¿De dónde viene el Relámpago Oriental?

Dios Todopoderoso dice: «Cuando todas las personas prestan atención, cuando todas las cosas son renovadas y revividas, cuando cada persona se somete a Dios sin reparos y está dispuesta a asumir la pesada responsabilidad de la carga de Dios, es cuando el relámpago oriental surge, iluminando todo desde el Este hasta el Oeste, aterrorizando a toda la tierra con la llegada de esta luz; y en este momento, Dios una vez más comienza Su nueva vida (…).

¿De dónde viene el Relámpago Oriental

¿De dónde viene el Relámpago Oriental?

La mayoría de los seguidores del Señor Jesucristo oyen hablar del Relámpago Oriental  a sus pastores, ancianos o predicadores, pero en realidad nadie sabe de dónde vino el Relámpago Oriental. En lo referente al origen del Relámpago Oriental cada cual tiene su propia opinión: unos creen que no es más que una nueva denominación dentro del cristianismo, otros denuncian que es una «herejía» o una «secta satánica». La gente tiene estas ideas absurdas porque no conoce la obra de Dios.

La obra de Dios siempre avanza. El hombre no conoce el principio de que la obra de Dios es siempre nueva y nunca vieja ni que el propósito de la obra de Dios es salvar al hombre y, además, este tiene un carácter satánico arrogante y testarudo. Por eso, siempre que Dios comienza una nueva obra sufre la blasfemia, la persecución y las acusaciones del mundo religioso, que se empeña en aferrarse al viejo camino. Aquellos que aceptan la nueva obra de Dios y difunden el camino verdadero reciben toda clase de acusaciones sin fundamento e insultos. El Nuevo Testamento de la Biblia recoge esta verdad: para salvar al hombre del riesgo de ser castigado por no ser capaz de cumplir la ley, Dios se encarnó y comenzó la obra de redención en la Era de la Gracia. En aquel momento en que el Señor Jesús llevaba a cabo Su obra en Judea y hacía muchos milagros, como sanar a los enfermos y expulsar a los demonios, Él otorgó a la gente abundantes gracias y expresó muchas verdades, lo que bastó para demostrar que Él era verdadera y plenamente Dios mismo, el Mesías que se había profetizado. Pero los sumos sacerdotes y escribas judíos, así como los fariseos, no creían que Él fuera su ansiado Mesías y, por el contrario, lo calumniaron y juzgaron, además de condenar la obra del Señor Jesús como «herejía» y «secta». Fue en Nazaret donde se crio y comenzó Su obra el Señor Jesús y por eso Él y todos Sus seguidores recibieron el apodo de «secta de los nazarenos» y se acusó al apóstol Pablo de ser uno de los cabecillas (ver Hechos 24:5). ¿Qué nos indica esto? Los hermanos y hermanas que creen en el Señor saben que en Judea llevó a cabo Su obra de plena conformidad con el plan de gestión de Dios mismo, a fin de iniciar la Era de la Gracia y comenzar la nueva obra de redimir al hombre. Fuera judío o gentil, zelote o saduceo, cualquiera que de verdad tuviera sed del camino verdadero y lo buscara podía recibir la absolución por seguir al Señor Jesús, el único Dios verdadero. Dios nunca tuvo necesidad de fundar, ni jamás lo hizo, ninguna denominación, organización o secta, y menos esa «secta de los nazarenos». Por lo tanto, la herejía, es decir, esa «secta de los nazarenos», es en realidad un rumor inventado para atacar e incriminar al Señor Jesús y condenar Su obra; un rumor ideado por los sumos sacerdotes, los escribas y los fariseos «que servían» a Jehová Dios en el templo. Al final, engañado y controlado por estas «personas que servían a Dios», el pueblo judío capturó al Señor Jesús y lo clavó en una cruz, lo que ofendió el carácter de Dios e hizo que Él castigara a Israel a aproximadamente 2000 años de destrucción.

