Relámpago Oriental | La Iglesia de Dios Todopoderoso surgió en China por la obra de la segunda venida del Señor Jesús, el Cristo de los últimos días, "Dios Todopoderoso", y no es establecida por ninguna persona. Cristo es la verdad, el camino y la vida. Después de leer la palabra de Dios, verás que Dios ha aparecido.
Himno de la Palabra de Dios | Un cambio de carácter es inseparable de la vida real
Al creer en Dios, si un hombre desea cambiar, no debe separarse de la vida real que vive.
I
Si te centras en teorías y ceremonias religiosas, sin entrar en la vida real, nunca entrarás en la realidad, nunca te conocerás a ti mismo, ni a la verdad ni a Dios, serás ignorante siempre, serás ciego para siempre. En la vida real, conócete a ti mismo, abandónate y practica la verdad, aprende reglas y sentido común para comportarte en todo, para que puedas conseguir transformarte gradualmente, transformarte gradualmente.
II
Los que desobedecen a Dios no pueden entrar en la vida real. Todos hablan de la humanidad, pero son como demonios. Todos hablan de la verdad, pero viven de acuerdo a doctrinas. Dios rechaza a los que no pueden vivir la verdad en la vida real. En la vida real, conócete a ti mismo, abandónate y practica la verdad, aprende reglas y sentido común para comportarte en todo, para que puedas conseguir transformarte gradualmente, transformarte gradualmente.
III
Experimenta tu propia experiencia, conoce tus defectos y desobediencia, tu anormal humanidad, tu debilidad e ignorancia. Así tu conocimiento se combina con tu estado real. Sólo este conocimiento es real, y te permite entender tu condición y conseguir tu transformación. En la vida real, conócete a ti mismo, abandónate y practica la verdad, aprende reglas y sentido común para comportarte en todo, para que puedas conseguir transformarte gradualmente, transformarte gradualmente.
Si estás en contacto con el mundo, vas discriminando gradualmente más respecto a las cosas del mundo, y conforme te acerques a la muerte podrías concluir: “Es verdaderamente duro ser una persona”. Si experimentas durante algún tiempo en la presencia de Dios, y llegas a entender Su obra y Su carácter, obtendrás inconscientemente mucho conocimiento, y tu estatura crecerá gradualmente. Entenderás mejor muchas cosas espirituales y, en particular, tendrás más clara la obra de Dios.
A lo largo de sus experiencias, Pedro había soportado centenares de pruebas. Aunque las personas son ahora conscientes del término “prueba”, no entienden en absoluto su verdadero sentido o circunstancias. Dios templa la determinación del hombre, refina su confianza, y perfecciona cada una de sus partes mayormente a través de pruebas. Las pruebas son también la obra oculta del Espíritu Santo. Parece que Dios ha abandonado al hombre y, si este no tiene cuidado, las verá como tentaciones de Satanás. De hecho, muchas pruebas pueden considerarse tentaciones, y este es el principio y la norma de la obra de Dios. Si el hombre vive de verdad ante Dios, las verá como pruebas de Dios, y no las dejará pasar. Si alguien dice que porque Dios está con él, indudablemente Satanás no se acercará a él, esto no es del todo correcto. ¿Cómo puede explicarse que Jesús afrontara tentaciones después de haber ayunado en el desierto durante cuarenta días? Por tanto, si el hombre ha corregido verdaderamente sus opiniones respecto a creer en Dios, verá muchas cosas con mayor claridad, y su entendimiento no será sesgado y erróneo. Si uno está realmente decidido a ser hecho perfecto por Dios, necesita enfocar los asuntos a los que se enfrenta desde muchos ángulos diferentes, sin inclinarse a izquierda ni derecha. Si no tienes conocimiento de la obra de Dios, no sabrás cómo cooperar con Él. Si no conoces los principios de la obra de Dios, ni eres consciente de cómo obra Satanás en el hombre, no tendrás senda de práctica. Una simple búsqueda con celo no te permitirá alcanzar los resultados que Dios exige. Esa forma de experiencia es parecida a la de Lawrence, que no diferencia y sólo se centra en la experiencia, totalmente inconsciente de cuál es la obra de Satanás, cuál la del Espíritu Santo, cómo es el hombre sin la presencia de Dios, a qué clase de personas quiere perfeccionar Dios. Cómo comportarse con diferentes personas, cómo comprender la voluntad presente de Dios, cómo conocer el carácter de Dios, a qué personas, a qué circunstancias y a qué era son dirigidas la misericordia de Dios, Su majestad y Su justicia; él no diferencia estas cosas. Si el hombre no tiene muchas visiones como fundamento, un cimiento para sus experiencias, entonces la vida es imposible y, más aún, lo es la experiencia; él simplemente sigue sometiéndose a todo como un necio, y lo soporta todo. Es muy difícil que todas las personas así sean hechas perfectas. Puede decirse que no tener ninguna de las visiones mencionadas más arriba es una prueba amplia de que estás siendo un necio, como una columna de sal siempre erigida en Israel. Tales personas son inútiles, ¡no sirven para nada! Algunas personas sólo se someten siempre ciegamente, se conocen a sí mismas y usan su forma de comportarse cuando tratan con nuevos problemas, o utilizan la “sabiduría” para tratar con asuntos triviales que no son dignos de mención; son personas desprovistas de discernimiento, como si por naturaleza tuvieran que resignarse a la adversidad, ser siempre iguales, sin cambiar nunca; no son más que necios sin discernimiento alguno. Nunca ajustan las medidas a las circunstancias ni a las distintas personas. La gente así no tiene experiencia. Yo veo que algunas personas se conocen a sí mismas hasta cierto punto en el que, cuando se enfrentan a quienes tienen la obra del espíritu maligno, incluso agachan la cabeza y admiten la culpa sin atreverse a levantarse y condenarlos. Cuando se enfrentan a la obra obvia del Espíritu Santo, tampoco se atreven a obedecer, creen que los espíritus malignos también están en las manos de Dios, y no osan en lo más mínimo levantarse en resistencia. Estas personas no tienen la dignidad de Dios, y son definitivamente incapaces de llevar cargas pesadas por Él. Tales personas confundidas no diferencian. Esta forma de experiencia debería, por tanto, abandonarse ya que es insostenible a los ojos de Dios.
