderoso y sin reparar en nada con tal de engañar, aprisionar y controlar a los creyentes, a quienes impiden estudiar y aceptar la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días, de modo que todos ellos queden firmemente bajo su control. Tal como declara Dios Todopoderoso: “Mira a los líderes de cada denominación y grupo. Son todos arrogantes y farisaicos, e interpretan la Biblia fuera de contexto y según su propia imaginación. Todos confían en los dones y la erudición para hacer su obra. Si fueran incapaces de predicar nada, ¿les seguirían esas personas? Después de todo, poseen algún conocimiento, y pueden hablar un poco de doctrina, o saber cómo convencer a los demás y usar algunos artificios por medio de los cuales han llevado a las personas ante ellos y las han engañado. Esas personas creen en Dios sólo de nombre, pero en realidad siguen a sus líderes. Si se encontraran con los que predican el camino verdadero, algunos de ellos dirían: ‘Tenemos que consultarle respecto a nuestra creencia en Dios’. Requieren el consentimiento de alguien para creer en Dios; ¿no es esto un problema? ¿En qué se han convertido, pues, esos líderes entonces? ¿No se han vuelto fariseos, falsos pastores, anticristos y obstáculos en la aceptación del camino verdadero por parte de las personas?” (‘Sólo la búsqueda de la verdad es la verdadera creencia en Dios’ en “Registros de las Pláticas de Cristo”). Basándonos en esto, ¿cómo podemos decir que las explicaciones de los pastores y ancianos religiosos sobre la Biblia suponen enaltecer a Dios y dar testimonio de Él? ¿Acaso no aprovechan la ocasión de explicar la Biblia para malinterpretarla y sacar cosas de contexto a fin de oponerse a Dios? Hace tiempo que son un obstáculo y un escollo para que la gente acepte el camino verdadero y regrese a Dios, y son precisamente los anticristos a los que deja en evidencia la obra de Dios Todopoderoso en los últimos días. ¿Aún no lo vemos claro?

