Canción cristiana 2019 | «Venid a sion en alabanza» Alabar que el Salvador Jesús ha regresado

¡Venid a Sion en alabanza, Sion en alabanza!

¡Venid a Sion en alabanza, en alabanza!

¡Venid a Sion en alabanza! La morada de Dios ha aparecido.

Todos cantan alabanzas a Su santo nombre que se extiende por doquier.

¡Dios! Eres nuestro Redentor, Cristo de los últimos días,

el Sol brillante que asciende del monte Sion,

el más majestuoso del universo.

¡Dios Todopoderoso!

Todos te alabamos, cantamos y bailamos.

El Rey del universo.

Himno de adoración 2019 | «Venid a sion en alabanza» Alabar que el Salvador Jesús ha regresado

¡Venid a Sion en alabanza, Sion en alabanza!

¡Venid a Sion en alabanza, en alabanza!

¡Venid a Sion en alabanza! La morada de Dios ha aparecido.

Todos cantan alabanzas a Su santo nombre que se extiende por doquier.

¡Dios! Eres nuestro Redentor, Cristo de los últimos días,

el Sol brillante que asciende del monte Sion,

el más majestuoso del universo.

¡Dios Todopoderoso!

Todos te alabamos, cantamos y bailamos.

El Rey del universo.

I

Has formado a un grupo de vencedores,

has cumplido el plan de gestión de Dios.

¡Todos deben volver a esta montaña, arrodillarse ante Tu trono!

Eres el único y verdadero Dios; eres glorioso y honorable.

¡Toda la gloria, alabanza y autoridad pertenecen a Tu trono!

La fuente de la vida fluye de Tu trono,

regando, alimentando a Tu pueblo,

cambiando nuestras vidas cada día.

Nueva luz nos revela cosas nuevas sobre Dios.

¡Venid a Sion en alabanza! La morada de Dios ha aparecido.

Todos cantan alabanzas a Su santo nombre que se extiende por doquier.

¡Dios! Eres nuestro Redentor, Cristo de los últimos días,

el Sol brillante que asciende del monte Sion,

el más majestuoso del universo.

¡Dios Todopoderoso!

Todos te alabamos, cantamos y bailamos.

El Rey del universo.

II

Confirma al verdadero Dios a través de la experiencia.

Sus palabras aparecen constantemente en la gente adecuada.

¡Somos tan bendecidos!

Cara a cara con Dios a diario, comunícate con Él.

Deja que lo decida todo.

Pon tus pensamientos en Sus palabras.

Nuestros corazones están en paz dentro de Dios.

Su luz la recibimos delante de Dios.

Siempre nos diferencia el bien del mal.

¡Venid a Sion en alabanza! La morada de Dios ha aparecido.

Todos cantan alabanzas a Su santo nombre que se extiende por doquier.

¡Dios! Eres nuestro Redentor, Cristo de los últimos días,

el Sol brillante que asciende del monte Sion,

el más majestuoso del universo.

¡Dios Todopoderoso!

Todos te alabamos, cantamos y bailamos.

El Rey del universo.

III

Las palabras de Dios son la aguja que tira de la hebra.

Las cosas escondidas dentro aparecen una tras otra.

Comunícate con Él, no te demores.

Pensamientos e ideas expuestos delante de Dios.

Viviendo cada instante, experimentando el juicio ante el trono, el trono de Cristo.

Todavía Satanás usurpa cada parte de nuestros cuerpos.

Para recuperar la autoridad de Dios, debemos limpiar Su templo.

Para ser poseído enteramente, poseído por Dios,

hay que librar una batalla, una batalla de vida o muerte.

Crucifiquemos a nuestro antiguo yo,

y el Cristo resucitado podrá volver, podrá volver a reinar.

¡Ahora el Espíritu Santo se dirige hacia nosotros para librar una batalla!

Mientras nos sacrifiquemos y cooperemos con Dios.

Dios siempre hará brillar Su luz para purificarnos por dentro

y reconquistar lo poseído, lo poseído por Satanás

para poder completarnos.

No perdáis tiempo. ¡Vivid, vivid en las palabras de Dios!

Sed edificados con todos los santos, sed traídos a Su reino

y entrad en la gloria, en la gloria con Dios.

¡Venid a Sion en alabanza! La morada de Dios ha aparecido.

Todos cantan alabanzas a Su santo nombre que se extiende por doquier.

¡Dios! Eres nuestro Redentor, Cristo de los últimos días,

el Sol brillante que asciende del monte Sion,

el más majestuoso del universo.

¡Dios Todopoderoso!

Todos te alabamos, cantamos y bailamos.

El Rey del universo.

¡Venid a Sion en alabanza, Sion en alabanza!

¡Venid a Sion en alabanza, en alabanza!

De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”

Fuente: Relámpago Oriental

Recomendación:La venida de Cristo

8. ¿Cómo la encarnación de Dios para la realización de Su obra de juicio pone fin a la creencia de la humanidad en el Dios vago y a la era oscura del dominio de Satanás?

Bible Verses for Reference:

Y acontecerá en los postreros días, que el monte de la casa del Señor será establecido como cabeza de los montes; se alzará sobre los collados, y confluirán a él todas las naciones. Vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob; para que nos enseñe acerca de sus caminos, y andemos en sus sendas.

Bible Verses for Reference:

Y acontecerá en los postreros días, que el monte de la casa del Señor será establecido como cabeza de los montes; se alzará sobre los collados, y confluirán a él todas las naciones. Vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob; para que nos enseñe acerca de sus caminos, y andemos en sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra del Señor. Juzgará entre las naciones, y hará decisiones por muchos pueblos. Forjarán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra. Casa de Jacob, venid y caminemos a la luz del Señor (Isaías 2:2-5).