Dios hace realmente mucha obra en las personas; en ocasiones las prueba, crea entornos para templarlas, pronuncia palabras para guiarlas, para enmendar sus deficiencias. A veces, el Espíritu Santo guía a las personas a entornos preparados por Dios para que ellas descubran, sin saberlo, muchas cosas de las que carecen. A través de lo que las personas dicen y hacen, de su forma de tratar a los demás y con las cosas, sin saberlo, el Espíritu Santo las ilumina para que entiendan muchas cosas que no se entendieron antes, y les permite comprender muchas cosas o personas de forma más exhaustiva, que capten muchas cosas que no conocían previamente. Si estás en contacto con el mundo, vas discriminando gradualmente más respecto a las cosas del mundo, y conforme te acerques a la muerte podrías concluir: “Es verdaderamente duro ser una persona”. Si experimentas durante algún tiempo en la presencia de Dios, y llegas a entender Su obra y Su carácter, obtendrás inconscientemente mucho conocimiento, y tu estatura crecerá gradualmente. Entenderás mejor muchas cosas espirituales y, en particular, tendrás más clara la obra de Dios. Serás capaz de aceptar las palabras, la obra, cada acción, el carácter de Dios y lo que Él es y tiene como tu propia vida. Si lo único que haces es vagar en el mundo, tus alas se volverán más y más duras, y el aspecto de ti que se opone a Dios se hará cada vez más grande. A Dios le resultará difícil encontrar un uso para ti. Al haber en ti demasiado del aspecto “tal como yo lo veo”, Dios tiene dificultad para encontrar un uso para ti. Cuanto más estés en la presencia de Dios, más experiencias tendrás. Si sigues en el mundo como una bestia, profesando con tu boca creer en Dios, pero con tu corazón en otro lugar, y aprendes filosofías mundanas de la vida, ¿no sería esto deshacer toda la obra anterior? Por tanto, cuanto más estén las personas en la presencia de Dios, con mayor facilidad serán perfeccionadas por Él. Esta es la senda en la cual el Espíritu Santo hace Su obra. Si no entiendes esto, será imposible que entres en el camino correcto, e impensable que seas perfeccionado por Dios. No serás capaz de tener una vida espiritual normal, y serás como un discapacitado, sólo con tu propio trabajo duro y nada de la obra de Dios. ¿No sería esto algo incorrecto en tu experiencia? No tienes que orar necesariamente para estar en la presencia de Dios; en ocasiones, vienes a Su presencia en tu contemplación de Dios o tu meditación sobre Su obra, o en tu tratamiento de algún problema, y a veces mediante la revelación que recibas en un acontecimiento. La mayoría de las personas preguntan: ¿No estoy en la presencia de Dios, ya que oro con frecuencia? Muchas personas oran interminablemente “en la presencia de Dios”. Las oraciones pueden estar siempre en sus labios, pero ellas no viven realmente en la presencia de Dios. Esta clase de persona sólo puede mantener así su condición de estar en la presencia de Dios. No pueden contactar con Él en su corazón constantemente, o usar el método de la experiencia para venir a la presencia de Dios, ya sea a través de la meditación, la contemplación silenciosa en el corazón, o el contacto con el Dios de sus corazones con su propio corazón por medio de la consideración de la carga de Dios. Ellas ofrecen al cielo oraciones de labios. La mayoría de las personas no tiene a Dios en su corazón, y sólo lo tiene cuando se acerca a Él, pero la mayor parte del tiempo no tiene a Dios en absoluto. ¿No es esta la expresión de no tener a Dios en el propio corazón? Si realmente tienen a Dios, ¿sería probable que hicieran cosas de ladrones o bestias? Si una persona venera realmente a Dios, pondrá su verdadero corazón en contacto con Dios, y sus pensamientos e ideas siempre estarán ocupados por las palabras de Dios. Será improbable que cometan errores en las cosas externas que son capaces de lograr, y no harán nada que se oponga obviamente a Dios. Sólo este es el estándar de ser un creyente.
