Himno de la Palabra de Dios | Nadie puede comprender la autoridad y el poder de Dios
I
Una vez que Dios ha hablado, Su autoridad toma el control y lo que ha prometido paso a paso cumplirá. Todo empieza a cambiar en todo alrededor. Estos son los milagros de las manos del Creador. Como cuando llega la primavera, y todo florece, las aves cantan; la gente llena los campos. El poder de Dios y Su autoridad no tienen restricción de tiempo, lugar o persona, ni de situación. Su autoridad y poder, nadie lo puede imaginar. Imposible de descifrar y del todo comprender.
II
Cuando Dios cumple Su promesa, todo en el cielo y la tierra se renueva y cambia de acuerdo a Su voluntad. Cuando Él da Su promesa, todo sirve a su cumplimiento. Todas las criaturas bajo Su dominio están. Cada una hace su parte; todas cumplen su función. Esto manifiesta la autoridad de Dios. Como cuando llega la primavera, y todo florece, las aves cantan; la gente llena los campos. El poder de Dios y Su autoridad no tienen restricción de tiempo, lugar o persona, ni de situación. Su autoridad y poder, nadie lo puede imaginar. Imposible de descifrar y del todo comprender.
III
Cada muestra de Su autoridad es demostración perfecta de las palabras que Él dice, mostradas al hombre y toda la creación. Todo realizado por Su autoridad, belleza sin comparación y absoluta perfección. Como cuando llega la primavera, y todo florece, las aves cantan; la gente llena los campos. El poder de Dios y Su autoridad no tienen restricción de tiempo, lugar o persona, ni de situación. Su autoridad y poder, nadie lo puede imaginar. Imposible de descifrar y del todo comprender.
IV
Sus palabras, Su obra, Sus pensamientos y autoridad, forman una imagen, hermosa, sin comparación. Para todo ser creado, ningún idioma humano es capaz de explicar su valor e importancia. El poder de Dios y Su autoridad no tienen restricción de tiempo, lugar o persona, ni de situación. Su autoridad y poder, nadie lo puede imaginar. Imposible de descifrar y del todo comprender.
De «La Palabra manifestada en carne»
Fuente: Iglesia de Dios Todopoderoso