[…] diciendo: Te damos gracias, oh Señor Dios Todopoderoso, el que eres y el que eras, porque has tomado tu gran poder y has comenzado a reinar. Y las naciones se enfurecieron, y vino tu ira y llegó el tiempo de juzgar a los muertos y de dar la recompensa a tus siervos los profetas, a los santos y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra (Apocalipsis 11:17-18).

Palabras relevantes de Dios:

La llegada del Dios encarnado de los últimos días ha puesto fin a la Era de la Gracia. Él ha venido principalmente a hablar Sus palabras, a usar palabras para perfeccionar al hombre, para iluminarlo y esclarecerlo, y eliminar el lugar del Dios vago en su corazón. Esta no es la etapa de la obra que Jesús realizó cuando vino. Cuando Él vino, hizo muchos milagros, sanó a los enfermos y echó fuera demonios, y realizó la obra de redención de la crucifixión. Como consecuencia, en sus conceptos, el hombre cree que así es como Dios debería ser. Porque cuando Jesús vino, no llevó a cabo la obra de eliminar la imagen del Dios vago del corazón del hombre; cuando vino, fue crucificado, sanó a los enfermos y echó fuera demonios, y difundió el evangelio del reino de los cielos. En un aspecto, la encarnación de Dios durante los últimos días elimina el lugar ocupado por el Dios vago en los conceptos del hombre, de tal forma que la imagen del mismo ya no está más en su corazón. Por medio de Sus palabras y Su obra reales, de Su movimiento por todas las tierras, y de la obra excepcionalmente real y normal que realiza entre los hombres, Él hace que estos lleguen a conocer la realidad de Dios y elimina el lugar del Dios vago en el corazón de los hombres. En otro aspecto, Dios usa las palabras habladas por Su carne para hacer completo al hombre, y cumplir todas las cosas. Esta es la obra que Dios cumplirá durante los últimos días.

de ‘Conocer la obra de Dios hoy’ en “La Palabra manifestada en carne”

Sólo hoy, cuando vengo personalmente en medio del hombre y hablo Mis palabras, el hombre tiene un poco de conocimiento de Mí, eliminando el sitio para “Mí” en sus pensamientos, creando en su lugar otro para el Dios práctico en su conciencia. El hombre tiene nociones y está lleno de curiosidad; ¿quién no querría ver a Dios? ¿Quién no querría encontrarse con Él? No obstante, la única cosa que ocupa un lugar definido en el corazón del hombre es el Dios que este siente que es confuso y abstracto. ¿Quién se daría cuenta de esto si Yo no se lo dijera claramente? ¿Quién creería verdaderamente que Yo existo realmente? ¿Seguro sin un atisbo de duda? Existe una inmensa diferencia entre el “Mi” en el corazón del hombre y el “Mi” de la realidad, y nadie es capaz de establecer comparaciones entre ellos. Si Yo no me hubiera hecho carne, el hombre nunca me habría conocido, e incluso si hubiera llegado a hacerlo, ¿no seguiría siendo tal conocimiento una noción? […]

[…] Como el hombre ha sido tentado y corrompido por Satanás, como ha sido absorbido por el pensamiento de nociones, me he hecho carne con el fin de conquistar personalmente a toda la humanidad, descubrir todas las nociones del hombre y destrozar su pensamiento. Como consecuencia, este ya no se pavonea delante de Mí ni me sirve más usando sus propios conceptos; por consiguiente, el “Mí” de sus nociones se descarta completamente.

de ‘La undécima declaración’ de las declaraciones de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne”

Para todos aquellos que viven en la carne, cambiar su carácter requiere metas que perseguir, y conocer a Dios exige ser testigos de los hechos reales y del rostro real de Dios. Ambas cosas sólo las puede lograr la carne encarnada de Dios y sólo las puede conseguir la carne normal y real. Por esta razón, la encarnación es necesaria y toda la humanidad corrupta la necesita. Ya que a las personas se les pide que conozcan a Dios, las imágenes de Dioses ambiguos y sobrenaturales deben ser disipadas de sus corazones, y ya que se les pide que desechen su carácter corrupto, primero deben conocer su carácter corrupto. Si el hombre sólo hace la obra para disipar las imágenes de los Dioses vagos de los corazones de las personas, entonces fracasará en conseguir el efecto correcto. Las imágenes de los Dioses ambiguos que están en los corazones de las personas no se pueden exponer, desechar o expulsar por completo sólo con palabras. Al hacerlo así, a la larga no será posible disipar estas cosas que están profundamente arraigadas en las personas. Sólo el Dios práctico y la verdadera imagen de Dios pueden reemplazar estas cosas vagas y sobrenaturales para permitirles a las personas conocerlas poco a poco, y sólo de esta manera se puede lograr el efecto debido. El hombre reconoce que el Dios al que buscó en tiempos pasados es ambiguo y sobrenatural. Lo que puede lograr este efecto no es la guía directa del Espíritu, mucho menos las enseñanzas de un cierto individuo, sino el Dios encarnado. Las nociones del hombre se ponen al descubierto cuando el Dios encarnado hace de manera oficial Su obra, porque la normalidad y la realidad del Dios encarnado es la antítesis del Dios ambiguo y sobrenatural que hay en la imaginación del hombre. Las nociones originales del hombre sólo se pueden revelar por medio de su contraste con el Dios encarnado. Sin la comparación con el Dios encarnado, las nociones del hombre no se podrían revelar; en otras palabras, sin el contraste con la realidad las cosas vagas no se podrían revelar. Nadie es capaz de usar palabras para hacer esta obra y nadie es capaz de articular esta obra usando palabras. Sólo Dios mismo puede hacer Su propia obra y nadie más puede hacer esta obra en Su nombre. No importa qué tan rico sea el lenguaje del hombre, es incapaz de articular la realidad y la normalidad de Dios. El hombre sólo puede conocer a Dios de una manera más práctica y sólo lo puede ver con mayor claridad si Dios personalmente obra entre los hombres y muestra por completo Su imagen y Su ser. Este efecto no lo puede lograr ningún hombre carnal. Por supuesto, el Espíritu de Dios también es incapaz de lograr este efecto.