Himno de la Palabra de Dios | El carácter de Dios es grande y noble
I
La ira de Dios es que la injusticia acosa a la humanidad, que la oscuridad y el mal tienen su ser, y todo lo que ahuyenta a la verdad, y que hay cosas que van contra el bien. Su ira es el símbolo del fin de la maldad, y más aún, el símbolo de Su santidad, el símbolo de Su santidad. El gozo de Dios es que el mundo se llene de justicia y luz, es la destrucción de la oscuridad y el mal. Su gozo es llevar la luz al hombre, y belleza a su vida. Su gozo es justo; es el símbolo de todo lo benévolo, es el símbolo del buen auspicio.
II
Él se entristece porque el hombre, Su esperanza, está en tinieblas, y Su obra no se hace cumplir, porque Su amada humanidad no puede vivir en la luz. Se entristece por los inocentes de la humanidad, por los que son honestos pero no ven, por aquellos que son buenos pero sin convicción. Su pena es el símbolo de Su bondad, de Su compasión, belleza y generosidad. Su gozo es llevar la luz al hombre, y belleza a su vida. Su gozo es justo; es el símbolo de todo lo benévolo, es el símbolo del buen auspicio.
III
Su alegría es vencer al enemigo, el corazón del hombre ganar, abatir el poder de Sus rivales, y toda la humanidad con una vida bella y en paz. Su alegría es distinta de la felicidad normal del hombre, es gozar del fruto que trasciende a la felicidad. Su alegría es el símbolo de que de ahora en más, el hombre ya no sufrirá, y entrará en el mundo de la luz, de la luz, de la luz. El gozo de Dios es que el mundo se llene de justicia y luz. Su gozo es llevar la luz al hombre, y belleza a su vida. Su gozo es justo; es el símbolo de todo lo benévolo. Su gozo es llevar la luz al hombre, y belleza a su vida. Su gozo es justo; es el símbolo de todo lo benévolo, es el símbolo del buen auspicio.
Y, en cualquier momento, independientemente de que sea un entorno duro o favorable, de que seas probado o tentado, de que estés trabajando o no, de que estés viviendo la vida como un individuo o como colectivo, siempre encontrarás oportunidades de ser perfeccionado por Dios, sin perder una sola de ellas. Serás capaz de descubrirlas todas y, de esta forma, habrás encontrado el secreto para experimentar las palabras de Dios.
La Palabra de Dios | Con qué debería estar equipado el pastor adecuado
Debes tener un entendimiento de las muchas condiciones en las que los hombres estarán cuando el Espíritu Santo lleve a cabo la obra en ellos. En particular, quienes se coordinan para servir a Dios deben tener una comprensión incluso mejor de las muchas condiciones ocasionadas por la obra que el Espíritu Santo lleva a cabo en los hombres. Si sólo hablas sobre muchas experiencias y muchas formas de entrar, esto demuestra que tu experiencia es demasiado parcial. Si no conoces tu verdadero estado o no comprendes los principios de la verdad, no es posible lograr un cambio de carácter. Si no conoces los principios de la obra del Espíritu Santo o no comprendes el fruto que produce, será difícil discernir la obra de los espíritus malignos. Debes poner al descubierto la obra de los espíritus malignos y las nociones de los hombres e ir directamente al meollo del asunto; también debes señalar muchas de las desviaciones en la práctica de las personas o sus problemas al creer en Dios para que puedan reconocerlos. Como mínimo, no debes hacer que se sientan negativas o pasivas. Sin embargo, debes entender las dificultades que existen de un modo objetivo para la mayoría de las personas, no debes ser irracional ni “intentar enseñar a cantar a un cerdo”; esa conducta es insensata. Para resolver las muchas dificultades de los hombres, debes entender la dinámica de la obra del Espíritu Santo, cómo la lleva Él a cabo en diferentes personas, las dificultades y las deficiencias de los hombres, identificar los asuntos clave del problema, y llegar a la fuente del mismo sin desviaciones ni errores. Sólo esta clase de persona está cualificada para coordinarse y servir a Dios.
Que seas capaz de comprender los asuntos clave y ver claramente muchas cosas depende de tus experiencias individuales. Tu forma de experimentar afecta a cómo guías a los demás. Si entiendes letras y doctrinas, guías a los demás a entender letras y doctrinas. La forma en que experimentas la realidad de las palabras de Dios es tu forma de guiar a otros a entrar en la realidad de las palabras de Dios. Si eres capaz de entender muchas verdades y ver muchas cosas claramente en las palabras de Dios, entonces eres capaz de guiar a los demás para que entiendan muchas verdades, y aquellos a quienes guíes tendrán un claro entendimiento de las visiones. Si te centras en comprender sentimientos sobrenaturales, aquellos a los que tú guíes también se centrarán en sentimientos sobrenaturales. Si descuidas la práctica, y haces hincapié en el hablar, aquellos a los que tú guíes también se centrarán en hablar, sin práctica y sin transformación algunas en su carácter, y sólo serán entusiastas en apariencia, sin practicar verdad alguna. Todos los hombres proveen a los demás de lo que ellos tienen. El tipo de persona determina la senda a la que guía a los demás, y el tipo de persona determina el tipo de persona a la que guía. Con el fin de ser verdaderamente aptos para ser usados por Dios, no sólo debéis tener determinación, sino que también necesitáis mucho esclarecimiento de Dios, la guía de Sus palabras, el trato de Dios y el refinamiento de Sus palabras. Con base en esto, deberíais prestar atención a vuestras observaciones, pensamientos, reflexiones, conclusiones, absorciones o eliminaciones en tiempos ordinarios. Todas estas son sendas para vuestra entrada en la realidad, y todas ellas son indispensables; esta es la forma en la que Dios lleva a cabo la obra. Si entraras en este método por medio del cual Dios lleva a cabo la obra, tendrás la oportunidad de que Él te perfeccione cada día. Y, en cualquier momento, independientemente de que sea un entorno duro o favorable, de que seas probado o tentado, de que estés trabajando o no, de que estés viviendo la vida como un individuo o como colectivo, siempre encontrarás oportunidades de ser perfeccionado por Dios, sin perder una sola de ellas. Serás capaz de descubrirlas todas y, de esta forma, habrás encontrado el secreto para experimentar las palabras de Dios.
