La Palabra de Dios | Dios mismo, el único (I) La autoridad de Dios (I) (Fragmento 3)

La Palabra de Dios | Dios mismo, el único (I) La autoridad de Dios (I) (Fragmento 3)

Dios Todopoderoso dice: “Inseparable de su malvada esencia, independientemente de lo ‘poderoso’, lo audaz y ambicioso que sea, de lo grande que sea su capacidad de infligir daño, del amplio espectro de las técnicas con las que corrompe y atrae al hombre, lo ingeniosos que sean los trucos y las artimañas con las que intimida al hombre y de lo cambiante que sea la forma en la que existe, nunca ha sido capaz de crear una simple cosa viva ni de establecer leyes o normas para la existencia de todas las cosas, ni de gobernar y controlar ningún objeto, animado o inanimado. A lo largo de la inmensa expansión del universo, no existe una sola persona u objeto que hayan nacido de él, o que existan por él; no hay una sola persona u objeto gobernados o controlados por él. Por el contrario, no sólo tiene que vivir bajo el dominio de Dios, sino que, además, debe obedecer todas Sus órdenes y Sus mandatos. Sin el permiso divino, le resulta difícil incluso tocar una gota de agua o un grano de arena sobre la tierra; ni siquiera es libre para mover a las hormigas sobre la tierra, y mucho menos a la humanidad creada por Dios. A los ojos de Dios, Satanás es inferior a los lirios del campo, a las aves que vuelan en el aire, a los peces del mar y a los gusanos de la tierra. Su papel, entre todas las cosas, es servirlas, trabajar para la humanidad, y servir a la obra de Dios y Su plan de gestión. Independientemente de lo maligna que es su naturaleza y lo malvado de su sustancia, lo único que puede hacer es respetar sumisamente su función: estar al servicio de Dios, y proveer un contraste para Él. Tales son la esencia y la posición de Satanás. Su sustancia está desconectada de la vida, del poder, de la autoridad; ¡es un simple juguete en las manos de Dios, tan sólo una máquina a Su servicio!”.

Fuente: Iglesia de Dios Todopoderoso

Dios Todopoderoso reina como Rey

Himno de la Palabra de Dios | Dios Todopoderoso reina como Rey

I
¡Qué hermosos Sus pies en el monte de los Olivos! Escuchad: nosotros los vigilantes juntos, cantamos fuerte, ya que Dios ha vuelto a Sión. ¡De Jerusalén hemos visto la desolación! Cantamos de alegría por el consuelo de Dios, y por la salvación de Jerusalén. Ante las naciones Dios muestra Su santo brazo, aparece como es. Los pueblos del mundo ven la salvación de Dios. Tu amor nos abraza fuerte, Tus santas palabras nos atraviesan una y otra vez. ¡Dios Todopoderoso! ¡Gracias a Ti, alabado Tú seas! ¡Eterno Padre, Príncipe de la Paz! ¡Dios Todopoderoso! ¡Gracias a Ti, alabado Tú seas! ¡Eterno Padre, Príncipe de la Paz, sobre todos reina Dios! ¡Sobre todos reina Dios! ¡Sobre todos reina Dios! ¡Sobre todos reina Dios!
II
Desde el trono de Dios Todopoderoso, se envían los siete Espíritus a todas las iglesias. Se revelan Tus misterios. En Tu trono de gloria reinas. Con justicia y virtud fortaleces Tu reino. Las naciones, todas ante Ti se inclinan. Dios Todopoderoso, y aparece como es. Juntos, cantamos fuerte. Dios Todopoderoso nos muestra Su santo brazo, aparece como es. Los pueblos del mundo ven la salvación de Dios. Tu amor nos abraza fuerte, Tus santas palabras nos atraviesan una y otra vez. ¡Dios Todopoderoso! ¡Gracias a Ti, alabado Tú seas! ¡Eterno Padre, Príncipe de la Paz! ¡Dios Todopoderoso! ¡Gracias a Ti, alabado Tú seas! ¡Eterno Padre, Príncipe de la Paz, sobre todos reina Dios! ¡Sobre todos reina Dios! ¡Sobre todos reina Dios! ¡Sobre todos reina Dios!
III
La oscuridad cubre las tierras, cubre a la gente. Pero Tú, mi Dios, apareces y nos iluminas, nos manifiestas Tu gloria. Las naciones y los reyes alcanzan Tu bella luz. Alzas la vista alrededor. Tus hijos llegan a Ti desde lejos. Tus hijas vienen también, llevadas en Tus brazos, Nos guías adelante en la senda a Tu reino. Y nuestra salvación, los pueblos del mundo ven la salvación de Dios. Tu amor nos abraza fuerte, Tus santas palabras nos atraviesan una y otra vez. ¡Dios Todopoderoso! ¡Gracias a Ti, alabado Tú seas! ¡Eterno Padre, Príncipe de la Paz! ¡Dios Todopoderoso! ¡Gracias a Ti, alabado Tú seas! ¡Eterno Padre, Príncipe de la Paz, sobre todos reina Dios! ¡Sobre todos reina Dios! ¡Sobre todos reina Dios! ¡Sobre todos reina Dios!
IV
Con el corazón sincero, sereno y fiel, te admiramos, de Ti damos testimonio, te elevamos, te alabamos. Nos erigimos en unidad y armonía. Haznos agradables para Ti, válidos para que nos uses Dios. Hágase en la tierra Tu voluntad, sin que te pare ninguna fuerza. Has aflojado el fajín de los reyes, y así las puertas de sus ciudades abiertas para Ti estarán y nunca más se cerrarán. Tu luz de gloria ha venido brillando adelante. ¡Dios Todopoderoso! ¡Gracias a Ti, alabado Tú seas! ¡Eterno Padre, Príncipe de la Paz! ¡Dios Todopoderoso! ¡Gracias a Ti, alabado Tú seas! ¡Eterno Padre, Príncipe de la Paz, sobre todos reina Dios! ¡Sobre todos reina Dios! ¡Sobre todos reina Dios! ¡Sobre todos reina Dios!

De «La Palabra manifestada en carne»

Fuente: Iglesia de Dios Todopoderoso