Himno cristiano 2019 | El Hijo del hombre encarnado es Dios mismo

Cuando la divinidad de Dios se hizo carne y sangre,

Su presencia fue menos difusa

y el hombre se pudo acercar a Dios.

Pudo captar la voluntad de Dios y entender Su divinidad

por las palabras, actos y obras del Hijo del hombre.

Himno cristiano 2019 | El Hijo del hombre encarnado es Dios mismo

I

Cuando la divinidad de Dios se hizo carne y sangre,

Su presencia fue menos difusa

y el hombre se pudo acercar a Dios.

Pudo captar la voluntad de Dios y entender Su divinidad

por las palabras, actos y obras del Hijo del hombre.

Con Su humanidad,

el Hijo del hombre expresó la voluntad y divinidad de Dios,

y al mostrar Su voluntad y carácter,

reveló a la gente el Dios en el reino espiritual,

que no se puede ver ni tocar.

Vieron a un Dios de carne y hueso.

II

Así, el Hijo del hombre encarnado

hizo que el carácter de Dios, la identidad, y mucho más, sean humanos y tangibles.

Ya sea Su humanidad o divinidad,

no podemos negar que Él es el estado y la identidad de Dios.

Con Su humanidad,

el Hijo del hombre expresó la voluntad y divinidad de Dios,

y al mostrar Su voluntad y carácter,

reveló a la gente el Dios en el reino espiritual,

que no se puede ver ni tocar.

Vieron a un Dios de carne y hueso.

III

Durante ese tiempo, Dios obró y habló encarnado.

Con la identidad del Hijo del hombre,

se presentó ante la humanidad,

la cual pudo conocer las palabras y la obra de Dios,

con la humildad le mostró Su grandeza y divinidad.

El hombre siente y comprueba la realidad de Dios;

el hombre capta lo que significa.

Con Su humanidad,

el Hijo del hombre expresó la voluntad y divinidad de Dios,

y al mostrar Su voluntad y carácter,

reveló a la gente el Dios en el reino espiritual,

que no se puede ver ni tocar.

Vieron a un Dios de carne y hueso.

IV

Aunque la obra, las formas y el hablar del Señor Jesús

eran distintos de la persona real de Dios en el reino del espíritu,

Él era Dios como nunca antes se había visto.

Esto no se puede negar, no se puede negar.

Con Su humanidad,

el Hijo del hombre expresó la voluntad y divinidad de Dios,

y al mostrar Su voluntad y carácter,

reveló a la gente el Dios en el reino espiritual,

que no se puede ver ni tocar.

Vieron a un Dios de carne y hueso.

De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”

Fuente: Iglesia de Dios Todopoderoso

Sólo si cambia tu carácter puedes realmente obedecer a Dios

Himno de la Palabra de Dios | Sólo si cambia tu carácter puedes realmente obedecer a Dios

I
Un cambio en el carácter significa que uno ama y acepta la verdad, conoce su naturaleza que resiste a Dios. Él entiende la corrupción y engaño del hombre. Ama la verdad, acepta el juicio de la palabra de Dios, pasa por el sufrimiento y la refinación, los venenos de Satanás límpiate. Este es un cambio de carácter. Él viene a saber cuán pobre y lastimoso puede ser el hombre. Él entiende la esencia y la naturaleza del hombre. Él viene a saber cuán pobre y lastimoso puede ser el hombre. Él entiende la esencia y la naturaleza del hombre.
II
Él puede vivir por la palabra de Dios, practicar la palabra en todo. Él conoce a Dios y ha transformado su carácter. Ama la verdad, acepta el juicio de la palabra de Dios, pasa por el sufrimiento y la refinación, los venenos de Satanás límpiate. Este es un cambio de carácter. Él viene a saber cuán pobre y lastimoso puede ser el hombre. Él entiende la esencia y la naturaleza del hombre. Él viene a saber cuán pobre y lastimoso puede ser el hombre. Él entiende la esencia y la naturaleza del hombre.
III
Sabiendo esto (sabiendo esto), él puede negar (puede negar), abandonarse por completo. Sabiendo esto (sabiendo esto), él puede negar (puede negar), abandonarse por completo. Sabiendo esto (sabiendo esto), él puede negar (pude negar), abandonarse por completo, abandonarse por completo. Él viene a saber cuán pobre y lastimoso puede ser el hombre. Él entiende la esencia y la naturaleza del hombre. Él viene a saber cuán pobre y lastimoso puede ser el hombre. Él entiende la esencia y la naturaleza del hombre.

De «La Palabra manifestada en carne«