Cuando creas en Dios y vivas Su obra, verás que tu visión de la vida cambiará. Los valores en tu vida, su significado, la base de la existencia, se transformarán por completo. Esta persona es humana de verdad. Quienes son hechos completos vivirán, vivirán por la verdad, vivirán por Dios, vivirán por la justicia. ¡Siempre!
Himno de la Palabra de Dios | La semejanza de una persona de verdad
I
Cuando creas en Dios y vivas Su obra, verás que tu visión de la vida cambiará. Los valores en tu vida, su significado, la base de la existencia, se transformarán por completo. Esta persona es humana de verdad. Quienes son hechos completos vivirán, vivirán por la verdad, vivirán por Dios, vivirán por la justicia. ¡Siempre!
II
Nacerás de nuevo, cambiado por completo, volviéndote en alguien diferente. ¡Qué increíble es! La transformación pone todo al revés. Sentirás que la fama, el dinero, los placeres, la riqueza y la gloria ya no importan. Esta persona es humana de verdad. Quienes son hechos completos vivirán, vivirán por la verdad, vivirán por Dios, vivirán por la justicia. ¡Siempre! ¡Sí!
III
La semejanza de una persona. La semejanza de una persona. La semejanza de una persona. La semejanza de una persona. La semejanza de una persona. La semejanza de una persona. La semejanza de una persona. La semejanza de una persona.
IV
Esta persona (esta persona) es humana de verdad (es humana de verdad). Quienes son hechos completos vivirán, vivirán por la verdad (vivirán por la verdad), vivirán por Dios (vivirán por Dios), vivirán por la justicia. ¡Siempre! (¡Sí!) Esta persona (esta persona) es humana de verdad (es humana de verdad). Quienes son hechos completos vivirán (sí), vivirán por la verdad (vivirán por la verdad), vivirán por Dios (vivirán por Dios), vivirán por la justicia. ¡Siempre! Vivirán por la verdad (vivirán por la verdad), vivirán por Dios (vivirán por Dios), vivirán por la justicia. ¡Siempre! ¡Sí! ¡Siempre!
Hemos tenido alguna enseñanza adicional hoy sobre la autoridad de Dios, y no trataremos en estos momentos la justicia divina, sino que tocaremos un tema totalmente nuevo: la santidad de Dios. Este es otro aspecto más de la esencia única de Dios, por tanto, existe una gran necesidad de comunicar aquí este tema.
La santidad de Dios (I)
Parte 1
Hemos tenido alguna enseñanza adicional hoy sobre la autoridad de Dios, y no trataremos en estos momentos la justicia divina, sino que tocaremos un tema totalmente nuevo: la santidad de Dios. Este es otro aspecto más de la esencia única de Dios, por tanto, existe una gran necesidad de comunicar aquí este tema. Este aspecto de la esencia de Dios del que hablaré, junto con los otros dos aspectos de los que hablamos con anterioridad sobre el carácter justo de Dios y la autoridad de Dios, ¿son todos ellos únicos? (Sí.) La santidad de Dios también es única, de modo que la base de esta unicidad, su raíz, es el tema de nuestra enseñanza de hoy. ¿Lo entendéis? Repetid conmigo: La esencia única de Dios —la santidad de Dios—. (La esencia única de Dios —la santidad de Dios—.) ¿Cómo os sentís en vuestro corazón después de repetir esta frase? Tal vez alguno de vosotros tenga algún recelo y se esté preguntando: “¿Por qué hablar sobre la santidad de Dios?”. No os preocupéis; os lo explicaré despacio. Tan pronto como lo escuchéis sabréis por qué es tan necesario para Mí enseñar sobre este tema.