de ‘La humanidad corrupta está más necesitada de la salvación del Dios hecho carne’ en “La Palabra manifestada en carne”

Lo mejor de Su obra en la carne es que Él puede dejar palabras y exhortaciones exactas y Su voluntad precisa para la humanidad para los que lo siguen, para que después Sus seguidores puedan, de una manera más exacta y más concreta, transmitir toda Su obra en la carne y Su voluntad a toda la humanidad para los que aceptan este camino. Sólo la obra de Dios en la carne entre los hombres logra realmente el hecho de que Dios esté y viva junto con el hombre. Sólo esta obra cumple el deseo del hombre de contemplar el rostro de Dios, de ser testigo de la obra de Dios, y de escuchar la palabra personal de Dios. El Dios encarnado da fin a la época cuando sólo la espalda de Jehová aparecía a la humanidad y también concluye la época en que la humanidad tenía la creencia en el Dios ambiguo. En particular, la obra del último Dios encarnado trae a toda la humanidad a una época más realista, más práctica y más agradable. Él no sólo concluye la época de la ley y la doctrina; de mayor importancia aún, revela a la humanidad un Dios que es real y normal, que es justo y santo, que abre la obra del plan de gestión y demuestra los misterios y el destino de la humanidad, que creó a la humanidad y da fin a la obra de gestión y que ha permanecido oculto por miles de años. Da fin por completo a la época de ambigüedad y concluye la época en la que toda la humanidad deseaba buscar el rostro de Dios pero no era capaz de hacerlo, termina la época en la que toda la humanidad servía a Satanás y guía a toda la humanidad hasta el final a una era completamente nueva. Todo esto es el resultado de la obra de Dios en la carne en vez de la del Espíritu de Dios. Cuando Dios obra en Su carne, los que lo siguen ya no buscan y andan a tientas por esas cosas vagas y ambiguas y dejan de adivinar la voluntad del Dios ambiguo. […] El Espíritu no es palpable para el hombre y es invisible para el hombre, y la obra del Espíritu es incapaz de dejarle al hombre cualquier otra prueba o hechos de la obra de Dios. El hombre nunca contemplará el verdadero rostro de Dios y siempre creerá en un Dios ambiguo que no existe. El hombre nunca contemplará el rostro de Dios ni nunca escuchará las palabras que Dios habló personalmente. Las imaginaciones del hombre son, después de todo, huecas y no pueden reemplazar el verdadero rostro de Dios; el carácter inherente de Dios y la obra de Dios mismo el hombre no las puede imitar. El Dios invisible en el cielo y Su obra sólo pueden ser traídos a la tierra por el Dios encarnado que personalmente hace Su obra entre los hombres. Esta es la manera más ideal en la que Dios se aparece al hombre, en la que el hombre ve a Dios y llega a conocer el verdadero rostro de Dios, y esto no lo puede lograr un Dios no encarnado.

de ‘La humanidad corrupta está más necesitada de la salvación del Dios hecho carne’ en “La Palabra manifestada en carne”

Dios viene en medio del hombre hoy con el propósito de transformar sus pensamientos y espíritus, así como la imagen de Dios que han tenido en su corazón durante miles de años. A través de esta oportunidad, Él perfeccionará al hombre. Es decir, por medio del conocimiento humano, Él cambiará la forma en que ellos llegan a conocerlo y su actitud hacia Él, para que su conocimiento de Dios pueda empezar desde cero, y sus corazones sean renovados y transformados de ese modo. El trato y la disciplina son los medios, y conquistar y renovar sean los objetivos. Disipar los pensamientos supersticiosos que el hombre ha mantenido sobre el Dios impreciso siempre ha sido la intención de Dios, y, últimamente, se ha convertido en el propósito de urgencia para Él. Espero que todas las personas le den una mayor consideración a esto.

de ‘Obra y entrada (7)’ en “La Palabra manifestada en carne”

En la Era del Reino, Dios usa la palabra para iniciar una nueva era, para cambiar los medios de Su obra, y para realizar la obra de la era entera. Este es el principio por el cual Dios obra durante la Era de la Palabra. […] Aunque la palabra “palabra” es simple y ordinaria, la palabra procedente de la boca de Dios encarnado, sacude todo el universo; Su palabra transforma el corazón del hombre, las nociones y el antiguo carácter del hombre, y la antigua apariencia del mundo entero. A través de las edades, sólo el Dios de hoy en día obra de tal manera, y sólo Él habla y salva al hombre de ese modo. A partir de este momento, el hombre vive bajo la guía de la palabra, pastoreado y provisto de la palabra; vive en el mundo de la palabra, vive entre las maldiciones y bendiciones de la palabra de Dios, y aún más personas, viven bajo el juicio y el castigo de la palabra. Estas palabras y estas obras son todas por causa de la salvación del hombre, cumpliéndose así la voluntad de Dios, y cambiando el aspecto original del mundo de la antigua creación. Dios creó el mundo con la palabra, guía a los hombres de todo universo con la palabra, los conquista y los salva con la palabra. Al final, Él utilizará la palabra para llevar al conjunto del viejo mundo a su fin. Sólo entonces será que el plan de gestión se complete enteramente.

de ‘La Era del Reino es la Era de la Palabra’ en “La Palabra manifestada en carne”