Según los conceptos de la gente, explicar la Biblia es lo mismo que enaltecer a Dios y dar testimonio de Él, pero, con las explicaciones de la Biblia por parte de los fariseos y los líderes religiosos, vemos que esto no es así realmente. Los fariseos religiosos enaltecen y dan testimonio de la Biblia, no de Dios. Su predicación consiste principalmente en explicar las palabras del hombre, no las de Dios, contenidas en la Biblia. Utilizan las palabras del hombre en la Biblia para sustituir las palabras de Dios y oponerse a ellas, y sacan aquellas de contexto al objeto de oponerse a Dios y extraer conclusiones sobre Él. Lo que pretenden con sus explicaciones de la Biblia no es enaltecer a Dios ni dar testimonio de Él, sino engañar y controlar a la gente para lograr sus viles propósitos. ¡Tales explicaciones de la Biblia suponen oponerse a Dios y hacer el mal! Por eso, cuando Dios viene a realizar Su obra, ellos utilizan la Biblia para mantener un férreo control sobre la gente, a la cual obligan a creer en la Biblia y a aferrarse a ella ciegamente y a la que llevan por el camino de la oposición a Dios. Esto demuestra que las explicaciones de la Biblia por parte de los fariseos y los líderes religiosos son un medio de oposición a Dios. Sacan las palabras de Dios en la Biblia totalmente fuera de contexto para resistirse a Dios, oponerse a Él y crear su propio reino independiente. Entonces, ¿cómo debe explicarse la Biblia para enaltecer a Dios y dar testimonio de Él? La Biblia recoge la obra y los testimonios de Dios. Explicar la Biblia supone enaltecer a Dios y dar testimonio de Él de conformidad con las palabras de Dios y las verdades contenidas en la Biblia. Supone difundir las palabras de Dios en la Biblia y dar testimonio de ellas. Supone comunicar los designios de Dios conforme a Sus exigencias y palabras, así como la verdad de estas últimas. Supone llevar a la gente el testimonio de la obra, el carácter, la esencia y la belleza de Dios. Supone guiarla a que practique y experimente las palabras de Dios, permitiendo de ese modo que entre en la realidad de las mismas. Supone enaltecer al Señor Jesús y dar testimonio de Él en todo. Explicar la Biblia así es la única forma de enaltecer a Dios, dar testimonio de Él, ser conforme a Su corazón y servirle sinceramente. Las palabras del hombre en la Biblia pueden emplearse exclusivamente como referencia y complemento, sin compararlas jamás con las palabras de Dios. Sin embargo, los pastores y ancianos religiosos solamente se preocupan de explicar las palabras del hombre en la Biblia. Consideran que estas son palabras de Dios, la verdad, y las utilizan como guía de conducta y comportamiento, como fundamento de su manera de tratar los problemas; pero rara vez citan las palabras de Dios, las cuales sustituyen y abandonan por las palabras del hombre. ¿Explicar de esta forma la Biblia significa dar testimonio de Dios? ¿No es simplemente enaltecer al hombre y dar testimonio de Él? Además, al explicar la Biblia solamente se centran en explicar teorías teológicas para exhibirse, con personajes, lugares y antecedentes históricos de la Biblia. ¿No es esto engañar y atrapar a la gente? ¿No es hacer que la gente los idolatre y obedezca a ellos? En aquel tiempo, los fariseos hipócritas aprovechaban la ocasión de explicar las escrituras para malinterpretarla, a fin de engañar y controlar a la gente, acabaron llevando a los creyentes por el camino de obediencia al hombre y oposición a Dios y convirtieron el judaísmo en un reino independiente opuesto a Dios. En los últimos días, también los pastores y ancianos religiosos aprovechan sus explicaciones de la Biblia para hacer que la gente crea en ella y la idolatre ciegamente y la utilizan para que reemplace a Dios en los corazones de las personas, de modo que las llevan sin que se den cuenta por el camino de la traición a la palabra del Señor y de la oposición a Dios; asimismo, están convirtiendo el mundo religioso en un reino independiente opuesto a Dios, en un firme bastión de oposición a Su obra. ¿No se oponen a Dios y blasfeman contra Él con su manera de explicar la Biblia? ¿No es este, en concreto, el engaño de los fariseos anticristos para oponerse a Dios y crear su propio reino independiente? ¿Cómo se podría afirmar que eso es enaltecer a Dios y dar testimonio de Él? La astucia de los fariseos religiosos al oponerse a Dios radica en utilizar su oportunidad de explicar la Biblia para malinterpretarla al objeto de engañar y controlar a la gente. La Biblia era en principio un testimonio de Dios. En nuestros conceptos, siempre que se explica la Biblia se da testimonio de Dios, pero los fariseos hipócritas aprovechan este concepto nuestro y hacen todo lo posible por enaltecer la Biblia y dar testimonio de ella. Emplean la Biblia para reemplazar a Dios, oponerse a Él y engañarnos. Esto hace que todos nosotros creamos ciegamente en la Biblia, la idolatremos, idolatremos y obedezcamos a estudiosos de la Biblia como ellos y, de ese modo, traicionemos a Dios. Este es el engaño más alevoso y astuto de Satanás para oponerse a Dios y engañar a la gente, el aspecto que más nos cuesta descubrir y con el que más fácilmente se nos engaña.

Los que leen la Biblia en grandes iglesias la recitan cada día, pero ninguno entiende el propósito de la obra de Dios. Ninguno es capaz de conocer a Dios; además, ninguno es conforme al corazón de Dios. Son todos hombres inútiles, viles, que se ponen en alto para enseñar a Dios. Aunque alardean del nombre de Dios, se oponen voluntariamente a Él. Aunque se etiquetan como creyentes en Dios, son los que comen la carne y beben la sangre del hombre. Todos esos hombres son diablos que devoran el alma del hombre, demonios que molestan deliberadamente a aquellos que tratan de entrar en el camino correcto, y piedras de tropiezo que obstaculizan la senda de los que buscan a Dios. Aunque son de ‘cuerpos robustos’, ¿cómo van a saber sus seguidores que son anticristos que llevan al hombre a oponerse a Dios? ¿Cómo van a saber que son diablos vivientes que buscan especialmente almas que devorar?” (‘Todos los que no conocen a Dios son los que se oponen a Él’ en “La Palabra manifestada en carne”).