En primer lugar, definamos el término “santo”. Usando vuestra percepción y a partir de todo el conocimiento que habéis adquirido, ¿qué entendéis por la definición de “santo”? Definídmelo. (“Santo” significa sin mancha, sin nada de la corrupción y de los defectos de la humanidad. Todo lo que irradia, ya sea de pensamiento, en el discurso o en la acción, todo lo que hace es completamente positivo.) Muy bien. (“Santo” es divino, sin contaminar, sin ofensa de parte del hombre. Es único, es el símbolo característico de Dios.) (“Santo” es sin mancha, y es un aspecto del carácter divino y sin ofensa.) Esta es tu definición, ¿verdad? En el corazón de cada persona, este término “santo” tiene un alcance, una definición y una interpretación. Como mínimo, cuando veis la palabra “santo” vuestra mente no está vacía. Tenéis una cierta dimensión para esta palabra, y la interpretación que algunas personas hacen de esta definición se acerca al uso de este término para definir la esencia del carácter de Dios. Esto está muy bien. La mayoría de los seres humanos creen que “santo” es positivo y es algo que podemos afirmar. Sin embargo, no definiremos ni explicaremos meramente la santidad de Dios, de la que os quiero comunicar hoy. En su lugar, usaré algunos hechos para la verificación que te permita ver por qué digo que Dios es santo, y por qué utilizo el término “santo” para describir Su esencia. Para cuando acabemos esta reunión, sentirás que el uso de esta palabra para definir la esencia divina y para referirse a Dios es, a la vez, bien merecido y de lo más apropiado. Como mínimo, hasta donde llegan los idiomas actuales, utilizar este término para referirse a Dios es particularmente apto: es la única palabra del lenguaje humano más adecuada para aludir a Él. No es una palabra vacía cuando se usa en alusión a Dios ni es una alabanza sin razón, ni un cumplido hueco. El propósito de nuestra reunión es permitir que toda persona reconozca la verdad de la existencia de este aspecto de la esencia de Dios. Él no le teme a la comprensión de las personas, sino sólo a sus malentendidos. Él desea que todas las personas conozcan Su esencia, así como lo que Él tiene y es. Así que cada vez que mencionamos un aspecto de Su esencia, podemos apelar a muchos hechos que permitan que las personas vean que este aspecto de ella existe de verdad y que es muy cierta y muy real.
Ahora que tenemos una definición de la palabra “santo”, pongamos algunos ejemplos. En las nociones que tienen las personas, les resulta fácil imaginar muchas cosas y personas “santas”. Por ejemplo, ¿definen los diccionarios de la humanidad a los chicos y chicas vírgenes como santos? ¿De verdad son santos? (No.) ¿Son este presunto “santo” y el “santo” que comunicaremos hoy el mismo? (No.) Considerando a aquellos de entre las personas que tengan una alta moral, con un discurso refinado y culto, que nunca le han hecho daño a nadie, quienes, al hablar, hacen que otros se sientan cómodos y agradables; ¿son santos? ¿Son santos los eruditos confucianos o los caballeros de elevada moral, de verbo y hechos refinados? ¿Son santos aquellos que hacen el bien a menudo, son caritativos y proporcionan gran ayuda a los demás, los que aportan mucho disfrute a la vida de las personas? (No.) ¿Y los que no albergan pensamientos egoístas hacia los demás, que no tienen duras exigencias con respecto a otros, que toleran a cualquiera? ¿Y los que nunca han tenido una disputa con nadie ni se han aprovechado de nadie? ¿Son santos los que trabajan por el bien de otros, los benefician y aportan edificación a los demás de todas las formas? ¿Son santos los que entregan los ahorros de toda su vida a otros y llevan una vida sencilla, que son estrictos consigo mismos, pero tratan a los demás con tolerancia? (No.) Recordad que vuestra madre se preocupaba por vosotros y os cuidaba de todas las maneras concebibles; ¿son santas? Los ídolos que apreciáis, sean personas famosas, estrellas o gente importante, ¿son santos? (No.) Todos ciertamente lo son. Veamos ahora a aquellos profetas en la Biblia que fueron capaces de señalar el futuro desconocido para muchos otros, ¿eran santos esta clase de personas? Los seres humanos que fueron capaces de registrar las palabras de Dios y los hechos de Su obra en la Biblia, ¿eran santos? (No.) ¿Era santo Moisés? ¿Y Abraham? ¿Y Job? (No.) ¿Por qué decís esto? (El término “santo” sólo puede usarse en referencia a Dios.) Dios definió a Job como un hombre justo, ¿por qué se dice que ni siquiera él fue santo? Sentís cierta aprensión aquí, ¿verdad? ¿Realmente no son santos aquellos que temen a Dios y se apartan del mal? ¿Lo son o no? (No.) Vuestra respuesta es negativa, ¿no es así? ¿En qué se basa, pues, vuestra respuesta negativa? (Dios es único.) Esta es una base bien fundada; en realidad, ¡es una base excelente! Estoy descubriendo que tienes una gran capacidad de entender las cosas con rapidez y usar lo aprendido, y que todos vosotros tenéis esta aptitud especial. Sois un poco aprensivos, no sois demasiado seguros y no os atrevéis a decir “No”, pero tampoco osáis contestar “Sí”; por tanto, os veis obligados a responder “No”. Permitidme formular otra pregunta. Los mensajeros de Dios —los mensajeros que Él envía a la tierra—, ¿son santos? (No.) Pensad en ello con cautela. Dad vuestra respuesta una vez que lo hayáis meditado. ¿Son los ángeles santos? (No.) ¿Es santa la humanidad que no ha sido corrompida por Satanás? (No.) Todos respondéis “No” a todas las preguntas. ¿En qué os basáis? ¿Acaso la frase misma que he pronunciado ahora mismo es la razón de que contestéis “No”? Estáis confundido, ¿verdad? Entonces, ¿por qué se afirma que ni los ángeles son santos? En esto os sentís inquietos, ¿no es así? ¿Podéis descubrir, pues, en base a qué afirmamos que las personas, las cosas o los seres no creados antes mencionados no son santos? Estoy seguro de que no sois capaces, ¿verdad? ¿No estaréis siendo, entonces, un tanto irresponsables al responder “No”? ¿No estaréis contestando a la ligera? Algunos están meditando: “La forma en que haces la pregunta nos lleva a pensar que la respuesta debe ser negativa”. No respondáis sin reflexionar. Pensad cuidadosamente si la respuesta es sí o no. Cuando comuniquemos el tema siguiente, sabréis por qué es “No”. En breve os daré la respuesta. Leamos primero algunos versículos.