Tras la finalización de Mis palabras, el reino se forma poco a poco en la tierra y el hombre regresa gradualmente a la normalidad, y por ende se establece en la tierra el reino que yace en Mi corazón. En el reino, todo el pueblo de Dios recupera la vida del hombre normal. Se ha ido el invierno helado, reemplazado por un mundo de ciudades primaverales, donde la primavera perdura todo el año. Ya la gente no se enfrenta con el mundo sombrío y miserable del hombre, ya no sufre el frío escalofriante del mundo del hombre. La gente ya no pelea entre sí, los países ya no se enfrentan en guerras, ya no hay más matanza y la sangre que fluye de la matanza; todas las tierras están llenas de felicidad, y en todas partes rebosa el calor entre los hombres. Me muevo por todo el mundo, lo disfruto desde lo alto de Mi trono, vivo entre las estrellas. Y los ángeles me ofrecen nuevas canciones y nuevos bailes. Ya su fragilidad no causa que lágrimas corran por sus rostros. Ya no escucho en Mi presencia el sonido de los llantos de los ángeles, y ya nadie me presenta quejas de adversidades.

de ‘La vigésima declaración’ de las declaraciones de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne”

Cuando todo el pueblo haya sido hecho completo, y todas las naciones de la tierra se conviertan en el reino de Cristo, entonces será el momento en que retumben los siete truenos. El día presente es una zancada adelante en la dirección de ese escenario, se ha desencadenado la embestida sobre el tiempo venidero. Este es el plan de Dios; en un futuro cercano se realizará. Sin embargo, Dios ya ha cumplido todo lo que ha dicho. Por tanto, queda claro que las naciones de la tierra no son sino castillos en la arena, que tiemblan cuando se acerca la marea alta: el último día es inminente y el gran dragón rojo se vendrá abajo a la palabra de Dios. Para asegurarse de que el plan de Dios se lleve a cabo con éxito, los ángeles del cielo han descendido a la tierra, y hacen lo máximo por satisfacer a Dios. El Dios encarnado mismo se ha desplegado en el campo de batalla para librar guerra contra el enemigo. Dondequiera aparece la encarnación, el enemigo es destruido en dicho lugar. China es la primera en ser aniquilada, en ser devastada por la mano de Dios. Él no le da en absoluto cuartel a China. La prueba del derrumbe progresivo del gran dragón se puede ver en la maduración continua de todo el pueblo. Obviamente, cualquiera lo puede ver. La maduración de todo el pueblo es una señal de la desaparición del enemigo. Es una pequeña explicación de lo que se quiere decir por “librar la batalla”.

de ‘Interpretación de la décima declaración’ en “La Palabra manifestada en carne”

Esta obra se debe llevar a cabo por medio de Dios creando varios desastres en la tierra. Pero Dios no aparecerá; porque, en este momento, la nación del gran dragón rojo todavía será una tierra de inmundicia, Dios no aparecerá, sino que solamente emergerá a través del castigo. Tal es el carácter justo de Dios y nadie puede escapar de él. Durante este tiempo, todo lo que habite la nación del gran dragón rojo sufrirá calamidad, lo que naturalmente también incluye el reino en la tierra (la iglesia). Este es el momento preciso en que los hechos aparecen y así es experimentado por todas las personas, y nadie puede escapar. Esto ha sido predestinado por Dios. Es precisamente por este paso de la obra que Dios dice: “Ahora es el momento de aprovechar al máximo los talentos propios”. Porque en el futuro no habrá iglesia en la tierra y, debido a la llegada de la catástrofe, las personas no pueden pensar en otra cosa y les es difícil gozar a Dios en medio de la catástrofe, por consiguiente, a las personas se les pide amar a Dios con todo su corazón durante este maravilloso tiempo, para que no pierdan la oportunidad. Cuando este hecho pase, Dios habrá derrotado completamente al gran dragón rojo y así la obra de testimonio del pueblo de Dios habrá llegado a su fin; después Dios comenzará el siguiente paso de la obra, desolando al país del gran dragón rojo y, finalmente, clavando a las personas al revés en la cruz en todo el universo, después de lo cual Él aniquilará a toda la humanidad; estos son los pasos futuros de la obra de Dios.

de ‘Interpretación de la cuadragésima segunda declaración’ en “La Palabra manifestada en carne”

Cuando las naciones y los pueblos del mundo regresen todos delante de Mi trono, tomaré de inmediato toda la abundancia del cielo y la concederé al mundo humano, de manera que, gracias a Mí, rebosará de una abundancia sin igual. No obstante, mientras el viejo mundo continúe existiendo, lanzaré Mi furia sobre sus naciones, promulgando abiertamente Mis decretos administrativos por todo el universo, y enviaré castigo a quien los viole:

Cuando vuelvo Mi rostro al universo para hablar, toda la humanidad oye Mi voz, y ve inmediatamente todas las obras que en todo el universo Yo he forjado. Los que van en contra de Mi voluntad, es decir, los que se oponen a Mí con los hechos del hombre, caerán bajo Mi castigo. Yo tomaré las numerosísimas estrellas de los cielos y las haré de nuevo; gracias a Mí el sol y la luna serán renovados, los cielos ya no serán más como eran; las innumerables cosas sobre la tierra serán renovadas. Todas serán completadas por medio de Mis palabras. Las muchas naciones del universo serán divididas de nuevo y sustituidas por la mía, de forma que las naciones sobre la tierra desaparecerán para siempre y serán una sola que me adore; todas las naciones de la tierra serán destruidas, y dejarán de existir. De los seres humanos del universo, todos los pertenecientes al diablo serán exterminados; Mi fuego ardiente abatirá a todos los que adoran a Satanás, es decir que, excepto los que están ahora dentro de la corriente, el resto quedará reducido a cenizas. Cuando Yo castigue a los muchos pueblos, los del mundo religioso regresarán en grados diferentes a Mi reino, conquistados por Mis obras, porque habrán visto la llegada del Santo cabalgando sobre una nube blanca. Toda la humanidad seguirá a su propia especie, y recibirá castigos que variarán según lo que hayan hecho. Todos los que se han levantado contra Mí perecerán; en cuanto a aquellos cuyos hechos sobre la tierra no me han involucrado, seguirán existiendo en la tierra bajo el gobierno de Mis hijos y Mi pueblo gracias a cómo se han absuelto ellos mismos. Yo me revelaré a las innumerables personas y naciones, resonando con Mi propia voz sobre la tierra para proclamar la terminación de Mi gran obra, para que toda la humanidad la vea con sus propios ojos.

de ‘La vigésima sexta declaración’ de las declaraciones de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne”

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«El anhelo» Escena 5 – ¿Dónde está el lugar que el Señor ha preparado para nosotros?