Del mismo modo, y a fin de que el hombre rompa el círculo de cometer pecados sólo para confesarlos y luego seguir pecando otra vez, a fin de que se deshaga completamente del carácter corrupto de Satanás, a fin de que se desprenda de su naturaleza pecaminosa y alcance la santidad y a fin de que logre verdaderamente la salvación de Dios, en los últimos días Dios se ha vuelto a encarnar y ha expresado la verdad para juzgar y castigar a la humanidad corrupta. Con Su nueva obra purifica a fondo y salva al hombre. Mediante el juicio, el castigo, las pruebas y el refinamiento de las palabras de Dios, los hermanos y hermanas que aceptan el evangelio de Dios de los últimos días y siguen Su nueva obra ven claramente que el Dios Todopoderoso que otorga estas verdades en los últimos días es el regreso del Señor Jesús y desde el fondo del corazón se regocijan y alaban, sintiendo hondamente la asombrosa grandeza de ser elevados y de Su salvación. Así pues, para devolver el amor de Dios y para que aún más personas puedan seguir la huella de Dios y regresar a Su casa, ellos salen a contar la buena nueva a todos aquellos que han estado esperando con ansia el regreso del Señor Jesús. Les dicen que el Señor Jesús ya se ha encarnado una vez más y que ha regresado al mundo en China, en Oriente, con lo que concluye la Era de la Gracia y da lugar a la Era del Reino. Él ha comenzado una obra nueva y más elevada de juicio y purificación del hombre. Les dicen que Dios ya ha cumplido el capítulo 24, versículo 27 del Evangelio de Mateo: «Porque así como el relámpago sale del oriente y resplandece hasta el occidente, así será la venida del Hijo del Hombre». La verdad que Dios ha traído esta vez es todavía más elevada que nunca, pues descubre los misterios de Su obra desde la creación hasta los últimos días, recoge todas las verdades de la purificación y salvación de la humanidad y se las otorga al hombre; y los hermanos y hermanas que verdaderamente creen en Dios vienen a la luz de forma multitudinaria. En los últimos días la obra de cosecha de Dios dura poco, el ritmo es veloz y, como un relámpago, en poco más de diez años el evangelio del reino de Dios se ha extendido ampliamente por la China continental y se está expandiendo a todos los países y regiones del mundo. Y sin embargo, frente a la nueva obra de Dios, que no coincide con los conceptos del hombre, esas personas arrogantes y santurrones de varias sectas religiosas se empeñan en aferrarse al viejo camino. Los que son incapaces de seguir la nueva obra de Dios no sólo no buscan ni investigan el camino verdadero, sino que, por el contrario, arman revuelo por la profecía bíblica que relatan los hermanos y hermanas que dan testimonio de la obra de Dios de los últimos días. Lanzan acusaciones disparatadas y juzgan y calumnian a la Iglesia de Dios Todopoderoso llamándola «Secta del Relámpago Oriental». Y en todos los sentidos hacen exactamente lo que antes hicieron los círculos religiosos judaicos que atacaban, difamaban y condenaban a los discípulos y apóstoles del Señor Jesús llamándolos «la secta de los nazarenos». Que puedan oponerse y atacar así la obra de Dios de los últimos días, que puedan impedir que la gente siga la huella de Dios y obedezca Su obra, ¿no es así exactamente como los fariseos se opusieron y condenaron a Cristo en el pasado? ¿Acaso no va la esencia de estas acciones más allá del mero odio a la verdad y de la blasfemia contra el Espíritu Santo?