1. El mandamiento de Jehová Dios al hombre
(Génesis 2:15-17) Y Jehová Dios tomó al hombre y lo colocó en el jardín del Edén para vestirlo y protegerlo. Y Jehová Dios le ordenó y le dijo: De cada árbol del jardín puedes comer libremente, pero no debes comer del árbol del conocimiento del bien y el mal porque el día que comas de él, definitivamente morirás.
2. La serpiente seduce a la mujer
(Génesis 3:1-5) La serpiente era más sutil que cualquier bestia del campo que Jehová Dios había creado. Y le dijo a la mujer: Sí, ¿ha dicho Dios: no debéis comer de cada árbol del jardín? Y la mujer le dijo a la serpiente: Podemos comer del fruto de los árboles del jardín, pero no del fruto de árbol que está en medio del jardín. Dios ha dicho: No comeréis de él ni tampoco lo tocaréis o moriréis. Y la serpiente dijo a la mujer: En verdad, no moriréis, porque Dios sabe que el día que comáis de él, vuestros ojos se abrirán y seréis como dioses, y sabréis lo bueno y lo malo.
¿A qué libro de la Biblia pertenecen estos dos extractos? (Génesis.) ¿Estáis todos familiarizados con estos dos pasajes? Esto es algo que sucedió en el principio, cuando se creó a la humanidad; fue un suceso real. En primer lugar, consideremos qué tipo de mandamiento le dio Jehová Dios a Adán y Eva, ya que el contenido de este mandato es muy importante para nuestro tema de hoy. “Y Jehová Dios le ordenó y le dijo…”. Sigue leyendo el pasaje siguiente. (De cada árbol del jardín puedes comer libremente, pero no debes comer del árbol del conocimiento del bien y el mal porque el día que comas de él, definitivamente morirás). ¿Qué contiene el mandamiento que Dios le dio al hombre en este pasaje? Primeramente, Dios le indica al hombre lo que puede comer, ya que los frutos pertenecen a una diversidad de árboles. No hay peligro ni veneno; se puede comer de todos y a voluntad, sin recelos. Esta es una parte. La otra es una advertencia. ¿De qué árbol se le indica al hombre que no puede comer el fruto? (El árbol del conocimiento del bien y del mal.) No debe comer el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal. ¿Qué ocurrirá si lo hace? (Ciertamente morirá.) Dios le dijo al hombre: Si comes de él, ciertamente morirás. ¿Son estas palabras directas? (Sí.) Si Dios te dijo esto, pero no entendiste el por qué, ¿lo tratarías como una norma o un mandato que debes seguir? Debería obedecerse, ¿o no? Pero sea que el hombre pueda o no seguir esta regla, las palabras de Dios son inequívocas. Dios le dijo al hombre con toda claridad lo que podía comer y lo que no, y qué sucedería si comía lo que no debía. ¿Has visto algo del carácter de Dios en estas breves palabras que Él pronunció? ¿Son estas palabras de Dios ciertas? (Sí.) ¿Hay algún engaño? (No.) ¿Hay alguna falsedad? (No.) ¿Hay algo amenazante? (No.) Dios le dijo al hombre con honestidad, veracidad y sinceridad lo que podía comer y lo que no, abierta y directamente. ¿Hay algún significado oculto en estas palabras? ¿Son estas palabras directas? Su sentido es obvio a primera vista; lo entiendes tan pronto como lo ves. ¿Hay alguna necesidad de conjeturas? (No.) No es necesario adivinar, ¿verdad? Ya está claro como el cristal. En la mente de Dios, lo que Él quiere decir y expresar sale de Su corazón. Las cosas que Dios expresa son limpias, directas y claras. No hay motivos encubiertos ni significados ocultos. Él le habló al hombre directamente, y le dijo qué podía comer y qué no. Es decir, por medio de estas palabras de Dios el hombre puede ver que Su corazón es transparente, verdadero. No hay aquí falsedad alguna, en absoluto: ni se dice que no puedas comer lo que es comestible ni te indica “Hazlo a ver qué ocurre” con las cosas que no puedes comer. ¿Es esto lo que Él quiere decir? (No.) No. Todo lo que Dios piensa en Su corazón es lo que dice. Si digo que Dios es santo, porque se muestra y se revela en estas palabras, de esta forma, podría sentir, en cierto modo, que he hecho una montaña de un grano de arena o que he estirado Mi interpretación y he llegado demasiado lejos. Si es así, no te preocupes, no hemos acabado aún.
