Las declaraciones de Dios al universo entero: La vigésima declaración

Las riquezas de Mi familia son innumerables e inconmensurables, sin embargo, el hombre no ha venido a Mí para disfrutar de ellas. Él es incapaz de disfrutar de ellas por sí mismo ni de protegerse a sí mismo mediante su propio esfuerzo; en vez de ello, siempre ha puesto su confianza en los demás.

Palabra de Dios | Las declaraciones de Dios al universo entero: La vigésima declaración

Las riquezas de Mi familia son innumerables e inconmensurables, sin embargo, el hombre no ha venido a Mí para disfrutar de ellas. Él es incapaz de disfrutar de ellas por sí mismo ni de protegerse a sí mismo mediante su propio esfuerzo; en vez de ello, siempre ha puesto su confianza en los demás. De todos aquellos a quienes he mirado, ninguno me ha buscado deliberada y directamente. Vienen ante Mí a instancias de otros, imitan a la mayoría, y no están dispuestos a pagar el precio ni a emplear el tiempo para enriquecer sus vidas. Por lo tanto, entre los hombres, ninguno ha vivido jamás en la realidad, y todas las personas viven vidas que no tienen sentido. Debido a las costumbres y maneras de los hombres establecidas por largo tiempo, los cuerpos de toda la gente están impregnados con el olor del barro de la tierra. Continuar leyendo «Las declaraciones de Dios al universo entero: La vigésima declaración»

Película evangélica «¡Hijo, vuelve a casa!» Escena 4

Muchos jóvenes adictos a internet quieren dejar los videojuegos, pero jamás son capaces de controlarse. Después de reiterados fracasos, se desaniman y decepcionan, y creen que no tienen esperanzas de dejar los videojuegos. En este fragmento de película, un grupo de cristianos dan cuenta de sus experiencias y testimonios sobre cómo lograron dejar los videojuegos tras conseguir creer en Dios…

Película cristiana «¡Hijo, vuelve a casa!» Escena 4 – Experiencias y testimonios de haber superado felizmente la adicción a los videojuegos tras creer en Dios

Muchos jóvenes adictos a internet quieren dejar los videojuegos, pero jamás son capaces de controlarse. Después de reiterados fracasos, se desaniman y decepcionan, y creen que no tienen esperanzas de dejar los videojuegos. En este fragmento de película, un grupo de cristianos dan cuenta de sus experiencias y testimonios sobre cómo lograron dejar los videojuegos tras conseguir creer en Dios

Fuente: Relámpago Oriental