Hace dos mil años, el Señor Jesús prometió: «[…] Voy a preparar un lugar para vosotros. Y si me voy y preparo un lugar para vosotros, vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo estoy, allí estéis también vosotros» (Juan 14:2-3).

Hace dos mil años, el Señor Jesús prometió: «[…] Voy a preparar un lugar para vosotros. Y si me voy y preparo un lugar para vosotros, vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo estoy, allí estéis también vosotros» (Juan 14:2-3). Mucha gente cree que el Señor regresó al cielo, que desde luego Él está preparando un lugar para nosotros allí. ¿Se corresponde este entendimiento con las palabras del Señor? ¿Qué misterios contiene esta promesa?

Scripture quotations taken from www.LBLA.com.  Copyright by The Lockman Foundation.  

Fuente:Relámpago Oriental

Recomendación:Reflexiones cristianas

7. ¿Cómo conocer que Cristo es la verdad, el camino y la vida?

Versículos bíblicos como referencia:

En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. El estaba en el principio con Dios (Juan 1:1-2).

Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad (Juan 1:14).

Versículos bíblicos como referencia:

En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. El estaba en el principio con Dios (Juan 1:1-2).

Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad (Juan 1:14).

Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí(Juan 14:6).

[…] las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida (Juan 6:63).

Palabras relevantes de Dios:

El camino de la vida no es algo que cualquiera pueda tener ni tampoco todos lo pueden conseguir con facilidad. Esto se debe a que la vida sólo puede proceder de Dios, es decir, sólo Dios mismo posee la esencia de la vida; no hay camino de vida sin Dios mismo y por eso sólo Dios es la fuente de la vida y el manantial del agua viva de la vida que siempre fluye. Desde que Él creó el mundo, Dios ha hecho mucha obra que implica la vitalidad de la vida, ha hecho mucha obra que le da vida al hombre y ha pagado un gran precio para que el hombre pueda alcanzar la vida, porque Dios mismo es la vida eterna y Dios mismo es el camino por el cual el hombre resucita. […] La fuerza de vida de Dios puede prevalecer sobre cualquier poder; además, excede cualquier poder. Su vida es eterna, Su poder extraordinario, y Su fuerza de vida ningún ser creado o fuerza enemiga la puede aplastar fácilmente. La fuerza de vida de Dios existe e irradia Su reluciente resplandor, independientemente del tiempo o el lugar. La vida de Dios permanece inmutable para siempre a través de la agitación del cielo y la tierra. Todas las cosas pasan, pero la vida de Dios todavía permanece porque Dios es la fuente de la existencia de todas las cosas y la raíz de su existencia. La vida del hombre proviene de Dios, la existencia del cielo se debe a Dios, y la existencia de la tierra procede del poder de la vida de Dios. Ningún objeto que tenga vitalidad puede trascender la soberanía de Dios, y ninguna cosa que tenga vigor puede librarse del ámbito de la autoridad de Dios. De esta manera, independientemente de quiénes sean, todos se deben someter bajo el dominio de Dios, todos deben vivir bajo el mandato de Dios y nadie puede escapar de Su control. […]

Cristo de los últimos días trae la vida y trae el camino de la verdad, duradero y eterno. Esta verdad es el camino por el que el hombre obtendrá la vida, y el único camino por el cual el hombre conocerá a Dios y por el que Dios lo aprobará.

de ‘Sólo el Cristo de los últimos días le puede dar al hombre el camino de la vida eterna’ en “La Palabra manifestada en carne”

En esta ocasión, Dios no viene a llevar a cabo la obra en un cuerpo espiritual, sino en uno muy ordinario. No sólo es el cuerpo de la segunda encarnación de Dios, sino también el cuerpo en el que Él vuelve. Es una carne muy corriente. En Él, no puedes ver nada diferente de los demás, pero puedes recibir de Él las verdades que nunca antes has oído. Esta carne insignificante es la materialización de todas las palabras de la verdad de Dios, la que emprende Su obra en los últimos días, y una expresión de todo el carácter de Dios para que el hombre llegue a conocerlo. ¿No deseabas en gran manera ver al Dios del cielo? ¿No deseabas en gran manera entender al Dios del cielo? ¿No deseabas en gran manera ver el destino de la humanidad? Él te contará todos estos secretos que ningún hombre ha sido capaz de contarte y Él te hablará incluso de las verdades que no entiendes. Él es tu puerta al reino y tu guía a la nueva era. Una carne tan corriente contiene muchos misterios insondables. Sus hechos pueden ser inescrutables para ti, pero el objetivo de toda la obra que Él realiza es suficiente para que veas que Él no es una simple carne como el hombre cree. Y es que Él representa la voluntad de Dios, así como el cuidado mostrado por este hacia la humanidad en los últimos días. Aunque no puedas oír las palabras que Él habla, que parecen sacudir los cielos y la tierra, o ver Sus ojos como llamas abrasadoras, y aunque no puedas sentir la disciplina de Su vara de hierro, sí puedes percibir en Sus palabras la furia de Dios y saber que Él muestra compasión por la humanidad; puedes ver Su carácter justo y Su sabiduría, y darte cuenta además de la preocupación y del cuidado que Él tiene por toda la humanidad. La obra de Dios en los últimos días consiste en permitirle al hombre ver al Dios del cielo vivir entre los seres humanos sobre la tierra y que lo conozca, obedezca, reverencie y ame. Por esta razón Él ha vuelto en carne por segunda vez. […]