Hablemos sobre “La serpiente seduce a la mujer”. ¿Quién es la serpiente? (Satanás.) Satanás interpreta un papel de contraste en el plan de gestión de Dios de seis mil años, y es un papel que no podemos dejar de mencionar cuando hablamos de la santidad de Dios. ¿Por qué digo esto? (Porque Satanás es el representante y el arquitecto de todo lo sórdido y corrupto.) Si no conoces el mal y la corrupción de Satanás ni su naturaleza, entonces no tienes manera alguna de reconocerle ni puedes saber realmente lo que es la santidad. En medio de la confusión, las personas creen que lo que Satanás hace es correcto, porque viven dentro de este tipo de carácter corrupto. Sin contraste, sin nada con qué compararlo, no puedes saber lo que es la santidad; por tanto, es necesario mencionar este tema aquí. No lo hemos arrancado de la nada, sino que sus palabras y sus hechos nos harán ver cómo actúa Satanás, cómo corrompe a la humanidad, qué tipo de naturaleza tiene y cómo es su rostro. ¿Qué fue, pues, lo que esta mujer le dijo a la serpiente? Le relató lo que Jehová Dios le había dicho. A juzgar por sus palabras, ¿confirmó la validez de todo lo que Dios le había indicado? No podía confirmarlo, ¿verdad? Como alguien que acababa de ser creado, no tenía capacidad alguna de discernir el bien del mal ni de reconocer nada a su alrededor. Las palabras que le dirigió a la serpiente nos dice que no había confirmado en su corazón la veracidad de las palabras de Dios; su actitud era escéptica. Por tanto, cuando la serpiente vio que la mujer no tenía una actitud definida hacia el pronunciamiento divino, le dijo: “En verdad, no moriréis, porque Dios sabe que el día que comáis de él, vuestros ojos se abrirán y seréis como dioses, y sabréis lo bueno y lo malo”. ¿Hay algo de malo en estas palabras? (Sí.) ¿Qué es lo que está mal? Lean esta frase. (Y la serpiente dijo a la mujer: En verdad, no moriréis, porque Dios sabe que el día que comáis de él, vuestros ojos se abrirán y seréis como dioses, y sabréis lo bueno y lo malo.) Una vez leído esto, ¿sentís algo? Cuando habéis acabado de leer esta frase, ¿habéis captado algún sentido de las intenciones de la serpiente? (Sí.) ¿Qué intenciones tiene la serpiente? (Tentar al hombre para que cometa pecado.) Quiere tentar a esta mujer para impedirle que preste atención a las palabras de Dios, ¿pero habló directamente? (No.) No lo hizo, de modo que podemos decir que es muy astuta. Expresa su significado de una forma taimada y evasiva, con el fin de lograr su pretendido objetivo, que mantiene oculto del hombre dentro de sí misma; es el ingenio de la serpiente. Satanás siempre ha hablado y actuado de esta forma. Afirma: “no moriréis”, sin confirmar en un sentido o en otro. Sin embargo, al oírlo, ¿se emocionó el corazón de esta ignorante mujer? (Sí.) La serpiente estaba complacida, porque sus palabras habían tenido el efecto deseado; esa era su astuta intención. Además, al prometer un resultado que al hombre le pareció bueno, la sedujo añadiendo: “el día que comáis de él, vuestros ojos se abrirán”. Y ella medita: “¡Que se abran mis ojos es algo bueno!”. La serpiente pronuncia, a continuación, mejores palabras, unas desconocidas para el hombre, palabras que ejercen un gran poder de tentación sobre aquellos que las oyen: “seréis como dioses, y sabréis lo bueno y lo malo”. ¿Son estas palabras fuertemente seductoras para ella? (Sí.) Es como si alguien te dijera: “Tu rostro tiene una forma maravillosa. Con sólo acortar un poco el puente de la nariz, ¡pero si te arreglas eso serás una belleza de nivel mundial!”. Para alguien que nunca ha querido hacerse una cirugía estética, ¿no se emocionaría su corazón oyendo estas palabras? (Sí.) ¿Son, pues, estas palabras seductoras? ¿Te resulta tentadora esta seducción? ¿Te pone a prueba? (Sí.) ¿Dice Dios cosas como estas? (No.) ¿Había algún indicio de esto en las palabras de Dios que acabamos de considerar? (No.) ¿Por qué? ¿Acaso dice Dios lo que piensa en Su corazón? ¿Puede el hombre ver el corazón de Dios a través de Sus palabras? (Sí.) Pero cuando la serpiente hubo dirigido estas palabras a la mujer, ¿pudiste ver su corazón? (No.) Y, a causa de la ignorancia del hombre, fueron fácilmente seducidos por las palabras de la serpiente, fácilmente enganchados, fácilmente dirigidos. Dime, ¿fuiste capaz de ver las intenciones de Satanás? ¿Pudiste ver el propósito subyacente a lo que dijo? ¿Lograste ver su trama y su astuto esquema? (No.) ¿Qué tipo de carácter representa la forma en que habla Satanás? ¿Qué tipo de esencia has visto en él a través de esas palabras? (Maldad.) El mal. ¿Es insidioso? Quizás externamente te sonríe o no revela expresión alguna. Pero en su corazón está calculando cómo conseguir su objetivo, y es precisamente este objetivo el que tú eres incapaz de ver. Entonces te seducen todas las promesas que te hace, todas las ventajas de las que habla. Las ves como algo bueno