La persona más desobediente es una que de manera intencional desafía a Dios y lo resiste. Él es el enemigo de Dios y es un anticristo. Tal persona siempre guarda hostilidad en contra de la nueva obra de Dios, no muestra intención de someterse y nunca ha obedecido o se ha humillado voluntariamente. Él mismo se exalta ante los demás y nunca se somete a otro. Ante Dios, se considera el más competente en predicar la palabra y el más hábil para obrar en los demás. Nunca descarta los tesoros que ya están en su posesión, sino que los trata como reliquias de familia que se deben adorar, que se deben predicar a otros y que se deben usar para sermonear a los insensatos quienes le adoran. De hecho, existen algunas de estas personas en la iglesia. Se puede decir que son ‘héroes indomables’, que generación tras generación moran en la casa de Dios. Creen que predicar la palabra (doctrina) es su deber más alto. Año tras año y una generación tras otra, se dedican a cumplir vigorosamente su deber ‘sagrado e inviolable’. Nadie se atreve a tocarlos y nadie se atreve a reprocharlos abiertamente. Se volvieron ‘reyes’ en la casa de Dios, actuando de un modo tiránico a través de las épocas. Estos demonios buscan unir las manos y juntos destruir Mi obra; ¿cómo puedo permitir que estos diablos vivientes existan ante Mí?” (‘Los que obedecen a Dios con un corazón verdadero, con seguridad serán ganados por Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”). Es evidente que, aunque los pastores y ancianos religiosos expliquen habitualmente la Biblia, no son personas que comprendan la verdad ni conozcan a Dios. Justamente son los fariseos hipócritas, unos falsos pastores y trabajadores que engañan, controlan, aprisionan y perjudican a la gente. Arrastran a las personas a renegar de Cristo y condenarlo hasta el punto de llegar a resistirse y oponerse a Dios, lo que las convierte a todas ellas en cómplices y marionetas de Satanás. Quien tenga ojos en la cara ve que esto es así.

de “Preguntas y respuestas clásicas sobre el Evangelio del Reino”

Tanto los fariseos como los pastores y ancianos interpretan y exaltan la Biblia. Pero ¿cómo pueden seguir oponiéndose y condenando a Dios encarnado? Todavía debemos entender otra verdad: la Biblia sólo es el testimonio de Dios; en ella se recoge Su obra durante la Era de la Ley y la Era de la Gracia. Dios expresa algo de verdades en cada etapa de Su obra. La gente encuentra en Sus palabras Su carácter y todo lo que Él tiene y es. Por tanto, cada vez que la gente experimenta una etapa de la obra de Dios, comprende algo de las verdades y sabe más de Él. A lo largo de las tres etapas de la obra de Su plan de gestión, Dios revela poco a poco Su carácter inherente, todo lo que Él tiene y todo lo que Él es; en la Era del Reino, Dios revela completamente Su carácter justo, Su omnipotencia, Su sabiduría, Su autoridad y Su gloria inherentes. Si sólo conocemos a Dios por Su obra de la Era de la Ley y de la Era de la Gracia, tenemos un conocimiento muy limitado de Él. Así ocurrió durante la Era de la Ley, cuando los creyentes reconocieron la existencia real y las obras sabias de Dios a través de la obra de Jehová Dios. Aprendieron que las leyes de Jehová Dios no se podían infringir. En la Era de la Gracia, cuando los creyentes vieron la obra del Señor Jesús, supieron que era el Redentor de la humanidad, el Dios compasivo y misericordioso. Sin embargo, no conocieron la esencia de Dios ni Su carácter justo inherente. No llegaron a conocer realmente a Dios. Realmente no conocemos a Dios. Así pues, podemos ver que si sólo conocemos a Dios por Su obra y Sus palabras de la Era de la Ley y de la Era de la Gracia, nuestro conocimiento de Él será muy parcial. Sólo conoceremos una parte de Su carácter y de lo que Él es. No podemos lograr un verdadero conocimiento de Dios. Cuando las personas que no conocen a Dios interpretan la Biblia, son muy propensas a definirlo y a oponerse a Él.