[…] Todo lo que tenéis hoy se debe a esta carne. Contáis con la oportunidad de vivir, porque Dios vive en la carne. Toda esta buena fortuna se ha obtenido gracias a este hombre ordinario. Y no sólo esto, sino que al final toda nación adorará a este hombre ordinario, dará gracias y obedecerá a este hombre insignificante. Y es que Él es quien ha traído la verdad, la vida, y el camino para salvar a toda la humanidad, aliviar el conflicto entre Dios y el hombre, acercar a ambos, y comunicar los pensamientos entre ellos. Él es también quien ha traído una gloria aun mayor a Dios. ¿No es un hombre corriente como este digno de tu confianza y adoración? ¿No es apta esa carne ordinaria para ser llamada Cristo? ¿No puede ser ese hombre corriente la expresión de Dios entre los hombres? ¿No es ese hombre, que ayuda a la humanidad a librarse del desastre, digno de vuestro amor y de que lo apreciéis? Si rechazáis las verdades pronunciadas por Su boca y también detestáis Su existencia entre vosotros, ¿cuál será, pues, vuestro destino?

de ‘¿Sabes? Dios ha hecho algo grande entre los hombres’ en “La Palabra manifestada en carne”

Y sin embargo es esta persona ordinaria, que está escondida entre las personas, la que está haciendo la nueva obra de salvarnos. Él no nos aclara nada, ni nos dice por qué ha venido. Él sólo hace por pasos la obra que tiene la intención de hacer, y de acuerdo a Su plan. Sus palabras y declaraciones cada vez se hacen más frecuentes. De consolar, exhortar, recordar y advertir a reprochar y disciplinar; de un tono gentil y amable, a palabras que son temibles y majestuosas, todo infunde tanto compasión como estremecimiento en el hombre. Todo lo que dice tiene un fuerte efecto en los secretos que están profundamente escondidos dentro de nosotros; Sus palabras lastiman nuestros corazones, nuestros espíritus, y nos dejan avergonzados y humillados. […]

Sin que nosotros lo sepamos, este hombre insignificante nos ha llevado paso a paso en la obra de Dios. Sufrimos un sinnúmero de pruebas, somos sujetos a innumerables castigos y probados por la muerte. Aprendemos del carácter justo y majestuoso de Dios; disfrutamos, también, Su amor y compasión, y llegamos a valorar el gran poder y sabiduría de Dios; somos testigos de la hermosura de Dios y contemplamos el deseo ansioso de Dios de salvar al hombre. En las palabras de esta persona ordinaria, llegamos a conocer el carácter y la esencia de Dios, llegamos a entender la voluntad de Dios, llegamos a conocer la naturaleza y la esencia del hombre, y vemos el camino de salvación y perfección. Sus palabras nos hacen morir y nos hacen volver a nacer; Sus palabras nos dan consuelo, pero también nos atormentan con la culpa y un sentimiento de deuda; Sus palabras nos dan alegría y paz, pero también nos causan gran dolor. A veces somos como ovejas al matadero en Sus manos; a veces somos como la niña de Sus ojos y gozamos Su amor y afecto; a veces somos como Sus enemigos, convertidos en ceniza por Su ira en Sus ojos. Somos la humanidad que Él salvó; somos gusanos a Sus ojos, y somos los corderos perdidos que piensa noche y día encontrar. Él es misericordioso con nosotros, nos desprecia, nos levanta, nos consuela y nos exhorta, nos guía, nos esclarece, nos castiga y nos disciplina, y hasta nos maldice. Se preocupa por nosotros noche y día, nos protege y cuida de nosotros noche y día, nunca se aparta de nuestro lado, nos dedica todo Su cuidado y paga cualquier precio por nosotros. Con las palabras de esta pequeña carne ordinaria, hemos gozado la totalidad de Dios y contemplado el destino que Dios nos ha concedido. […]

La declaración de Dios continúa, y Él emplea varios métodos y perspectivas para advertirnos qué hacer y expresar la voz de Su corazón. Sus palabras llevan la energía de la vida y nos muestran el camino que debemos caminar y nos permiten entender cuál es la verdad. Empezamos a ser atraídos a Sus palabras, comenzamos a enfocarnos en el tono y la manera en la que habla, y subconscientemente comenzamos a tener un interés en la voz del corazón de esta persona que no tiene nada de especial. Hace esfuerzos meticulosos por nosotros, pierde el sueño y el apetito por nosotros, llora por nosotros, suspira por nosotros, se queja en la enfermedad por nosotros, sufre humillación por el bien de nuestro destino y salvación, y Su corazón sangra y derrama lágrimas por nuestra insensibilidad y rebeldía. Tal ser y tales posesiones están más allá de una persona ordinaria; ninguno de los corruptos las puede poseer o conseguir. Tiene una tolerancia y paciencia que ninguna persona ordinaria posee, y Su amor no lo posee ningún ser creado. Nadie excepto Él puede saber todos nuestros pensamientos, o tener tal conocimiento de nuestra naturaleza y esencia, o juzgar la rebeldía y corrupción de la humanidad, o hablarnos y obrar entre nosotros como lo puede este en nombre del Dios del cielo. Nadie excepto Él posee la autoridad, la sabiduría y la dignidad de Dios; el carácter de Dios, y lo que Él tiene y es, emana en su totalidad de Él. Nadie excepto Él nos puede mostrar el camino y traernos la luz. Nadie excepto Él puede revelar los misterios que Dios no ha revelado desde la creación hasta el día de hoy. Nadie excepto Él nos puede salvar de la esclavitud de Satanás y de nuestro carácter corrupto. Él representa a Dios y expresa la voz del corazón de Dios, las exhortaciones de Dios y las palabras de juicio de Dios hacia toda la humanidad. Él ha comenzado una nueva época, una nueva era, y ha traído un nuevo cielo y una nueva tierra, una nueva obra, y nos ha traído esperanza, y ha puesto fin a la vida que llevábamos en la imprecisión, y nos permitió contemplar plenamente el camino de salvación. Él ha conquistado todo nuestro ser y ha ganado nuestros corazones. De ese momento en adelante nuestras mentes se hacen conscientes y nuestros espíritus parecen ser revividos: esta persona ordinaria e insignificante, que vive entre nosotros y que nosotros hemos rechazado desde hace ya mucho tiempo, ¿no es el Señor Jesús, quien siempre está en nuestros pensamientos, y a quien anhelamos noche y día? ¡Es Él! ¡Realmente es Él! ¡Él es nuestro Dios! ¡Él es la verdad, el camino y la vida! Él nos ha permitido que vivamos otra vez, que veamos la luz, y ha detenido nuestros corazones errantes. Hemos regresado a la casa de Dios, hemos regresado ante Su trono, estamos cara a cara con Él, hemos presenciado Su rostro, y hemos visto el camino que está por delante.