Si Dios Todopoderoso no manifestara Su palabra ni revelara los misterios, nunca comprenderíamos verdaderamente lo que significa la profecía «Porque así como el relámpago sale del oriente y resplandece hasta el occidente». Dios Todopoderoso dice: «Cuando todas las personas prestan atención, cuando todas las cosas son renovadas y revividas, cuando cada persona se somete a Dios sin reparos y está dispuesta a asumir la pesada responsabilidad de la carga de Dios, es cuando el relámpago oriental surge, iluminando todo desde el Este hasta el Oeste, aterrorizando a toda la tierra con la llegada de esta luz; y en este momento, Dios una vez más comienza Su nueva vida (…). Que es decir, en el este del mundo, desde que el testimonio de Dios mismo comienza hasta que Él comienza a obrar, hasta que la divinidad comienza a ejercer el poder soberano a través de la tierra, este es el rayo brillante del relámpago oriental, que siempre ha brillado hacia todo el universo. Cuando los países en la tierra se convierten en el reino de Cristo es cuando todo el universo es iluminado. Ahora es el tiempo en que el relámpago oriental surge: Dios encarnado comienza a obrar y, además, habla directamente en divinidad. Se puede decir que cuando Dios comienza a hablar en la tierra es cuando el relámpago oriental surge. Más precisamente, cuando el agua viva fluye del trono, cuando las declaraciones del trono comienzan, es precisamente cuando las declaraciones del séptuple Espíritu comienzan formalmente» (‘Interpretación de la doceava declaración’ en «La Palabra manifestada en carne»). «Por todo el universo estoy llevando a cabo Mi obra, y en el Este, estallidos atronadores sucederán en una secuencia sin fin, sacudiendo a todas las denominaciones y grupos. Es Mi voz que ha traído a todos los hombres al presente. Provocaré que todas las personas sean conquistadas por Mi voz, que caigan dentro de esta corriente y que se sometan ante Mí, porque hace mucho tiempo he retirado Mi gloria de toda la tierra y la he enviado de nuevo en el Este. ¿Quién no anhela ver Mi gloria? ¿Quién no espera ansiosamente Mi regreso? ¿Quién no tiene sed de Mi reaparición? ¿Quién no añora Mi belleza? ¿Quién no vendrá a la luz? ¿Quién no verá la riqueza de Canaán? ¿Quién no anhela el regreso del Redentor? ¿Quién no adora al Gran Todopoderoso? Mi voz debe difundirse sobre toda la tierra; deseo hablar más a Mi pueblo elegido. Como los truenos poderosos que hacen temblar las montañas y los ríos, Yo hablo a todo el universo y a la humanidad. De ahí que Mis palabras se conviertan en un tesoro para el hombre, y todas las personas las estimen. Los relámpagos alumbran desde el Oriente hasta el Occidente. Mis palabras son tales que el hombre detesta renunciar a ellas y las encuentra insondables, pero lo que es más, el hombre se regocija en ellas. Como un bebé recién nacido, todas las personas están contentas y alegres, celebrando Mi venida. A causa de Mi voz, traeré a todas las personas ante Mí. A partir de ese instante, entraré formalmente entre las personas para que ellas vengan a adorarme. La gloria que emano y Mis palabras causan que todas las personas comparezcan ante Mí y vean que los relámpagos alumbran desde el Oriente (…). Porque hace ya mucho que he resucitado, que he desaparecido de entre las personas y luego reaparecido entre los hombres con gloria. Yo soy aquel que ha sido adorado por eras innumerables antes que ahora, y también soy el ‘niño’ abandonado por los israelitas por eras innumerables antes que ahora. Más aún, ¡Yo soy el todo glorioso Dios Todopoderoso de la era presente!» (‘El repique de los siete truenos: profetizando que el evangelio del reino se extenderá por todo el universo’ en «La Palabra manifestada en carne»). En las palabras de Dios Todopoderoso podemos ver que la obra y la palabra de Dios en los últimos días son el relámpago que brilla desde Oriente. El «relámpago» es la gran luz, es decir, la palabra de Dios, el camino por el que Dios juzga y castiga en los últimos días. La expresión «sale de Oriente» significa que viene de China y «resplandece hasta Occidente» significa que llega hasta Occidente. Por último, «así será la venida del Hijo del Hombre» se refiere a que Dios se encarna y en primer lugar se aparece y comienza Su obra en China, en Oriente. Allí forma un grupo de personas que verdaderamente conocen a Dios y que son los vencedores profetizados en el Libro del Apocalipsis. Luego, a través de estas personas, el evangelio de los últimos días se extenderá a Occidente para que todo el mundo pueda recibir la salvación de Dios en los últimos días. ¡Esto ya se ha logrado y es un hecho que está a la vista de todos! El relámpago de Oriente (es decir, la obra del juicio de Dios durante los últimos días en China) nos permite recibir todo el amor y la salvación que Dios otorga al hombre, así como conocer el verdadero rostro de Dios, y suscita en nosotros una veneración y adoración verdaderas hacia Él. Al igual que un relámpago, la palabra de Dios da luz y esperanza al hombre. Todos los que aceptan el relámpago de Oriente -la obra de Dios de los últimos días- pueden dar testimonio de esto.

Al leer esto ahora, creo que todos tenéis una respuesta clara a la pregunta de cuál es el origen del Relámpago Oriental. Dios es el Creador de los cielos y la tierra y de todas las cosas. Puesto que Satanás corrompió al hombre, Dios comenzó Su obra de salvarlo. Dios desea que todos los hombres del universo vean Sus obras, que todas las religiones se conviertan en una sola que adore al Creador. Entonces Él permitirá que alcancen la purificación y la salvación todos aquellos que verdaderamente busquen la aparición de Dios y sigan Su huella. Llevará al reino a esas personas obedientes al corazón de Dios para que descansen con Él. Por lo tanto, todos y cada uno de los hermanos y hermanas que verdaderamente creéis en Dios y esperáis con ansia el regreso del Señor Jesús debéis dejar de lado vuestros conceptos religiosos y estudiar el camino verdadero. No prestéis atención a los rumores ni os opongáis ciegamente al camino verdadero, pues terminaréis perdiendo la salvación de Dios en los últimos días. Debemos ir a la par de los pasos de la obra de Dios y seguir de cerca Su huella. Esta es la única manera de que al final podamos recibir la salvación de Dios y de que nos lleve a Su reino.