En aquel entonces, el Señor Jesús dejó al descubierto y maldijo gravemente a los fariseos hipócritas. En los últimos días, Dios Todopoderoso ha dejado al descubierto, juzgado y condenado a los pastores y ancianos que tienen la esencia del anticristo de engañar a los demás con sus interpretaciones de la Biblia y oponerse a Dios. Leamos algunos pasajes de la palabra de Dios Todopoderoso, “Los que leen la Biblia en grandes iglesias la recitan cada día, pero ninguno entiende el propósito de la obra de Dios. Ninguno es capaz de conocer a Dios; además, ninguno es conforme al corazón de Dios. Son todos hombres inútiles, viles, que se ponen en alto para enseñar a Dios. Aunque alardean del nombre de Dios, se oponen voluntariamente a Él. Aunque se etiquetan como creyentes en Dios, son los que comen la carne y beben la sangre del hombre. Todos esos hombres son diablos que devoran el alma del hombre, demonios que molestan deliberadamente a aquellos que tratan de entrar en el camino correcto, y piedras de tropiezo que obstaculizan la senda de los que buscan a Dios. Aunque son de ‘cuerpos robustos’, ¿cómo van a saber sus seguidores que son anticristos que llevan al hombre a oponerse a Dios? ¿Cómo van a saber que son diablos vivientes que buscan especialmente almas que devorar?” (‘Todos los que no conocen a Dios son los que se oponen a Él’ en “La palabra manifestada en carne”).

Tal persona siempre guarda hostilidad en contra de la nueva obra de Dios, no muestra intención de someterse y nunca ha obedecido o se ha humillado voluntariamente. Él mismo se exalta ante los demás y nunca se somete a otro. Ante Dios, se considera el más competente en predicar la palabra y el más hábil para obrar en los demás. Nunca descarta los tesoros que ya están en su posesión, sino que los trata como reliquias de familia que se deben adorar, que se deben predicar a otros y que se deben usar para sermonear a los insensatos quienes le adoran. […] Creen que predicar la palabra (doctrina) es su deber más alto. Año tras año y una generación tras otra, se dedican a cumplir vigorosamente su deber ‘sagrado e inviolable’. Nadie se atreve a tocarlos y nadie se atreve a reprocharlos abiertamente. Se volvieron ‘reyes’ en la casa de Dios, actuando de un modo tiránico a través de las épocas. Estos demonios buscan unir las manos y juntos destruir Mi obra; ¿cómo puedo permitir que estos diablos vivientes existan ante Mí?” (‘Los que obedecen a Dios con un corazón verdadero, con seguridad serán ganados por Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”).

Mira a los líderes de cada denominación y grupo. Son todos arrogantes y farisaicos, e interpretan la Biblia fuera de contexto y según su propia imaginación. Todos confían en los dones y la erudición para hacer su obra. Si fueran incapaces de predicar nada, ¿les seguirían esas personas? Después de todo, poseen algún conocimiento, y pueden hablar un poco de doctrina, o saber cómo convencer a los demás y usar algunos artificios por medio de los cuales han llevado a las personas ante ellos y las han engañado. Esas personas creen en Dios sólo de nombre, pero en realidad siguen a sus líderes. Si se encontraran con los que predican el camino verdadero, algunos de ellos dirían: “Tenemos que consultarle respecto a nuestra creencia en Dios”. Requieren el consentimiento de alguien para creer en Dios; ¿no es esto un problema? ¿En qué se han convertido, pues, esos líderes entonces? ¿No se han vuelto fariseos, falsos pastores, anticristos y obstáculos en la aceptación del camino verdadero por parte de las personas?” (‘Sólo la búsqueda de la verdad es la verdadera creencia en Dios’ en “Registros de las Pláticas de Cristo”).