y sientes que lo que afirma es más útil, más importante que lo que Dios afirma. Cuando esto sucede, ¿no se convierte el hombre en un prisionero sumiso? (Sí.) ¿No es, pues, diabólico este medio que utiliza Satanás? Te dejas hundir muy abajo. Sin mover un solo dedo, con estas dos frases estás feliz de seguir con ello, de acatarlo. Ha conseguido su objetivo. ¿No es así? (Sí.) ¿Acaso no es siniestra esta intención? ¿Acaso no es este el rostro más primario de Satanás? (Sí.) De las palabras de Satanás el hombre puede ver sus motivos siniestros, ver su abominable rostro y ver su esencia. ¿No es esto así? (Sí.) Al comparar estas frases, sin analizarlas podrías sentir como si las palabras de Jehová fueran aburridas, corrientes y comunes, que no merecieran armar un escándalo para alabar la sinceridad de Dios. Sin embargo, cuando tomamos las palabras de Satanás y su abominable rostro, y los usamos a modo de contraste, ¿llevan los pronunciamientos de Dios mucho peso para la gente de hoy? (Sí.) Por medio de este contraste, el hombre puede sentir la pura impecabilidad de Dios. ¿Estoy en lo cierto cuando digo esto? (Sí.) Cada palabra que Satanás profiere, así como sus motivos, sus intenciones y su forma de hablar, todo ello está adulterado. ¿Cuál es la característica principal de su forma de hablar? Utiliza el equívoco para seducirte sin dejar que lo veas y sin permitir que disciernas cuál es su objetivo; te deja morder el anzuelo haciendo que lo alabes y que cantes sus méritos. ¿Es este el caso? (Sí.) ¿No es esta la estratagema constante de Satanás? (Sí.)
A través de las eras con Dios, ¿quién ha sabido que Él gobierna el destino de todo ser vivo, que lo orquesta todo y lo guía todo? La mente humana lo ha eludido, no porque Sus hechos sean vagos o Su plan no ha sido realizado. Es que el espíritu y el corazón del hombre están lejos de Dios.
Himno de la Palabra de Dios | El dolor de la humanidad corrupta
I
A través de las eras con Dios, ¿quién ha sabido que Él gobierna el destino de todo ser vivo, que lo orquesta todo y lo guía todo? La mente humana lo ha eludido, no porque Sus hechos sean vagos o Su plan no ha sido realizado. Es que el espíritu y el corazón del hombre están lejos de Dios. Aunque el hombre siga a Dios, es incapaz de ver, sigue al servicio de Satanás. Nadie busca las huellas de Dios ni Su aparición. No desean Su cuidado y custodia. Pero están dispuestos a depender del maligno para adaptarse a este mundo y sus creencias. El espíritu y el corazón del hombre caen en manos de Satanás, y se convierten en el sustento que lo alimenta, y se convierten en el sustento que lo alimenta.
II
El espíritu y el corazón del hombre son ahora morada de Satanás, donde se recrea a su antojo. Y se desvanece el conocimiento humano ya no ven su sentido ni valor, ni el significado de ser humano. Nadie busca ya a Dios, los corazones ignoran las leyes y el pacto con Dios. El tiempo pasa y ¿quién puede decir, quién puede entender por qué Dios creó a la raza humana? Nadie comprende las palabras que pronuncia Dios. No perciben todo lo que viene de Él. Se resisten a sus leyes y decretos, se insensibilizan sus corazones. Dios pierde al hombre que creó, se pierde la raíz del hombre. Este es el trágico dolor de la humanidad, de ahí el trágico dolor de la humanidad.
¡Ha sonado el conmovedor himno del reino, que anuncia al universo entero la llegada de Dios entre los hombres! ¡El reino de Dios ha llegado! ¡Todos los pueblos se alegran, todas las cosas se regocijan! Cuanto hay de un extremo al otro de los cielos es un derroche de algarabía. ¿Qué cautivadoras escenas de júbilo son estas?
Coro Cristiano | «Himno Del Reino: El Reino Ha Descendido al Mundo» Fragmentos destacados I: Una celebración del reino
¡Ha sonado el conmovedor himno del reino, que anuncia al universo entero la llegada de Dios entre los hombres! ¡El reino de Dios ha llegado! ¡Todos los pueblos se alegran, todas las cosas se regocijan! Cuanto hay de un extremo al otro de los cielos es un derroche de algarabía. ¿Qué cautivadoras escenas de júbilo son estas?
Entre los hombres, que viven en el dolor y han soportado milenios de corrupción satánica, ¿quién no ansía la llegada de Dios, quién no la anhela? ¿Cuántos creyentes y seguidores de Dios de todos los tiempos han soportado el sufrimiento y la adversidad, la persecución y la alienación por la influencia de Satanás? ¿Quién no espera la pronta venida del reino de Dios? Tras saborear las alegrías y tristezas de la humanidad, ¿qué ser humano no desea que la verdad y la justicia ostenten el poder entre los hombres?
Cuando venga el reino de Dios, ¡por fin llegará el día esperado con ansia por todos los pueblos y naciones! En ese momento, ¿qué escenas se darán entre todas las cosas del cielo y la tierra? ¿Cuán hermosa será la vida en el reino? Con “Himno del reino: El reino ha descendido al mundo”, ¡se harán realidad las oraciones de miles de años!