Fuente: Iglesia de Dios Todopoderoso

El juicio de Dios sobre todas las naciones y pueblos

Dios dice: «En los últimos días, Cristo usa una diversidad de verdades para enseñarle al hombre, para revelar la esencia del hombre y analizar sus palabras y hechos.

El juicio de Dios

El juicio de Dios sobre todas las naciones y pueblos

Entendimos que para deshacerse del pecado y ser completamente salvados por Dios, debemos aceptar la obra del juicio y la purificación de los últimos días de Dios. Entonces, ¿cómo juzga y purifica Dios al hombre?

Dios dice: «En los últimos días, Cristo usa una diversidad de verdades para enseñarle al hombre, para revelar la esencia del hombre y analizar sus palabras y hechos. Estas palabras comprenden varias verdades, tales como, el deber del hombre, cómo debe el hombre obedecer a Dios, cómo debe el hombre ser leal a Dios, cómo debe el hombre vivir la humanidad normal, la sabiduría y el carácter de Dios, y así sucesivamente. Todas estas palabras se enfocan en la esencia del hombre y en su carácter corrupto. En particular, esas palabras que revelan cómo el hombre desdeña a Dios se dicen con relación a cómo el hombre es una personificación de Satanás y una fuerza enemiga contra Dios. Cuando Dios hace la obra del juicio, no simplemente aclara la naturaleza del hombre con unas cuantas palabras, sino que lleva a cabo la revelación, el tratamiento y la poda en el largo plazo. Esas formas de revelación, tratamiento y poda no se pueden sustituir con palabras ordinarias, sino con la verdad que el hombre no posee en absoluto. Sólo esa manera de obrar se considera juicio; sólo por medio de ese juicio se puede persuadir al hombre, se le puede convencer por completo de la sumisión a Dios, y puede obtener el verdadero conocimiento de Dios. El resultado de la obra de juicio es que el hombre comprenda el verdadero rostro de Dios y la verdad de su rebeldía. La obra de juicio le permite al hombre entender mucho de la voluntad de Dios, del propósito de la obra de Dios y de los misterios que el hombre no puede entender. También le permite al hombre reconocer y conocer su esencia corrupta y las raíces de su corrupción, así como descubrir la fealdad del hombre. Todos estos efectos los produce la obra del juicio, porque la esencia de esa obra es, de hecho, la obra de inaugurar la verdad, el camino y la vida de Dios para todos los que tienen fe en Él. Esta obra es la obra de juicio que Dios hace«.

De «La Palabra manifestada en carne«

De la palabra de Dios, podemos ver que en los últimos días, Dios expresa diversas verdades de acuerdo con las necesidades de los seres humanos, revelando el hecho de que hemos sido corrompidos por Satanás, para que podamos ver claramente nuestras naturalezas satánicas, como la arrogancia, el egoísmo, la codicia y el engaño, etc, dichas naturalezas han estado profundamente arraigadas en nosotros, se han convertido en nuestra vida, causando que hemos perdido la semejanza de un verdadero ser humano. A través de la revelación de la palabra de Dios, nos damos cuenta de que no podemos llevarnos bien con nuestras familias, hay celos y conflictos entre nosotros y nuestros amigos y colegas, y todo estos se debe a nuestra arrogancia. Además, aunque podemos gastar para Dios, tratamos de llegar a un acuerdo con Él pidiéndole gracias y bendiciones a cambio; cuando la obra de Dios no está en línea con nuestras nociones u ocurren otras cosas indeseables, lo culpamos y lo malinterpretamos e incluso creamos nociones acerca de Él y juzgamos Su obra, no tenemos absolutamente un corazón de reverencia a Dios… Y también, después de experimentar el juicio de Dios, tendremos una verdadera comprensión de la justicia y la santidad de Dios, sabemos qué clase de personas pueden obtener la aprobación de Dios y qué clase de personas son odiadas y detestadas por Dios. Desde entonces, sentiremos un odio tremendo hacia nuestra propia naturaleza satánica desde lo más profundo del corazón, nos alegraremos de aceptar Su juicio y Su castigo. Al experimentarlos continuamente, nuestros caracteres corruptos cambiarán gradualmente, luego traicionaremos completamente a Satanás y regresaremos a Dios. De esta manera, la naturaleza de nuestro pecado será resuelta de raíz, es decir, será purificada, y nosotros, seremos completamente salvados por Dios.

¿El juicio del gran trono blanco es realmente igual que lo que pensamos que Dios juzga al hombre en el aire? Sin embargo, dicha opinión está en contradicción con la Palabra de Dios. Si desea saber más, puede hacer clic en WhatsApp para contactarnos para que discutamos y nos comuniquemos juntos.