Dar testimonio del Señor y exaltarle de verdad no tiene que ver con la manera en que los hombres interpretan la Biblia. La clave está en si pueden practicar las palabras de Dios y experimentar Su obra. Si los hombres aman la verdad, recibirán la iluminación del Espíritu Santo, así como una experiencia y un conocimiento verdaderos de las palabras de Dios. Este conocimiento nace de practicar y experimentar Sus palabras. En eso consiste conocer realmente a Dios. ¡Comunicar estas experiencias y testimonios reales es el verdadero significado de exaltar a Dios y dar testimonio de Él! El verdadero conocimiento de Dios del que hablan quienes le exaltan y dan testimonio de Él no proviene de sus nociones, de su imaginación ni de su lógica; indudablemente, no proviene de su interpretación literal de las palabras de Dios. Quienes exaltan a Dios y dan testimonio de Él se centran en comunicar Sus palabras de la Biblia, Su voluntad, Sus exigencias a la gente, Su carácter y todo lo que Él tiene y es, para que las personas comprendan Su voluntad y Su carácter y para que lo conozcan de verdad. Es así como las personas pueden temer y obedecer realmente a Dios. Estas interpretaciones bíblicas y estos mensajes sobre las palabras de Dios son el modo de exaltar y dar testimonio verdadero de Él. Sin embargo, cuando los pastores y ancianos interpretan la Biblia, ¿realmente pueden explicar la esencia de la verdad de las palabras de Dios? ¿Pueden explicar Su voluntad o dar testimonio de Su carácter? ¿Consiguen que otros conozcan, obedezcan o temer a Dios? Los hechos nos han demostrado que la mayoría de los pastores y ancianos del mundo religioso detestan la verdad y se oponen a Dios; esa es su verdadera naturaleza. Ellos no practican las palabras de Dios ni experimentan Su obra; no comprenden Su voluntad ni Sus exigencias en absoluto, y, con total certeza, no comprenden Su carácter ni todo lo que Él tiene y es. De ahí su incapacidad para transmitir el verdadero conocimiento de Dios y para dar testimonio de la esencia divina o de las cualidades admirables del Señor Jesús. Ellos solamente interpretan conocimientos bíblicos y teoría teológica, o las historias de ciertos personajes de la Biblia, además del contexto histórico, para que la gente los admire y respete.

No sólo eso, la mayor parte del tiempo, los pastores y ancianos interpretan las palabras del hombre, como las de Pablo en la Biblia. Según Pablo: “Toda Escritura es inspirada por Dios” (2 Timoteo 3:16), consideran las palabras de la Biblia como palabras de Dios. Esto ha hecho que todo el mundo religioso haya tomado las palabras de los apóstoles como palabras de Dios y que haya dicho a los creyentes que las practiquen y observen. Ellos citan las palabras de los apóstoles cada vez más a menudo en sus sermones, mensajes y testimonios. Sin embargo, cada vez citan menos a Dios y al Señor Jesús. El resultado final es que todas las palabras de Dios y del Señor Jesús en la Biblia han sido sustituidas y anuladas. El lugar del Señor Jesús en el corazón de las personas disminuye continuamente, mientras que el de Pablo y de otros sigue creciendo. Esto ha hecho que las palabras de Pablo y de otros hombres de la Biblia ocupen el corazón de los hombres. La gente cree en el nombre del Señor Jesús, pero en realidad actúa según las palabras bíblicas de hombres como Pablo. Ellos siguen su propio camino de fe en Dios. ¿Cómo pueden los que creen en Dios de este modo evitar salirse del camino del Señor? ¿Cómo puede este tipo de servicio estar de acuerdo con la voluntad de Dios? Por ejemplo, respecto a la entrada en el reino de los cielos, el Señor Jesús dijo lo siguiente: “sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 7:21). A pesar de ello, los pastores y ancianos hablan de la salvación y la entrada en el reino de los cielos según las palabras de Pablo. Esta es una traición absoluta a las palabras del Señor Jesús. El resultado es que la mayoría de los creyentes no saben seguir la voluntad de Dios. Tienen incluso menos claro qué tipo de gente puede entrar en el reino de los cielos. La gente usa las palabras de Pablo como lema: “He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe. En el futuro me está reservada la corona de justicia […]” (2 Timoteo 4:7-8). Los pastores y ancianos enseñan a los demás que, si trabajan para el Señor como hizo Pablo y soportan el sufrimiento, entrarán en el reino de los cielos. Ellos sustituyen las palabras de Dios por las de los hombres y excluyen las palabras de Dios. El resultado es que desorientan a la gente. Cuando interpretan así la Biblia, ¿exaltan a Dios o dan testimonio de Él? ¡Creo que se oponen directamente a Él! ¡Este es un problema muy grave! Los ancianos y pastores religiosos suelen sustituir las palabras de Dios por las palabras del hombre en la Biblia. Ahora tenemos claro cuáles son las consecuencias de esto, ¿verdad? ¿Cómo es posible que mucha gente crea durante años en el Señor y que aún no lo conozca? ¿Por qué nunca experimenta Sus palabras de verdad? ¿Cómo puede recibir la verdad o la vida la gente que cree en Él de este modo? ¿No será porque los pastores y ancianos interpretan y dan testimonio continuamente de las palabras del hombre en la Biblia e instan a sus seguidores a aferrarse a ellas?