de ‘Contemplando la aparición de Dios en Su juicio y Su castigo’ en “La Palabra manifestada en carne”

En la Era del Reino, Dios usa la palabra para iniciar una nueva era, para cambiar los medios de Su obra, y para realizar la obra de la era entera. Este es el principio por el cual Dios obra durante la Era de la Palabra. Él se hizo carne para hablar desde diferentes perspectivas, permitiendo que el hombre pueda en verdad ver a Dios, quien es la Palabra manifestada en la carne, y Su sabiduría y maravilla. Este tipo de obra se realiza para lograr mejor los objetivos de conquistar al hombre, perfeccionar al hombre y eliminar al hombre. Este es el verdadero significado del uso de la palabra para llevar a cabo el trabajo en la Era de la Palabra. A través de la palabra, el hombre llega a conocer la obra de Dios, el carácter de Dios, la esencia del hombre, y a qué debe el hombre entrar. A través de la palabra, toda la obra que Dios quiere realizar en la Era de la Palabra es lograda. A través de la palabra, el hombre es revelado, eliminado y probado. El hombre ha visto la palabra, oído la palabra, y ha tomado conciencia de la existencia de la palabra. Como resultado, el hombre cree en la existencia de Dios; el hombre cree en la omnipotencia y en la sabiduría de Dios, así como en un corazón de Dios lleno de amor hacia el hombre y Su deseo de salvarlo. Aunque la palabra “palabra” es simple y ordinaria, la palabra procedente de la boca de Dios encarnado, sacude todo el universo; Su palabra transforma el corazón del hombre, las nociones y el antiguo carácter del hombre, y la antigua apariencia del mundo entero. A través de las edades, sólo el Dios de hoy en día obra de tal manera, y sólo Él habla y salva al hombre de ese modo. A partir de este momento, el hombre vive bajo la guía de la palabra, pastoreado y provisto de la palabra; vive en el mundo de la palabra, vive entre las maldiciones y bendiciones de la palabra de Dios, y aún más personas, viven bajo el juicio y el castigo de la palabra. Estas palabras y estas obras son todas por causa de la salvación del hombre, cumpliéndose así la voluntad de Dios, y cambiando el aspecto original del mundo de la antigua creación. Dios creó el mundo con la palabra, guía a los hombres de todo universo con la palabra, los conquista y los salva con la palabra. Al final, Él utilizará la palabra para llevar al conjunto del viejo mundo a su fin. Sólo entonces será que el plan de gestión se complete enteramente.

de ‘La Era del Reino es la Era de la Palabra’ en “La Palabra manifestada en carne”

Hoy, Dios se ha encarnado principalmente para completar la obra de “la Palabra aparece en carne”, para perfeccionar al hombre mediante el uso de la palabra, y hacer que acepte el trato y el refinamiento de la palabra. En Sus palabras Él hace que obtengas provisión y vida; en Sus palabras ves Su obra y Sus hechos. Dios usa la palabra para castigarte y refinarte; por tanto, si sufres dificultades, también es por la palabra de Dios. Hoy Dios no obra mediante hechos, sino con palabras. Sólo después de que Su palabra haya descendido sobre ti podrá el Espíritu Santo obrar dentro de ti y hacer que sufras dolor o que sientas dulzura. Sólo la palabra de Dios puede llevarte a la realidad, y sólo ella es capaz de perfeccionarte. Así, como mínimo debes entender que la obra hecha por Dios durante los últimos días es principalmente el uso de Su palabra para perfeccionar a todas las personas y guiar al hombre. Toda la obra que hace es a través de la palabra; Él no usa hechos para castigarte. […] Y así, durante los últimos días, cuando Dios se hace carne usa principalmente la palabra para llevarlo todo a cabo y que todo quede claro. Sólo en Sus palabras puedes ver lo que Él es; sólo en Sus palabras puedes ver que Él es Dios mismo. Cuando el Dios encarnado viene a la tierra no realiza ninguna otra obra que no sea pronunciar palabras; por tanto, no hay necesidad de hechos, basta con las palabras. Esto se debe a que ha venido principalmente a hacer esta obra, a permitir que el hombre contemple Su poder y Su supremacía en Sus palabras, para que el hombre vea en ellas la humildad con la que Él se esconde y permitirle conocer Su totalidad en Sus palabras. Todo lo que Él tiene y es está en Sus palabras, Su sabiduría y todo lo maravilloso de Él están en Sus palabras. En esto te hace ver los numerosos métodos mediante los cuales Dios pronuncia Sus palabras.