La obra de Dios Todopoderoso de los últimos días ha dejado al descubierto a estos pastores y ancianos, anticristos demoníacos del mundo religioso. De no ser así, nadie vería que su exaltación y su interpretación de la Biblia son en realidad formas maliciosas de engañar y de controlar a la gente, tampoco verían la verdad: que están fundando su propio reino independiente como enemigos de Dios. En aquel entonces, los fariseos exaltaban y daban testimonio de la Biblia; limitaban a Dios a su ámbito. No buscaban la verdad ni querían seguir la huella de Dios. El resultado fue que crucificaron al Señor Jesús, justificándose en que Él se había negado a seguir el Antiguo Testamento. ¡Cometieron un pecado gravísimo! Las pastores y ancianos en los últimos días son como los fariseos. Exaltan y dan testimonio de la Biblia y definen a Dios en ella. También difunden falacias diciendo “No existen palabras ni obras de Dios fuera de la Biblia”; “Creer en la Biblia es creer en Dios. La Biblia representa a Dios; si te apartas de ella, ya no crees en Dios”. Con estas frases engañan a la gente para que crea en la Biblia y la idolatre. Tratan la Biblia como si fuera Dios. Le sustituyen a Él por la Biblia. Eso es exactamente lo que está pasando. Los pastores y ancianos utilizan estos métodos secretos y turbios para apartar a la gente de Dios y atraerla a la Biblia. Así, la gente pierde su relación con Dios inconscientemente. Aquellos que antes creían en Él ahora sólo creen en la Biblia. La Biblia se convierte en el Señor, el Dios de su corazón. Por tanto, su fe ciega en la Biblia y su veneración por ella los conducen a adorar y seguir a los eruditos bíblicos: los pastores y ancianos. En cuanto a los pastores y ancianos, utilizan la Biblia como herramienta de control del mundo religioso y para satisfacer sus propias ambiciones. Exaltan e interpretan la Biblia fuera de contexto para engañar, atrapar y controlar a la gente. Inconscientemente llevan a la gente por el camino de idolatrar y seguir a los hombres, y de oponerse a Dios y ser Sus enemigos. Engañan a la gente para que piense que idolatrar la Biblia y aferrarse a ella es creer en Dios y tener Su presencia. En consecuencia, esta gente no busca ni investiga la obra de Dios en los últimos días y pierde su última oportunidad de salvación. Así pues, podemos ver que ¡los pastores y ancianos del mundo religioso son un grupo de auténticos fariseos y estafadores! ¡Amén! ¡Son unos falsos pastores y anticristos que engañan y controlan a los elegidos de Dios! El mundo religioso está controlado por un conjunto de fariseos y anticristos demoníacos que se oponen a Dios. Hace tiempo que dejó de ser un lugar donde Dios podía realizar Su obra. Se ha convertido en un campamento satánico que considera a Dios su enemigo. ¡Hace mucho que se convirtió en la gran ciudad de Babilonia! ¡¿Cómo no va a caer la Babilonia religiosa bajo la ira de Dios?!

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