de ‘Todo se realiza por la palabra de Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”

[…] que la Palabra se ha hecho carne y que el Espíritu de la verdad se ha hecho realidad en la carne; que toda la verdad, la vida y el camino ha llegado en carne y que el Espíritu realmente ha llegado a la tierra y en carne. Aunque, superficialmente, esto difiere de la concepción del Espíritu Santo, en cuya obra se puede ver más claramente que el Espíritu ya se ha hecho realidad en la carne y, además, que el Verbo se ha hecho carne, que la Palabra ha aparecido en carne y que eres capaz de entender el verdadero significado de las palabras: En el principio era el Verbo (la Palabra), y el Verbo (la Palabra) era con Dios, y el Verbo (la Palabra) era Dios. Además, debes entender que las palabras de hoy son Dios, el Verbo es Dios, y debes ver las palabras que se hacen carne. Este es el mejor testimonio que puedes dar. Esto demuestra que posees el verdadero conocimiento de que Dios se hizo carne; no sólo eres capaz de conocer y analizar a Dios minuciosamente, sino que también eres consciente de que el camino que sigues hoy es el camino de vida y el camino de la verdad. Jesús hizo una etapa de la obra que sólo cumplió con la esencia de «El Verbo era con Dios»: La verdad de Dios era con Dios y el Espíritu de Dios era con la carne y era inseparable de Él; es decir, la carne de Dios encarnado estaba con el Espíritu de Dios, que es una prueba mayor de que Jesús encarnado fue la primera encarnación de Dios. Esta etapa de la obra cumplió el significado interno de «La Palabra se hace carne», le dio un significado más profundo a «El Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios», y te permite creer firmemente en las palabras «En el principio era El Verbo». Lo que es igual a decir que en el momento de la creación Dios estaba poseído de Palabras, Sus Palabras eran con Él y eran inseparables de Él, y la era final deja aún más claro el poder y la autoridad de Sus palabras y permite al hombre ver todo Su Verbo, oír todas Sus palabras. Tal es la obra de la era final. Debes llegar a conocer estas cosas de pies a cabeza. No se trata de conocer la carne, sino de conocer la carne y la Palabra. Es esto de lo que debes dar testimonio, lo que todos deben conocer. Como esta es la obra de la segunda encarnación, y la última vez que Dios se hace carne, completa totalmente el significado de la encarnación, lleva a cabo y expone por completo toda la obra de Dios en la carne, y pone fin a la era de Dios en la carne.

de ‘Práctica (4)’ en “La Palabra manifestada en carne”

Mi palabra es la verdad que nunca jamás cambia. Soy el aliento de vida para el hombre y la única guía para la humanidad. El valor y el significado de Mi palabra no se determina en base a si ella es reconocida o aceptada por la humanidad, sino por la esencia de la palabra misma. Incluso aunque ni una sola persona en esta tierra pudiera recibir Mi palabra, el valor de Mi palabra y su ayuda para la humanidad son inestimables para cualquier hombre. Por lo tanto, cuando me enfrento con los muchos hombres que se rebelan, que refutan o que son totalmente desdeñosos a Mi palabra, Mi posición sólo es esta: dejar que el tiempo y los hechos sean Mis testigos y muestren que Mis palabras son la verdad, el camino y la vida. Dejar que muestren que todo lo que he dicho es correcto y que eso es con lo que el hombre debe ser provisto y, además, que es eso lo que el hombre debe aceptar. Voy a dejar que todos los que me siguen conozcan este hecho: los que no aceptan completamente Mi palabra, los que no pueden practicar Mi palabra, los que no pueden encontrar un propósito en Mi palabra y los que no pueden recibir la salvación por causa de Mi palabra, son los que han sido condenados por Mi palabra y, además, han perdido Mi salvación y Mi vara nunca se apartará de ellos.

de ‘Deberíais considerar vuestros hechos’ en “La Palabra manifestada en carne”

Así, ya que estamos buscando las huellas de Dios, debemos buscar la voluntad de Dios, las palabras de Dios, las declaraciones de Dios, porque donde están las nuevas palabras de Dios, ahí está la voz de Dios, y donde están las huellas de Dios, ahí están los hechos de Dios. Donde está la expresión de Dios, ahí está la aparición de Dios, y donde está la aparición de Dios, ahí existe la verdad, el camino y la vida. Mientras buscabais las huellas de Dios, ignorasteis las palabras que dicen que “Dios es la verdad, el camino y la vida”. Y es que, cuando muchas personas reciben la verdad, no creen que han encontrado las huellas de Dios y mucho menos reconocen la aparición de Dios. ¡Qué error tan grave es ese! La aparición de Dios no se puede reconciliar con las nociones del hombre; mucho menos puede Dios aparecer por orden del hombre. Dios hace Sus propias elecciones y tiene Sus propios planes cuando hace Su obra; más aún, Él tiene Sus propios objetivos y Sus propios métodos. No es necesario que Él discuta con el hombre la obra que Él hace, ni que busque el consejo del hombre, ni mucho menos que les notifique de Su obra a cada una de las personas. Este es el carácter de Dios y, además, todos lo deben reconocer. Si queréis presenciar la aparición de Dios, si queréis seguir las huellas de Dios, entonces debéis primero trascender vuestras propias nociones. No debes demandar que Dios haga esto o aquello; mucho menos debes colocarlo dentro de tus propios confines y limitarlo a tus propias nociones. En cambio, debéis preguntar cómo debéis buscar las huellas de Dios, cómo debéis aceptar la aparición de Dios, y cómo os debéis someter a la nueva obra de Dios; eso es lo que el hombre debe hacer. Siendo que el hombre no es la verdad, y que no posee la verdad, el hombre debe buscarla, aceptarla y obedecerla.

de ‘La aparición de Dios ha traído una nueva época’ en “La Palabra manifestada en carne”

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